Una vez más sobre esos raros “anticapitalistas”, verdaderos socialimperialistas
El NPA: en Túnez sosteniendo al gobierno de transición…
El NPA francés con su La Liga de la Izquierda Obrera (LGO) está en el frente “14 de enero”, un reagrupamiento de las corrientes de izquierda de Túnez con partidos burgueses que se reivindican del nacionalismo nasserista. A su vez, ese frente es uno de los impulsores del “Consejo de Protección de la Revolución”, donde se encuentran también la UGTT y 28 partidos políticos burgueses. Además el NPA y su LGO tienen un miembro en la “Alta instancia por la realización de los objetivos de la revolución, de la reforma política y la transición democrática”. Como si esto fuera poco, el NPA es uno de los impulsores de la trampa de la “Asamblea Constituyente”, ubicándose en el bando de los que quieren impedir que las masas centralicen sus organismos de doble poder, fortalezcan sus milicias, avancen en dividir al ejército, aplasten a la casta de oficiales, se hagan del Poder y expropien al imperialismo y la burguesía para conquistar el pan y todas sus demandas.
Este prontuario del NPA demuestra que estamos ante una corriente socialimperialista que es parte del frente popular mediante el cual el imperialismo y la burguesía cipaya intentan expropiar la revolución. Así cuida y defiende el NPA los intereses del imperialismo francés en las semicolonias del Norte de África y Medio Oriente. ¡Digamos la verdad! ¡Son sirvientes de Sarkozy y del gobierno de transición, todos sostenedores del antiguo régimen de Ben Alí que baño en sangre por decenas de años a las masas tunecinas! ¡Canallas: llaman a que las masas depongan sus armas y se entreguen mansas a la farsa de la democracia burguesa, con la cual se encubren hoy los mismo que hicieron millonarias ganancias con Ben Alí ayer!
… En Francia defendiendo los intereses de la V República
En Europa han largado una verdadera inquisición contra los inmigrantes, a quienes deportan, encarcelan, persiguen, torturan y matan. Es que las burguesías imperialistas tienen terror de que ese tercio del proletariado europeo –que son los obreros inmigrantes- se subleve como en el Norte de África y Medio Oriente y generalice el combate revolucionario que los obreros inmigrantes protagonizaron en Lampedusa.
El gobierno de Sarkozy cuenta con una inestimable colaboración para aplicar sus planes y leyes contra los trabajadores inmigrantes. Es que para canalizar el profundo odio de los obreros inmigrantes en Francia, el NPA y las burocracias de la CGT y CFDT (entre otras 100 organizaciones) pusieron en pie un Colectivo Nacional llamado “Somos de acá y de allá”, que el 28 de mayo realizó una jornada con marchas y talleres (donde exponían los representantes de esa cueva de parásitos y bandidos que es la ONU).
Hacemos esta denuncia ante el proletariado internacional porque ese “Colectivo nacional” jamás llamó a que la clase obrera en Europa derribe los muros y alambres de todos los campos de concentración y cárceles a cielo abierto donde se encuentran hacinados decenas de miles de obreros inmigrantes. Jamás llamó a expropiar a los parásitos imperialistas, es decir a esos carceleros que han convertido al mundo en una sucia e inmunda prisión.
Las corrientes socialimperialistas y las burocracias sindicales se niegan a sublevar a la clase obrera contra el genocidio que producen diariamente los gobiernos imperialistas en las aguas del Mediterráneo. Son enemigos de convocar a una Huelga General Revolucionaria en toda Europa en momentos que las masas del Norte de África y Medio Oriente derrotan y enfrentan a los gobiernos títeres del imperialismo, dejando en mejores condiciones al proletariado europeo para sacudir con una contraofensiva revolucionaria a los gobiernos imperialistas.
No plantean esta perspectiva de lucha porque el NPA es un partido representante de la arrogante aristocracia obrera que tapándose la nariz trata a los obreros inmigrantes como ciudadanos de segunda. Y no tenemos ningún problema en afirmar eso porque no hay un solo llamado de esta corriente socialimperialista a los millones de obreros y jóvenes de origen tunecino, argelino, marroquí, libio, egipcio, turco, etc., a retomar el combate revolucionario de la juventud de las cité que en el año 2006 se insurreccionaba al grito de “Todas las noches haremos de Paris una Bagdad” y “No tenemos nada que perder, preferimos morir rodeados de sangre que de mierda”. ¡No organizaron: ni una sola brigada obrera internacionalista, ni una sola acción que ataque los intereses imperialistas!
La supuesta “ala izquierda” del NPA… a los pies del frente popular
La Corriente Comunismo Revolucionario-Plataforma 4 del NPA (satélite del PTS de Argentina), es parte de los que en Túnez apoyan el llamado a la “Asamblea Constituyente”. Esto es una abierta traición. Es que en medio de la situación revolucionaria que hay en Túnez y en toda la región, el llamado a una “Asamblea Constituyente”, cuando hace rato perdió su vigor revolucionario como consigna episódica, ya que las masas con su astucia y espontaneidad desplegada han avanzado en debilitar el aparato estatal, han puesto en pie sus organismos de autodeterminación y armamento y han dado un salto hacia la lucha por la toma del poder.
La CCR llama a que desde los comités de autoorganización obreros y populares –que nadie puede ocultar que existen- se envíen delegados a la “Constituyente”. Esta es una típica política hilferdingista que busca someter los organismos de doble poder, que las masas pusieron en pie con su lucha, al Estado burgués.
