Pero hay que decir la verdad: estamos ante una traición y escandalosa entregada, pues los docentes teniendo todo para ganar quedaron muy lejos de obtener sus reclamos como fue el 61% de aumento salarial al básico, la demanda de “un cargo, un salario digno”, mejoras en los edificios, mayor presupuesto y todo un conjunto de exigencias en defensa de la educación pública.

La lucha de los docentes de Buenos Aires fue un verdadero “Maestrazo”, una sublevación de la mujer trabajadora (muchas madres solteras y sostén de familia), el sector más explotado de los trabajadores. Este combate, que se combinó con la salida a la lucha de docentes de otras 15 provincias y decenas de conflictos en fábricas, puso al orden del día la conquista del Paro General por aumento de salario para todo el movimiento obrero, contra las paritarias truchas y por la libertad de los obreros petroleros condenados y encarcelados.

La burocracia de las tres CGT y las dos CTA carnerearon la lucha

De esta forma, la base forjaba sus propias condiciones para la victoria. Pero tanto la burocracia de la CTERA, como la de la CGT de Caló, la CGT de Moyano, la CGT Azul y Blanca de Barrionuevo, la CTA de Yaski y la CTA de Micheli (cuyo paro de 24 horas fue un saludo a la bandera), se negaron a llamar a una lucha unificada, bajo un mismo pliego de reclamos, y a la Huelga General. A pesar de toda su división, la burocracia sindical permaneció unida a la hora de salvar las ganancias de las pandillas capitalistas.
Esto le impuso un terrible aislamiento a los docentes, que continuaban peleando, pero separados provincia por provincia, debilitados y aislados de todo el movimiento obrero.

Pero la traición generalizada de la burocracia contra la lucha docente no era garantía completa para que Baradel levantara la lucha a cambio de una desastrosa negociación. Lo que le permitió tener las manos libres a este burócrata para ejecutar su faena, fue la política impotente promulgada por el FIT y la izquierda desde la oposición agrupada en la Multicolor-Lila. ¿Impotente? Sí, porque al postrar a la base docente ante los cuerpos orgánicos y estatutos de este sindicato totalmente estatizado, y al no luchar por poner en pie un organismo independiente que expresase la autodeterminación y democracia directa de los trabajadores, les impidió a éstos la posibilidad de tumbar a la burocracia y poner a su frente la dirección que la lucha necesitaba para triunfar.

La base docente para apuntalar sus reclamos, realizaba asambleas por escuela, reuniones zonales, plenarios de delegados, autoconvocatorias, asambleas generales, marchas enormes, “marchas de Antorchas” y actos multitudinarios. Así los docentes ponían todo de sí para ganar. El problema no estuvo en su enorme abnegación y despliegue de energía en la lucha, sino en que esta no tuvo a su frente una dirección revolucionaria, que como primera medida, al comienzo de la lucha, dijera con absoluta claridad que con Baradel y toda la burocracia al frente de las negociaciones no podemos ni soñar en conseguir lo que estamos ansiando.

La base docente con sus acciones se mantuvo siempre enfrentada a la burocracia de Baradel y Maldonado (CTERA), quienes aparecían “a la cabeza del conflicto” para ahogarlo y llevarlo a la derrota. Es mentira que Baradel “dirigía la lucha” como ahora dicen los analistas del FIT y demás corrientes democratizantes. Baradel, como toda la burocracia, totalmente desprestigiada y odiada por la base, estaba colgado de un pincel; y en un lugar donde su cabeza podía rodar en cuestiones de segundo. Baradel no “dirigía” ninguna lucha, porque la misma se había iniciado contra él y su jefa Cristina Kirchner.

Una lucha política que enfrentaba al gobierno que comanda el ataque contra los trabajadores y el pueblo pobre, a cuenta de Obama y los piratas de Wall Street

Desde el inicio la lucha de los docentes tuvo un carácter político, no por deseo de los trabajadores, sino por la deducción lógica de que para conquistar la serie de reclamos en ciernes había que enfrentar al gobierno y derrotar sus planes esclavistas y de entrega de la nación. El dinero para satisfacer todos los reclamos de los trabajadores estaba –y sigue estando- en lo que se paga a los banqueros imperialistas por la fraudulenta deuda externa, en los u$s 12.000 millones que se llevará la Repsol por la indemnización de la “nacionalización” de YPF, en los miles de millones de dólares que se llevan los bancos y los grandes monopolios hacia sus países de origen.
Por eso mismo, para triunfar, como primer paso inmediato, había que derrotar a la burocracia de Baradel y Maldonado, es decir, a los perros guardianes que custodian el “cofre del estado”, manejado por el gobierno para garantizar su plan económico al servicio de los banqueros, las petroleras, las trasnacionales imperialistas, la patronal esclavista y los parásitos de Wall Street.

