NIGERIA

Como ayer en Túnez, Egipto y Libia…

Los trabajadores y los explotados nigerianos se levantaron por el pan al grito de: ¡“Fuera Jonathan o morirás como Khadafy”!

¡Abajo el gobierno asesino y esclavista de Goodluck Jonathan y las petroleras! ¡Abajo su estado de sitio sostenido en las bayonetas del ejército nigeriano al servicio del imperialismo yanqui! ¡Abajo el tarifazo!

¡Por un Congreso Nacional de delegados de trabajadores ocupados, desocupados, la juventud combativa y los campesinos pobres!

¡Fuera la burocracia sindical de la NLC – TUC!
¡Abajo el pacto de la burocracia con el gobierno hambreador y masacrador de las masas nigerianas!

 

Ver además:

Las masas nigerianas:Sobre un mar de oro negro, pero hundidas en la miseria por el saqueo imperialista

 

La fenomenal huelga general que protagonizaron las masas de Nigeria desde los primeros días de enero -contra el tarifazo sobre los alimentos-, a pesar y en contra de la burocracia sindical, es un eslabón de la revolución por el pan que ha comenzado hace un año en el Norte de África y Medio Oriente. Esta ha roto el cerco impuesto por las direcciones traidoras de todo pelaje, extendiéndose al África subsahariana. ¡La chispa de Túnez que encendió el Norte de África y Medio Oriente pugna por incendiar toda el África negra!

Como parte de la crisis económica mundial que estallara en 2007-2008, en la bolsa de Chicago la burbuja de los commoditties hizo subir ficticiamente los valores a futuro, provocando así que el precio de los alimentos se disparara. Las condiciones que impone la crisis económica mundial, el ataque de la burguesía para que sean las masas las que paguen la crisis, son las que estallan hoy en Nigeria. Es por eso que el pasado 1 de enero el gobierno nigeriano, lacayo del imperialismo, de Goodluck Jonathan eliminó el subsidio del estado al combustible haciendo aumentar su precio a más del doble: de 65 nairas a 140, es decir, de 0.40 a 0.96 U$D por litro. Esto impactó inevitablemente sobre los precios de todos los productos, agravando las penurias de las masas.
La burguesía nigeriana lanza este brutal ataque contra las masas para garantizarle las superganancias al imperialismo y la porción de la renta petrolera que ella misma se embolsa. Así, eliminando el subsidio al precio del combustible pretende quedarse con casi 8 mil millones de dólares arrancados al salario obrero que antes destinaba al subsidio al combustible y hacérselo pagar a las masas con un tarifazo que ya ha hecho subir más del 100% el precio de los alimentos.

Con piquetes, cortando rutas y la huelga general, las masas embisten contra el gobierno de Jonathan

