Los explotados de la zona Sur y Oeste del Conurbano Bonaerense, como así también en varios asentamientos de la Ciudad de Buenos Aires (Villa 21/24, Villa Fátima, Villa Los Pinos, Villa 15, Villa 1-11-14, Magaldi y Zabaleta), están viviendo un infierno provocado por el temporal del pasado miércoles 4 de abril. El estrago causado por la tormenta podría haberse evitado si se hubieran realizado las inversiones necesarias para el mantenimiento de la infraestructura del país. Pero no estaríamos hablando del capitalismo, un sistema basado en la destrucción de fuerzas productivas, el saqueo, la rapiña, la ruina, la miseria, la hambruna, la súper explotación, las matanzas y guerras contrarrevolucionarias. Como ayer sucediera con la masacre en el ferrocarril Sarmiento, son las masas explotadas las que pagan la voracidad y sed de ganancias de los parásitos capitalistas. Así sucedió con el “Katrina” en Nueva Orleans, el terremoto en Haití, los tsunamis en Chile y Japón. En esas “catástrofes” murieron cientos de miles, donde el 99% pertenecía a las filas de la clase obrera y a las capas más explotadas y oprimidas de la población. “Nuestras vidas han quedado congelada”, relatan las masas frente al daño causado por las fuerzas ciegas de la naturaleza. “Ni las empresas ni el municipio responde”, denunciaron los trabajadores y comerciantes arruinados, quienes hartos de sobrevivir bajo un intenso calvario: ganaron las calles, cortaron rutas y pusieron en pie sus piquetes. Esta iniciativa, fue inmediatamente reprimida por la maldita Policía Bonaerense de Scioli. Además, la patronal y el gobierno pro imperialista de la Kirchner han llamado al ejército y la gendarmería a ocupar las calles bajo el verso de “cumplir con las tareas de limpieza y mantenimiento”. La burguesía busca impedir que las masas arruinadas desconozcan a su “Comité de Crisis” (mecanismo de control y sometimiento) y tomen la solución de los problemas en sus manos, como intentan hacerlo los vecinos en Merlo y de otros municipios poniendo en pie sus propios organismos de autodeterminación y democracia directa. Pero ávida en negocios, la burguesía no pierde la ocasión de aprovechar esta catástrofe que azota a las masas, para quedarse con gruesos billetes en sus bolsillos. No solo han aumentado en un 400% los precios de las velas y los generadores de corriente, sino que con el Banco Provincia van a otorgar créditos a los damnificados –en una acción de supuesta “benevolencia”- con un interés de más de un 10% anual. ¡Cuanto cinismo! ¡A los obreros, trabajadores desocupados, comerciantes arruinados y estudiantes nos cobran intereses mientras a las transnacionales y a las patronales negreras las subsidian con nuestra plata! ¡POR UN PROGRAMA OBRERO PARA ENFRENTAR A LA CATASTROFE! Las nuevas catástrofes sufridas demuestran una vez más que no existe ninguna posibilidad para los trabajadores de tener solución a sus necesidades sin enfrentar al gobierno de Kirchner y su régimen, la patronal esclavista y el imperialismo. La podrida burocracia sindical de la CGT y la CTA no ha movido un solo dedo… ¡Tienen que ser derrotados! Las organizaciones obreras combativas deben ponerse a la cabeza de esta pelea, porque las demandas de vivienda, trabajo digno, alimento, control de los precios, etc., son demandas de todo el movimiento obrero. Nuestros hermanos en desgracia, que han puesto en pie sus piquetes y cortan las rutas, no pueden esperar un solo minuto más. Desde las fábricas, establecimientos, escuelas y universidades convoquemos a asambleas de base para organizar una gran lucha y conquistar el camino al Paro General por el siguiente programa: • Vivienda inmediata para todos, ocupando las viviendas lujosas, hasta que se nos repongan nuestras viviendas arregladas y equipadas totalmente, por cuenta del estado nacional y provincial. |