Volvemos a insistir, en esta lucha política, los docentes no tuvieron la dirección que se merecían para sacarse de encima al traidor de Baradel y a toda la burocracia del Suteba y la CTERA. La Multicolor-Lila no les marcó un camino seguro a los trabajadores por el cual transitar para derrotar a la burocracia. Nunca planteó: ¡Para que la lucha pase a manos segura, Comité de Lucha YA con delegados votados en asamblea de base! ¡Abajo las negociaciones  secretas! ¡Negociación pública y bajo el control de delegados paritarios y una comisión de veedores rotativa votados por asambleas de base! ¡Abajo todas las paritarias truchas! ¡Queremos un básico de $10.000 para todos los docentes y aumento salarial del 61% ya!

No se puso en pie un organismo independiente basado en la democracia obrera y la negociación quedó en manos de Baradel y sus secuaces. Y nada bueno podía venir de una transacción entre burócratas kirchneristas y funcionarios… kirchneristas. Desgraciadamente, la izquierda democratizante, no levantó un programa a la altura de las circunstancias que reflejara el sentimiento real de los docentes en lucha y terminó por salvar a la burocracia.

Ahora el FIT quiere redimir este problema diciendo que “en las próximas elecciones, como ya hay más docentes que comprobaron lo macabro que es Baradel, podemos fortalecer a la oposición y aproximarnos a ganar el sindicato”. ¡Están llamando a los trabajadores a postergar sus justas aspiraciones, de una mejor calidad de vida, hasta que –vaya uno a saber por cuantos años- la izquierda gane el sindicato en una contienda electoral contra la burocracia! Pero esto es reivindicar la “democracia delegativa” (donde los burócratas tienen todo un mandato que cumplir para luego ser cambiados) y oponerse a la democracia directa de los trabajadores en lucha (donde los dirigentes son revocables por las asambleas de base sino cumple con eficacia las resoluciones que se les han encomendado). Justamente peleando por la democracia obrera es la forma en recuperar el Suteba, la CTERA y todos los sindicatos para la lucha de los trabajadores. Los trotskistas peleamos en forma inclaudicable por fortalecer los sindicatos al luchar por que los mismos se transformen en órganos de lucha política de masas; por el contrario todos los que se subordinan a la burocracia, no hacen otra cosa que permitir que los mismos sean Ministerios sin cartera al servicio de la patronal y el imperialismo.

“¡Si ganan los docentes, ganamos todos!”
Hizo falta un Comité de Lucha para hacer realidad este grito de la vanguardia combativa

La lucha docente, fue la avanzada de una primera respuesta de los trabajadores al feroz ataque que comanda el gobierno de Cristina Kirchner. Fue la vanguardia de millones de trabajadores que ya no aguantan más seguir viviendo bajo condiciones de padecimientos inauditos; donde el costo de vida, la devaluación permanente de la moneda, la inflación y los tarifazos pulverizan los salarios y el poder adquisitivo de las grandes masas.

Por eso el reclamo del docente, con su 61% de aumento salarial como estandarte, era una demanda sentida por todo el movimiento obrero, y planteaba la necesidad inmediata de la Huelga General para garantizar su conquista. La burocracia sindical -de todo color y pelaje- jamás llamaría –como quedó demostrado- a la huelga general porque sabe que así puede despertar demonios incontrolables, donde todos los sectores de nuestras clase arrastrados por sus inmediatas necesidades entran al combate.
La subordinación que tiene el FIT para con la burocracia sindical, impidió que esta posibilidad se concrete poniendo en pie organismos que coordinen y centralicen a los distintos sectores en lucha que ganaban las calles y paralizaban las fábricas en este primer trimestre del año. Conquistando la independencia política e imponiendo la ruptura de las organizaciones obreras con el control que el estado patronal impone a través de la burocracia y los sindicatos estatizados y su Ley de Asociaciones Profesionales y laudos del Ministerio de Trabajo: los trabajadores podrían verse cara a cara con el gobierno anti obrero y los parásitos capitalistas.

