Acaba de finalizar la octava reunión de la conferencia de Ginebra. Nuevamente, como viene sucediendo desde 2013, la misma terminó en una supuesta pelea entre Assad y el Ejército Sirio Libre (ESL) simulando que “no había acuerdo”. Los representantes del gobierno se fueron mucho antes de que terminara la conferencia diciendo que la oposición “se apega mucho a la idea de que Assad tiene que irse”. Una total falacia y engaño, como ya lo vimos en todas las reuniones de Ginebra, puesto quedesde hace años vienen discutiendo sobre si Assad se queda o no… y mientras tanto Assad sigue masacrando a las masas. Es una verdadera cortina de humo para encubrir el genocidio. La conferencia de Ginebra no trae más paz… se escribe con “M” de Muerte.
No podía ser de otra manera. Es que la conferencia de Ginebra es un verdadero estado mayor entre Rusia, Irán, Al Assad, Turquía, el ESL, todos bajo el mando de EEUU. Allí coordinan sus acciones contra las masas sirias. Mientras Al Assad masacra, junto a Putin e Irán, EEUU les libera los cielos para que puedan operar libremente y el ESL, bajo las órdenes turcas, entrega desde adentro una a una las ciudades rebeldes. Así lo hizo en Homs, Daraya, Alepo y hoy, como veremos luego, se encuentra haciéndolo en Ghouta…
Este nuevo engaño mediático de la última reunión fue también resuelto por este estado mayor. Es que todavía necesitan más masacre para aplastar las últimas trincheras de la revolución.
Parte de las reuniones de este estado mayor contrarrevolucionario se habían llevado a cabo apenas días antes de esta última conferencia en Ginebra. En primer lugar, se realizó una reunión en Sochi (Rusia) en noviembre. Allí fueron los gobiernos de Rusia, de Turquía y de Irán, que ya vienen actuando en un frente contrarrevolucionario, y declararon que ya están cerca de cumplir su objetivo de terminar “con el terrorismo”, es decir, de aplastar la revolución siria. Asimismo declararon que este mismo bloque de Irán, Rusia y Turquía trabajará para asegurar que esto sea así. Y todavía no han concluido su labor. Por eso siguieron con lo mismo que todos los años: peleas en Ginebra para las cámaras para que siga la masacre.
Parte también de este dispositivo contrarrevolucionario de Ginebra fue la reunión de la burguesía sunnita siria del ESL en Riyadh, capital de Arabia Saudita. Declararon que quieren una solución al conflicto sirio, y están dispuestos a buscarla en una mesa de negociación con Al Assad. Incluso habían manifestado que podrían aprobar que Al Assad se quedara. Pero luego irrumpieron enormes movilizaciones dentro de Siria en contra de dicha declaración, volviendo a levantar la bandera de la revolución y el grito de “el pueblo quiere la caída del régimen.” Por ello, volvieron al mismo engaño de cada reunión de Ginebra, para que Al Assad se quede y siga masacrando a las masas.
Esto demuestra que las masas sirias aún no se han rendido. Se niegan rotundamente a aceptar que Bashar siga en el poder. Incluso van más allá y marchan por la caída del régimen de conjunto. Aunque ya casi desarmadas, diezmadas por las bombas, cercadas por hambre y azotadas por un crudo invierno, siguen saliendo a las calles gritando las mismas consignas con las que se levantaron en el 2011. Sería criminal dar por derrotada la revolución… sería como enterrar a un enfermo que sigue respirando.
Sería igualmente criminal realizar reuniones internacionales del sindicalismo combativo y callar la revolución siria. Es que precisamente, hoy más que nunca, la suerte de las heroicas masas sirias no se define en Siria, sino en el mundo entero… en la lucha del proletariado mundial.
Al Assad, el hombre que todos sostuvieron y sostienen desde Ginebra para que termine de aplastar la revolución
En resumidas cuentas, de lo que se trató esta conferencia de Ginebra fue de encubrir de un manto de “paz” que Al Assad se quedaba en Damasco para terminar de aplastar lo que aún sigue vivo de la resistencia siria: las últimas trincheras de la revolución. Estas son las zonas de Ghouta y alrededores de Damasco, la provincia y ciudad de Idlib, y ciertas zonas de las provincias de Alepo, Hama y Deraa. Todos los días llueven bombas de racimo, de barriles, convencionales y de todo tipo. Todos los días se sufre el ataque de la aviación genocida rusa. Todos los días hay que sobrevivir en medio de la miseria y escasez de alimentos… sobre todo en la Ghouta cercada, donde los niños mueren de inanición.