La respuesta de las masas no se hizo esperar. Desde que el gobierno anunciara esta medida, los trabajadores y explotados nigerianos salieron a las calles, bloqueando las estaciones de servicio, con cientos de piquetes de huelga cortando rutas y autopistas y enfrentándose a la represión policial.
Las masas conquistaron en las calles la huelga general, a pesar y en contra de la burocracia sindical. En varias ciudades del interior los obreros marcharon a la sede central del Congreso Nigeriano de los Trabajadores (NLC) y el Congreso de Sindicatos de Nigeria (TUC), para exigirle a la burocracia que llame a la huelga. Cuando la huelga general indefinida ya era una realidad en las calles, las dos centrales más importantes del país, NLC y el TUC, tuvieron que plegarse formalmente desde el lunes 9/01 para evitar que los explotados con sus heroicas acciones barrieran con el gobierno asesino de Jonathan.  
Así desde el primer momento de la huelga, el país se vio paralizado y conmovido por una heroica jornada de combate: las escuelas, comercios, edificios públicos y bancos no funcionaron. El transporte público también estuvo paralizado en las principales ciudades. En la capital política, Abuja, los piquetes bloquearon el aeropuerto impidiendo los vuelos. En Lagos, la capital económica del país, más de 10.000 manifestantes marcharon con consignas contra el gobierno. El odio generalizado de los manifestantes y su enorme disposición al combate se expresaba en sus consignas a lo largo de todo el país: “Si tenemos que morir para hacer que el presidente dé marcha atrás en su decisión, lo haremos”, “Fuera Jonathan y el ministro de finanzas” (Ngozi Okonjo-Iweala) “¡Fuera Jonathan o morirás como Khadafy!”.
La policía asesina de Jonathan reprimió salvajemente a las masas en Lagos y Kano, asesinando, en esta última ciudad, a dos manifestantes que intentaban derribar los muros de la casa de gobierno.  Por la noche el gobierno declaró el estado de sitio. En todo el país se cuentan 20 mártires, centenas de heridos y decenas de detenidos. La burguesía nigeriana respondió masacrando la sublevación de los explotados cuando el combate amenazaba la cabeza del lacayo Jonathan, la propiedad de los capitalistas y el saqueo de la riqueza petrolera a manos de las transnacionales imperialistas.
Este heroico levantamiento de las masas nigerianas enfrenta el brutal ataque del imperialismo y su títere el gobierno de Goodluck Jonathan quien eliminó los subsidios para engrosar las ganancias de las transnacionales y quiso hacerle pagar aún más la crisis a las masas. Hoy Jonathan, este gobierno supuestamente “democrático”, demuestra ser tan sirviente del imperialismo, hambreador y asesino de las masas como los Mubarak, Ben Ali y Khadafy. Las masas de Nigeria rápidamente  han comprendido que su lucha es hermana de la revolución en curso en el Norte de África y en sus pancartas levantaban bien en alto: “¡Túnez será un juego de chicos!” y “el presidente debe saber que esto es Túnez, Siria, Libia, Egipto”.  

El gobierno pro imperialista de Jonathan, aterrorizado por el combate de las masas, retrocede parcialmente para salvar su cabeza, sostenido por las tropas del ejército nigeriano y la burocracia sindical traidora

Cuando comenzaba la segunda semana de la huelga general revolucionaria que había paralizado al país, el  gobierno asesino de Jonathan, acorralado por la acción de las masas, anunció que “reduciría” el quite de subsidios a la mitad, dejando el precio del combustible en 97 nairas. Es que la burguesía y el imperialismo vieron que podían perderlo todo –a manos de la respuesta revolucionaria de las masas- y retrocedieron parcialmente en su salvaje ataque contra los explotados para salvar su gobierno y la gran propiedad. 
La burocracia traidora de las centrales sindicales, apostando al desgaste de las masas tras una semana de paralización total, corrió rápidamente a carnerear la huelga, queriendo hacerle creer a los explotados que ya se había conquistado un “primer triunfo”, y que suspendían las movilizaciones para no seguir “arriesgando vidas”. Esta burocracia sierva de las petroleras pretende engañar nuevamente a los explotados de Nigeria, diciendo que el gobierno va a investigar los casos de corrupción ligados al contrabando de petróleo a los países vecinos, cuando este es el verdadero gran negocio de toda la burguesía nigeriana. ¡Entregaron el combate de las masas que tenía contra las cuerdas al gobierno! ¡Abajo la burocracia sindical entregadora, sirviente de la burguesía y el imperialismo! El único triunfo para los explotados de Nigeria es la cabeza de Goodluck Jonathan y su régimen asesino, y lo tenían al alcance de las manos, producto de su heroico combate. ¡El pacto de la burocracia con el gobierno fue una puñalada por la espalda a la lucha de la clase obrera y a sus mártires, impidiendo por ahora que Jonathan fuera el próximo Khadafy!  
Gracias a esta traición abierta de la burocracia sindical el gobierno asesino pudo sacar el ejército a las calles para evitar, con gases lacrimógenos y balas de plomo, que las masas se tomen las plazas.
Los explotados de Nigeria, partiendo de la experiencia de la clase obrera del Norte de África y Medio Oriente, marchaban a tomarse las plazas para rebautizarlas “Plaza de la Liberación”, en alusión a la Plaza Tahrir de Egipto, con lo que tendían a establecer un embrión de doble poder territorial donde podrían coordinarse los organismos de lucha conquistados, como los piquetes de huelga.  Ese control territorial es lo que la burguesía nigeriana, que también aprendió del combate de las masas egipcias, evitó que surja. Por ello mandó al ejército a sitiar todas las plazas y parques que eran punto de reunión de las masas movilizadas, porque allí se estaba concentrando el germen del doble poder.
A pesar de la traición de la burocracia sindical, las masas, llenas de bronca, siguieron manifestándose en varias ciudades como en Laos y Kano.

