EUROPA

DESPUÉS DE LAS MASIVAS MOVILIZACIONES CONTRA LA GUERRA, Y ANTE EL ATAQUE DE LAS BURGUESÍAS IMPERIALISTAS A LAS CONQUISTAS OBRERAS
LA CLASE OBRERA EN EL UMBRAL DE GRANDES COMBATES

La derrota militar de la nación iraquí, su ocupación por las tropas imperialistas y su transformación en una colonia, ha sido un duro golpe para el proletariado mundial. El imperialismo dominante, fortalecido por su triunfo, ha redoblado su ofensiva contrarrevolucionaria en Medio Oriente, consumando la derrota de la revolución palestina y continuando la masacre del heroico pueblo palestino a manos del Estado sionista de Israel. El triunfo militar de los Estados Unidos ha permitido también a la burguesía argentina comenzar una contraofensiva contra las masas e intentar fortalecer y legitimar al régimen odiado mediante elecciones ilegitimas, con la colaboración de las direcciones reformistas.
Por su parte, las burguesías imperialistas de Europa, han aprovechado para pasar a un ataque feroz contra sus propias clases obreras, atacando las jubilaciones, la seguridad social, preparando la privatización de los grandes monopolios estatales, especialmente de energía, telecomunicaciones, transportes (lo cual significa enormes negocios en Europa y todo el mundo colonial y semicolonial para sus burguesías, y centenares de miles de despidos y aumento del costo de la vida para las masas) y leyes para facilitar los despidos.
La tercer ronda de la crisis económica mundial, que pegó al interior mismo de los Estados Unidos, ha llevado también a la economía de las potencias europeas al estancamiento: el pronóstico de crecimiento para el 2003 del conjunto de la Unión Europea no supera el 1%; para el gigante "pilar" de Europa, Alemania (actualmente en recesión, junto con Bélgica, Holanda, Italia y Suecia) incluso se considera demasiado "optimista" un pronóstico del 0.75%. La devaluación del dólar respecto al euro le ha quitado competitividad a las exportaciones europeas. La crisis y la revolución en Argentina, y en América Latina, golpearon duramente al imperialismo español. Francia y Alemania, las dos potencias pilares de la Unión Europea, han roto de hecho los límites del déficit presupuestario y del endeudamiento público permitidos por el tratado de Maastricht, compartiendo ese "mérito" con las economías débiles y en crisis de España e Italia, y mostrando en lo económico, así como la guerra de Irak dejó en claro en lo político, la utopía de una Europa unida bajo la burguesía.
Frente a la crisis económica mundial, todas las potencias imperialistas necesitan fuentes de materia prima, de mano de obra barata, para aumentar las superganancias de sus monopolios con la superexplotación del mundo colonial y semicolonial, y también atacar a sus propias clases obreras, para tratar de salir de la crisis y recomponer la tasa de ganancia. El triunfo yanqui en Irak, que dejó a Francia y a Alemania sin sus contratos petroleros en ese país y con una deuda incobrable, no ha hecho más que acrecentar la rivalidad y la competencia interimperialista, volviendo más aguda la necesidad de sus burguesías de redoblar el ataque a sus propios proletariados, mientras siguen saqueando el mundo colonial y semicolonial.
Pero la clase obrera de Francia, de Austria, de Alemania, ha comenzado a responder este ataque a sus conquistas. Es que, durante la guerra de colonización contra Irak, presenciamos un hecho cualitativo: el comienzo de la vuelta a escena del proletariado en Inglaterra, en España, en Francia, en Italia, en lucha contra la guerra. Estas masas que tomaban las calles semiespontáneamente, obligando a sus direcciones a ponerse a la cabeza para controlarlas, comenzaban a colarse entre las brechas abiertas por las disputas interimperialistas, y pugnaban por entrar al camino de la huelga general contra su propia burguesía, lo que hizo sobrevolar el espectro de la revolución al interior mismo de las potencias imperialistas. Sólo la política traidora de la socialdemocracia, el stalinismo y las burocracias sindicales, impidió que la clase obrera de esos países, pese a su voluntad de combate y su enorme energía, pudiera llegar a tiempo para impedir la derrota de la nación iraquí.
Sin embargo, la clase obrera y las masas europeas han despertado, y hoy, frente al ataque lanzado por las burguesías imperialistas, esa energía ha comenzado nuevamente a desplegarse, con una huelga general en Austria por primera vez en 50 años, con huelgas parciales, con la jornada de huelgas y enormes movilizaciones en Francia el 13 de mayo (ver página 19), con huelgas y movilizaciones en Alemania, etc. Como ya lo preanunciara la irrupción antiimperialista de amplias capas de los trabajadores durante la guerra, se reabre ahora la posibilidad histórica de que, después de 30 años, entren al combate en lucha política de masas, de forma decisiva, los grandes batallones del proletariado de los países imperialistas de Europa.

