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Cromañon

¡Ibarra sobreseído y los familiares perseguidos por la justicia! El asesinato de los pibes sigue impune

La jueza María Angélica Crotto encargada del juicio por la masacre de Cromañon sobreseyó a Anibal Ibarra, dejándolo así libre de toda culpa y cargo, sin siquiera citarlo a declarar con el argumento de que Ibarra “..No debía encargarse de forma personal del control...” de los locales bailables, y “...desconocía la actitud dolosa de sus funcionarios”.
A un año y ocho meses de la masacre, a esta justicia para ricos no le tiembla el pulso para sobreseer al principal responsable por la muerte de 194 pibes y, a la vez, largar una cacería contra los familiares de las víctimas mientras continúa la persecución a Callejeros. Con un cinismo sin límites, la misma jueza, denunció a Nora Ortiz Bonomini, madre de una víctima de Cromañon, por coacción, delito que conlleva penas de entre 2 a 4 años de prisión, por haberle advertido en su despacho, según la jueza, que “...Los chicos de Cromañon están en el cielo para juzgarte, y se van a encontrar pronto...”. Mientras, desde la cárcel, Chabán larga una campaña para conseguir declaraciones de los que estuvieron esa noche que puedan aportar datos de quiénes fueron los que tiraron las bengalas, ofreciendo una recompensa de $20.000.
Ahora es la izquierda reformista como el PTS, el MST, el PO, etc, la que tiene que dar explicaciones de porqué levantó “Comisión Investigadora Independiente” cuando no había nada que investigar, cuando la sentencia estaba en las calles: “ni la bengala, ni el rock and roll, a nuestros pibes los mató la corrupción”; porqué festejó el juicio político y dijo que la destitución de Ibarra era un paso adelante en el camino de castigar a todos los culpables, mientras se negó sistemáticamente a poner en pie un Comité de Lucha junto a todas las organizaciones obreras que se solidarizaron desde un primer momento con los familiares de las víctimas, y porqué, al igual que la burocracia podrida de la CGT y la CTA, se negó a imponer un paro nacional de luto y a preparar un plan de lucha para que caiga Ibarra y todos los culpables y sea juzgado por tribunales obreros y populares formados por los trabajadores y los familiares de los pibes asesinados. Son ellos los que tienen que explicar qué “paso adelante” es que Ibarra esté sobreseído y los familiares perseguidos.
Con esta política reformista de llevar a los familiares y sobrevivientes, que con todo el derecho del mundo buscaban justicia como pudieran, a confiar en que serían las instituciones de éste régimen infame las que la llevaran a cabo castigando a Ibarra, es decir, a confiar en el enemigo, lo único que lograron fue debilitar su lucha sacando de las calles el “que se vayan todos” que volvía a tronar en las marchas por justicia, para subordinarla a los estrechos marcos de los tribunales y la Legislatura burguesa, y darle aire al gobierno y su régimen infame para que hoy imponga su plan: todos los asesinos libres y las víctimas amenazadas.
¡No habrá justicia para nuestros pibes mientras sus asesinos queden en manos de éste régimen represor y sus instituciones!
Porque una vez más queda demostrado que está al servicio de los asesinos de la clase obrera y su juventud, para que como los milicos genocidas, Alfonsín, Menem, Duhalde y Kirchner, queden todos libres, mientras garantiza y ampara que se persiga, se encarcele, se reprima y se asesine a la juventud explotada: ¡todavía queda un preso por la quema del tren en Haedo, ahí están los cientos de pibes muertos en las comisarías, torturados, víctimas del gatillo fácil, ahí están los miles de jóvenes que se pudren en los reformatorios día a día, ahí están nuestros 194 pibes sin justicia!
Desde Democracia Obrera seguimos afirmando que la única manera de castigar a todos los responsables es por el camino de poner en pie, junto a las organizaciones obreras combativas que demostraron desde el primer momento estar del lado de la víctimas, verdaderos Tribunales Obreros y Populares que juzguen y castiguen a Ibarra, Chabán y a todos su cómplices, en donde sean ellos lo que tengan que demostrar que no son culpables.