A continuación hacemos públicos los comentarios y corresponsalías de la FLTI desde el Norte de África escritos en momentos en que se iniciaba la insurrección de las masas en Trípoli. Estos comentarios de dirigentes corresponsales de la FLTI y cartas de distintos grupos de nuestra fracción internacional, contienen y encierran el programa actual para la crisis revolucionaria que se ha abierto en Libia. Los publicamos para que la juventud obrera y la vanguardia obrera revolucionaria pueda también seguirlos desde una perspectiva marxista.
En esta página web ya se encuentran nuestros materiales y documentos, que desde el mes de enero dan cuenta de los procesos revolucionarios que se sucedieron en el Norte de África y Medio Oriente, y que ya impactan en Europa con las huelgas generales de la clase obrera griega, con los movimientos de los indignados de España y la sublevación de la juventud obrera e inmigrante inglesa, entre otros.
Que el lector pueda tener acceso a posiciones elaboradas en los acontecimientos mismos y en el momento preciso en que se suceden los hechos, le será de suma utilidad para seguir de cerca un método colectivo de elaboración de los cuadros trotskistas. Este método de los revolucionarios es totalmente opuesto al de las sectas o “capillas” estalinistas o semi-estalinistas de los renegados del trotskismo socialimperialistas cuyos partidos, dirigidos por déspotas, impiden que los obreros avanzados conozcan las posiciones de sus dirigentes y grupos, al revés de lo que hacemos en la FLTI.
El lector podrá ver cómo los trotskistas confluimos desde diferentes países con un programa revolucionario para los acontecimientos de carácter histórico que hoy se desarrollan vertiginosamente en el Norte de África y en Medio Oriente.
Por supuesto que las posiciones que aquí presentamos no constituyen el final de un proceso de elaboración colectiva, sino que son el comienzo de una serie de declaraciones con los que nuestra fracción internacional está llegando y llegará la vanguardia del proletariado internacional.
En Libia se han concentrado todas las fuerzas del imperialismo, la burguesía y la contrarrevolución para impedir que las masas, que destruyeron el ejército de Khadafy y se armaron, tomen el poder. La revolución intenta ser expropiada por la OTAN, las potencias imperialistas y sus agentes “democráticos” del CNT, salidos del riñón mismo del régimen pestilente y asesino de su propio pueblo de Khadafy. Ellos, junto a la OTAN, intentan impedir a toda costa, que esta monumental obra de los explotados, este orden de las masas y desorden del estado de los explotadores, sea el punto de partida de la toma del poder, es decir, del triunfo de la revolución obrera y socialista que está en curso.
Si hay vacío de poder, ¡este deber ser tomado por las milicias obreras, los comités obreros y populares que surgen en Trípoli y toda Libia, los consejos de soldados y las masas en armas!
¡Ni “democrática”, ni “islamista”, lo que ha comenzado en Egipto, Túnez, Libia y todo el Norte de África y Medio Oriente es la revolución obrera y socialista que debe triunfar para conseguir el pan y terminar con el brutal saqueo de los recursos naturales, como el gas y el petróleo en Libia!
Este brutal saqueo de la nación libia también significa que el lacayo de Khadafy, como socio menor del imperialismo, tenía colocados los más de 150.000 millones de dólares de las reservas de Libia en las reservas federales europeas y en inversiones en las transnacionales imperialistas, que hoy son controladas por esa cueva de bandidos de la ONU y los bancos europeos.
¡Expropiar a los expropiadores! ¡Tomar el poder! ¡Terminar con las autocracias y las dictaduras de la burguesía y el imperialismo! Este es el camino que deben recorrer todos los pueblos explotados del Norte de África, y también la clase obrera de Europa porque así es cómo se debe pelear.
El combate que hoy libran las masas en Libia y toda la región se definirá si se extiende como revolución obrera y socialista a las potencias imperialistas en bancarrota de Europa, puesto que en la lucha revolucionaria de España y Grecia, y en la sublevación de la juventud de Inglaterra, están las fuerzas para expulsar a la OTAN de Libia y al imperialismo que saquea todas sus riquezas. ¡La heroica revolución Libia debe triunfar!