Ucrania- Marzo de 2025

Los yanquis en Ucrania muestran su verdadero plan de guerra:

Trump pacta con Putin que ya ocupó y desagarró Ucrania para quedarse Wall Street con los minerales, el gas y todas sus riquezas...

¡Por la derrota de la ocupación de Putin y
el plan de saqueo de los  imperialistas yanquis y la UE!

Ucrania, una alternativa de hierro
O soviética e independiente o una colonia partida,
tutelada y saqueada

Reproducimos la declaración del Movimiento Social de Ucrania del 3/3 titulada “Salvemos al país, no a los oligarcas. Un llamado a cambios que eviten la derrota de Ucrania”. Allí denuncian que la carga de la guerra recae sobre los segmentos más pobres del pueblo ucraniano y que ahora “para salvar el país, los más ricos deben sacrificar su riqueza”.
Por eso plantean: “Por una Ucrania sin oligarcas ni ocupantes”.
Es que los obreros ucranianos mueren por miles defendiendo su nación, mientras los oligarcas y las trasnacionales hacen fabulosos negocios con la guerra y el saqueo de Ucrania. ¡Eso debe terminar!  Hay que romper con el imperialismo y el FMI, recuperar la tierra y todas las riquezas y minerales para que el pueblo hambriento coma y viva dignamente, poniendo todas las fuerzas de la nación al servicio de ganar la guerra y derrotar al invasor! Como plantean los compañeros de los sindicatos ucranianos: ¡Por el socialismo de guerra!

Hoy más que nunca se pone a la orden del día la pelea porque sea la clase obrera la que conquiste la dirección de la guerra… antes de que sea demasiado tarde. ¡Por consejos de obreros y soldados rasos para tomar en sus manos la guerra de liberación nacional!
La clase obrera europea debe ponerse de pie y luchar junto a la clase obrera ucraniana y su nación oprimida
 ¡Por una Ucrania soviética e independiente!
¡Por los Estados Unidos  Socialistas de Europa, desde Portugal hasta las estepas rusas!

Reproducimos entonces a continuación la declaración del Movimiento Social ucraniano

Salvemos al país, no a los oligarcas.
Un llamado a cambios que eviten la derrota de Ucrania