Pero el desbarranque reformista continúa Afirman que en Túnez y en Egipto no se puede tomar el poder “porque para eso se necesita un partido claramente revolucionario, que se construye previamente” Le están diciendo a las heroicas masas revolucionarias que entreguen las armas, disuelvan sus comités obreros y populares y se disuelvan en la “Asamblea Constituyente”. Es decir que se le entregue el poder a la burguesía hasta que no se pongan en pie el partido revolucionario “previamente”. Esto no es otra cosa que reeditar la teoría estalinista de la “revolución por etapas”: “primero se lucha por la democracia y después ... mucho, pero muchos años después ... cuando esté el partido construido “previamente” ... se podrá luchar para la toma del poder”. ¡Son unos canallas!
En cambio los revolucionarios internacionalistas estamos con Trotsky que en los años ´30, al inicio de la revolución española, afirmaba: “Creo que aunque la Oposición de Izquierda sea débil, si toma la iniciativa de plantear las cuestiones políticas (agrarias) y organizativas de la revolución, podría ocupar en breve plazo una posición dirigente en el movimiento. Le digo francamente que temo mucho que el historiador del futuro tenga que acusar a los revolucionarios españoles de no haber sabido aprovechar una situación revolucionaria excepcional”.
Los ultrasubjetivistas de la CCR-PTS -para quienes las masas no son nada y el partido lo es todo- en la revolución rusa de 1905 hubieran estado con Stalin que decía: “juntemos nuestras manos y agrupémonos en torno a los comités de nuestro Partido. No debemos olvidar un solo minuto que los comités del Partido pueden guiarnos dignamente, que solo ellos pueden iluminar nuestra ruta hacia la tierra prometida…”. Posición contra la cual se sublevaba Lenin planteándole a las masas revolucionarias “¡abrid paso al furor y al odio que se han acumulado en vuestros corazones durante tantos siglos de explotación sufrimiento y martirio!” (Ambos párrafos citados por Trotsky en su obra “Stalin”).
Son pequeñas sectas ultimatistas que se niegan a que las masas desarrollen toda su espontaneidad y energía revolucionaria, como pre-condición sine qua non para que una dirección revolucionaria conciente, apoyada en esa espontaneidad y en las energías revolucionarias de las masas, pueda dirigidas, mediante una insurrección triunfante, a la toma del poder en su propio país, y extenderla a nivel internacional para que triunfe como revolución socialista mundial.
¡Abajo los socialimperialistas! ¡Basta de direcciones reformistas!
¡Los heroicos combates de las masas necesitan de una dirección revolucionaria e internacionalista para triunfar!
Los renegados del trotskismo, los estalinistas y los maoístas, agrupados como ala izquierda de la V Internacional, son raras corrientes que se dicen “revolucionarias” que cuando la clase obrera ha quedado a las puertas del Poder, insisten en que no lo tomen porque “no hay un partido revolucionario” y porque estamos frente a “una primavera de los pueblos árabes” y no ante el comienzo de una revolución obrera y socialista.
Contra todos ellos Trotsky en “Lecciones de Octubre” afirmaba que es justamente sobre el combate por la toma del poder que “se basa el criterio que permite determinar el carácter de un partido revolucionario y de un partido no revolucionario”.
El verdadero problema de las masas tunecinas no es la “ausencia de un partido revolucionario”, sino la enorme cantidad de partidos que se dicen “revolucionarios” y se niegan a marcarles un camino a las masas para la toma del Poder.
Las masas en su lucha revolucionaria tienen como el principal escollo a todas esas corrientes reformistas que vienen de reunirse en “la Contracumbre” de Madrid, en el CONCLAT de Brasil, en “Socialismo 2010” de EE.UU., en el “Encuentro anticapitalista del Mediterráneo”. En todos esos pomposos “Encuentros” y “Congresos” votaron someter a la clase obrera a una política servil de presión sobre los gobiernos y regímenes burgueses. Sin embargo las masas con su espontaneidad, ubicándose a un ángulo de 180º de las direcciones traidoras, han demostrado -contra todo el veneno reformista- que para enfrentar el ataque de los capitalistas hay que hacer la revolución.
Contra los reformistas de toda calaña, los trotskistas afirmamos que en Túnez, como en todo el norte de África, Medio Oriente y Europa, las condiciones para que surja esa dirección revolucionaria que las masas necesitan para triunfar están más que maduras. Es que ahí están los batallones de la clase obrera que comprendieron que para poder comer, tener trabajo, vivienda digna y conquistar la independencia nacional: hay que demoler la ciudadela del poder y derrotar a los gobiernos burgueses. Indudablemente, para que la clase obrera conquiste las condiciones de la victoria es necesario derrotar la política de sumisión a la burguesía que pregonan los renegados del trotskismo, los “anticapitalistas”, los partidos socialimperialistas y los reformistas de todo pelaje. Solo así se podrá poner en pie dirección revolucionaria e internacionalista que las masas se merecen “para llevar adelante la tarea de organizar las fuerzas del proletariado para el ataque revolucionario a los gobiernos capitalistas, para la guerra civil contra la burguesía de todos los países, para la conquista del poder político y la victoria del socialismo” (Lenin, 1914). Por eso desde la FLTI, que luchamos para que el movimiento obrero mundial recupere su partido revolucionario mundial, que no es otro que la IV Internacional de 1938 refundada, llamamos con carácter de urgencia a una Conferencia Internacional de los trotskistas principistas y las organizaciones obreras revolucionarias, es decir de aquellos que dicen que ¡Para que haya pan, trabajo e independencia nacional hay que hacer la Revolución Obrera y Socialista y tomar el Poder!
03 de junio de 2011
Julián Juárez y Florencia Barcaz