volver al índice de Democracia Obrera Nº57
Hoy estos partidos del régimen “democrático” de la Constitución de 1853/1994 marchan para “condenar la dictadura” cuando son los que a partir del ’83 garantizaron la más absoluta impunidad a todos los milicos genocidas con las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, y con los “indultos” a los militares. Los Kirchner militarizaron al mejor estilo videlista Las Heras (Santa Cruz) en el 2006, mantuvieron a seis compañeros presos durante 3 años. Son los que tuvieron en sus mazmorras a los delegados petroleros Acosta y Oñate de la misma ciudad. Son los que hoy mantienen presos a los compañeros Leyes y Arroyos. Son los que enviaron a los pistoleros de la burocracia sindical a romper cabezas a las luchas obreras y asesinaron a Mariano Ferreyra. Son los que bajo su gobierno tienen desaparecidos a Julio López y Luciano Arruga. Son los que masacraron con sus fuerzas de choque de la policía y la gendarmería a los compañeros del Parque Indoamericano y de Ledesma (Jujuy), los jóvenes de Bariloche, los campesinos Qom y demás mártires obreros. ¡Basta de impunidad! ¡No olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos! ¡Tribunales obreros y populares para juzgar y castigar a todos los genocidas de ayer y a los represores y asesinos de hoy! ¡Disolución de la casta de jueces videlista-peronista-radical! A 30 años de la Guerra de Malvinas, la burguesía y su gobierno profundizan su hipocresía contra las masas: hablan de “soberanía” los partidos patronales que sostuvieron la rendición de los milicos ante los piratas angloyanquis y luego garantizaron una redoblada entrega de la nación al imperialismo. Se cumplieron 30 años del inicio de la guerra de Malvinas, el 2 de abril del ‘82. Dicha guerra comenzó cuando el gobierno de la dictadura militar encabezado por Galtieri buscó realizar una acción “patriotera” y demagógica que le permitiera perpetuarse en el poder. Los milicos creían que el imperialismo yanqui los iba a apoyar contra Inglaterra debido a los servicios que les prestaron no sólo provocando un genocidio contra la clase obrera argentina, sino también ayudando a entrenar a la “Contra” armada por EE.UU. para aplastar la revolución en Nicaragua. ¡Esos cipayos de la Junta Militar, “valientes” para torturar y asesinar a la clase obrera y las masas explotadas, jamás quisieron enfrentar al imperialismo! Por eso, cuando se encontraron con una guerra contra la Corona británica aliada al imperialismo yanqui que la apoyaba, desde el primer día se dedicaron a intentar imponer por todos los medios la rendición de la nación ante sus amos imperialistas, mientras le pagaban a Inglaterra la deuda externa.Hoy vemos a la Kirchner posar de “defensora de la soberanía de Malvinas” al igual que los demás impostores de todos los partidos patronales. ¡Hipócritas! El PJ y la UCR, cómplices de la dictadura militar, ante la cuestión de Malvinas tuvieron la misma política que los milicos: la rendición ante el imperialismo angloyanqui, mientras los hijos de la clase obrera y el pueblo daban su vida en el frente de batalla. Estos partidos pregonaban la “paz” y se pusieron a los pies del Papa que vino a predicar y bendecir la derrota nacional de Argentina, porque los explotados pugnaban por ganarle la guerra al imperialismo y recuperar las Malvinas. La burguesía debía impedirlo. Porque si los obreros y explotados hubiesen llevado al triunfo la lucha nacional contra el imperialismo, uniéndose a la clase obrera de Inglaterra, esto significaba la amenaza directa contra la propiedad, los intereses y el poder de la burguesía semicolonial. ¡Las masas querían triunfar! ¡Más de 100.000 voluntarios se habían anotado para ir a combatir! Esto planteaba poner en pie los comités de fábrica y los comités de soldados, es decir, un doble poder de los explotados y sus milicias obreras y populares, para disputarle la dirección de la guerra a los milicos y la burguesía, luchando por la expropiación de todas las propiedades de la Corona británica y de los yanquis, y por derrotar a la casta de oficiales genocida. Luego de que Galtieri firmó la rendición en junio del ‘82, los trabajadores se sublevaban en todo el país al grito de: “¡paredón a todos los milicos que vendieron la nación!”