LOS GOLPES DE LA CRISIS ECONÓMICA MUNDIAL Y EL AGUDIZAMIENTO DE LAS DISPUTAS INTERIMPERIALISTAS,
EMPUJAN A LAS BURGUESÍAS
EUROPEAS AL ATAQUE DIRECTO CONTRA SU PROPIO PROLETARIADO

Si en respuesta a la crisis, el imperialismo yanqui ha lanzado una ofensiva contrarrevolucionaria y ha invertido 400.000 millones de dólares en la rama de la industria de guerra en un intento de reactivar su economía, incrementando el desarrollo de fuerzas destructivas, las burguesías imperialistas europeas, privatizando las empresas del estado, atacando las jubilaciones y la seguridad social y preparando su privatización, buscan darle a sus respectivos monopolios nuevos negocios que compensen la caída de la tasa de ganancia, y golpear a sus propias clases obreras para estar en mejores condiciones para ir a nuevas guerras y aventuras coloniales para disputar con el imperialismo yanqui los nuevos mercados y las zonas de influencia, en particular el botín más preciado, que son los ex -estados obreros del Este de Europa, Rusia y China.

Así, en Francia, el gobierno de Chirac-Raffarin -que hace un año ganaba las elecciones con el 80% de los votos gracias al apoyo de PS, PCF, direcciones de los sindicatos, y también de los renegados del trotskismo, que llamaron a votarlo como el "mal menor" frente a Le Pen- ha lanzado una ofensiva contra las jubilaciones, la seguridad social y la educación, al mismo tiempo que la patronal privada ha comenzado una verdadera oleada de despidos masivos y cierres de fábricas.
La "reforma" de las jubilaciones significa, en primer lugar, terminar de liquidar los 37,5 años de aportes necesarios para jubilarse que aún mantienen los empleados públicos, y llevarlos a 40 para todos los trabajadores, para luego ir aumentándolos progresivamente hasta los 42 años en 2012. Implica una nueva forma de cálculo que rebajará el monto de las mismas entre un 20 y un 30%. Se liquida el derecho a la jubilación con el 78% de salario a los 60 años, y se introducen "premios" para los trabajadores que trabajen hasta los 65 años. La definición de trabajo insalubre y de las categorías de trabajadores que tendrán, en consecuencia, derecho a jubilarse antes, es trasladada a las negociaciones por rama. El objetivo, en última instancia, es liquidar el régimen de jubilación de reparto por la vía de rebajarlas tanto que el trabajador sea empujado a contratar individualmente un fondo de pensión privado.
El ataque a la seguridad social ha comenzado con la publicación por parte del gobierno de una lista de más de 600 medicamentos que, de aquí en más, no serán cubiertos por el sistema. El gobierno de Chirac-Raffarin ha puesto en marcha también un plan de descentralización y regionalización de los servicios públicos, en primer lugar en la educación, por el cual ya 110.000 trabajadores no docentes van a pasar a depender de cada una de las regiones, después de haber suprimido el año pasado más de 16000 puestos de auxiliares. En el banco público Banque de France, han lanzado un plan de cierre de sucursales y de despidos, mientras ya anuncian el congelamiento del presupuesto para el 2004, y la liquidación de 30.000 puestos de empleo público, ya que no se reemplazará a los trabajadores que se jubilen.

En Alemania, el gobierno de Schroeder ha lanzado un plan de recorte de los subsidios de desempleo -en momentos en que la desocupación es del 10.7%, o sea 4 millones y medio de trabajadores desocupados, y será de un 12% para el 2004. El plan también reduce la cobertura de la seguridad social y el monto de las indemnizaciones por despido. Por otra parte, 40.000 trabajadores bancarios quedarán en la calle, pagando las consecuencias de los malos negocios de los bancos imperialistas alemanes -que fueron duramente golpeados por la crisis en los Estados Unidos, y que acumulan 10.000 millones de euros de créditos de cobro dudoso. En la industria privada continúan los despidos y los cierres de fábrica; sólo en el 2002 quebraron 38.000 empresas.

