La patronal imperialista asesina de Kraft el día martes se cobró la vida de la compañera Marcela Ortega de 36 años de edad, trabajadora administrativa, empleada desde hace seis años y madre de tres hijos.
La compañera se sentía mal y fue al centro médico de la planta quienes la medicaron y la mandaron nuevamente a trabajar. La compañera falleció dos horas después en su puesto de trabajo. Esto es una demostración de las condiciones infernales que la patronal imperialista impuso luego de la derrota propinada a los obreros el año pasado, con más de 50 activistas despedidos, con la planta transformada en una cárcel, con cámaras de vigilancia en todas partes, doble portón de seguridad con alambres de púa, terror de los líderes en la línea de producción (capataces), mayor vigilancia y la amenaza de que los delegados Hermosilla y los ex delegados Bogado, Penayo, etc., procesados, embargados, en peligro latente de ser encarcelados.
Así tratan los monopolios imperialistas a los obreros, a los explotados y a los pueblos oprimidos del mundo. ¡PATRONES ASESINOS!
Los obreros de Kraft en respuesta a este verdadero asesinato pararon 48 horas la planta y rechazaron la conciliación obligatoria. Toda la clase obrera debe impedir que les impongan semejante martirio patronal a los obreros de kraft. ¡Por un Comité Obrero de Seguridad e Higiene laboral que garantice la integridad física de todos los trabajadores!¡No hay nada que investigar, cárcel a la gerencia de Kraft y sus médicos asesinos!¡Desprocesamiento inmediato de Hermosilla, Penayo, Bogado y todos los delegados y activistas procesados! ¡Reincorporación inmediata de todos los compañeros despedidos!