El nuevo engaño con el que intentan desorganizar a las masas es la misma trampa que utilizaron en el 2006. ¡No podemos permitirlo! Después de un gran levantamiento de las masas en Nigeria, en el 2006, contra el alza del precio del combustible, el gobierno de Olusegun Obasanjo también dijo que reduciría el aumento anunciado a la mitad.  Fue la misma burocracia sindical traidora que hoy entregó el combate de las masas, la que dijo que eso era un “primer triunfo”, llevando todo a los pies de Obasanjo. Y lo que vino después no fueron inversiones en vivienda e infraestructura, trabajo para todos y aumento de salarios, como había prometido, sino mayor sometimiento y penurias para las masas y un redoblamiento del saqueo de la nación por parte del imperialismo. Así dividieron a la clase obrera y rompieron la alianza de clases conquistada en las calles en el combate. Hoy intentan hacer lo mismo.
Ante el infierno y padecimientos inauditos que viven las masas, la traición de la burocracia no es impune. Las expresiones de ira de los explotados contra los burócratas de la NCL y la TUC se hacen escuchar en las calles de Nigeria, porque las masas no han conquistado el pan ni ninguna de sus demandas. Por eso el grito de guerra de los oprimidos que combatieron y dieron sus vidas en las calles debe ser: ¡Fuera Jonathan! ¡Fuera gringos! ¡El petróleo para los nigerianos! ¡Abajo la burocracia sindical entregadora!

¡Hay que preparar la huelga general revolucionaria para tirar abajo a Jonathan, sirviente del imperialismo!
¡Por un Congreso Nacional de delegados de trabajadores ocupados, desocupados, la juventud combativa y los campesinos pobres!
¡Hay que poner en pie el poder de los explotados, el único y legítimo poder que garantizará todas las demandas de las masas nigerianas, expropiando a la burguesía y al imperialismo!

