02/12/2015
VENEZUELA
Bajo el pacto Obama-Castro, con la bandera yanqui flameando en La Habana, los gobiernos bolivarianos profundizan el ataque a la clase obrera y las masas explotadas de todo el continente.
Ante la trampa de las elecciones parlamentarias
del 6 de diciembre en Venezuela:
¡Ni con los candidatos de la MUD, ni con los del PSUV!
GANE QUIEN GANE, GANAN OBAMA Y WALL STREET
Votemos por un Congreso Nacional
de delegados con mandato de base de obreros ocupados y desocupados
para unificar las filas obreras y la lucha por el alimento,
la salud, el trabajo digno
El domingo 6 de diciembre se llevarán a cabo las elecciones legislativas. La clase obrera venezolana no puede esperar nada bueno de estas elecciones: se trata de una verdadera trampa hecha a la medida de las necesidades de Wall Street, una farsa que sólo busca fortalecer y legitimar las instituciones de la burguesía para terminar de entregarle Venezuela al imperialismo. Gane quien gane el 6 de diciembre, ya sea la MUD o el PSUV, el verdadero ganador es Obama.
En medio de una nueva ronda de la crisis económica mundial, con el país totalmente dislocado de la división mundial del trabajo, los explotados pagan con hambre, miseria y represión la bancarrota de esa infame Venezuela del “socialismo del siglo XXI”.
La inflación ha pulverizado el salario obrero, que es uno de los más bajos de América. El miserable sistema de salud y educación del pueblo está en la ruina. La industria y la agricultura se hundieron. Escaseanlos alimentosy la medicación. Los dirigentes obreros son perseguidos y encarcelados por los jueces de la República Bolivariana, las fábricas militarizadas por la Guardia Bolivariana, el Ejército y los servicios de inteligencia, los activistas desaparecidos o asesinados por los sicarios de la patronal.
Sólo así, el gobierno de Maduro puede garantizar el pago de la deuda externa al FMI. ¡La MUD y Obama celebran semejante entrega de la nación al imperialismo!¡Maduro aplicando el programa de la MUD es, ni más ni menos, el pacto Maduro-Capriles!
El imperialismo está exprimiendo a Maduro hasta la última gota, le exige que ataque al pueblo hasta que se le acabe el jugo. En estos años la MUD se legitimó como oposición, y los yanquis tienen a Capriles en reserva para cuando lo consideren necesario. Saben que la Constitución contempla la destitución de Maduro mediante un referéndum revocatorio. ¡El PSUV y la MUD son partidos del régimen de la Constitución Bolivariana, que garantizan que se cumpla el mandato de Wall Street: el pago de la deuda externa, el ataque a los trabajadores y que todo se resuelva en los marcos de la Constitución Bolivariana!
El CNE hizo toda clase de maniobras para proscribir las listas de los partidos que se reivindican de la clase trabajadora, porque la burguesía y el imperialismo necesitan que sus propios partidos reciban la mayor cantidad de votos posible para legitimar el infame bonapartismo venezolano y su casta de oficiales asesina de las FANB,monitoreada por el SOUTHCOM y el Pentágono desde las bases militares yanquis en Colombia, y pasar el Gasolinazo para pagarle al FMI.
Por eso estas elecciones son una trampa mortal para los explotados. Gane quien gane, el verdadero vencedor será Wall Street.
Son los capítulos finales del ocaso de los bolivarianos. La estafa de la “revolución bolivariana” significó negocios para la burguesía y las transnacionales, y un brutal saqueo y entrega de la nación al imperialismo.
Estos son los resultados del pacto Obama-Castro, que significó el estrangulamiento de la revolución latinoamericana, con la entrega de la resistencia colombiana, el sometimiento de la clase obrera norteamericana al “Bush tiznado” de Obama, y finalmente la entrega de la revolución cubana con la restauración capitalista, por la cual hoy flamean las banderas yanquis en la Habana. Los gobiernos bolivarianos y del TLC están cumpliendo lo acordado en la Cumbre de las Américas de Panamá: garantizar la “paz social” atacando a los trabajadores y encubrir la ofensiva de Obama y sus transnacionales en su “patio trasero” de América Latina, asentada en las bases militares yanquis del Comando Sur, garantes de las maquilas impuestas en todo el continente.
Muy caro están pagando las masas la entrega y traición de las direcciones reformistas del FSM, hoy travestidos de nueva izquierda, que siguen sosteniendo dichos pactos contrarrevolucionarios.
