volver al índice del Organizador Obrero Internacional Nº 15 Parte III
CHILE
Los heroicos estudiantes chilenos siguen en pie de guerra luchando por la educación pública, en defensa del salario obrero, a pesar y en contra de todas las direcciones reformistas que intentaron mil y una veces echar agua al fuego revolucionario de los jóvenes sublevados contra el gobierno asesino de Piñera y el régimen pinochetista-concertacionista.
La vanguardia juvenil de Chile sabe bien que sus combates se definen en las calles y en la unidad con la clase obrera para conquistar la “renacionalización sin pago y bajo control obrero del cobre” para conseguir sus demandas. Pero además es conciente que su lucha no es más que un eslabón de un solo combate internacional de las masas del mundo, como plantean los estudiantes secundarios de la ACES, que pelean junto a los jóvenes japoneses y de Colombia.
Bajo estas banderas de lucha se ha puesto de pie la juventud “Contra la Corriente”, contra los traidores del Partido Comunista, y también contra todos los ex trotskistas como el PTR que han fundado una “juventud combativa y revolucionaria” que no llama a pelear por la revolución socialista, sino por “mesas de negociación” y “Asambleas Constituyentes”, es decir, ¡levanta el programa de esos “pacos rojos” de la juventud del PC!
A continuación reproducimos la proclama por una juventud revolucionaria e internacionalista bajo las banderas de la IV Internacional, junto con una polémica contra la juventud del PTR, que fueron editados en el último boletín de los jóvenes revolucionarios de “Contra la Corriente”.
Al calor de 6 meses de lucha por la educación gratuita, por la renacionalización del cobre bajo control obrero, por la unidad obrero-estudiantil, contra los “pacos rojos”, por unir nuestra lucha más allá de las fronteras junto a nuestros hermanos de Grecia, el Norte de África, Medio Oriente y todo el mundo...
¡Llamamiento por una juventud revolucionaria internacionalista
bajo las banderas de la IV nternacional
y la revolución socialista Internacional!
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ver además:
- Plataforma de la juventud trabajadora de la IV Internacional 1938 ver
- A propósito de la juventud "combativa y revolucionaria" del PTR-PTS ver |
Presentamos esta moción desde el Boletín Contra la Corriente, organización revolucionaria que agrupa a jóvenes obreros, secundarios y universitarios. Somos un grupo de revolucionarios que, como plantea nuestro nombre, luchamos contra la corriente; contra la corriente reformista que quieren imprimirle a nuestra lucha las organizaciones que, en nombre de la clase obrera y la revolución socialista, buscan someternos a los verdugos contra quienes nos sublevamos. Somos parte de la juventud chilena, vanguardia de la histórica movilización de masas que hay en curso en Chile, que, contra la corriente, viene batallando duramente contra nuestros verdugos por conseguir la educación gratuita.
Es que la juventud chilena, desde hace ya seis meses, viene librando un heroico y ejemplar combate por la educación gratuita para los hijos de la clase obrera y los explotados. Lo ha hecho con cientos de tomas de colegios y universidades, con enormes luchas de barricadas, enfrentando la brutal represión del régimen pinochetista, enfrentando a los “pacos rojos” del Partido Comunista, soldando la unidad obrero estudiantil en las calles bajo la demanda de “¡Renacionalización del cobre sin pago y bajo control de los trabajadores para financiar la educación gratuita y el salario digno!”. Han sido innumerables jornadas de combate revolucionario contra el gobierno asesino de Piñera y el régimen pinochetista de la derecha, la Concertación y el Partido Comunista, las que han marcado un nuevo episodio en la historia de la lucha de clases en Chile.
Esta batalla es parte del combate revolucionario de las masas explotadas contra el ataque que, al calor de la crisis económica mundial, los parásitos capitalistas han largado contra los oprimidos del mundo entero. Es parte de la revolución que, desde el Norte de África y Medio Oriente, comienza a extenderse a Europa, de la mano de la juventud griega que se subleva con enormes combates revolucionarios, y se expande también al interior de EE.UU. con los “Indignados” cercando a los parásitos de Wall Street, y amenazando con encender nuevamente la lucha contra la guerra al interior de la bestia imperialista, como ya se manifiesta en Oakland, donde se combate con la huelga general y se paraliza el puerto.