Esto no es nada nuevo, salvo por un elemento. Esta es la conferencia de Ginebra que resolvió que se debe aplastar definitivamente la revolución siria. Para ello tienen que blindar aún más al régimen de Bashar y no pueden permitir ninguna zona que este perro no controle en Damasco y alrededores. Por ello ese engaño ante los medios de prensa de la última reunión en Ginebra: para que Al Assad termine de aplastar Ghouta. Por ello tanto cerco, bombardeo y masacre sobre esta zona ubicada en las afueras de Damasco. El plan de rendición y vaciamiento ya está en marcha: mandaron los conocidos autobuses verdes para retirar a la gente de esa zona, y que vayan desarmadas a Idlib o a Deraa, mientras dejan que Bashar recupere control territorial de Ghouta. Al mismo tiempo, todos los generales del ESL se encuentran en Ginebra entregando estas zonas rebeldes en negociaciones. Para nada están llamando a romper el cerco ni nada por el estilo. Ellos son parte de te plan de Ginebra. Pero aún está por verse si se logra imponer este plan sobre las heroicas masas que aún resisten en los suburbios de la capital.
En este plan, Bashar será “el gobierno de la transición” por el tiempo que sea necesario hasta que logren terminar de derrotar por completo la revolución y puedan reestablecer sus instituciones de dominio en Siria.
Por ello Al Assad está reforzado con el ejército blanco de Putin, la guardia fascista iraní, Hezbollah, mercenarios de varios países… mientras que Turquía garantiza con generales del ESL bajo su mando la entrega desde adentro y la cooperación para que este bloque triunfe. Es la segunda parte de este siniestro plan de Ginebra, y una parte esencial. Vestidos de representantes de la revolución (que nadie votó), los generales de la burguesía sunnita del ESL plantean que “en las reuniones de Ginebra se puede parar la masacre”… que “son procesos de paz”, y que con la ayuda de la “comunidad internacional” se lo detiene a Assad… Nada de ello es cierto. Es un brutal engaño, que ya lleva 6 años. La realidad ha sido la permanencia de Assad, 600.000 muertos, 12 millones de desplazados y las ciudades rebeldes entregadas.
Ahora, esto es inclusive peor, porque vienen a consumar la derrota de la revolución.
Los yanquis, los jefes de Ginebra, se instalan victoriosos en una Siria partida y colonizada
Los que comandan y coordinan estas acciones contrarrevolucionarias desde Ginebra son los yanquis. Días antes de la conferencia de Sochi, Trump se reunió con Putin en la cumbre de la APEC. Lo nombró un “gran aliado para luchar contra el terrorismo en Siria”. Salió públicamente a reconocer lo que con Obama se hacía en las trastiendas: que están coordinando los ataques contrarrevolucionarios a las masas sirias, y buscaban alcanzar su victoria definitiva antes de fin de año. Esto no les fue posible, pero su plan sigue ejecutándose.
EEUU ya blanqueó que cuentan con más de 10 bases militares y aeropuertos en el norte sirio, en la región kurda conocida como “Rojava”, gracias a que el PKK le abrió las puertas. Allí tienen apostados al menos 2000 marines. Con sus generales directamente en el terreno, son los que comandan los ataques y las masacres a las últimas trincheras de la revolución. Son los que están comandando esta “transición”.
Es más, se han quedado ya con el control territorial de gran parte de Siria, especialmente de las provincias de Raqa y Deirez Zor, que son las zonas petroleras. EEUU se ha quedado directamente con todo el petróleo sirio, mientras que con sus super-bancos maneja todo el circuito financiero de Medio Oriente.
Entonces, lo que también distingue a esta conferencia de Ginebra de sus predecesoras es que luego de la misma se alza EEUU como gran vencedor de la guerra en Siria, quien se ha quedado con todos los negocios. Siria es ya una colonia… un protectorado norteamericano. Nada de lo que aplica el gobierno de Al Assad es decidido por Damasco, sino por Ginebra, bajo el mando yanqui.
Más masacró Al Assad y Putin, más derrotas tuvieron las masas y más EEUU fue afianzando su colonización de Siria y su control de los pozos de petróleo. Hoy ya queda claro que Putin y Assad no son ningunos antiimperialistas, sino que no hicieron más que el trabajo sucio a cuenta del imperialismo.
En última instancia EEUU llevó a cabo el plan militar que el Pentágono ya había diseñado para la segunda guerra mundial para con Hitler: dejar que éste masacre todo lo posible a las masas soviéticas, pero que no gane la guerra, sino que sean los yanquis los que se queden con la URSS. Aquí el plan fue dejarlo a Assad que masacre a las masas, reforzarlo con mercenarios, con el ejército de Putin y la guardia republicana iraní, sostenerlo desde las trastiendas (como hizo Obama)… pero para luego ser EEUU el que entre y se quede con todo… Esto último es lo que estamos viendo: Al Assad masacró y los que se quedan con todo son los yanquis. Es que cuando se impone la contrarrevolución lo que queda es una nación más sumida al imperialismo.