¡LA CLASE OBRERA VENEZOLANA NO SE HA RENDIDO! ¡QUIEN SE RINDIO FUERON LAS DIRECCIONES QUE SE MONTARON SOBRE SUS LUCHAS!
Hoy la clase obrera venezolana está resistiendo en la última trinchera el furioso ataque de los capitalistas, con protestas aisladas, manifestaciones por empresa, movilizaciones dispersas por aumento de salarios, contra los despidos, contra el asesinato y persecución de dirigentes obreros.
Pero los trabajadores venezolanos no están así por su responsabilidad. Ellos hicieron cuanto estuvo a su alcance para responder a este ataque. Desde 2011-12 dieron durísimas luchas que plantearon la centralización de las filas obreras contra el plan del gobierno, la MUD y Obama. La más emblemática y avanzada fue la de los obreros de SIDOR, que levantaron la consigna de independencia de clase que muestra el camino para todos los trabajadores de Venezuela y América Latina: “No creemos en los socialistas de Hummer ni en los comunistas de Rolex. Creemos en la revolución de los trabajadores”.
Ninguna de ellas pudo avanzar y triunfar porque fueron traicionadas por la odiada burocracia sindical, que conspiró permanentemente con la patronal y el gobierno para derrotarlas. Cuando no pudieron someterlas al arbitraje del Ministerio de Trabajo, apoyaron la militarización de las fábricas para quebrar las huelgas. Son una verdadera policía interna del movimiento obrero, que inclusive forma parte de las bandas proto-fascistas que asesinan dirigentes y activistas obreros.
Pero la burocracia no habría podido traicionar si las corrientes de izquierda que ahora hablan de “independencia de clase”, de “alternativa los trabajadores”, no hubiesen llevado toda lucha a los pies del Ministerio de Trabajo y las Inspectorías. Jamás llamaron a los trabajadores a enfrentar al gobierno de Maduro con la huelga general.
Cuando estalló la huelga de SIDOR, se negaron a tomar la consigna sidorista en sus manos, a agitarla entre los trabajadores en todo el país y a organizar en Guayana un gran Congreso de Trabajadores Ocupados y Desocupados para reagruparse y enfrentar unificadamente el ataque de Maduro-MUD-Obama.
Hicieron amistosos “Encuentros obreros” con la burocracia chavista como el de Valencia con la FUSBEC, donde prometían la “madre de las batallas” y ni siquiera llegaron a hacer una miserable movilización.
Estas corrientes son las que, desde el FSM sostuvieron por izquierda el pacto Castro-Obama que entregó Cuba al imperialismo.
Hoy la clase obrera está pagando cruelmente estas traiciones de la burocracia sindical y la política de colaboración de clases de los partidos de izquierda, que son quienes garantizaron que pueda imponerse esta trampa electoral.
¡Ni el PSUV, ni la MUD, representantes de Obama y Wall Street!
Junto a los obreros de Sidor: votemos POR LOS TRABAJADORES:“No creemos en los socialistas de Hummer ni en los comunistas de Rolex. Creemos en la revolución de los trabajadores”.
Este 6 de diciembre votemos en blanco, anulemos o no votemos…
Llamamos a votar donde nuestro voto vale: ¡en las asambleas de base, las fábricas y establecimientos y para unir las luchas!
¡Coordinadora Nacional de Lucha!
Mientras todo esto ocurre, la izquierda venezolana se limita a discutir si llamar a votar nulo o al PSL, como si el simple voto pudiera resolver las penurias del pueblo. El PSL inclusive va en frentes de colaboración de clases con organizaciones abiertamente chavistas. Ningún partido de la izquierda venezolana le señala al proletariado sus verdaderos enemigos. Ninguno plantea la tarea de derrotar al gobierno y su pacto infame con Capriles-Obama en las calles con la Huelga General. Por más que hablen de “independencia de clase” demuestran estar completamente sometidos al régimen burgués bolivariano. ¡Basta!
¡Debemos imponer la ruptura de nuestras organizaciones obreras con el gobierno de Maduro! La clase obrera debe ponerse de pie. Sólo ella, luchando por el triunfo de la revolución socialista, puede acaudillar a las clases medias empobrecidas y acabar con la expoliación imperialista de la nación. Hay que comenzar a unificar las decenas y decenas de luchas y protestas aisladas en una gran Coordinadora Nacional de Lucha, para comenzar a devolver golpe por golpe a los capitalistas. |