La clase obrera y los explotados nigerianos necesitan coordinar y centralizar sus organismos de lucha, como los piquetes y los comités de huelga, a nivel local, estatal y nacional para desarticular al poder del estado burgués, a su régimen y barrer con el gobierno de Jonathan. Para barrer con la burocracia sindical carnera del NLC y la TUC que entregaron el combate de los explotados, hay que poner en pie los comités de fábrica. ¡Por un Congreso Nacional de delegados de trabajadores ocupados, desocupados, la juventud combativa y los campesinos pobres! Las masas nigerianas deben tomar en sus manos el llamado de los obreros textiles de Egipto: ¡Un delegado cada 100 obreros ocupados y desocupados!
¡Por una huelga general revolucionaria que tire abajo el gobierno para conquistar todas nuestras demandas!
En la segunda economía más importante de África, más de la mitad de la fuerza de trabajo está desocupada. Ya en las calles, los explotados conquistamos la unidad de los trabajadores ocupados y desocupados, por eso la primera demanda debe ser: ¡Trabajo para todos! ¡Escala móvil de salarios y horas de trabajo! ¡Todas las manos disponibles a producir! ¡Por un salario acorde a la canasta familiar, indexado según la inflación!
Ante la carestía de la vida que no deja de aumentar, profundizando los padecimientos a los que se ven sometidas las masas: ¡Aumento de salarios ya! ¡Hay que poner en pie comités de abastecimiento y control de precios para organizar junto a los comités de desocupados, los comités de empresa y comités de fábrica a las amplias masas hambrientas del campo y la ciudad!
La inmensa mayoría de la población en Nigeria vive con menos de 2 dólares al día, en un país donde los explotados bajo sus pies tienen oro negro, mientras las transnacionales imperialistas hacen fabulosas superganancias. ¡Basta de saqueo imperialista! ¡Expropiación sin pago y bajo control obrero de todas las transnacionales y los bancos, empezando por las petroleras Shell, Exxon y Chevron! ¡Tomemos todos los pozos petroleros y controlemos el comercio del petróleo! ¡Allí está el dinero no sólo para tener el combustible barato, sino también para garantizar el trabajo, el salario, la vivienda, la salud y el alimento! Siguiendo el ejemplo de las masas revolucionarias de Bolivia en 2003-2005 levantemos: ¡Fuera gringos! ¡El petróleo para los nigerianos!
La industria agrícola de Nigeria la liquidaron la burguesía y el imperialismo para saquear a la nación, porque las mayores reservas de petróleo se encuentran en la zona del golfo de Guinea, en el delta del río Níger, donde también están las tierras cultivables. Para ellos la agricultura es sólo un estorbo para los fabulosos negocios de las transnacionales petroleras. ¡Expropiación sin pago y bajo control obrero de todas las tierras fértiles para repartirlas entre quienes las trabajen con sus propias manos sin explotar trabajadores! ¡Banca nacional única estatal! ¡Créditos baratos para los pequeños productores y condonación de todas sus deudas!
Mientras, el imperialismo y la burguesía azuzan “conflictos interreligiosos”, queriendo hacerle creer a los explotados que el problema es de religión, de disputas entre tribu, etc., para esconder que la lucha en Nigeria es una lucha de clases. Como gritaron las masas ante la represión del Estado: “¡Ahora conocemos al verdadero Boko Haram!(en alusión al grupo islámico al que el gobierno le atribuye atentados contra los cristianos) ¡Basta de represión y muerte! ¡Disolución inmediata de todas las fuerzas represivas comenzando por la policía! ¡Libertad inmediata e incondicional a todos los presos políticos! ¡Abajo la casta de jueces a cuenta de las petroleras! ¡Tribunales obreros y populares para juzgar y castigar a los asesinos de los trabajadores y los explotados de Nigeria!
Los explotados de Nigeria deben ir a buscar a los soldados, hijos de obreros y campesinos pobres. ¡Hay que partir al ejército, destruir la casta de oficiales asesina y poner en pie los comités de soldados rasos! ¡Hay que poner en pie los comités de autodefensa, para defendernos del ataque del Estado y sus perros de presa del ejército al servicio de las transnacionales! ¡Para organizar milicias obreras y populares!
Para que la clase obrera triunfe, es necesario preparar la huelga general revolucionaria para derrotar al gobierno y su estado de sitio. ¡Abajo Jonathan! ¡Por un gobierno provisional obrero y campesino, el único que puede garantizar pan, salario, trabajo y la independencia nacional!
El proletariado nigeriano con su heroico combate es parte de la revolución que se desarrolla desde hace un año en toda la región del Norte de África y Medio Oriente. En Nigeria, las masas se ponen en pie de lucha con heroicas huelgas revolucionarias en la zona de dominio directa del imperialismo yanqui. Allí, en el golfo de Guinea, están las transnacionales yanquis que saquean a los pueblos de toda África. Por eso, para garantizarle los negocios a las petroleras imperialistas en la región, han convertido a Ghana en un portaviones de Estados Unidos. ¡Fuera todas las bases militares imperialistas de África! ¡Fuera el comando militar yanqui (Africom) de Ghana! ¡Abajo el ejército masacrador de Nigeria, custodio a sueldo de los negocios y la propiedad del imperialismo!


¡Los explotados de toda África deben ponerse de pie contra el ataque de la burguesía y el gran capital!

