volver al índice del Democracia Obrera Nº 45
LA CLASE OBRERA CON SUS PIQUETES, HUELGAS Y MOVILIZACIONES DEBE VOLVER A PESAR EN LA VIDA POLITICA NACIONAL “Que se vayan todos y no quede ni uno solo” Para la burguesía no es suficiente el feroz ataque largado hasta aquí contra las masas. Es que para mantener su ciclo rastrero de crecimiento -que puede derrumbarse en medio de “la” crisis económica mundial-, tienen que competir con la mano de obra esclava china. Por eso necesitan derrotar y arrodillar al movimiento obrero argentino, para imponerle las condiciones de maquila que padecen los obreros chinos, que trabajan en turnos de 16 horas y cobran un dólar por día, mientras millones y millones de parias padecen de hambruna generalizada. Los festejos del “Bicentenario” fueron parte de este plan para imponer la reconciliación con la casta de oficiales de las FF.AA, a las que hicieron desfilar mientras eran aplaudidas desde el palco por los Kirchner y las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. Así le pusieron el broche final al “plan de reconciliación” que vienen llevando adelante con la casta de jueces videlista-peronista-radical, enjuiciando y encarcelando solo a un puñado de milicos ya gerontes, como a Menéndez que fue condenado por ¡cuarta vez! a prisión perpetua, para dejar libres al 95 % de las FF.AA. e intacta a la casta de oficiales asesina, mientras mantienen como rehenes a los presos políticos y persiguen a miles de luchadores obreros como a los trabajadores petroleros de Las Heras. Como parte de este cínico plan, hacen aparecer los restos de los cuerpos de los desaparecidos para que “haya luto” y para ponerle punto final a la lucha contra el genocidio de clase perpetrado en la última dictadura militar.
Jamás esa cueva de bandidos del Parlamento votará una ley que afecte los intereses de la burguesía. Y sino ¿porque el Parlamento en su afán de otorgar derechos “igualitarios” no vota una ley para que el conjunto del movimiento obrero, sin distinción de su elección sexual, trabaje en blanco y bajo convenio, cobrando un salario mínimo de acuerdo a la canasta familiar y reduciendo la jornada laboral con un turno más en todas las fábricas para terminar con el flagelo de la desocupación? ¿Acaso el Senado aprobará algún proyecto de ley que beneficie a los sectores más súperexplotados de la clase obrera, la mujer trabajadora y la juventud obrera, con 4 horas de trabajo y 4 horas para cuidar a sus hijos o estudiar, pagadas por la patronal y el estado? Todas las instituciones del régimen de la archirreaccionaria Constitución de 1853/1994 funcionan contra la clase obrera. En el caso que el Parlamento votara algo de esto, la señora Presidenta lo veta. Y si la Kirchner lo pasa, la Corte Suprema de Justicia lo deroga por inconstitucional por que ataca la propiedad privada. Y si todo esto falla, los milicos que desfilaron en el Bicentenario le cortan la cabeza a la clase obrera. Bajo el manto de la política del “frente democrático”, la reacción levanta cabeza contra los explotados. Para imponerle superiores derrotas y padecimientos a la clase obrera y las masas, el imperialismo en Argentina –junto a la patronal cipaya y el gobierno- aplica la misma receta que está padeciendo la clase obrera a nivel mundial. Las clases dominantes aprovechan al máximo el cerco que han logrado imponerle a los combates revolucionarios de las masas frente al crac imperialista, con la colaboración de las aristocracias y burocracias obreras y los partidos reformistas que controlan al proletariado, como en Grecia, Madagascar y Kirguistán. Esta situación internacional en Argentina se expresa en la política del “frente democrático” burgués de relegitimar las instituciones para atacar a la clase obrera y masacrar a los explotados como en Bariloche, mientras la reacción levanta cabeza. ¡Quieren generalizar lo que hicieron en Bariloche a toda la clase obrera! La burguesía sabiendo que la pequeño-burguesía, tanto urbana como la rural, está recibiendo jugosas migajas del ciclo de expansión y que tiembla de solo pensar en que llegue la crisis, que le vuelvan a expropiar los ahorros como en el 2001, le ha dicho a las clases medias: “este crecimiento del 12% que le permite a ustedes un ciclo de consumo y crecimiento, se acaba si los obreros conquistan el salario”. Por eso hoy la pequeño-burguesía ha atado su suerte a la de la burguesía forjando una verdadera alianza reaccionaria. Esto es lo que le permite a la burguesía movilizar a amplios sectores de la pequeño-burguesía como base social del régimen infame expropiador de los combates revolucionarios de 2001. Y lo hace en su versión “democrático-liberal” de apoyo a los Kirchner y su política de represión travestida de “derechos humanos”, dándole fuerza a la cueva de bandidos del Parlamento burgués y sus leyes antiobreras, o a la justicia patronal desde las “Multisectoriales” como en Bariloche. Esta alianza de clases reaccionaria es la opuesta a la alianza obrera y popular que forjamos en las calles en 2001 que hizo temblar a los explotadores, con la clase obrera