Es el mismo combate de los estudiantes y los trabajadores de Inglaterra que se ponen de pie enfrentando al gobierno de Cameron, el régimen de los conservadores y laboristas, y la monarquía inglesa; y el de los jóvenes españoles que junto con los trabajadores de la educación han salido a un paro nacional bajo la demanda de “la educación no se vende, se defiende”.
Es la misma lucha que en nuestro continente vienen librando los estudiantes y trabajadores petroleros contra el gobierno pro-imperialista de Santos en Colombia, y los heroicos obreros, campesinos pobres y estudiantes combativos que se sublevan contra el gobierno asesino de Morales, ese representante de los “bolivarianos” sirvientes del imperialismo, los “Khadafy” de América Latina.
Estamos en momentos históricos. A nivel mundial, enormes fuerzas de la clase obrera y las masas explotadas comienzan a ponerse en pie de guerra contra los explotadores. En este escenario, de agudo enfrentamiento entre revolución y contrarrevolución, la juventud obrera y estudiantil es, sin lugar a dudas, la vanguardia de las enormes luchas revolucionarias desatadas por las masas contra el sistema capitalista, sus gobiernos y regímenes, luchas que han planteado la necesidad de combatir por la revolución proletaria contra la catástrofe que los parásitos imperialistas descargan sobre los explotados del mundo. ¡Viva la lucha revolucionaria y antiimperialista de la juventud explotada de Chile y todo el mundo!
Las nuevas generaciones del proletariado hoy se han posicionado como uno de los batallones de avanzada que protagonizan los múltiples combates de los explotados alrededor del mundo. Es que la juventud es uno de los sectores más súperexplotados de la clase obrera mundial a manos del gran capital, sus gobiernos, regímenes y estados que descargan su ataque sin piedad y condenan a la juventud a no tener ningún futuro bajo este sistema capitalista putrefacto y a padecer penurias inauditas como la enorme desocupación y la carestía de la vida, que el acceso a una educación y una salud dignas se haya convertido en un privilegio, etc.
Nuestra lucha, no fue llamada ni organizada por ninguna corriente ni partido que se autoproclame “revolucionario”. Por eso peleamos “contra la corriente” y a pesar y en contra de todas estas direcciones, rompiendo los cercos que la izquierda reformista mundial ha impuesto para contener el combate de las masas.
Esas direcciones son aquellas que, desde el Foro Social Mundial, vienen de estrangular múltiples procesos revolucionarios, como lo hicieron en el continente americano, con las revoluciones ecuatoriana, argentina y boliviana a principios del presente siglo, cuando subordinaron todo a esa estafa de la “revolución bolivariana”, cuyos gobiernos hoy han demostrado ser los más fieles sirvientes de Wall Street y todas las pandillas imperialistas, a quienes estos “bolivarianos”, en plena crisis mundial, le cuidan muy bien los bolsillos, al igual que los gobiernos pro-imperialistas del TLC como el del asesino Piñera en Chile.
Estas corrientes, hoy, se han ubicado en un ángulo de 180 grados opuesto a las heroicas acciones que llevan adelante las masas revolucionarias y su juventud en todo el planeta. Ellos son los que han dividido, continente por continente y país por país, todas las fuerzas revolucionarias que los explotados han desplegado contra el brutal ataque del imperialismo.
Son ellos, los aparatos reformistas, los que intentan llevar, en cada combate, a las masas explotadas a las trampas “democráticas” y parlamentarias, tal como lo hacen hoy en el Norte de África sosteniendo las Asambleas Constituyentes del imperialismo y las burguesías nativas con las que intentan expropiar la lucha por la revolución socialista, como lo hacen hoy en Chile, donde quieren llevar nuestra lucha revolucionaria a los pies del parlamento antiobrero del régimen de Pinochet.