La grandiosa revolución que comenzó en el Norte de África y Medio Oriente puso y está poniendo en cuestión los intereses del imperialismo y sus socios menores, las burguesías nativas en todo el continente. Es que sólo expropiando a las transnacionales puede resolverse el problema del pan. El imperialismo lo sabe y teme que la revolución obrera y socialista que está en curso en el Norte de África y Medio Oriente abrace a toda el África saqueada. Lo que más la aterroriza es que la marea revolucionaria se extienda por la Europa imperialista en crisis y por ello le va la vida para impedirlo. 
El proletariado de los países de África del Sur, saqueados y martirizados por el imperialismo con sus transnacionales como la Anglo American, se empieza a poner en pie de lucha, a pesar y en contra de las direcciones traidoras de todo color y pelaje. La revolución obrera y socialista que ha comenzado en el Norte de África y Medio Oriente demuestra que para tener el pan, ¡Hay que expropiar sin pago y poner bajo control obrero las petroleras imperialistas, los bancos y todas las transnacionales que saquean a Nigeria y toda África!
 
La burguesía y el imperialismo reclutaron a todos sus agentes para impedir que la revolución llegue a toda el África negra. No pueden permitir que surja una  nueva Libia en Europa y el África negra. Por eso a mediados del 2011 juntaron al Foro Social Africano en Zimbabwe y Zambia. El propio Mugabe advirtió que iba a masacrar a todo aquel que se le ocurriera hacer de Zimbabwe una nueva Libia. ¡Hay que romper el cerco que le tendieron las direcciones social-imperialistas y reformistas de todo pelaje para que vuelvan al combate los explotados de Madagascar, Mozambique, Sudáfrica y Zimbabwe! ¡Fuera los Kadhafy y los Jonathan de toda África! ¡Abajo Zuma, Mugabe, Rajoelina, el FRELIMO de Mozambique, el CNT de Libia y todos los gobiernos pro-imperialistas del continente! ¡Fuera el Foro Social Mundial de África que vino a imponer la rendición y el sometimiento de los trabajadores al imperialismo! ¡Fuera la burocracia sindical de las TUC y el PC de todos los sindicatos! ¡Por un combate unificado de los obreros y los explotados del sur de África!
Las masas insurreccionadas de toda África serán las mejores aliadas de las heroicas masas palestinas, masacradas por el imperialismo y el estado sionista fascista de Israel. ¡Abajo el oprobioso muro de Rafah y todos los campos de concentración levantados contra los palestinos en su propia tierra! ¡Abajo el acuerdo de Hamas y Al Fatah que sostiene el plan de dos estados de Obama y el sionismo! ¡Por la destrucción del estado sionista fascista de Israel! ¡Por una Palestina única, libre, laica, democrática y no racista bajo un gobierno de las masas autoorganizadas y armadas! ¡Abajo el gobierno de Al-Assad y su casta de oficiales genocida, sirvientes del imperialismo, y sus lacayos de la Liga Árabe! ¡Por una federación de repúblicas obreras y socialistas del Norte de África y Medio Oriente! ¡Abajo el AFRICOM que abastece las tropas yanquis en toda la región! ¡Abajo el gobierno del protectorado yanqui en Irak! ¡Por la derrota militar de las tropas imperialistas en Irak y Afganistán! 
La clase obrera de las potencias imperialistas para parar el ataque de los capitalistas tiene que luchar como en Libia. ¡El enemigo está en casa!
El proletariado de Europa debe volver a ponerse de pie, como ayer lo hacia la juventud que incendiaba las calles de Tottenham y como lo hicieron las masas griegas que cercaron la ciudadela de poder con certero instinto de clase. Los obreros de las potencias imperialistas que hoy enfrentan los ataques de su burguesía son los que tienen la llave para el triunfo de los explotados de las semicolonias.
Las masas de Europa y de EEUU con su heroico combate han demostrado su disposición a la lucha y su tendencia a la coordinación con las masas revolucionarias de África y Medio Oriente.
Asi lo demostraron los inmigrantes y comunidades nigerianas de Washington, New York y Londres manifestándose contra el ataque lanzado por el gobierno de Jonathan frente a las embajadas de Nigeria y a las sede del Banco Central y el FMI. Los obreros de Europa, Japón y Estados Unidos, tienen en sus manos paralizar la maquinaria de guerra de la OTAN y demás carniceros imperialistas.
Desde los piquetes de Oakland y Wall Street, hay que llamar a todos los obreros y explotados norteamericanos a destruir la maquinaria de guerra, y todas las bases militares yanquis en África y el AFRICOM. ¡Abajo Wall Street y todos los parásitos capitalistas! ¡Fuera Obama, el carnicero, asesino y comandante en jefe de los saqueadores y explotadores de los pueblos oprimidos del mundo!