en sus combates revolucionarios ganándose a los sectores arruinados de las clases medidas, la única unidad de los explotados de la nación, que bajo la dirección del proletariado, puede romper las cadenas que atan la nación al imperialismo y saldar cuentas con los explotadores y saqueadores de la nación. Sobre la base de esta alianza de clases contra el proletariado, el “frente democrático” de la burguesía “liberal”, votando sus supuestas leyes “progresistas”, actúa como una anestesia contra las masas para darle aire a la justicia burguesa, la policía asesina y las bandas de hombres armados del capital para que golpeen duramente contra la clase obrera. Esto permite que siga levantando cabeza la Iglesia, que en nombre de “la familia” y las “buenas costumbres” ataca las libertades democráticas como la ley de “matrimonio igualitario”. Esta vieja zorra de la Iglesia es la principal vocera de la reacción. Y esto no es de extrañar, porque fue esta misma Iglesia la que bendijo los sables de los milicos genocidas, y fue y es cómplice de todos los gobiernos y políticos asesinos, de quienes reciben fabulosos subsidios para mantener sus curas parásitos y sus colegios, y financiamiento para los capitales del Vaticano, para la FIAT, Techint, Macri, Olivetti, etc. ¡todos los que organizaron el golpe militar del ´55 y pusieron en el poder al fascista Mussolini en Italia! Con motines, revueltas, duros combates por fábricas, sectores de la clase obrera intentan a cada paso resistir la ofensiva patronal Pero ante tanta reacción burguesa y duros golpes contra el proletariado, sectores de la clase obrera y las masas explotadas presentan batalla con motines en fábricas, revueltas, rebeliones y sublevaciones. Los heroicos piqueteros de Mosconi vienen de protagonizar en mayo una sublevación por trabajo digno en la que debieron enfrentar a la represión de las petroleras imperialistas. Meses atrás los explotados de Andalgalá (Catamarca) protagonizaron una rebelión contra las mineras imperialistas y la represión policial. Sin embargo, cada una de estas duras luchas han quedado aisladas y debilitadas por la burocracia sindical carnera y por la izquierda reformista que subordina a lo más combativo del proletariado a las instituciones de régimen burgués. La izquierda reformista del “frente democrático” divide a los sectores más combativos de la clase obrera para someterlos a la burguesía. Si la reacción hoy puede levantar cabeza es porque las direcciones reformistas (PCR-CCC, PO, MAS, PTS, MST, IS, etc.) le ataron las manos a lo más combativo de la clase obrera para que no irrumpa de manera independiente. Estas corrientes subordinaron cada combate de la clase obrera contra el Pacto Social, nuevamente a los pies de la burocracia y las instituciones del régimen patronal, impidiendo que los obreros en lucha unifiquen sus filas. En todo el periodo anterior esta política llevó a la derrota a los sectores más combativos del proletariado, como en Las Heras en 2006, Puerto Deseado, el Casino, Dana, Mafissa, Fate, las automotrices de Córdoba, Paraná Metal y tantas otras. Fueron estas corrientes las que firmaron, avalaron y presentaron como un “triunfo” el acta-acuerdo que le impuso la “paz social” a los heroicos obreros de Terrabusi y el Subte durante 2009. Hoy persisten con su política impotente de dejar cada lucha aislada y de plantearle a los obreros que la solución a sus demandas vendrá exigiendo o presionando a las instituciones del régimen como el Parlamento, la justicia patronal o el Ministerio de Trabajo y sus conciliaciones obligatorias; a la burguesía “opositora” como la patronal agraria; o la burocracia carnera de la CTA. Es así cómo el reformismo no hace más que dejar inermes las fuerzas y energías desplegadas por la clase obrera y los explotados para enfrentar el furibundo ataque de la patronal, y permite que la reacción siga levantando cabeza. Son los que ayer festejaban con fuegos artificiales los “fallos históricos” de la justicia patronal con los que condenaban a un puñado de milicos, legitimando así el “plan de reconciliación” con las Fuerzas Armadas, y hoy celebran como un “triunfo histórico” y un “primer paso adelante” la “ley de matrimonio igualitario”, metiendo así en la conciencia de la clase obrera el veneno de que presionando al Parlamento se consiguen las demandas de los explotados. Y cuando la juventud se sublevó en Bariloche, todas las corrientes de la izquierda reformista ingresaron a la “Multisectorial”, junto a sectores patronales como el ARI, el Frente Grande, el kirchnerismo y la Iglesia, que llamó a que intervenga la justicia burguesa y a marchas pacificas para que vuelva la “paz social”. Esta política de “frente democrático” y colaboración de clases impidió que las organizaciones obreras con sus métodos de lucha acudieran en ayuda de los jóvenes de Bariloche, y dio vía libre para actúe la casta de jueces vitalicia para que los explotados se rindan en su lucha por justicia de clase y así se fortalezca el campo de la reacción que ganaba las calles al grito de “policías sí, chorros no”.