La lucha docente tuvo al alcance de la mano hacer realidad esto, pues durante los 17 días del paro docente (con más de quince provincias en lucha) estuvo planteado constituir un Comité de Lucha, con delegados de base elegidos en asamblea, y que sea esta la institución –ala cual las directivas de los sindicatos se sometan- que defina el destino de la lucha, de la negociación, del levantamiento o no del paro… y NO LA BUROCRACIA QUE NO REPRESENTA A NADIE. La base en lucha es la que debía mandar. Los 40.000 que coparan las calles de La Plata debían definir el destino de su pelea… y no Baradel y un puñado de parásitos que hace años que no van a laburar.

Esta fue una de las peleas que dimos los trotskistas de Democracia Obrera a lo largo de este conflicto; pero la dirección del FIT y demás corrientes de izquierda no tuvieron la valentía de dar este paso adelante y de romper abiertamente con los cuerpos orgánicos de la burocracia sindical para derrotarla en la lucha. Porque incluso de haberse conseguido el 61% de aumento salarial que pedían los docentes; sin tirar a la burocracia, esta conquista se perdería más temprano que tarde.

“¡A los docentes aumento YA, a los petroleros la libertad!”
“¡Pagaste millones para la Repsol y ni un solo peso para Educación!”

A medida que se desarrollaba el paro docente, con decenas de provincias en lucha, los trabajadores de la educación recibían el apoyo de todos los trabajadores. En ese apoyo los maestros encontraban la fuerza que les permitió enfrentar y rechazar la campaña de apriete generalizado y la persecución que lanzó la gorila Cristina, los tribunales patronales y el Ministerio de Trabajo (conciliación obligatoria, aumento por decreto, fallos judiciales ilegalizando la huelga, descuento de los días de paros y la amenaza de los punteros peronistas).
Lejos de acobardarse, los docentes clamaban: “¡A los docentes aumento YA, a los petroleros la libertad!”.Así unían su reclamo al de los obreros de Las Heras (Santa Cruz) condenados a cárcel y cadena perpetua por la Kirchner, las petroleras y su tribunal videlista.
La lucha por el salario tendía a cada paso a elevarse a lucha política contra el gobierno y los piratas imperialistas. Otro grito certero de los docentes en lucha: “¡Pagaste millones para la Repsol y ni un solo peso para Educación!”. Los enemigos a vencer eran identificados con claridad.

Las más de 15 provincias en plan de lucha docente como Misiones (donde hubo represión), Neuquén, Salta, Mendoza, etc, junto a decenas de conflictos duros por fábrica enfrentando suspensiones, despidos, terribles condiciones de trabajo y salarios, hicieron madurar las condiciones para la Huelga General. Pero para conquistarla, había que derrotar durante la lucha misma a la burocracia sindical, quienes, tanto los “oficialistas”como los “opositores” al gobierno, les defienden los bolsillos al conjunto de la burguesía.
Se ha perdido una gran oportunidad.

La Multicolor-Lila del FIT y la izquierda dejaron la lucha y la negociación de las paritarias
en manos del carnero Baradel y ahora “descubren” que la burocracia es “antidemocrática”

La izquierda en la dirección de la Multicolor, dirigiendo las 9 principales secciónales de Suteba opositoras a Baradel, Aten Neuquén, SUTEF Tierra del Fuego, UNTER Río Negro, ADOSAC Santa Cruz, entre tantos otros (encabezados por agrupaciones sindicales dirigidas por las corrientes del FIT –PO, PTS,IS- y sus aliados del PCR-CCC, MST, PSTU, OS y otros grupos): es una poderosa fuerza. Muchos de los docentes combativos seguramente han sido parte de ese 1.200.000 votos obtenidos por el “Frente de Izquierda” en las pasadas elecciones legislativas de 2013.

En la provincia de Buenos Aires esta fuerza se vio en variadas ocasiones. A fines de diciembre de 2013 se reunió en La Matanza el Primer Encuentro Provincial de delegados llamados por la Multicolor-Lila. Luego se reunió por segunda vez el 24 de febrero en Quilmes, con cerca de 600 delegados, y el 18 de Marzo se realizó un plenario de 800 delegados de base en Tigre. Pero dichos encuentros, al no plantear una alternativa de dirección a la burocracia, quedaban reducidos a meros “encuentros deliberativos” de tendencias opositoras a Baradel. EN LOS 40.000 QUE MARCHARON POR LAS CALLES DE LA PLATA, y en los miles que aparecían ante cada convocatoria o movilización quedó claro que la mayoría de los docentes en lucha no estaban bajo la disciplina de la burocracia de Baradel, y que la Celeste era minoría en todas estas acciones.