Son las mismas corrientes reformistas de los países imperialistas, defensoras de los intereses de la rancia aristocracia obrera y sirvientes de su propio capital financiero, las que hoy, cuando la juventud trabajadora irrumpe con sus enormes combates contra los capitalistas, junto con la clase obrera y las masas oprimidas, tratan de “vándalos”, “delincuentes” y “revoltosos” a los hijos de los obreros y explotados que ganan las calles por sus justas y sentidas demandas como hicieron con los sublevados en Tottenham (Inglaterra) o ayer con los jóvenes de las cités francesas, hijos de los obreros inmigrantes, que se sublevaban en el 2006 al grito de “todas las noche haremos de París una nueva Bagdad”. Mientras, muchos de estos partidos a nivel mundial afirman que las heroicas masas libias que ajusticiaron a Khadafy son “tropas de la OTAN” o “agentes de la CIA”, una verdadera calumnia contra los trabajadores revolucionarios del Norte de África y Medio Oriente.
Sin embargo, la lucha revolucionaria de la juventud en los cincos continentes comienza, al calor de su propio combate, a romper la política de colaboración de clases de estos aparatos reformistas. Lo hace reconociendo con claridad al enemigo al interior de nuestras filas. De esta forma, el grito de guerra que denuncia el rol contrarrevolucionario del Partido Comunista stalinista que han levantado los jóvenes y estudiantes chilenos, de “¡Los pacos de rojo son los peligrosos!” ya ha traspasado las fronteras y lo han hecho suyo los jóvenes revolucionarios griegos. Ellos, intentando destruir el parlamento imperialista que todos los días los condena a un futuro de miseria y explotación, enfrentan físicamente a los cordones de seguridad del Partido Comunista griego, que no ha dudado en romperles la cabeza a jóvenes y obreros con tal de defender a su propia burguesía imperialista.
Asimismo, la juventud en Estados Unidos comienza a romper la subordinación al carnicero Obama que le impuso la izquierda reformista mundial, principalmente la burocracia castrista, cercando Wall Street y retomando su lucha antiimperialista contra la guerra.
Lo mismo hace la heroica juventud que, sin futuro ni esperanzas en este inmundo sistema, se subleva en el Norte de África y Medio Oriente contra la opresión y explotación que padece a diario, enfrentando abiertamente a las direcciones que, durante décadas, pusieron su lucha antiimperialista a los pies de las cobardes burguesías nacionales, todas sirvientes del imperialismo.
¡Fuera las manos de todas las burocracias sindicales, la aristocracia obrera y los partidos reformistas y social-imperialistas de las luchas revolucionarias de las masas del mundo!
Contra las direcciones reformistas que nos someten a nuestros verdugos:
¡Por una verdadera juventud revolucionaria internacionalista que luche bajo las banderas de la IV Internacional y de la revolución socialista internacional!
Los jóvenes trotskistas que luchamos por refundar la IV Internacional, somos parte de este combate que está protagonizando la juventud explotada en todo el mundo. Peleamos por centralizar estos combates bajo el programa de la IV Internacional revolucionaria, es decir, el Partido Mundial de la Revolución Socialista, luchando así por devolverle a los explotados del mundo la dirección que se merecen y necesitan para triunfar, derrotando la política de todas las direcciones colaboracionistas que a cada paso intentan echar agua al fuego revolucionario de los combates del proletariado y su juventud.
Quienes hacemos este llamamiento, nos consideramos parte de la juventud revolucionaria que pelea junto a los jóvenes milicianos de Misarrata en Libia contra el chacal Khadafy y contra el imperialismo. También combatimos junto a la martirizada juventud palestina que enfrenta a diario al estado sionista-fascista de Israel, y combatimos junto a la juventud colombiana que comienza a luchar contra el gobierno pro-yanqui de Santos.
Combatimos junto a la juventud que enfrenta decididamente al Partido Comunista en Chile y en Grecia; combatimos junto a la subversiva juventud “indignada” de Estados Unidos que enfrenta a los parásitos capitalistas de Wall Street; somos parte de la juventud obrera inglesa que se sublevó contra la muerte de Mark Duggan, y junto a los jóvenes antiimperialistas japoneses Zengakuren que se levantan contra el Japón imperialista y solidarizan incondicionalmente con la lucha de los estudiantes y la clase obrera de Chile.
