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El “Grupo de Shangai”
Una nueva OPEP de la burguesía Gran Rusa, las burguesías de las ex repúblicas soviéticas de Asia Central y los nuevos “mandarines” chinos, para proveer de gas y petróleo a Alemania, Francia, a China y a Japón
La enorme crisis política que atraviesan los Estados Unidos, la potencia dominante, y las feroces disputas interimperialistas por las zonas de influencia, abrieron brechas por donde se cuelan las burguesías nativas para hacer negocios con todas las potencias imperialistas y regatear por una mayor tajada de los mismos. Así lo vimos ya en América Latina con las “boliburguesías”, y en Medio Oriente.
En las repúblicas del Asia central de la ex URSS, la crisis política del imperialismo yanqui impulsó un rápido cambio de bando de todos los gobiernos y regímenes despóticos de los “señores de la guerra” de esas republiquetas: así, muchos de ellos retiraron el permiso que habían dado a los yanquis para instalar sus bases, y se aliaron abiertamente con Rusia. De esta manera, Putin y Medvedev controlando Gazprom, junto con China y con Irán como observador, han reflotado el llamado “Grupo de Shangai” junto con los gobiernos bonapartistas y dictatoriales de las ex repúblicas musulmanas de la URSS como son Kazajstán, Uzbekistán, Tadjikistán y Kirguiztán.
Podríamos decir que estamos ante una especie de nueva “OPEP” pero esta vez de las burguesías de Rusia y las ex repúblicas soviéticas de Asia Central que concentran enormes reservas de gas y petróleo, para ser los grandes proveedores de crudo y gas a China y a las potencias imperialistas europeas, Alemania y Francia en particular, y a Japón.
La burguesía gran rusa ha firmado un pacto en el grupo de Shangai con China que ha quedado totalmente dependiente de Japón luego de que enormes masas de capitales yanquis y alemanes se retiraran a Egipto, Vietnam y Pakistán, después de saquear durante tres décadas la mano de obra esclava y a la nación china que queda con 900.000 millones de dólares en Bonos del tesoro yanqui devaluados.
El surgimiento del “Grupo de Shangai” de Rusia, China, las ex repúblicas musulmanas de la URSS y con Irán como asociado, jugaría una especie de rol de “Grupo de Países No Alineados” como el que existía durante el período de Yalta. En este caso, la clave está en el agrupamiento de las burguesías nativas de Rusia, las ex repúblicas soviéticas de Asia Central, socias menores de los negocios por cuenta de distintas potencias imperialistas, en este caso, por cuenta de Francia y Alemania –que tienen tropas involucradas en la ocupación de Afganistán- y por el imperialismo japonés -socio de los yanquis en la ocupación de Irak- mientras por supuesto, se disponen a hacer negocios con todos.
Por ello, por echar a las tropas rusas de Georgia, Osetia del Norte y el Sur, Abjasia, Chechenia y Daguestán; por expulsar a los imperialistas angloyanquis del Cáucaso y expropiar a sus monopolios petroleros; por expropiar al imperialismo alemán y francés en Rusia; es decir, la lucha por nuevas revoluciones de Octubre y por la restauración de la dictadura del proletariado en el Este de Europa, las naciones de la ex URSS, Rusia y China, está íntimamente ligado al combate antiimperialista de las masas y a la lucha por la revolución obrera y socialista en Medio Oriente.
Los trotskistas internacionalistas luchamos entonces por la unidad de la clase obrera y los explotados de Medio Oriente, Asia Central, Irán, Rusia y China en un combate común: ¡Abajo el “Grupo de Shangai” de las burguesías nacionales explotadoras y masacradoras de sus propios pueblos, socias de los carniceros imperialistas franceses, alemanes y japoneses!
¡Por la derrota militar de todas las tropas imperialistas en Irak y Afganistán! ¡Por el triunfo de la heroica resistencia de las masas iraquíes y afganas!
¡Por la destrucción del Estado sionista de Israel! ¡Por una Palestina laica, democrática y no racista, que sólo puede ser garantizada por una gobierno obrero y campesino de las masas palestinas autoorganizadas y armadas!
¡Por el levantamiento de la clase obrera de Egipto, del Líbano, de Pakistán, de Irán, contra las burguesías nativas socias menores del imperialismo! ¡Por una Federación de Repúblicas Socialistas Obrero-campesinas de Medio Oriente! |