volver al índice del Democracia Obrera Nº 50 volver a la declaración de Argentina Los traidores de la burocracia sindical de la CGT y la CTA garantizan, con 100.000 pistoleros pagos, el ataque de la patronal y los monopolios imperialistas Fueron los burócratas carneros quienes, durante el 2008 y el 2009 cuando la patronal atacaba con su ola de despidos, les decían a los trabajadores efectivos que acepten las suspensiones y el despido de medio millón de obreros contratados, tercerizados y en negro, bajo el verso de que “a ellos no los iban a tocar” y que “cuando pase la crisis, los compañeros volverían a ser reincorporados”. De esta manera garantizaron que continúe el ciclo rastrero de crecimiento, donde cada obrero efectivo quedó haciendo el trabajo que antes realizaban tres de sus compañeros; y los tercerizados, contratados y en negro nunca fueron reincorporados. Los ritmos de producción aumentaron infernalmente. Las fabricas y establecimientos se convirtieron en campos de mutilaciones y muertes obreras. La mayoría del movimiento obrero quedó sometido a entrar y salir de la producción y a engrosar las filas de los desocupados. Y ante cada pelea que enfrentaba esta terrible flexibilización laboral, los burócratas enviaron a sus pistoleros, pagados con los 6.000 millones de pesos que la patronal y el gobierno le entregan para el manejo de las obras sociales, a masacrar y romper cabezas a los trabajadores que salían a luchar como en Dana, Casino, Atucha, Uocra, Fate, Subte, Roca y un largo etcétera. Días atrás, la CGT comandada por Moyano y los negreros de la UIA se reunieron para acordar las próximas paritarias truchas, mientras dejan a los obreros inmigrantes y a la mayoría de los trabajadores en negro, es decir al 80% de la clase obrera, por fuera de todo convenio, para que la gran patronal y los monopolios los revienten con la superexplotación y los utilicen como chantaje contra el obrero efectivo que lucha por aumento de salarios. |