Es que ahí, en el corazón de las potencias imperialistas, donde están los bancos y las transnacionales que desangran al mundo entero, está la llave para la liberación de todos los explotados en el mundo colonial y semicolonial.
Por esta razón, desde el corazón mismo del combate revolucionario que protagoniza la indomable juventud chilena, desde las tomas y paros de los colegios y universidades, desde nuestras barricadas contra la represión pinochetista, desde nuestras asambleas y organizaciones de lucha, llamamos, a poner en pie, en todo el mundo, un movimiento de la juventud revolucionaria e internacionalista, que luche bajo las limpias banderas de la IV Internacional revolucionaria y su programa de fundación en 1938, el único que plantea una salida a favor de la clase obrera y su juventud.
Es necesario poner en pie un movimiento juvenil revolucionario que sea internacionalista, atando su suerte al de sus hermanos de clase que, en todo el mundo, combaten contra la opresión capitalista, y peleando por que la clase obrera y su nueva generación recuperen el internacionalismo militante. Esto, contra todas las direcciones que, a cada paso, impiden que peleemos, más allá de las fronteras, junto a nuestros hermanos de clase del mundo, y que las enormes fuerzas que poseen a nivel internacional sólo las utilizan para cercar y dividir nuestros combates.
¡Una nueva generación de la clase obrera y la juventud explotada hoy dice presente en el campo de batalla contra el imperialismo y sus gobiernos, y ya comienza a comprender que la lucha para derrotar el ataque de los capitalistas es una lucha internacional!
20.000 estudiantes Zengakuren de Japón cercaron la embajada chilena en solidaridad con nuestro combate. Los estudiantes revolucionarios de la ACES han respondido a su llamado y se han solidarizado también con ellos.
En Egipto, luego de quemar la embajada del estado de Israel a favor de las masas palestinas, las masas han marchado sobre la embajada yanqui en repudio a la represión del gobierno de Obama contra los “indignados” de EE.UU. Los obreros portuarios y los explotados de Oakland le han respondido llamando a una movilización bajo el lema de “Oakland y El Cairo son una sola mano”.
¡Ese es el camino! ¡Viva la lucha internacionalista por encima de las fronteras que han comenzado los Zengakuren y la ACES, los obreros de Oakland y las masas revolucionarias de Egipto!
¡Así se lucha, en un mismo combate de los explotados del mundo semicolonial con los trabajadores y la juventud de los países imperialistas! ¡Una sola clase, una sola lucha en todo el mundo!
Llamamos a levantar una juventud que se ponga de pie en defensa de las milicias obreras y populares de Libia que, por ajusticiar con sus propias manos al chacal Khadafy, hoy son atacadas y perseguidas por el imperialismo, el Consejo Nacional de Transición (CNT), los generales khadafistas y los “bolivarianos”. Una juventud que luche contra la burocracia castrista que quiere entregar la revolución cubana al imperialismo, restaurando el capitalismo. Una juventud que luche a muerte contra la estafa de los gobiernos de la “Revolución Bolivariana” como Chávez, Castro, Morales, Correa, Lula-Dilma y Kirchner, expropiadores de los combates revolucionarios de Venezuela, Bolivia, Argentina, Ecuador, etc. y entregadores de nuestras naciones al saqueo impune de los monopolios imperialistas.
Debemos levantar una juventud revolucionaria, socialista y antiimperialista. Esto, contra todas las corrientes que, en nombre de la “revolución”, quieren reformar al capitalismo, tal cual lo hacen quienes nos dicen que se puede reformar el régimen pinochetista imperante en Chile mediante Asambleas Constituyentes, y quienes nos dicen que es posible conseguir la educación gratuita de la mano del gobierno de Piñera o de las instituciones burguesas del régimen cívico militar chileno. Una juventud que pelee por dar inicio a la segunda revolución chilena y derrotar al gobierno, al régimen, y romper con el imperialismo, siguiendo el camino de nuestros hermanos de clase del Norte de África y Medio Oriente.