En Austria, donde hace décadas los sindicatos controlados por la socialdemocracia mantienen un pacto social con la burguesía, el gobierno acaba de lanzar un ataque feroz contra las jubilaciones: a partir de 2004, se pasará de 40 a 45 los años de aportes necesarios para poder jubilarse, y se sube la edad mínima a 65 años -cuando era de 57 para las mujeres y de 59 para los hombres-; y se liquidarán las conquistas de los estatales, nivelando para abajo a todos los trabajadores. El monto de la jubilación se calculará según el promedio de los 40 (en cambio de los 15 actuales) mejores años de salario lo que significará una baja promedio del 20%.

En España, donde la irrupción de los trabajadores y la juventud en lucha antiimperialista durante la guerra, pugnando por la huelga general para derribar a Aznar alcanzó el punto más alto de toda Europa, la traición de la UGT y CCOO que impidieron la huelga general y sostienen a Aznar, le ha permitido a éste redoblar una ofensiva bonapartista, particularmente contra el pueblo vasco, proscribiendo todas las listas electorales presentadas -bajo otro nombre- por Herri Batasuna para las elecciones municipales del 25 de mayo, con allanamientos y detenciones en cadena en el país vasco, y utilizando la Ley antiterrorista del franquismo para perseguir toda voz disidente, incluyendo a jóvenes militantes de los movimientos contra la guerra, e inclusive a los brigadistas que fueron a Irak como "escudos humanos".

En Inglaterra, donde ya han introducido los fondos de pensión (jubilaciones privadas), Tony Blair quiere llevar la edad de la jubilación a los 70 años, lo mismo que en Suiza, donde los patrones pretenden explotar a los obreros hasta los 71 años.

LA CLASE OBRERA RESPONDE CON PAROS, MOVILIZACIONES, PUGNANDO POR UNIR SUS FILAS E IRRUMPIR EN LUCHA POLÍTICA DE MASAS

La respuesta no se ha hecho esperar, como ya lo habían anticipado la huelga en España y en Italia el año pasado, y duros conflictos y huelgas parciales en otros países. Con los músculos tensados en la lucha contra la guerra, la tendencia de la clase obrera es a la lucha política de masas. Ante la envergadura del ataque burgués y el enorme descontento del proletariado, ante su disposición a la lucha y a la unidad para enfrentar el ataque de las burguesías, ante la desconfianza que empieza a manifestarse contra las burocracias sindicales que vienen sentándose a la mesa de la negociación con los gobiernos, éstas se han visto obligadas a convocar a jornadas de lucha, huelgas parciales, movilizaciones, e inclusive a paros generales.

En Austria, la burocracia sindical de la OGB -la confederación sindical que cuenta con 1.400.000 afiliados en un país de 8 millones de habitantes- tuvo que convocar para el martes 6 de mayo a un paro general, contra el ataque a las jubilaciones y contra la privatización de empresas del estado, que fue masivamente llevado adelente por los trabajadores austríacos, y transformado en un paro activo con manifestaciones y asambleas. Ya desde la noche del lunes pararon 1.200 trenes de carga y también las imprentas. El 6 de mayo no salieron los diarios, no hubo clases en los colegios ni en la Universidad. Los aeropuertos estuvieron paralizados durante dos horas y los transportes públicos se detuvieron hasta las once de la mañana. El paro de las aduanas obstaculizó pasos fronterizos con Hungría y los manifestantes bloquearon dos autopistas de denso tráfico transnacional. En cientos de empresas privadas los empleados interrumpieron su labor para reunirse en asambleas y 10.000 trabajadores salieron a la calle en la mayor manifestación de protesta vivida por Salzburgo desde 1945.
El 13 de mayo, se realizó un paro general de los docentes, y una jornada de movilización contra el ataque del gobierno a las jubilaciones, que reunió en Viena a más de 100.000 trabajadores, en la movilización más grande en ese país desde la salida de la segunda guerra mundial.