También la mayoría de los duros conflictos por fábricas cuentan con Comisiones Internas y delegados del FIT. Pero la dirección se negó a coordinar a todos los sectores en lucha, más allá de cual sea su oficio o profesión, para pelear como un solo puño junto a los docentes; y abrir el camino a la Huelga General para que sean arrastrados al combate los 13 millones de asalariados que hay en el país.

Al no hacerse esto, el 28 de marzo la burocracia celeste del Suteba de Baradel levantó el paro y firmó el acuerdo de la traición. Contra ellos las asambleas de las 9 secciónales que dirige la Multicolor-Lila votaron el rechazo. Mientras en la inmensa mayoría de los 120 distritos dirigidos por la Celeste, las asambleas sólo fueron –como de costumbre- con afiliados y en algunos otros ni siquiera se realizaron.
La inmensa mayoría de los docentes en huelga no tuvieron democracia para decidir. Nadie se las dio. Y los Secretarios Generales de la Celeste sin mediar ningún obstáculo se reunieron a rubricar la entrega el sábado 29 de marzo en el local central del Suteba.
Y como si esto fuera poco, los dirigentes opositores, desgraciadamente se sometieron al plenario de secretarios generales de Suteba que “dirige” Baradel donde ya se sabía de antemano que se perdía la votación 120 contra 9, ya que así lo establece el estatuto del sindicato, donde cada seccional –más allá de la cantidad de afiliados que tenga- vale un voto.

Frente a toda esta nueva entregada de Baradel y la actual tragedia que deben soportar los trabajadores, el PO dice a través de sus dirigentes del gremio docente -para desligarse de sus responsabilidades en esta trama y justificar su coexistencia pacífica con la burocracia- que no estaba planteado derrotar a Baradel y que una dirección debe ser “seria” y saber  “cuando avanzar y cuando retroceder” para “no ser aventureros”... Sin embargo la única “aventura” fue dejar que dirija Baradel y traicione el combate que tanto sacrificio le costó a decenas de miles de trabajadores. Y ahora, una vez permitido que Baradel entregue todo, dicen que hay que “cambiar el estatuto sindical”, cuando no lo quisieron hacer en el momento que más se podía: DURANTE LA LUCHA.

Por otro lado, en su balance de la huelga la dirección del PTS afirma que “había fuerza para más, pero Baradel levantó el paro de forma antidemocrática”. Miles de docentes al leer esta frase, encogen sus hombros y preguntan: ¿Qué esperaban? ¿Qué sea democrático en sus decisiones y negociaciones? Esta frase confiesa la subordinación del FIT a la conducción de Baradel.

La combativa base docente de la Multicolor-Lila está a tiempo de sacar estas conclusiones y romper con la política de la dirección del FIT para que surja un verdadero reagrupamiento combativo de la vanguardia que con estas conclusiones evite que se imponga la desmoralización y la impotencia, preparando los nuevos combates que ya están acá.

La lucha docente demuestra una vez más que el FIT siempre está a los pies de los sindicatos estatizados y los cuerpos orgánicos de la burocracia sindical: dos programas y dos estrategias en el movimiento obrero

El cáncer del movimiento obrero son sus direcciones corruptas. Estas se recrean a cada paso porque los sindicatos se encuentran completamente estatizados; es decir, reglamentados por leyes dictadas por los jueces y políticos de los patrones para poder mantener a raya a los trabajadores y de esta manera garantizar el saqueo imperialista de la nación.

Por eso, no puede ser que el FIT y sus listas sindicales le repitan a los trabajadores que se puede “derrotar a la burocracia sindical” vía elecciones. Los sindicatos tienen estatutos dictados por los ministros y políticos de los patrones a la medida que siempre queden atornillados los burócratas millonarios entregadores de la lucha obrera. ¡Es más fácil y probable que Altamira gane una elección presidencial, a que un dirigente sindical del FIT gane una elección a Secretario General de un Sindicato Nacional! Hay que terminar con este engaño a la clase obrera.

