19-02-2014

Los renegados del trotskismo ayer sostuvieron y legitimaron al FSM y su farsa de “revolución bolivariana” conteniendo y liquidando el ala izquierda del proletariado, y hoy son la izquierda de Obama y la CELAC

¡La clase obrera necesita la dirección de la IV Internacional refundada para triunfar!

Sin el accionar de los destructores del trotskismo, la “revolución bolivariana”, la CELAC y la restauración capitalista en Cuba no podrían haberse impuesto. Ellos cumplieron una tarea que ni Castro, ni Chávez, ni Morales podían cumplir, los renegados del trotskismo controlaron, maniataron y desmoralizaron a lo más combativo del proletariado del continente, a su ala izquierda. Siguieron la política de los Castro como “alma al cuerpo” y todos terminaron siendo consejeros fieles de los gobiernos del ALBA sosteniendo el “frente democrático” de “todos contra Bush y el Tea Party” para terminar sosteniendo a Obama.
En los congresos del Conclat en Brasil dirigidos por la LIT en 2010 desincronizaron a lo más combativo del proletariado norteamericano como los portuarios de Oakland, de los fabriles de La Paz-Bolivia que enfrentaban a Evo Morales y a la burocracia de la COB, luego con el POR a la cabeza y su “FRA” de colaboración de clases terminaron por cercar a los mineros de Huanuni a los que llevaron a apoyar a Khadafy contra la revolución obrera y campesina en Libia. Todo terminó con los campesinos pobres del TIPNIS cercados y los mineros de Huanuni reprimidos y encarcelados, mientras la LOR-CI (satélite del PTS) fundaba con la burocracia colaboracionista de la COB un PT electoralista para que no vuelva la alianza revolucionaria obrera y campesina en las calles. Hoy gracias a Montes, Solares, Perez, Trujillo y sus apuntaladores del POR y la LOR-CI, la COB quedó como apéndice del MAS, y la revolución boliviana ha sido estrangulada.

Los renegados del trotskismo jamás llamaron a enfrentar el pacto de Obama y los bolivarianos, por eso guardan un silencio estrepitoso frente a la rendición y masacre de la resistencia colombiana auspiciada por el castrismo, mientras levantan como política central en Cuba “Fuera el bloqueo yanqui” cuando los únicos bloqueados en Cuba son las masas antiimperialistas a las que el castrismo separó de la revolución latinoamericana para que Cuba vuelva a ser capitalista. 

Los trotskistas de la IV Internacional afirmamos que las masas revolucionarias tenían razón cuando en Chile contra el PC gritaban en las movilizaciones “Los pacos de rojo son los peligrosos”; tienen razón los condenados y familiares de Las Heras cuando dicen que para liberar a los presos políticos hay que hacer la huelga general; afirmamos que tenían razón en las poderosas movilizaciones de masas en Brasil donde al grito de “No nos representan” expulsaban de sus movilizaciones a la izquierda que les impedía pelear con sus recetas reformistas.
Los falsos trotskistas intentan imponer una muralla entre la vanguardia proletaria y los internacionalistas, sus fuerzas se concentran el ello porque saben que una fusión de estos será su derrota ¡Los trotskistas ya estamos llegando a lo mejor de la vanguardia internacional! ¡Por la refundación del SWP norteamericano de Cannon y Trotsky! ¡Por la refundación del trotskismo cubano que en los 30 organizó las brigadas internacionales para ir a combatir en la guerra civil española! ¡Por la refundación del trotskismo boliviano de las Tesis de Pulacayo! ¡La IV Internacional volverá a ponerse de pie, sus liquidadores jamás!

El proletariado y los campesinos pobres de nuestro continente estamos atravesando un duro momento, sin embargo la ultima palabra no esta dicha, el proletariado aún tiene mucho que decir. El grito que debe volver a recorrer el continente es el de “Fuera Gringos!” como fuera en Bolivia, “Que se vayan todos y no quede ni uno solo” de la Argentina revolucionaria de 2001, “No nos representan” de las masas sublevadas del Brasil y fundamentalmente debe volver a ponerse de pie le movimiento antiguerra al interior del imperialismo yanqui, los trabajadores que en Wisconsin gritaron “Luchemos como en Egipto”! y el movimiento Ocuppy Wall Street que llamó a enfrentar a ese “1% de parásitos” que saquean al mundo.

Para que vuelva la revolución obrera y campesina hay que imponer la ruptura con Obama y sus gobiernos cipayos de las organizaciones obreras y de lucha.
El proletariado debe levantar la bandera de ¡Cuba no se entrega! ¡La lucha antiimperialista de las masas del continente no se entrega!
¡Por una nueva revolución socialista triunfante en Cuba que derrote la restauración capitalista y expropie a las transnacionales y a los nuevos ricos del PCC! ¡La nueva revolución socialista que hay que realizar en Cuba podrá triunfar integra y efectivamente con el triunfo de la revolución socialista en EE.UU. y toda Latinoamérica!                                           

Para ello ¡Abajo el pacto Obama-Castro y los gobiernos bolivarianos! ¡Abajo el TLC, el Mercosur, el ALBA y todos los tratados de sometimiento al imperialismo!
¡Para conquistar el pan, el trabajo, la tierra y la independencia nacional hay que expropiar a Wall Street y para ello hay que retomar la revolución socialista y llevarla al triunfo!
¡Fuera el PC y las burocracias sindicales de todas las organizaciones obreras!
La alternativa más que nunca es Socialismo o Barbarie ¡Por los Estados Unidos Socialistas de Norte-centro y sud América!

Tal es el programa de los trotskistas internacionalistas que afirmamos: 
“... el proletariado de la América Latina no ha podido, no puede, no podrá luchar eficazmente por sus intereses de clase, sino en concurso del proletariado de los países imperialistas. Así pues para los bolcheviques leninistas, no hay ninguna tarea más importante que la de establecer la conexión y más tarde la unificación entre las diferentes partes de la organización proletaria del continente, creando un organismo tan bien construido que cualquier vibración revolucionaria de él acaecida en Patagonia, repercuta inmediatamente como transmitida por un sistema nervioso perfecto, en las organizaciones proletarias revolucionarias de los Estados Unidos. Mientras tal cosa no se realice la tarea de los bolcheviques leninistas en el Continente Americano, no se habrá llevado a cabo” (Revista Clave N° 4, Enero de 1939)
¡Por la unidad de las luchas desde Alaska a Tierra del Fuego! ¡Por una lucha internacionalista contra las direcciones traidoras, y por dotar a la clase obrera del continente de la dirección que se merece! Tal es el programa de la IV Internacional.