Estas corrientes en Argentina no hacen más que aplicar la estrategia de las corrientes de la izquierda reformista de todo color y pelaje a nivel mundial, centralizadas en la V Internacional, para cercar las luchas de los explotados y que estos acepten la rendición. Son los que desde sus encuentros internacionales como el CONCLAT en Brasil, la “Contracumbre de los Pueblos” en Madrid y las conferencias de “Socialismo 2010” en EE.UU., subordinan a la clase obrera a los “bolivarianos” en Latinoamérica, a Obama en EE.UU., a las burguesías nativas de Medio Oriente y a la “Europa Social” imperialista en el viejo continente, para evitar una verdadera contraofensiva revolucionaria de masas para que la crisis la paguen los capitalistas con la revolución socialista. Por ello en estos lujosos encuentros internacionales rechazaron la moción valiente de los obreros fabriles de La Paz de Bolivia de enfrentar “la demagogia de los gobiernos burgueses”, es decir, votaron a favor de continuar subordinando país por país al proletariado a los pies de sus verdugos. ¡Con estas direcciones no se puede pelear! La clase obrera necesita reagrupar sus filas, derrotar a la burocracia y abrir el camino a la Huelga General! ¡Pongamos en pie la III Asamblea Piquetera y luchemos como los obreros fabriles de La Paz! La clase obrera tiene que ponerse de pie y volver a pesar en la vida política nacional. Solo así podrá quebrar esa alianza reaccionaria entre la burguesía y las clases medias. Solo así, erigiéndose como caudillo de la nación oprimida demostrará que es la única clase que puede expropiar a los expropiadores y darle una salida a la crisis a favor de todos los sectores explotados. Solo con este combate, ganando las calles, la clase obrera podrá enfrentar a la reacción e impedir que los explotados padezcan nuevas tragedias. El proletariado debe conquistar sus organismos de autodeterminación, democracia directa e independencia de clase para unificar las filas obreras, coordinando a los que luchan en un solo combate bajo un pliego único de reclamos. Hay que poner en pie la III Asamblea Nacional Piquetera de trabajadores ocupados y desocupados, con delegados de base de todo el movimiento obrero, junto a los estudiantes combativos en lucha, para preparar y organizar la HUELGA GENERAL, para echar a los burócratas carneros y pasar a la contraofensiva contra el ataque de los explotadores. Este es el camino para que la clase obrera y las masas explotadas conquisten cada una de sus justas demandas. La clase obrera necesita una dirección revolucionaria e internacionalista para luchar por la toma del poder Los renegados del trotskismo, imponiendo la política de colaboración de clases y de “revolución por etapas” del estalinismo, han demostrado renegar de la lucha por el triunfo de la revolución socialista y no ser más que la cuarta pata de sostenimiento del régimen burgués infame de la constitución archirreaccionaria del ´53 y su reforma de 1994. La lucha por las demandas democráticas, por conquistar la independencia de clase y por la revolución socialista ha quedado en manos de los trotskistas. La clase obrera necesita un partido revolucionario que luche por la toma del poder, que es la única manera de conquistar hasta la más mínima de las demandas de los explotados. Llamamos a la vanguardia obrera y la juventud combativa que busca un camino para combatir por la revolución socialista, a organizarse con los trotskistas de la LOI-CI / Democracia Obrera, integrantes de la FLTI, que luchamos por refundar la IV Internacional, el partido mundial de la revolución socialista, bajo el legado de su congreso de fundación de 1938, derrotando a las direcciones de la V Internacional y su ala izquierda de los renegados del trotskismo, para devolverle al proletariado mundial la dirección revolucionaria e internacionalista que se merece y necesita para triunfar. Comité Redactor
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