Digamos la verdad, las secciónales y cuerpos de delegados que la izquierda ganó vía elecciones, fueron en realidad conquistas de los trabajadores obtenidas como subproducto de durísimas luchas, huelgas y enfrentamientos -hasta físicos- contra la burocracia sindical.
Sin embargo el límite de estas conquistas siempre estuvo determinado por la política de la izquierda que dirigiendo las principales fábricas o establecimientos de tal o cual sector o industria, siempre sometieron las organizaciones de lucha a los cuerpos orgánicos de la burocracia sindical. Siempre se negaron a tener una política para derrotar a la burocracia sindical en las calles, cuando esta quedaba en minoría aferrada a los estatutos y al Ministerio de Trabajo.
Tal es el caso de la Alimentación donde el PTS dirige las principales plantas y Daer es Conducción; o en la Carne en su momento donde la Lista Roja avaló el fraude electoral de la burocracia de Molina; en Gráficos donde la Naranja y la Bordó dirigen las principales plantas; o el trágico resultado actual de la huelga docente. La izquierda del FIT siempre se niega a coordinar a los que luchan y que se imponga la democracia obrera. Por ello la izquierda no lucha por la verdadera independencia de los trabajadores del estado patronal y por ello jamás podrá dirigir eficazmente la lucha por derrotar a la burocracia sindical.

Esta es la otra cara de la misma moneda de la política del FIT que le dice al movimiento obrero que con leyes en el Parlamento y sus Diputados se puede imponer salario, libertad a los presos políticos, detener tarifazos, que la crisis la paguen los capitalistas y un extensísimo etcétera. Bajo esta política se lleva a lo mejor de la vanguardia a la absoluta impotencia y frustración.

Esto se demostró en el “Encuentro Sindical Combativo” realizado en Atlanta el 15 de marzo al que llamó un sector del FIT con el “Perro” Santillán, y al que se negaron a llenar de delegados de base de todo el movimiento obrero para coordinar a los que luchan. Este “Encuentro Sindical Combativo” (convocado por IS y el PTS al que no asistió el PO que está con Michelli en la CTA) terminó por no resolver ninguna medida de lucha concreta y se limitó a proclamar “solidaridad con la huelga docente”. Se negó siquiera a poner en pie un Comité de Lucha con los representantes de las fábricas en conflicto como Valeo, Liliana y Kraft, junto a los docentes y los compañeros de Las Heras que tenían delegados presentes. Desde la mesa alertaron que no había “consenso” con la moción presentada por Democracia Obrera de llamar a un “Congreso Obrero Nacional con delegados con mandato de base de trabajadores efectivos, contratados, tercerizados, en negro, inmigrantes y desocupados”. El “Encuentro” terminó y todo siguió igual, cada uno peleando aislado y solo frente al ataque concentrado del enemigo. La tragedia de esta política divisionista ya la están pagando los docentes y el conjunto de los explotados.

Hoy miles de maestros se preguntan cómo sigue la lucha: ¡Con estas direcciones no se puede ganar! ¡Hay que reagrupar ya mismo a la vanguardia! ¡Que la Multicolor-Lila rompa su subordinación a la burocracia del Suteba-CTERA-CTA!
√¡Asambleas de base en todas las escuelas para elegir delegados y organizar la lucha contra el acuerdo firmado por Baradel!
√¡Por un Comité de Lucha Nacional para que los docentes de las provincias no queden aislados!

A pesar de la traición abierta de Baradel, en la base de los maestros prima el odio y miles se preguntan ¿cómo seguimos? La izquierda responde que “rechaza el acuerdo” pero igualmente se queda sometida al calendario de “la paritaria abierta” que propone Baradel.
Sin embargo la base aguerrida no se da por vencida y busca un camino de lucha. Es el momento de sacar las conclusiones políticas para reagrupar a lo mejor de la vanguardia.
Ha quedado claro que luego de la condena a los petroleros de Las Heras, redoblaron un brutal ataque con devaluación, inflación, tarifazos y carestía de la vida contra los trabajadores. Ahora levantan la huelga y al mismo tiempo los gorilas Crisitna y Scioli lanzan juntos un nuevo tarifazo en el gas, el agua, el aumento de la nafta, mientras preparan el de la electricidad y le garantizan el millonario subsidio a las petroleras, mineras y la patronal esclavista. Si el ataque no lo frena la clase obrera no van a parar hasta imponernos la más brutal esclavitud. ¡O la Repsol o los trabajadores!

