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Un llamamiento urgente a la clase obrera norteamericana
Los triunfos contrarrevolucionarios conquistados por el imperialismo yanqui que, junto con Gran Bretaña y comprándose a la burocracia stalinista, lideraron la imposición de la restauración capitalista; la transformación del Kosovo, Polonia, República Checa, los Países Bálticos y Ucrania en protectorados y republiquetas pro-yanquis; la relocalización de las transnacionales yanquis en China, junto con la guerra y la ocupación de Irak y Afganistán, y ahora el estallido de la crisis de economía mundial capitalista imperialista, han significado también para la clase obrera norteamericana un feroz ataque por parte de su propia burguesía que la ha llevado a la peor situación desde la década del ’30.
Hoy, mientras cientos de miles de trabajadores ven sus casas expropiadas por los banqueros parásitos, son echados de sus trabajos, pierden sus jubilaciones y sus seguros de salud, el régimen de los Republicratas, ya en el tramo final de recomposición de un estado mayor legitimado en las elecciones del 4 de noviembre, prepara nuevas y más feroces ofensivas contra las masas y los pueblos oprimidos del mundo.
En primer lugar, el imperialismo yanqui se prepara para consumar la restauración capitalista en Cuba, de la mano de la burocracia castrista que, mientras avanza a pasos agigantados en preparar las condiciones para la restauración y para transformarse en burguesía, espera poder pactar con Obama el levantamiento del bloqueo que permita el acceso masivo a la isla del capital financiero yanqui.
Pero sobre todo, el imperialismo yanqui se prepara para terminar de partir Irak, redoblar su ofensiva en Afganistán y ponerse en carrera para transformar a Rusia y China en sus semicolonias directas.
Por ello, los trotskistas internacionalistas de la FLT hacemos un llamamiento de emergencia a la clase obrera norteamericana, que poco tiempo atrás se pusiera de pie en lucha contra la guerra de Irak, por los derechos de los trabajadores inmigrantes y por sus justas demandas, a volver por ese camino, a romper toda subordinación al Partido Demócrata de los carniceros imperialistas como Roosevelt, Kennedy, Clinton y Obama; y al Partido Republicano de los carniceros Bush, Reagan, Nixon, etc.
Hacemos entonces un llamamiento de emergencia al proletariado norteamericano, a que se ponga de pie para paralizar con piquetes, comités antiguerra, boicot y huelgas, la maquinaria de guerra imperialista que masacra en Irak y Afganistán. Lo llamamos a levantar como bandera propia la lucha por la restauración de la dictadura del proletariado bajo formas revolucionarias en China, Rusia y demás ex estados obreros; combate inseparable de la lucha por una verdadera defensa de Cuba, es decir; de enfrentar la política de colaboración de clases del castrismo en toda América y luchar por la revolución política de los consejos de obreros, campesinos y soldados rojos que derrote a la burocracia castrista restauracionista y ponga verdaderamente al estado obrero cubano al servicio de la revolución socialista americana y mundial. |