La Siria de hoy ha quedado colonizada y con su territorio partido… con sectores que controlan los yanquis directamente, con Al Assad en Damasco, con Turquía ocupando una parte del paso de sus rutas comerciales y con zonas que aún siguen negociando las distintas alas de la burguesía sunnita. Pero todas son fuerzas de Ginebra… todas responden a EEUU.
La conferencia de Ginebra: un estado mayor de la contrarrevolución para todo Magreb y Medio Oriente
Así es como funciona este estado mayor contrarrevolucionario de Ginebra, donde se centralizan las fuerzas de Rusia, Assad, Irán, Arabia Saudita, Turquía, el ESL, todos bajo el mando norteamericano. El imperialismo lo había puesto en pie no solo contra Siria, sino contra las revoluciones que sacudieron todo Magreb y Medio Oriente desde 2011. Allí se resuelve el plan para aplastar las revoluciones en toda esa región, como lo vemos también la invasión a Yemen del clan saudí y su coalición de 9 gurkas de EEUU. También el reciente ataque del imperialismo yanqui y el sionismo sobre la nación palestina declarando a Jerusalén capital de Israel.
Libia fue partida y la burguesía qadafista regresó para entregar el petróleo a las distintas pandillas imperialistas y para continuar el negocio del tráfico de esclavos que siempre hizo Qadafy en acuerdo con la UE.
En Túnez se perpetúa el régimen de Ben Ali, con su casta de jueces e inclusive con su partido en el gobierno. En Egipto, se ha impuesto la dictadura contrarrevolucionaria de Al Sisique incluso ha dejado libre a Mubarak mientras encarcela, condena a perpetua y a muerte a lo más combativo que queda que supo levantarse en 2011 en Plaza Tahrir.
La conferencia de Ginebra es una conferencia regional, pero con implicancias mundiales. Es que sobre la base de la derrota de las revoluciones de Medio Oriente, el imperialismo estará mil veces más fuerte para pasar a la ofensiva sobre los trabajadores del mundo. Ya ha empezado, con el ataque a las conquistas de la clase obrera. Siria comienza a golpear las fuerzas de Francia, Brasil, Argentina, Sudáfrica. Derrotar esta conferencia es una tarea de la clase obrera mundial. Mientras peor estén las masas sirias, peor estará la clase obrera mundial.
Las fuerzas contrarrevolucionarias de Ginebra se sostienen en el accionar de la izquierda reformista
Hay que decir la verdad. Si el imperialismo pudo concentrar todas sus fuerzas para masacrar la revolución siria es porque tuvieron total impunidad para hacerlo. Al Assad, Putin, la guardia iraní llevaron a cabo este genocidio porque tuvieron sus manos libres. Una izquierda pro Assad lo sostuvo planteando que era “antiimperialista”. Calumniaron a las masas de ser “enviadas por EEUU”, o todas “jihadistas” y “terroristas”. Le hicieron creer a las masas del mundo que en Medio Oriente no había una revolución sino todo lo contrario. Hicieron pasar a sus aliados de los explotados de Magreb y Medio Oriente por sus enemigos… y viceversa, los genocidas Putin y Al Assad, como sus aliados. Y como vimos, cuánto más éstos se impusieron, más quedó Siria como colonia yanqui.
Pero hubo otros sectores de la izquierda que dijeron apoyar a la revolución siria. Depositaron sus ilusiones y llamaron a confiar en los generales del Ejército Sirio Libre. Éstos a su vez fueron los que entregaron a las masas y se la pasaron en Ginebra haciendo que discutían un supuesto proceso de paz para sostener a Al Assad.
Algunos inclusive le pidieron a EEUU que intervenga a favor de las masas… como si el imperialismo dominante, la fuerza contrarrevolucionaria en el mundo que comanda Ginebra, pudiera intervenir a favor de la revolución.
Estas corrientes repetían como los loros sobre los hombros del imperialismo “la conferencia fracasó”… como si verdaderamente esa conferencia hubiera podido detener la masacre de Al Assad. Despertar ilusiones y confianza en Ginebra (o en cualquiera de las fuerzas que se concentran allí),que mantuvo al perro en Damasco, es también ser parte del sostén de las fuerzas contrarrevolucionarias.
La izquierda de Ginebra, ya sea pro Assad o pro ESL, tiene un punto en común: la islamofobia. Reproducen, tal cual amplificadores, la campaña de las potencias imperialistas que los explotados de Medio Oriente son todos “terroristas” y “fanáticos religiosos”. Algunos “defensores” de la revolución siria incluso llegaron a decir que la revolución siria estaba derrotada por completo afirmando que lo único que queda en Siria son Al Assad y los Jihadistas, y que son iguales de contrarrevolucionarios unos que otros.