La misma política que hoy quiere aplicar la podrida burocracia de la TUC y NLC para quebrar la lucha de los explotados de Nigeria, es la que aplicaron los burócratas de las centrales sindicales y los partidos socialimperialistas en toda Europa y Estados Unidos. Estos partidos llevaron a los trabajadores de las potencias imperialistas a presionar a sus gobiernos para que “rectifiquen” el ataque. Los renegados del trotskismo como el SWP inglés, que cuenta con una organización hermana en Nigeria se negaron a unificar la lucha de los trabajadores nigerianos con los trabajadores ingleses que sufren el mismo ataque. Hoy la clase obrera inglesa empieza a padecer las mismas condiciones de desempleo, hambre, falta de salud y educación que sus hermanos de clase de los países coloniales y semi coloniales de África. Esta política impidió una acción coordinada y centralizada de las masas del viejo continente y de la clase obrera del Norte de África y Medio Oriente. Contra todos estos enfermeros del capitalismo agónico, que hablan en nombre de la clase obrera, los trotskistas internacionalistas levantamos: “¡El enemigo está en casa!”¡Abajo Maastricht! ¡Fuera la V República francesa, la corona inglesa y la de los borbones y todos los gobiernos imperialistas de Europa! ¡Para que la crisis la paguen los capitalistas, por una huelga general revolucionaria europea que se extienda desde las estepas rusas hasta Portugal! ¡Hay que romper el cerco que la aristocracia y la burocracia obrera y sus partidos social imperialistas de Europa y Estados Unidos le imponen a la clase obrera da África y de Medio Oriente!

La clase obrera necesita una dirección revolucionaria internacionalista para  triunfar
¡Por la refundación de la IV internacional con su programa de 1938!

La revolución que ha comenzado en el Norte de África y Medio Oriente y pugna por extenderse al corazón de las potencias imperialistas, pone al rojo vivo la crisis de dirección revolucionaria. Es una revolución de fuerzas elementales de las masas, que se inician sin un partido revolucionario y con una sobreabundancia de direcciones contrarrevolucionarias que a cada paso intentan hacer retroceder el combate de los explotados. La clase obrera mundial necesita un estado mayor revolucionario internacional, que combata irreconciliablemente contra el poder del imperialismo, la burguesía y las direcciones traidoras de todo color y pelaje que buscan cercar la acción revolucionaria de las masas.

En los combates de Egipto, Libia, Túnez, Siria, EEUU, Europa y hoy Nigeria se pone de pie un movimiento revolucionario real, que traza un ángulo de 180° con las direcciones traidoras. Ante cada golpe del empuje revolucionario de las masas que rompen el cerco del reformismo que la somete a la burguesía país por país renace el internacionalismo.
Allí está la carne y la sangre para que surja un estado mayor revolucionario, que lleve a la clase obrera y los explotados al triunfo. De esa fibra revolucionaria nace la juventud y los obreros de las plazas, los piquetes de huelga, las tomas de fábricas y de todas las organizaciones de los explotados que se han puesto en pie. El proletariado deberá poner en pie su partido revolucionario insurreccionalista, al calor de la revolución misma.
En estos combates de las masas enfrentando todos los días a las direcciones traidoras, mostrándole a cada paso a las masas quiénes son sus aliados y quiénes sus enemigos, entrando de lleno al enorme torrente internacionalista que han abierto capas de la juventud y de la clase obrera mundial, está el camino para conquistar un nuevo reagrupamiento internacional de los explotados para refundar la IV Internacional. El partido mundial de la revolución socialista, la dirección que las masas necesitan y se merecen para triunfar.
Desde la FLTI luchamos por poner en pie un Comité Internacional por la Refundación de la IV Internacional de 1938, para devolverle al proletariado mundial la dirección revolucionaria que necesita y se merece para triunfar.

Comité Redactor

 

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