19-02-2014

En la CELAC realizado en Cuba el pasado 28 y 29 de enero estaban los que defienden y gerencian desde sus gobiernos, los negocios de las transnacionales imperialistas y sus banqueros que saquean América Latina y esclavizan a sus trabajadores, al servicio de Wall Street, la City de Londres y demás potencias imperialistas.
Se abrazaron los jefes del TLC… con los bolivarianos del ALBA y el Mercosur y los gerentes de las maquiladoras de Méjico del ALCA con los yanquis, para garantizar una América Latina segura y estable para las ganancias y saqueo de los capitalistas y el imperialismo.

En La Habana se juntaron los presidentes que desde Méjico a Tierra del Fuego en Argentina, están dispuestos como lo están demostrando, a descargar un brutal ataque al salario y al nivel de vida de las masas.
Los Bolivarianos encabezan este ataque a los explotados como lo vemos en Venezuela, hundiendo el salario y con una boliburguesía millonaria y tal cual lo hace la Kirchner en Argentina, pagando rigurosamente la deuda externa al FMI, con el hambre y el saqueo a sus pueblos. El cinismo de los gerentes de Obama no tiene límites.

La entrega de Cuba al imperialismo en sus ramas fundamentales de producción es una prueba más de la demagogia “anticolonialista” de todos los lacayos del imperialismo reunidos en La Habana; la masacre del campesinado y la entrega de la resistencia colombiana, terminan de sostener las 7 bases militares yankis en ese país.

Las bases de Colombia, Manta, de Honduras, de Guantánamo del imperialismo, las decenas de acuerdos militares y tratados políticos que tienen firmados los gobiernos allí reunidos con EE.UU., no hacen más que demostrar que los que allí se juntaron la única “paz” que defienden es la de la superexplotación de nuestros países en paz a cuenta de Wall Street. Son agentes del imperialismo a quien le ofrecieron, como en una gran exposición de productos empresariales, nuevos negocios. Los enormes negocios inmobiliarios del mundial de Brasil, las autopistas para transportar sus mercancías de las zonas francas del Atlántico en Brasil al Pacífico por los puertos de Chile y Perú… Nuevos bonos con garantías de hidrocarburos y minerales, como lo ha hecho Evo Morales con la Reserva Federal y la Banca Morgan de EE.UU.

Allí en la CELAC todos se comprometieron a mantener y profundizar una “América Latina maquila” capaz de competir con su mano de obra esclava, con China, la India, Eurasia y África.

Una verdadera Expo- naciones bajo el mando de la ONU que estaba allí como representación y dirección de todas las potencias y bandidos imperialistas. El ALCA, el TLC, el ALBA, el Mercosur, los acuerdos cruzados de los países andinos con el Pacto del Transpacífico de EEUU y Japón, indican que las burguesías nativas se ofrecieron como anfitrionas de los negocios de todas las pandillas imperialistas que oprimen a las naciones de América Latina.
Por ello afirman en su declaración de La Habana: “Su firme voluntad de impulsar programas regionales, sub-regionales, bilaterales, y triangulares de cooperación para el desarrollo, así como una política de colaboración y cooperación regional sur-sur y triangular que tenga en cuenta las características y necesidades específicas de las diversas áreas y subregiones así como de cada uno de sus países”. Negocios de todos con todos, del CELAC con EEUU, con la Europa imperialista, con China, entre ellos… “Bussines are bussines” (“Negocios son negocios”). Y eso es lo que se ofreció en esa cumbre de gerentes a sueldo de las potencias imperialistas.

 
Con el pacto de Obama-Castro y los bolivarianos, las transnacionales y Wall Street se han garantizado su “Zona de Paz” de los cementerios y fabulosos negocios, mientras los explotados viven un infierno

La CELAC de La Habana fue una verdadera Junta de Gerentes y Consejo de Ministros del capital financiero, las transnacionales y las potencias imperialistas en el continente afirmando que “hay negocios para todos”. Todos, gobiernos bolivarianos del ALBA, gobiernos del TCL, CAFTA, Mercosur, bajo la dirección de la ONU, luego de expropiar, abortar y desviar la revolución latinoamericana de principios de Siglo XXI, se juntaron a festejar la restauración capitalista en Cuba, que significa que nunca más en el continente americano puede haber una “nueva Cuba” donde se expropie al imperialismo.