La revolución siria está viva y resiste en sus últimas trincheras. El pretexto para aplastarla: el terrorismo. El imperialismo y sus agentes han justificado las peores masacres contrarrevolucionarias con la bandera del “anti-terrorismo”. Así justifican Al Assad y Putin sus bombardeos, EEUU la destrucción de Raqa o Mosul, las cárceles llenas de presos políticos en Túnez y Egipto, la masacre en Yemen…
El ISIS fue el “enemigo perfecto” que creó el imperialismo… yendo a controlar los pozos de petróleo manu militari, imponiendo un férreo control a las masas, y a la vez, mostrarlo como un grupo de “superterroristas” para masacrar Irak, Siria, Yemen… Pero esto no podría haber funcionado sin la izquierda reformista, que planteó que el ISIS era el enemigo número uno, silenciando la masacre de Al Assad y justificando los ataques aéreos de Putin en Siria.
Hoy, estos partidos de izquierda, o bien están defendiendo abiertamente a Al Assad, o bien se encuentran guardando silencio sobre lo que sucede actualmente en Siria. Algunos plantean que lo único progresivo que queda en Siria es la lucha del pueblo kurdo, colocándose como furgón de cola del PKK stalinista, que pactó con Al Assad, rompió el frente de la revolución, y le abrió la puerta a los yanquis, quienes ocupan Rojava con sus bases militares y ejército.
Ya está claro que esta izquierda tiene una mancha en su frente de la traición a la revolución Siria y de todo el Magreb y Medio Oriente. Ellos sostuvieron la contrarrevolución. Y hoy guardan un estruendoso silencio para que el imperialismo y sus agentes terminen de masacrar las últimas trincheras de la revolución.
Hay que reagrupar a la resistencia siria
Lo que toda la izquierda reformista quiere ocultar es que la revolución sigue viva, resistiendo en sus últimas trincheras. Aún los explotados en Ghouta no se rinden. En Idlib, Deraa, zonas de la provincia de Alepo y Hama… la resistencia sigue de pie.
¡Hay que parar la masacre de Al Assad y Putin, con los cielos y caminos liberados por EEUU y Turquía! ¡Fuera todas las tropas invasoras de Siria!
¡Hay que reagrupar a la resistencia! ¡Hay que expulsar de la misma a todo general de la burguesía sunnita que vaya a Ginebra! ¡Pongamos en pie nuevamente los comités de coordinación con democracia directa! ¡Recuperemos el armamento para el pueblo sirio! ¡Un hombre, un fusil!
¡Hay que expropiar sin pago todas las fábricas, talleres, bancos y recuperar los pozos de petróleo para que el pueblo coma, para recuperar las viviendas y poner toda la economía y recursos para expulsar a Bashar y todos sus aliados!
¡Abajo los pactos contrarrevolucionarios de las conferencias de Ginebra, Astana y Sochi de EEUU, Rusia, Irán, Turquía, Arabia Saudita, Al Assad y la burguesía sunnita del ESL!
¡Por un consejo nacional de la revolución siria, con delegados elegidos uno cada diez mil obreros, campesinos pobres, de los campos de refugiados y las zonas donde no controle Al Assad!
Las masas palestinas han comenzado una intifada contra el ataque de Trump-Netanyahu de reconocer a Jerusalén como capital de Israel. En Yemen siguen resistiendo a la invasión de Arabia Saudita. Se trata de un mismo combate contra el imperialismo y sus lacayos en toda la región.
¡Por la destrucción del estado sionista-fascista de Israel! ¡Por la derrota de la invasión saudí a Yemen!
¡Abajo la dictadura contrarrevolucionaria de Al Sisi de Egipto!
¡En todo Magreb y Medio Oriente, una misma intifada!
Hay que romper el cerco a las masas sirias
Las masas sirias,en su resistencia, le da tiempo a la clase obrera mundial para irrumpir. Sin el combate de los trabajadores del mundo, la revolución en Siria terminará por ser derrotada. La llave la tienen los trabajadores de los países imperialistas, en EEUU, Europa, Japón. Ellos pueden parar, golpeando desde adentro, a los que organizan la contrarrevolución en Medio Oriente y el mundo y paralizar la maquinaria de guerra.
Si el imperialismo sale triunfante en esa región, se hará sentir haciéndole pagar esa derrota a los trabajadores del mundo, arrebatándole conquistas, como vimos anteriormente.
¡Rompamos el cerco a las masas sirias!
¡Ganemos las calles del mundo en defensa de las últimas trincheras de la revolución!
¡Por una conferencia internacional que reagrupe a todas las fuerzas que apoyan en el mundo la revolución siria, para unificar fuerzas y parar este ataque contrarrevolucionario!
Comité Redactor del periódico La Verdad de los Oprimidos