03/03/2025

Las políticas depredadoras del recién elegido presidente estadounidense hacen imposible establecer una paz duradera para los ucranianos. La renuencia de Ucrania a firmar un acuerdo de extracción de minerales elaborado para complacer los intereses del capital estadounidense demostró el deseo del Estado ucraniano de evitar la dependencia colonial. Esto abre la oportunidad de buscar un modelo de relaciones más igualitarias entre Ucrania y los estados de Europa, Asia y el resto del mundo bajo el lema de la resistencia a la opresión imperialista. Si se mantienen los enfoques actuales, esto también amenaza a Ucrania con el cese o la reducción significativa de la asistencia militar de los Estados Unidos en el futuro cercano.
Esta ayuda nunca fue oportuna ni suficiente. Sin embargo, su colapso completo será bastante notorio.
Si el Estado ucraniano pretende librar una guerra hasta la desocupación de territorios o la derrota decisiva del agresor, debe elegir métodos adecuados. En nuestra opinión, la defensa de Ucrania podría fortalecerse mediante una transición a una política de "socialismo de guerra", lo que significaría movilizar una cantidad suficiente de capital para servir al Estado a través de la confiscación y el abandono de la regulación del mercado de la economía. Una política de este tipo, combinada con la introducción de la redistribución de la riqueza, significaría reducir la carga de la guerra que recae sobre los segmentos más pobres del pueblo ucraniano.
La Comunidad Europea ya ha respondido a las declaraciones de Trump ampliando los presupuestos de defensa y aumentando la ayuda militar a Ucrania. Vale la pena señalar que desde la invasión a gran escala, las autoridades han hecho mucho para desarrollar sus propias capacidades de defensa, localizar la producción occidental y resucitar los programas de misiles y drones. Sin embargo, Ucrania todavía tiene un potencial significativo para movilizar recursos internos. El Movimiento Social ha enfatizado la necesidad de tomar estas medidas durante años, pero en este momento, la capacidad de Ucrania para defenderse depende críticamente de ellas. Un obstáculo para la movilización efectiva de recursos es la política neoliberal, que prioriza la propiedad privada por encima de todo y fomenta la libertad de los individuos para producir y apropiarse de ganancias. Mientras las ciudades ucranianas estén ocupadas y el agresor ruso tenga potencial ofensivo, todos los sectores de la economía deben funcionar de manera coordinada y con la máxima eficiencia para la causa de la defensa. La gran mayoría de los recursos financieros deberían concentrarse en manos del Estado e invertirse en la industria de defensa, y el capital privado debería estar sujeto a impuestos progresivos para llenar el presupuesto estatal. El fortalecimiento de la defensa está indisolublemente ligado a una inversión a gran escala en el ámbito social: creación de empleo (principalmente en sectores de infraestructura crítica), mejora del sector asistencial para atraer a las mujeres al mercado laboral y aumento del acceso a los servicios sociales (atención sanitaria, vivienda temporal, rehabilitación). Estas medidas pueden ayudar a atraer ciudadanos del extranjero. Es necesario aumentar el nivel de garantías sociales para los militares, especialmente para aquellos que defienden a Ucrania desde 2022.
La especificidad de la situación de Ucrania es que el desmantelamiento del capitalismo oligárquico se ha vuelto más posible que nunca en el contexto de una guerra a gran escala y tiene una profunda justificación social. En primer lugar, buena parte de los servicios socialmente importantes que determinan la estabilidad de Ucrania ya son de propiedad estatal (ferrocarriles, correos, medicina, educación, bancos). En segundo lugar, se nacionalizaron numerosas empresas (principalmente aquellas vinculadas a los oligarcas rusos) y aumentó la proporción del PIB redistribuida a través del presupuesto. En tercer lugar, los oligarcas ucranianos han perdido parte de su riqueza y su influencia, cediendo cada vez más a la influencia del poder estatal.

1. Auditoría del subsuelo y de la tierra a fin de establecer sus propietarios y el beneficio público proveniente de su utilización. La transparencia en el control de la riqueza nacional es necesaria no para comercializarla apresuradamente, sino para comprender la base sobre la que es posible el crecimiento del bienestar general. Esto podrá motivar a la gente a luchar mejor por su patria y sus perspectivas sociales.

2. Establecer el control estatal sobre las empresas en sectores estratégicos de la economía y establecer la producción en masa para las necesidades del frente. La industria debería trabajar en interés de la defensa, no perseguir las condiciones cambiantes del mercado. Devolución de los sistemas de soporte vital y de las instalaciones de infraestructura crítica a la propiedad estatal. El acceso a los bienes básicos no debe convertirse en un alimento para los oligarcas ni en un medio para inyectar beneficios estatales a los bolsillos de los monopolistas. Mantener DTEK en manos de Rinat Akhmetov o Oblenergo en manos de Vadym Novinsky es una caridad injustificada del Estado en favor de los oligarcas.

3. Revisión de los resultados de la privatización depredadora. Las empresas compradas por unos céntimos deben ser devueltas al Estado o se debe compensar la diferencia con el precio real del mercado. En primer lugar, las empresas de los sectores minero, de ingeniería y químico, que son fundamentales para garantizar la defensa, deberían quedar bajo control estatal. Ya basta de juntar dinero de donaciones: que paguen los oligarcas.

4. Denuncia de cualquier acuerdo de doble imposición con Chipre, las Islas Vírgenes y otras jurisdicciones offshore. El valor añadido creado utilizando los recursos naturales, la infraestructura y el trabajo de Ucrania debería gravarse aquí y sólo aquí.

