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Con la trampa electoral la burguesía se prepara para blindar su régimen de oprobio y opresión

La burguesía utilizará las próximas elecciones para fortalecer el régimen expropiador de la revolución, eliminando los elementos de colaboración de clases que se vieron obligados a imponer por las acciones revolucionarias de las masas en 2001 que descalabraron todas las instituciones patronales. Buscan garantizarle al imperialismo el régimen más autoritario, blindado y bonapartista posible contra las masas, para redoblar su ataque contra la clase obrera y conseguir una nueva ronda de inversiones en maquinaria y tecnología que permita continuar con el ciclo de crecimiento rastrero.
La burguesía ya logró relegitimar la figura presidencial; la casta de jueces vitalicia y las fuerzas armadas genocidas con su plan de “reconciliación”; y también esa cueva de bandidos del Congreso. Todo esto gracias a la burocracia de la CGT y la CTA, y también a la izquierda reformista, que sostuvieron al canalla Fidel Castro cuando vino a legitimar ante las masas a Néstor Kirchner cuando recién asumía como presidente, aplaudieron los “fallos históricos” de la justicia patronal que enviaba a cárceles vips a sólo un puñado de milicos ya gerontes, y avalaron las leyes del parlamento antiobrero que no tocaban ni uno solo de los intereses de los imperialistas y sus socios nativos.
Ahora ha llegado la hora de relegitimar el sistema de partidos patronales. Para ello está la nueva “ley electoral” que es una nueva reforma que bonapartiza aún más la archirreaccionaria Constitución de 1853/1994. Así intentan darle estabilidad al régimen infame, preparando la alternancia de los grandes partidos patronales, es decir un régimen bipartidista al estilo del viejo “Pacto de Olivos” entre el PJ y la UCR basado en la proscripción de la clase obrera y la trampa de las elecciones más fraudulentas y amañadas de las ultimas décadas.
¡Abajo la ley de “reforma política”! ¡Abajo el régimen del Pacto Social del imperialismo, los partidos patronales, el gobierno de Kirchner y la burocracia de la CGT y la CTA! ¡Abajo la archirreaccionaria Constitución de 1853/1994, de los asesinos del pueblo y entregadores de la nación al imperialismo! ¡Que se vayan todos, que no quede ni uno solo!
Hay que oponerle a este régimen infame y sus partidos patronales cipayos, la lucha por una Asamblea Constituyente libre y soberana impuesta sobre los escombros de este régimen burgués de oprobio y opresión, con un diputado cada 10.000 habitantes, para romper con el imperialismo, expropiar a las trasnacionales y las tierras de los grandes terratenientes. La izquierda reformista que siempre utilizó esta demanda oponiéndola a la autoorganización de los trabajadores y la lucha por el poder de la clase obrera, hoy cuando está planteada para desnudar el carácter antidemocrático y fraudulento del régimen y sus elecciones, esconde la demanda de Asamblea Constituyente bajo la alfombra demostrando su total adaptación a este régimen burgués infame.

 

 

 

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