Bajo la dirección de la ONU, con Obama recibiendo gustoso lo que en La Habana se le ofrecía, todos los gobiernos desde el Rio Bravo para abajo, festejan la entrega de Cuba al capitalismo, la masacre de la resistencia Colombiana y las condiciones de esclavitud que le impusieron a las masas obreras y campesinas de Centro y Sud América.
Expusieron y prometieron en la CELAC al imperialismo avanzar en la esclavitud laboral y el saqueo para que los capitales aprovechen las “oportunidades” que les han creado sus gobiernos cipayos. Exponen, como gerentes y socios menores del capital financiero cada uno de los países a disposición de la voracidad del capital financiero.   
Cínicamente declararon Latinoamérica “Zona de Paz” cuando todos esos gobiernos con el Unasur, la OEA y los mercados regionales, ocultan que están bajo las órdenes de los jefes y centuriones yanquis del Pentágono que desde las bases militares, como ya dijimos, monitorean los negocios del imperialismo en la región… y a sus gerentes. Junto a la entrega de Cuba al imperialismo y la entrega de la resistencia colombiana, garantizan este “corredor de paz”.
Se ha llegado a lo grotesco de declarar a América Latina “zona de paz” y “libre de armas nucleares”, cuando jamás ningún país latinoamericano se propuso ni siquiera acercarse a un átomo o neutrón para intentar armar una bomba nuclear. Pero sí han armado, sostenidos por el imperialismo, y lo siguen haciendo, fuertes ejércitos y policía asesina para masacrar a su pueblo. O bien, como lo hacen, las burguesías nativas para disputarse como hienas, pedazos de territorio entre ellas para luego ofrecerles mejores negocios a sus amos, los leones de Wall Street.

Declararon “Zona de Paz” la región para demostrarle al imperialismo que los gobiernos reunidos allí son “garantía de negocios” ya que condenan obreros a cadena perpetua como en Argentina y tienen presos, procesados y asesinados a miles de luchadores en el continente.
Hablaron de “II Independencia” cuando están entregando Cuba al capitalismo y los gobiernos bolivarianos se declaran “pagadores seriales” a Wall Street, el FMI y el Club de Paris. Hablan de “anticolonialismo” cuando el 80% de las principales ramas de la producción en el continente están en manos del capital financiero y las transnacionales que controlan toda la economía ¡Esta fue la “Expo Naciones del CELAC! 

Previo a las sesiones de la CELAC, Fidel Castro –el máximo representante de los nuevos ricos de la boliburguesia del PCC- se reunió con todos los mandatarios que pudo, Cristina de Argentina, Peña Nieto de Mexico, Ban Ki-moon de la ONU, Dilma de Brasil, Ortega de Nicaragua… todos fueron a darle el respaldo al comandante de la restauración que está entregando nuevamente a Cuba al imperialismo y para multiplicar los negocios comandados por las transnacionales en la isla como los que anunció Brasil en puerto de Mariel –Cuba- con una inversión de 1.092 millones de dólares para saquear la isla, poner allí una zona franca que actuará como verdadero galpón y depósito de las transnacionales libre de impuestos… para llegar “justo a tiempo” con sus productos al mercado norteamericano.

En la primer reunión de la CELAC de Chile en 2013, la presidencia de este ministerio de colonias había quedado en manos de Raúl Castro como un verdadero premio al castrismo estrangulador de la revolución obrera y campesina, de la lucha antiimperialista de las masas latinoamericanas y por el avance de la restauración capitalista en Cuba como un golpe contrarrevolucionario a los explotados del continente. La reunión celebrada en Cuba, volvió a premiar a los restauradores con la presencia de los representantes de la ONU y la OEA como delegados del conjunto de las potencias imperialistas, cuestión que no sucedía desde hace 50 años.

Fue una reunión tranquila, cordial… La burguesía era la que realmente respiraba paz: había logrado, apoyándose en todas las burocracias sindicales, y en las direcciones traidoras del stalinismo y la socialdemocracia, sostenidos por los renegados del trotskismo, apagar los fuegos de la revolución que recorrieron América Latina y que amenazaron como en el 2008 con entrar a EEUU mismo. Allí se levantaban millones de trabajadores contra la guerra imperialista en Irak y Medio Oriente… los trabajadores inmigrantes de América Latina se ponían en pie de lucha al interior mismo de la bestia imperialista.
En la CELAC, aunque no estuvo Obama, estuvieron todos sus colegas, los que llamaron a votarlo, los que también tiraron a EE.UU. torrentes de agua para apagar el fuego de los levantamientos de la clase obrera norteamericana. Obama fue el candidato de todos ellos, dicho por ellos mismos.