5. Introducción de un impuesto progresivo y de un impuesto al lujo. La defensa se basa en el heroísmo y el sacrificio de los campesinos, trabajadores asalariados y pequeños empresarios ucranianos. Para salvar el país, los más ricos deben sacrificar su riqueza, proporcional a la influencia que tenían antes de que comenzara la guerra: la tasa impositiva máxima debe alcanzar el 90% de los ingresos. Sin activismo fiscal, Ucrania caerá en un agujero de deuda sin fondo (en 2025, el tamaño de la deuda externa podría acercarse).

6. Establecimiento del control obrero en las empresas como instrumento eficaz de auditoría interna y forma de sociedad autoorganizada. Desde los primeros días de la guerra hasta la actualidad, el país se ha visto plagado de escándalos de corrupción relacionados con el mal uso de fondos. El control constante por parte de los sindicatos y comités de empresa es garantía de una mayor transparencia de las actuaciones de la dirección y de la prevención de la corrupción. Es posible sobornar a personas individuales, pero es imposible sobornar a todo el equipo. Dar a los sindicatos poderes de control efectivos sirve como incentivo para el desarrollo de un movimiento obrero genuino.

7. Abandonar la práctica anterior de subfinanciar la educación y la ciencia. La alta sofisticación tecnológica de la guerra moderna hace que la figura del ingeniero y del trabajador calificado no sea menos importante que la del soldado. Sólo la inercia educativa de la época anterior y la alfabetización técnica masiva de la población ucraniana hicieron posible diseñar, producir y dominar una multitud de medios técnicos modernos que nos proporcionan ventajas en el campo de batalla. Ya no podemos confiar en la inercia de épocas anteriores. Ayer se necesitaban inversiones sustanciales en educación y ciencia. Sin el desarrollo de la esfera social, Ucrania se enfrenta a una emigración masiva y a una crisis demográfica que no permitirá compensar las pérdidas humanas.

8. Monopolio estatal sobre las exportaciones. En 2024, las exportaciones agrícolas ascendieron a un récord de, aunque los beneficios siguen yendo a parar a bolsillos privados.

9. Restablecer las relaciones con Europa en lo que respecta al destino de los activos rusos. Habiéndose limpiado de los restos de la influencia oligárquica, Ucrania se recuperará de la corrupción, lo que permitirá tener un debate sustancial sobre la transferencia de los activos rusos congelados para las necesidades de Ucrania. En la actualidad, aproximadamente de origen ruso se encuentran en países europeos .

10. Aumentar el prestigio social del personal militar. El llenado del presupuesto estatal permitirá pagar una compensación monetaria decente a los militares heridos que quieran volver al servicio. Es necesario reanudar la práctica de mantener los ingresos medios de los trabajadores movilizados, lo que permitirá dotar a las Fuerzas Armadas de Ucrania del potencial de personal necesario.

La implementación de estas medidas es imposible sin una brecha entre el liderazgo del país, las grandes empresas y sus agentes de influencia. Si se implementan al menos algunas de estas medidas, aumentará la confianza de la gente en el gobierno. La verdadera garantía de la seguridad de Ucrania es el fortalecimiento de los vínculos dentro de la sociedad. Y viceversa: otros países no nos ayudarán hasta que mostremos voluntad de poner los intereses de defensa por encima de los intereses del mercado. Y en su 34º año de independencia, Ucrania tendrá que aprender a vivir sin los oligarcas capitalistas. Si bien Ucrania todavía dispone de importantes recursos financieros, industriales y humanos, sería un gran error no impulsar su socialización.
Ahora el gobierno ucraniano tiene una oportunidad única de declarar prácticamente qué está dispuesto a sacrificar: el país o los oligarcas. Si ponemos fin al caos neoliberal que amplía la brecha entre ricos y pobres, ¡uniremos a los pueblos y nos convertiremos en una fuerza unificadora a escala global! Si reconstruimos la economía sobre principios socialmente orientados, resistiremos la prueba del tiempo y sentaremos una base sólida para la reconstrucción.
Los millones (fortuna) de los oligarcas ¡Para el bienestar y la defensa!
¡Por una Ucrania sin oligarcas ni ocupantes!