. Los conscriptos repudiaban a la cobarde oficialidad. Cuando finalizó la guerra y cayeron todas las instituciones de la dictadura militar, estos partidos patronales desde la Multipartidaria sostuvieron al milico Bignone -que asumió después de Galtieri-, para así organizar una “transición ordenada” mediante elecciones y garantizar darle continuidad a las instituciones del estado burgués pero esta vez bajo el régimen de la Constitución del ‘53. Sobre la base de la derrota nacional impusieron en el ’83 un régimen “desmalvinizador” para crear en las masas la conciencia de que no se puede derrotar al imperialismo, y que significó la más grande semicolonización de nuestra nación a manos del imperialismo. Por eso estos partidos pagaron puntualmente la fraudulenta deuda externa, incluidos los Kirchner que le dieron U$S 10.000 millones al FMI. ¡El homenaje a todos los caídos en Malvinas fueron las jornadas revolucionarias que protagonizaron los obreros y explotados el 19 y 20 de diciembre de 2001 en respuesta a 20 años de entrega de la nación al imperialismo! Es que sólo el proletariado, que no tiene ningún interés que lo ate al imperialismo –a diferencia de estos cipayos de las burguesías nativas y sus políticos corruptos-, puede liberar a la nación del imperialismo y recuperar las Malvinas retomando el camino revolucionario del “que se vayan todos, que no quede ni uno solo” y llevándolo al triunfo imponiendo un gobierno obrero y popular, basado en los organismos de autodeterminación y democracia directa de las masas, junto a la clase obrera mundial que es la única que puede llevar adelante la tarea de aplastar a la base militar de la OTAN en Malvinas. La parodia de la “renacionalización” de YPF del gobierno de la Kirchner. ¡Basta de engaño! El servilismo del gobierno de la Kirchner y la burguesía argentina no tiene límites, por más que esa gorila y su séquito quieran aparecer como “enemigos” de la Repsol española –hoy dueña de YPF- y de la Corona española.Es que detrás del anuncio de la intención de “reestatizar” YPF en realidad se esconde un plan al total servicio de las transnacionales imperialistas. Debido al brutal saqueo de las petroleras, que no invirtieron un solo peso para garantizar nuevas reservas, en Argentina ha comenzado a escasear el petróleo, cuestión que significa una enorme crisis para las transnacionales industriales instaladas en el país que necesitan gas y petróleo barato para poder producir y competir en el mercado mundial. Ante esta llamada “crisis energética” la orden de las empresas automotrices, sidero-metalúrgicas, químicas, etc., a Cristina Kirchner fue clara: es el estado argentino el que debe hacerse cargo de realizar nuevas exploraciones para volver a garantizarle petróleo barato a las transnacionales. Cumpliendo los dictados de sus jefes, la Kirchner ha salido a plantear su intención de “renacionalizar” YPF, después de que los mismos Kirchner fueron socios menores durante años de esos parásitos imperialistas de la Repsol española poniendo a su testaferro Eskenazi en el directorio de su empresa. Esta reestatización de la Kirchner significa pagarle una fabulosa indemnización a la Repsol –que ya se llevó miles de millones de dólares- y que sea el estado con la plata de los explotados el que haga la inversión que no hizo la Repsol ni ninguna de las transnacionales imperialistas. Una vez que se descubran nuevas reservas, se las entregarán a todas las petroleras imperialistas que operan en el país y privatizarán YPF por dos pesos. ¡Los piratas imperialistas nunca pierden bajo el gobierno de la Kirchner! Como el estado español está quebrado y la Corona está en desgracia, la Kirchner es más fiel que nunca a su amo Obama. Quiere que el imperialismo yanqui sea su socio mayor para poner todas las reservas petroleras al servicio de ellos. Así la Kirchner no hace más que volver tras los pasos de Perón que en 1955 fue el primero en entregarle al imperialismo yanqui distintas áreas de explotación de petróleo de Argentina, con el contrato firmado con la Standard Oil (hoy Chevron). ¡Este es el peronismo “nacional” de ayer y de hoy! La Kirchner hoy busca “reestatizar” YPF cuando en los ’90 votaron su privatización junto a Menem. Fueron parte del verso menemista de que YPF “daba pérdidas” por lo que era necesario privatizarla para que “el estado deje de perder plata”. ¡Canallas! La YPF estatal tenía un déficit de U$S 6.000 millones pero era por la inversión que hizo el estado en exploración de nuevos pozos y reservas de petróleo que valían U$S 100.000 millones, ¡que fue lo que se llevaron las transnacionales afanándose hasta la última gota de petróleo que queda en el suelo argentino! ¿“Nacional y popular”?, ¡las pelotas! ¡Son el gobierno de las transnacionales, sirviente de Obama y Wall Street! Son los que le entregaron al imperialismo enormes riquezas de la nación como el petróleo, las riquezas marítimas, la minería y todas las tierras de la Pampa Húmeda, y quienes le garantizan un redoblado saqueo de la nación: ¡U$S 20.000 millones fugados del país en un semestre por las transnacionales! ¡U$S 45.000 millones pagados al FMI, al Banco Mundial y al Club de París por la deuda externa, y ahora se aprestan a pagar U$S 10.000 millones más a los parásitos imperialistas! Y encima, les entrega $75.000 millones en subsidios por año a las transnacionales y los patrones esclavistas. ¡Basta! ¡Hay que expropiar sin pago y bajo control obrero todas las fábricas y bienes de las transnacionales imperialistas y sus socios menores nativos! ¡Por la reestatización sin pago y bajo control obrero de YPF, junto a la expropiación sin indemnización y bajo control de los trabajadores de todas las petroleras! Comité Redactor |