volver al artículo de Nigeria del Democracia Obrera Nº 56

Las masas nigerianas:
sobre un mar de oro negro, pero hundidas en la miseria por el saqueo imperialista

El odio de las masas y su respuesta ante el ataque de la burguesía y el imperialismo, es porque ellas saben que están paradas sobre un mar de oro negro mientras viven en la más absoluta miseria. En Nigeria, la segunda economía más importante del África sub sahariana, la gran mayoría de sus 160 millones de habitantes vive con menos de 2 dólares por día y la mitad de la fuerza de trabajo está desocupada. Es que las riquezas del país se las llevan las transnacionales imperialistas.

Nigeria produce cerca de 2.4 millones de barriles de petróleo crudo por día, que equivalen a alrededor de 88 mil millones de dólares por año, que son saqueados por las petroleras principalmente yanquis e inglesas como Chevron, ExxonMobil y Shell. Es el primer productor de crudo de todo África y el décimo a nivel mundial. Las exportaciones de crudo representan más del 80% de su PBI, y su principal comprador es Estados Unidos. Nigeria es el 4° exportador de petróleo para Estados Unidos, lo que representa el 11% del volumen total de crudo que el imperialismo yanqui importa.
Las enormes riquezas en hidrocarburos y la sed de ganancias de las petroleras chupasangres convirtieron a Nigeria en un país mono-productor de petróleo crudo. Si bien tiene yacimientos minerales (como oro) y reservas de gas (que también son explotadas por empresas imperialistas), su lugar en la división mundial del trabajo es de exportador de crudo. Pero debe importar, a precio dólar, los materiales y maquinarias para su extracción, así como productos manufacturados y, sobre todo, alimento para abastecer a su vasta población. Además, el crudo no se refina en el país, por lo que debe importar el combustible refinado. El estado subsidiaba, con los impuestos arrancados a los trabajadores nigerianos, el precio de la nafta para el mercado interno a fin de abaratar los costos de reproducción de la fuerza de trabajo. Es decir, un negocio redondo para las petroleras imperialistas: la burguesía nigeriana les garantiza una mano de obra barata por lo que las transnacionales extraen el petróleo a un costo irrisorio y luego el estado lo compra a precio de mercado. Así el estado solventa la diferencia de precios para garantizar las superganancias de las transnacionales.

Ahora, el gobierno de Jonathan, sirviente del imperialismo, dice que destinará los 8 mil millones de dólares que saca de los subsidios a “inversiones en infraestructura y al pago de la deuda externa”. ¿Inversiones en vivienda digna para los explotados o para pagar los salarios atrasados a los trabajadores estatales? Nada de eso. Será para garantizarle las mejores condiciones a las transnacionales, con nuevas carreteras, instalaciones eléctricas para sus plantas, etc. Y para seguir pagándole religiosamente al Banco Mundial y al FMI a costa de más hambre, superexplotación y penuria para las masas.

 

 

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