Desde Democracia Obrera esta es la pelea que dimos y estamos dando. Lo hicimos con decenas de mociones propuestas en las asambleas de La Matanza, en los encuentros y plenarios de delegados provinciales, en las reuniones docentes zonales, en los actos, en las marchas, en las radios abiertas, donde tomamos la palabra, apoyados en votaciones de asambleas de escuela y zonales.

Una y otra vez la Multicolor-Lila remachó en todas las oportunidades que la institución para derrotar a Baradel era el “Plenario Provincial de Delegados” y que ya se había reunido para constituirse en alternativa a la Celeste. Esto fue una falacia. Nunca llamaron a realizar asambleas de escuela en toda la provincia para que se elijan delegados y representantes de base, que pongan en pie un Comité de Lucha para desconocer toda negociación encabezada por Baradel. Se negaron a contraponer paritarios elegidos democráticamente desde las escuelas para que conformen una comisión negociadora de los docentes en lucha y que la misma sea “pública”.
Nunca presentaron una moción que le pelee la dirección de la huelga a los carneros. Desde la oposición nunca pasaron de la exigencia para que sean los carneros los que respeten la “democracia de las bases y las resoluciones de las asambleas”. Pero una y otra vez se les recordó que el que se sentaba a negociar era Baradel y sus secuaces.

Ahora, para enfrentar la entrega de la burocracia kirchnerista, no hay que dejar un minuto más aislados a los docentes en las 8 provincias que continúan la lucha. En Salta la base docente votó paro por tiempo indeterminada, y en Orán sufrieron una dura represión. ¡Ellos no pueden quedar aislados!
Para evitar la desmoralización en las filas docentes, hay que organizar el rechazo a la entrega del salario y desconocer todos los acuerdos firmados por la burocracia a espaldas de los trabajadores. Hoy es más necesario que nunca conquistar un Comité de Lucha Nacional YA. Esta tarea está al alcance de la mano a condición de que en todo el país en los sindicatos y seccionales en manos de la oposición se vote ya en las asambleas la puesta en pie de este Comité de Lucha Nacional. Para eso la Multicolor-Lila debe romper con su política de su subordinación a la burocracia del Suteba-CTERA-CTA y retomar el camino de la lucha.
¡Las asambleas por escuela no deben disolverse! ¡Hay que poner en pie cuerpos de delegados por escuela, zona y región votados por la base en base de todos los que luchan, afiliados y no afiliados! ¡Abajo los estatutos de la burocracia sindical! ¡Fuera las manos del estado y la patronal de nuestras organizaciones! ¡Los docentes nos organizamos como queremos! 

La huelga y lucha de los maestros, como ya dijimos, era de todo el movimiento obrero, la traición de la burocracia sindical kirchnerista de Baradel, también es a todo el movimiento obrero. El gobierno y la patronal esclavista concentraron sus fuerzas en quebrar la huelga porque sabían que ahí se definía el salario de todos los trabajadores  y la imposición de las paritarias truchas de la burocracia sindical. Tan es así que los sindicatos oficialistas, encabezados por la UOM de Caló comenzaron a cerrar las paritarias entregando nuevamente el salario obrero y las condiciones de trabajo, que incluso dejan por fuera a la mayoría del movimiento obrero que no está sindicalizado ni bajo convenio.
La burocracia hoy puede volver a fortalecerse porque lamentablemente el FIT y la izquierda se niegan a derrotarla en la lucha. Y esto luego de que ya quedó demostrado en las últimas elecciones legislativas que a la burocracia no la vota nadie, porque no la quiere nadie.
La base obrera aún no se ha rendido. Los maestros demostraron que sobran fuerzas para luchar. Basta de que la vanguardia siga peleando dividida.
Hace falta convocar a un Congreso Nacional de trabajadores ocupados y desocupados, para preparar y organizar el Plan de Lucha y la Huelga General. ¡Paritaria única nacional! ¡Desconocimiento de los acuerdos firmados por la burocracia sindical! ¡61% de aumento para todos! ¡Trabajo para todos y bajo convenio! ¡Fuera las transnacionales! ¡Libertad a los compañeros de Las Heras y desprocesamiento de los 7000 luchadores!