En Francia, la burguesía ha esperado a la derrota de Irak para lanzar con todo la ofensiva que venía preparando ya desde hacia meses. Las burocracias sindicales de la CGT, de FO y de la CFDT venían discutiendo la "reforma" de las jubilaciones sentadas a la mesa de negociación con el gobierno, diciéndoles a los trabajadores que "una reforma es necesaria". Desde comienzos de año, la clase obrera comenzó a responder con importantes paros parciales como el de los trabajadores del EDF y GDF (empresas estatales de electricidad y gas, respectivamente), en defensa de sus conquistas y contra la privatización, o los paros y jornadas de acción de los docentes. Una vez anunciado abiertamente el plan del gobierno, la bronca y la disposición a la lucha y a la unidad de los trabajadores, ha obligado a la CGT y a FO a suspender sus negociaciones con el gobierno -no así la CFDT-, y a todas las centrales a tener que convocar a una jornada de acción con huelgas y movilizaciones para el 13 de mayo (ver volante del Grupo Bolchevique de Francia en página 19). Al mismo tiempo, hay huelgas y movilizaciones de los trabajadores de la Banque de France, amenazados de despidos; y decenas de conflictos y luchas por fábrica.

En Alemania, el acto del 1º de Mayo convocado por la central obrera dirigida por la socialdemocracia, Schroeder, orador principal, prácticamente no pudo hablar, por la silbatina y el abucheo masivo de los trabajadores presentes. El sindicato metalúrgico más grande de Europa, el alemán IG Metall, ha tenido que llamar a una huelga en los antiguos landers (estados) del Este en lucha por equiparar su jornada laboral con los del Oeste, puesto que trabajan tres horas más por el mismo salario.
Inglaterra bulle desde principios de año con duras luchas y huelgas parciales, como la de los bomberos, de los profesores, en la salud, en los ferrocarriles, etc., lo mismo que Italia.

COMO AYER DURANTE LA GUERRA DE IRAK, LAS DIRECCIONES TRAIDORAS SE PREPARAN PARA CERRARLE EL CAMINO A LA CLASE OBRERA, A LA LUCHA POLÍTICA DE MASAS, Y PARA SOSTENER A LOS REGÍMENES Y GOBIERNOS IMPERIALISTAS

