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YEMEN - 24/9/2014 Al calor de la crisis, la miseria y las terribles penurias inauditas de las masas... las ondas expansivas de la revolución en el Magreb y Medio Oriente vuelven a Yemen Las masas de Yemen protagonizan combates revolucionarios por el pan y sus demandas¡LA LLAMA DE LA REVOLUCIÓN SIGUE VIVA! Yemen es hoy uno de los centros de los combates de las masas por el pan y contra la carestía de la vida. Las masas ganaron las calles de la capital, Sanaa, derrotaron a la policía, dividieron al ejército, ocuparon todos los edificios gubernamentales y el cuartel general militar, forzando al presidente Abd Rabba Mansour Hadi a buscar refugio. Desde allí, este “presidente” realiza declaraciones de que aún no ha renunciado, que su régimen sigue en pie y que no se rendirá, cuando ya es un hecho que las masas han tomado la capital. También advirtió que si los que están ocupando los edificios del gobierno (que según él son chiitas) no se retiran, él llamará a “las masas sunnitas” en su apoyo y se abriría una guerra civil. Pero estas son puras palabras vacías, ya que las masas, tanto “chiitas” como “sunnitas” son las que están en el centro de los combates en Sanaa ocupando las calles, edificios públicos... es decir, buscando resolver el problema del hambre con sus propias manos.
Yemen es el país más pobre de todos los países árabes. El ingreso percápita es inferior a 2 dólares por día. Según noticias recientes dadas a conocer por hospitales yemeníes, un cuarto de la población sufre de tanta hambruna y escasez de alimentos que ya ha afectado su salud. Las masas viven en condiciones de miseria. Gran parte de su población tiene que ir a trabajar a otros países, sobre todo Arabia Saudita, para poder mantener a sus familias. Ante esta situación, las masas explotadas de Yemen se habían levantado ya en el 2011 como parte de un mismo proceso revolucionario en la región que comenzara en Túnez. Pero las masas yemeníes fueron brutalmente reprimidas, aisladas del conjunto del proletariado mundial y la burguesía pudo perdurar en el poder mediante un recambio sacando al dictador anterior Salah por un gobierno de transición del partido de la reforma (Inslah) de Hadi.Tras el triunfo contrarrevolucionario que significó imponer el genocidio en Siria, la burguesía yemení creyó derrotada a las masas e intentó pasar nuevos ataques. Aumentó un 90% los precios de los combustibles, cuestión que llevo a un encarecimiento enorme de los alimentos y el costo de vida. Las masas explotadas y hambreadas, en sus combates, llegaron entonces a ocupar la capital. Mientras enfrentaban una feroz represión de la policía que dejó más de 100 muertos, y peleando por derrotar el ataque del gobierno, la burguesía Houthi negociaba su inclusión en dicho gobierno de transición. Las masas marchaban a tomarse la sede de gobierno y ahí dentro estaba la burguesía Houthi negociando. Como respuesta al pacto (que incluía una leve reducción del monto del aumento de los precios), las masas supieron identificar que sus demandas no se conquistarían si no se enfrentaba y derrotaba el ataque del gobierno y sus fuerzas de represión. Por ello avanzaron a asaltar las casas de los principales comandantes del ejército, a tomarse todos los edificios de gobierno, cuarteles del ejército y comisarías. No solo esto, sino que controlan además la circulación en la capital. ¡Vivan los combates revolucionarios de las masas yemenies! ¡Abajo el gobierno de transición yemeni! ¡Abajo los acuerdos y pactos que las fracciones burguesas (chiitas y sunnitas) buscan imponerle a las masas! Libia y Yemen son eslabones de una misma revolución en todo el Magreb y Medio Oriente, son parte de las revoluciones socialistas por el pan que se iniciaron en los combates de la clase obrera mundial durante el 2011. Esta revolución aún sigue de pie combatiendo contra el imperialismo y sus lacayos. ¡Por los Estados Unidos Socialistas del Magreb y Medio Oriente!
Corresponsal |