Un año de presidencia “pro tempore” de Raúl Castro en la CELAC
Un año de brutal ofensiva imperialista contra las masas explotadas

El grito de guerra de la proto burguesía castrista, y sus aliados, la boliburguesía millonaria de Caracas, a las cuales se sometieron para estrangular la revolución proletaria todas las direcciones traidoras del movimiento obrero, se había impuesto: Ya no podía haber ninguna Cuba en el continente Americano, y se dedicaron a estrangular, traicionar a cuanta revolución y ofensiva revolucionaria de masas se desarrollara en el continente en los últimos años.
Sobre esta base establecieron su segundo grito de guerra, que el imperialismo mundial aplaude: “Ya ni siquiera puede haber una Cuba en Cuba”. Presenciamos un fenomenal golpe contrarrevolucionario del stalinismo, similar al 89, con la restauración capitalista en el único estado obrero que existió en el Continente Americano. Los propios analistas burgueses escriben con claridad en sus prensas afirmando que el gobierno de Raúl Castro es el gobierno mas indicado en Cuba para garantizar las reformas económicas sin conflictividad social.

Los reformistas, la izquierda de Obama, llorarán ahora sobre la “crisis de subjetividad” y el “atraso en la conciencia” del proletariado. Volverán a insistir en que este “perdió de vista la lucha por el socialismo”. ¿Crisis y atraso de la clase obrera? MENTIRA. Traiciones alevosas, puñaladas por la espalda de los que posando como amigos de los explotados, entregaron sus heroicos combates a sus más grandes enemigos. Por eso se dio este hecho “histórico”. Inclusive terminada la Cumbre de esa Expo-naciones, la Europa imperialista, ya se propuso establecer relaciones normales con la isla, mientras enormes fuerzas de las transnacionales norteamericanas se levantan para exigir el levantamiento del bloqueo, al que por lo menos un sector de ellas, considera, innecesario… si a 200 millas tendrán una zona franca para sus negocios en Cuba. Si Francia controla el níquel, y España e Italia la hotelería… Si los canadienses manejan el negocio de las refinerías de petróleo y las termoeléctricas… Si desde los países del ALBA todas las transnacionales negocian con Cuba, se preguntan: ¿para qué el bloqueo formal de EE.UU. a la isla?
Es que aún no está garantizado que la infamia castrista y del stalinismo, sostenida por toda la izquierda latinoamericana, termine de imponerse y de asentarse en el continente y en Cuba, donde habrá que terminar de derrotar a un proletariado al que tienen sometido con miserables 12 dólares de salario, miles de despidos…

El CELAC fue una buena oportunidad para discutir buenos negocios para todos y fortalecer a los gobiernos para que profundicen su ataque a las masas.

La cuestión cubana no fue una excepción de los lacayos del imperialismo. El sometimiento de la clase obrera a Obama significó en EE.UU. un redoblado ataque contra los trabajadores con despidos masivos, expulsiones en masa de inmigrantes, aumento en los ritmos de producción, remates de hipotecas de las casas de los trabajadores, millones en las calles viviendo con 3 dólares diarios y la reforma migratoria de Obama significa 20 mil militares más en la frontera sur además de la utilización de Drones, helicópteros de guerra y nuevas tecnologías de punta; dio nuevos saltos el exacerbamiento del genocidio en la frontera norte del México expoliado con 364 mil detenidos y miles de muertos (registrados), puesto que las organizaciones de DD.HH. ya afirman que “nunca se sabrán las verdaderas cifras del genocidio”; el avance de las “negociaciones de paz” en Colombia, es decir, la masacre y rendición de la resistencia para que Colombia sea una estrella más de la bandera yanqui. Sin ir más lejos en los días previos a la CELAC se perpetró una nueva masacre contra el campesinado pobre, que se cobró 9 vidas en Arauca, mientras hay miles de presos políticos y desaparecidos.

En la Venezuela del pacto Maduro-Capriles se le descargó todo el peso de la crisis a las masas dejando las góndolas vacías y las calles militarizadas con las FF.AA. y las milicias bolivarianas armadas atacando a la clase obrera e incluso metiendo presos a dirigentes petroleros movilizados, como en los pasados días, bajo la bota de la “ley antiterrorista”. 1400 convenciones colectivas (que definen el salario) hace 4 años que están cajoneados en el Ministerio…
Inflación de un 56%, mientras se le pagan 11 mil millones de dólares por año de deuda externa al FMI. Las boliburguesías y las grandes cadenas alimenticias de las transnacionales consiguen dólares a 6,8 b. del estado para importar alimentos y los venden en el mercado interno a 66 bolívares. Las masas venezolanas han sido llevadas por los bolivarianos a condiciones de miseria iguales a las que parieron el Caracazo en 1989.