Frente a la bronca y a la disposición a la lucha de la clase obrera europea, y a los combates que ésta ya ha comenzado a dar, las direcciones traidoras de todo pelaje -socialdemócratas, stalinistas, liquidadores del trotskismo-, y las burocracias sindicales, intentan por todos los medios impedir que el proletariado retome la dinámica iniciada en la lucha contra la guerra y se abra camino hacia la lucha política directa contra sus propios regímenes y gobiernos imperialistas.
Así, la política de la burocracia sindical de la CGT, CFDT y FO (confederaciones y federación sindicales francesas, dirigidas por distintas corrientes políticas) en Francia, es de desgastar a la clase obrera con sucesivas "jornadas de acción", con huelgas por sector en distintos días, con llamados en cada establecimiento a resolver "huelgas reconductibles" -esto es, donde los sindicatos libran a su suerte a los trabajadores que en asambleas de base sin conexión entre sí deben evaluar la marcha de la lucha diariamente y decidir si la huelga sigue o no, mientras estas direcciones se niegan a hacer un llamamiento unificado, ni siquiera a un paro nacional de 24 horas, y ni que hablar de convocar a la huelga general indefinida de toda la clase obrera, empleados públicos y obreros del sector privado, hasta derrotar la ofensiva de la burguesía. Intentan así desgastar las energías de los trabajadores, dividir sus filas, y terminar llevándolos, el día que la ley del gobierno se vote en el Parlamento, a una movilización de presión sobre el mismo para que allí los diputados del PS y del PC puedan introducir algunas modificaciones parciales y secundarias.
En Austria, la política de la burocracia sindical es utilizar la lucha de los trabajadores para presionar al gobierno y volver a sentarse en la mesa de negociación.
En Alemania, la burocracia sindical socialdemócrata no ha llamado a una sola medida unificada de lucha contra el ataque de Schroeder, subordinándose así a este carnicero imperialista que amenazó con renunciar y provocar una crisis en el gobierno si los dirigentes sindicales -todos miembros de su mismo partido, el SPD- se oponían a su "reforma". Al mismo tiempo, negándose a luchar por iguales derechos para los inmigrantes y contra las maquiladoras instaladas en los ex-estados obreros del Este, permiten que la patronal hunda el salario y las condiciones sociales de trabajo y chantajee con el cierre de sus plantas en Alemania para mudarse a Polonia, Eslovenia, Croacia, etc.
En España -indudablemente el eslabón más débil de la cadena imperialista, golpeada primero por la crisis y la revolución en Argentina, y en América Latina, de donde sus monopolios sacan gran parte de sus superganancias, y luego por la guerra y las enormes movilizaciones de masas contra la misma y contra el gobierno de Aznar-, luego de impedir la huelga general durante la guerra, la burocracia sindical de UGT y CCOO, intentan desviar el enorme descontento hacia las elecciones municipales del 25 de mayo, hacia el voto al PSOE y a Izquierda Unida (IU), mientras apoyan abiertamente el ataque de Aznar a los independentistas vascos, en nombre de la lucha contra el "terrorismo" y de la "unidad" de la España imperialista y monárquica.
Al mismo tiempo, estas direcciones canallas dejan librados a su suerte a millones de trabajadores inmigrantes, cuando este ataque directo a las conquistas de la clase obrera va acompañando en toda Europa -y con particular saña en España y Francia-, de una nueva ofensiva contra los inmigrantes, sobre todo de origen árabe y africano, con leyes aun más duras contra la inmigración, persecución contra los musulmanes y africanos, los contratos discriminatorios para los trabajadores provenientes de Europa del Este, detenciones y deportaciones en masa; como en Francia en los primeros días de abril contra 250 inmigrantes gitanos de Rumania que fueron apaleados, dopados y expulsados, y en España donde todos los días se encierra en las comisarías, como presos comunes, previo a su expulsión, a los refugiados africanos que huyen del hambre, la guerra y las persecuciones políticas.
Antes de la guerra, estas mismas direcciones traidoras -representantes e impulsoras del Foro Social Mundial-, subordinaron a los trabajadores a la política de desarme de Irak del imperialismo francés y alemán y de la cueva de bandidos de la ONU; durante la guerra bloquearon el camino a la huelga general y a la lucha por la derrota de sus propias burguesías imperialistas y por la victoria de Irak; y hoy -destruído Irak, su población masacrada y la nación transformada en una colonia ocupada-, pregonan la vuelta de la ONU con la excusa de pedir "elecciones libres"... para que los bandidos franceses y alemanes puedan entrar en el reparto del botín, tal como lo planteó abiertamente la CGT francesa en su volante del 1° de Mayo, donde dice: "El pueblo iraquí ha sufrido cruelmente la guerra injustificada de Bush y Blair después de la dictadura de Saddam Hussein. Es el pueblo irakí el que debe construir su democracia, definir su propio desarrollo y conquistar su autosuficiencia con la ayuda internacional bajo responsabilidad de la ONU". Es que, antes y ahora, son agentes de sus propias burguesías imperialistas al interior de la clase obrera, pagados con las superganancias que estas extraen de la superexplotación, la expoliación y las masacres de los trabajadores y los pueblos oprimidos de las colonias y las semicolonias.

EN LA VÍSPERA DE GRANDES Y DECISIVOS COMBATES DE CLASE EN LA VIEJA EUROPA IMPERIALISTA

El papel de estos agentes pagos, es entonces dividir a los obreros, subordinarlos a los intereses de sus respectivas burguesías, separarlos de sus hermanos de clase inmigrantes y de los países semicoloniales, para impedir que los batallones centrales del proletariado mundial irrumpan en lucha política de masas y se abran camino a la revolución. Pero está por verse si, esta vez, podrán lograrlo. El palazo recibido en la cabeza por el dirigente nacional de CCOO (confederación sindical española dirigida por el PC) el 1° de mayo, por parte de un obrero despedido de Sintel; la silbatina, escupitajos e inclusive, amenazas de muerte, lanzados por un grupo de obreros metalúrgicos contra el dirigente de la CISL en Italia, son aún hechos aislados, pero a la vez un pequeño síntoma de la disposición a la lucha de la clase obrera y el odio acumulado contra las burocracias sindicales traidoras.
Para poder enfrentar y derrotar este ataque, para poder desatar sus energías y entrar en el camino de la lucha política abierta contra sus propias burguesías, para poder unir sus filas (y en primer lugar, con los trabajadores inmigrantes, inscribiendo en sus banderas sus reclamos de plenos derechos políticos, sindicales y sociales, y a igual trabajo, igual salario), la clase obrera de esos países se verá inevitablemente en la necesidad de romper el corset que le imponen estas direcciones traidoras. Estamos en la víspera de grandes enfrentamientos de clase en la vieja Europa imperialista, de un carácter estratégico para la clase obrera mundial. Del resultado de los mismos, dependerá en gran medida el destino del proletariado mundial en el próximo período.

Silvia Novak y Marcos Smith

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