Es la juventud de los hijos y nietos de los obreros revolucionarios que, en los ‘70, protagonizaron los Cordones Industriales que fueran vilmente traicionados por la trampa de la “vía pacífica al socialismo” que pregonaban Allende, Fidel Castro y el Partido Comunista, la cual creó las mejores condiciones para que se instaure la dictadura del chacal Pinochet que masacró a lo mejor de la vanguardia obrera y juvenil de Chile. Una juventud que levante nuevamente el grito de guerra de sus padres y abuelos, para esta vez llevar al triunfo a los Cordones Industriales, con el triunfo de la revolución proletaria en Chile, con la expulsión de los monopolios imperialistas que saquean el cobre en Chile, los hidrocarburos en Bolivia, el petróleo en Argentina, los minerales en Perú, etc., como un eslabón más de una única revolución latinoamericana y mundial.
¡Hay que poner en pie una juventud que plantee que las masas solamente podrán conseguir efectivamente todas sus demandas con la clase obrera tomando el poder y expropiando a los capitalistas, imponiendo un gobierno obrero y de los explotados del campo y la ciudad, basado en sus organismos de autodeterminación, democracia directa y armamento, sobre los escombros de los regímenes y estados burgueses!
Llamamos a poner en pie una juventud verdaderamente combativa, contra quienes afirman que presionando a la burguesía, en medio de la crisis económica mundial y el ataque de los capitalistas, ésta puede darnos algo sin que peleemos por todo con los métodos de la revolución proletaria. Una juventud que afirme que sólo hay posibilidad de conquistar la educación gratuita “primero para el hijo del obrero, después para el hijo del burgués”, peleando en las calles, con la unidad obrero-estudiantil, porque la lucha por la educación gratuita es una lucha en defensa del salario obrero. Una juventud que afirme que es necesario convocar ya en Chile a un gran Congreso de la clase obrera, los estudiantes y los campesinos pobres para preparar y organizar la Huelga General contra el gobierno, peleando por todo, y poniéndole el pie en el pecho a los explotadores, amenazando su propiedad y dominio. Necesitamos una juventud que afirme que solo la clase obrera, encabezada por sus batallones más importantes (en Chile será el poderoso proletariado minero), podrá garantizarnos la victoria en nuestra lucha, atacando ahí donde más le duele a los capitalistas: su propiedad.
Llamamos a poner en pie una juventud que pelee por las demandas de los hijos de la clase obrera, por terminar con la explotación, gratuita, (no se entiende qué quisieron poner) que padecen los compañeros de los liceos industriales: ¡A igual trabajo, igual salario! Una juventud que pelee contra el flagelo de la cesantía de la juventud, demandando la escala móvil de horas de trabajo, para que se distribuyan las horas de trabajo entre todas las manos disponibles para producir. Llamamos a poner en pie una juventud revolucionaria que lucha por ¡4 horas de estudio gratuito y 4 horas de trabajo pagadas por la patronal y el estado para toda la juventud obrera!, y que afirme que no podemos pelear con nuestros compañeros como rehenes de la burguesía, levantando la demanda de ¡libertad de todos los presos políticos del mundo!
¡Debemos poner en pie una juventud revolucionaria que pelee por devolverle a la juventud el futuro que los capitalistas nos han robado!
Hoy en Chile, todas las organizaciones de izquierda, por más “rojas y revolucionarias” que se pinten, han demostrado no ser más que variantes de una misma política reformista, sirviente de la burguesía. La juventud ya ha comenzado a distinguirlo y expresa con fuerzas su odio contra los “pacos rojos” del Partido Comunista, al grito de “¡Revolución se escribe sin Jota!”. Ante esto, corrientes que se revindican del “trotskismo”, como el PTR-PTS llaman a hacer una “juventud revolucionaria y combativa” planteando como salida a la profunda crisis social que atraviesa Chile, el programa de Asamblea Constituyen (sin destruir la casta de oficiales asesina del ejército pinochetista que está para custodiar la propiedad privada y garantizar el saqueo imperialista del cobre, como lo demostró en el ´73), y el de “mes a s de negociación con la e d u c a ción gratuita como punto mínimo”, ¡cuando el movimiento estudiantil ya planteó en las calles: “ninguna negociación con nuestros verdugos”! Esta corriente levanta el mismo programa que la Juventud Comunista, es decir, terminan llamando a poner en pie una nueva “jota”, pero reformada, no tan “burocrática” y más democrática. Mientras, por su lado, el populismo del MIR, el Frente Patriótico Manuel Rodríguez, el anarquismo, etc., quieren llevarnos a luchas “a largo plazo en las poblaciones”, mientras, en lo inmediato, llaman a presionar a la burguesía, con mucha “acción directa”, pero sin poner sus fuerzas a disposición de unir nuestras filas con la de nuestros verdaderos aliados: la clase obrera. ¡Basta de “revolucionarios” que no luchan por la revolución! ¡Hay que poner en pie una juventud verdaderamente revolucionaria e internacionalista!