Con el proletariado estrangulado y con toda la crisis sobre sus espaldas, sectores de las clases medias desesperadas ganan las calles. No siempre es grato ser un socio menor y lacayo del imperialismo. Ese es el rol de Maduro: el de ser un limón que ha comenzado a ser exprimido por el imperialismo para atacar violentamente a las masas y a su propia base social. Más y más lo hace, más y más entra en crisis el movimiento obrero y desorganiza sus fuerzas, y más y más asentado en clases medias reaccionarias y desesperadas, el imperialismo recrea nuevas alternativas políticas y las prepara ante una  a la crisis del chavismo. Mientras tanto Capriles, lo sostiene con su mano izquierda para sacarle hasta el último jugo para terminar de aplastar a las masas.

En esa Expo- naciones, se podía ver entonces también, no solo a los estranguladores de la revolución proletaria, como Morales en Bolivia, a los hermanos Castro, sino también a los sicarios y asesinos a cuenta del imperialismo como el gobierno Mejicano, el Hondureño, los centroamericanos, el régimen de oprobio y masacre como es el colombiano abrazados como lo están desde hace rato a sus amigos de La Habana y Ecuador… El cinismo de las burguesías latinoamericanas no tiene límites: hacer pasar como un gobierno “democrático” al régimen semi fascista de Uribe-Santos, equivale a querer ocultar un elefante en un baño. Y lo siguen intentando.
Allí estaban no sólo  los lacayos y gerentes que intentan impedir la irrupción de las masas, o que éstas entren en acciones revolucionarias como en Brasil, Perú o Chile, sino que también se ofrecieron limones exprimidos y a exprimir, para que terminen de atacar a las masas, inclusive a riesgo de debilitarse a grado extremo. Maduro encabezó ese pelotón y la Kirchner de Argentina decía en todos lados “Maduro a mí no me dejes afuera”.
Cada uno cumple el rol que sus jefes, las potencias imperialistas, le asignan.
De Chile fueron Piñera y Bachelet, bien agarrados de la mano para no abrir brechas y que vuelva el ascenso obrero y estudiantil revolucionario. Debatían esta cuestión con sus socios de Perú. Pero ambos respiraban tranquilos. Acordaban los límites fronterizos, ordenaban sus negocios con el Transpacífico, mientras festejaban con los hermanos Castro que el stalinismo estranguló el camino a la huelga general del proletariado chileno y peruano.

Correa, pensativo, buscaba la forma de explicar cómo posar de “antiimperialista” en un país donde la moneda oficial es el dólar.
Hablemos claro: la verdadera presidencia pro tempore que permite que esa cueva de lacayos del imperialismo del CELAC y sus jefes, hoy se hayan reunido en La Habana como una verdadera exposición de nuevos negocios, la tiene ya por un largo rato, el FSM, los grandes estranguladores de la revolución proletaria de Alaska a Tierra del Fuego, los encargados de someter a la clase obrera a sus respectivas burguesías nacionales, impidiendo la unificación y centralización a nivel continental de los heroicos combates de la clase obrera, los campesinos pobres, contra sus enemigos y expoliadores de sus naciones.

Estos lacayos del imperialismo, como lo vemos en Haití, han demostrado que son capaces de unir sus fuerzas para invadir con sus amos cualquier nación de la región que se le escape al control de sus amos imperialistas. Demostraron ser buenos carceleros de sus pueblos y se proclamaron en “guerra contra el terrorismo”: ahí están los 7000 procesados en Argentina y la cadena perpetua dictada a los obreros petroleros de Las Heras, los presos de la juventud campesina mapuche en Chile y los miles y miles de presos de la resistencia colombiana, sobre cuyos huesos, los Castro y Santos se distribuyen las tierras entre ellos, dejándole, por supuesto, la mayoría de las mismas una vez expropiadas a los campesinos, a la Chiquita Brand para que siga llevándose las riquezas alimenticias de Colombia. Las venas de América Latina quedaron bien abiertas con estos gerentes de los negocios del imperialismo en la región.
El petróleo, los minerales, la soja, las cerealeras, de los grandes cártels internacionales, están a buen resguardo.

¿”Zona de paz”? para los capitalistas y sus negocios, y guerra para la clase obrera, los campesinos pobres y las grandes masas populares hambrientas del continente.
¿”Lucha anticolonialista”? Esto es una estafa. Los bolivarianos, los sanmartinianos, se pusieron los trajes de etiqueta del Siglo XIX pero en este siglo son virreyes a cuenta de las transnacionales de Wall Street.