Los aguerridos jóvenes chilenos, que con su combate han conmovido a las masas explotadas de todo el continente y el mundo, que en su ejemplar lucha ya han dejado presos y muertos como Manuel Gutiérrez, necesitan limpias banderas bajo las cuales luchar contra los enfermeros del capitalismo del Foro Social Mundial y la V Internacional, contra los que en nombre del “comunismo”, la “revolución” y el “socialismo” sostienen todos los días al sistema capitalista que se cae a pedazos. La juventud chilena y mundial necesita una juventud internacionalista y revolucionaria que se ponga de pie bajo las banderas del programa de la IV Internacional revolucionaria, el partido mundial de la revolución socialista, para agrupar a todos los jóvenes que, bajo este sistema putrefacto, no tienen ningún futuro, como Mohamed Bouazizi, el joven explotado tunecino que, ante la miseria y desesperanza de su existencia, en enero del 2011 se inmoló, prendiendo la chispa que acabaría por levantar a las masas tunecinas y en todo el Norte de África y Medio Oriente con la revolución proletaria, por el pan, el trabajo y la independencia nacional.
Los actuales sucesos de la lucha de clases mundial, han demostrado, tal como la plantea el programa de fundación de la IV Internacional revolucionaria en 1938, que en las mujeres trabajadoras y en la juventud la causa revolucionaria encuentran hoy fuentes inagotables de abnegación revolucionaria. ¡Ahí vive la lucha por la revolución socialista Internacional!
¡Pongamos en pie una juventud que pelee como los estudiantes del mayo Francés en 1968 que planteaban “seamos realistas, pidamos lo imposible” y llamaban al obrero a pelear al grito de “su lucha es nuestra lucha”!
¡Pongamos en pie una juventud que haga suya la moción de los jóvenes “indignados” de España: “Nos han robado mucho y ahora lo queremos todos” y “Nuestros sueños no caben en vuestras urnas”!
¡Pongamos en pie una juventud que sea carne y sangre de la lucha revolucionaria de las heroicas masas insurrectas de Libia! ¡Una juventud que se reclame parte del combate de los luchadores antiimperialistas e internacionalistas que lucharon en lo más avanzado de la revolución del Norte de África y Medio Oriente!
¡Paso a los jóvenes revolucionarios de Chile, hijos y nietos de los obreros que protagonizaron la revolución de los gloriosos Cordones Industriales!
¡Paso a la juventud de Libia, Túnez, Siria, Palestina y de todo el Magreb y Medio Oriente que se abre paso con la revolución socialista contra el imperialismo y su fascista estado de Israel!
¡Paso a la juventud Indignada y sin futuro que llama a llevar adelante una misma lucha internacional contra los banqueros del mundo y contra los parásitos capitalistas que amasan fortunas desde Wall Street, mientras a nosotros nos toca vivir un presente de hambre y miseria!
¡Paso a la juventud de Estados Unidos que, con la huelga general, vuelve a parar, junto a los trabajadores portuarios, la costa oeste contra la guerra y contra el carnicero Obama, e impulsar una lucha común con los explotados de Egipto!
¡Paso a los jóvenes japoneses Zengakuren que rodean la embajada chilena en Tokio exigiendo la libertad inmediata de los presos políticos por luchar por la educación gratuita junto a la clase obrera!
¡Paso a la juventud obrera y estudiantil boliviana que se subleva contra el gobierno pro imperialista, antiobrero y represor del bolivariano Evo Morales!
¡Paso a la juventud
y a la mujer trabajadora!