16/04/14
En el día de ayer, fue extraditado y expulsado de Túnez, nuestro corresponsal y escritor David Leandro Hofstadter en un avión a Turquía. Fue llevado directamente desde la prisión donde lo mantenían secuestrado hace más de una semana, transportado por personal militar al aeropuerto sin sus pertenencias. Sin dinero, el cual le fue robado. Y lo que es más grave, sin sus celulares, sin su cámara fotográfica y sin su notebook, donde está más de un año del trabajo que realizó como corresponsal en toda la región del Magreb y Medio Oriente, arriesgando su propia vida en cada día de trabajo.
El Cónsul Argentino en Túnez fue avisado a último momento de la expulsión de nuestro corresponsal de ese país. Pudo llegar al aeropuerto 25 minutos antes de que saliera el avión con destino a Turquía y darle asistencia consular.
Leandro fue expulsado de Túnez de una forma tan ilegal a como él fue detenido.
Justamente, lo que hoy queda claro, después que haber estado 8 días encerrado en una miserable prisión, es que eran una infamia y una falacia de la policía y el gobierno tunecino sus afirmaciones de que Leandro traía en su arribo a Túnez chalecos anti-balas, bayonetas y prismáticos… cuando lo que traía eran palabras, libros y escritos contando la verdad de las tragedias, hambrunas y genocidios que viven todos los pueblos del Magreb y Medio Oriente. Esa era su “arma” y ese era su “delito”.
Se lo acusó de haber llevado ropa militar, cuando Leandro llevaba puesto un jean y un buzo polar al bajar del avión en Túnez. Lo que sí él tenía era una muda de ropa de camuflaje que utiliza cualquier corresponsal de guerra cuando cubre una guerra, como lo hacía Leandro, y también la documentación que lo acredita como tal.
A Leandro se lo acusó de tener un libro del Corán, como si esto fuera un delito en naciones musulmanes que profesan esa religión.
Pero lo que no puede entender un estado represor, es que un periodista, un investigador o un historiógrafo que busca dar cuenta desde adentro de los acontecimientos del Magreb y Medio Oriente, no lo puede hacer sin leer el Corán. Eso se llama cultura. Eso se llama querer aprender a manejar el idioma árabe de la región.
|
Reafirmamos los derechos que nos asisten como lo dice
el Sindicato de Prensa Rosario |
Lo que aquí pasó no es más que una persecución política e ideológica y un ataque a la libertad de prensa.
Insistimos, la prueba es fáctica. Ni el gobierno de Túnez, ni el Ministerio del Interior ni la Procuraduría de la Nación tunecina pudieron sostener ninguna acusación ni comprobarle ningún delito a Leandro.
El gobierno de Túnez, fiel continuador del dictador Ben Alí, trató a nuestro corresponsal, avasallando todos sus derechos y todas las libertades democráticas. Eso no nos extraña. Decenas de miles de jóvenes y trabajadores en estos días realizan manifestaciones en Túnez exigiendo justicia para los mártires de la revolución tunecina porque todos los asesinos que los masacraron en los levantamientos del 2011 están en libertad. Hoy el mismo ejército asesino de Ben Alí quiere juzgar a sus pares que le propinaron un baño de sangre al pueblo tunecino, dejando a la mayoría de ellos en libertad. De eso se trata este régimen de Ben Alí maquillado, que es el que detuvo a nuestro corresponsal Leandro.
La liberación de nuestro trabajador de prensa y su aparición se debe a la enorme solidaridad de asociaciones de periodistas, escritores, organizaciones obreras y de izquierda y socialistas de todo el mundo.
La Unión General del Trabajo de Túnez (UGTT) respondió inmediatamente a la solidaridad que le solicitara la Central de Trabajadores de Argentina (CTA) y la Confederación Latinoamericana y del Caribe de Trabajadores Estatales (CLATE). La central sindical tunecina, como ya informáramos, puso un abogado y asistió permanentemente de forma solidaria a nuestro otro corresponsal en Túnez, José Manuel Yantorno.
Corrientes de izquierda de todo el mundo movilizaron sus fuerzas inmediatamente en un ejemplo de solidaridad internacional.
El gobierno de Túnez ha cometido un crimen no sólo al detener y luego expulsar a Leandro, sino también al apropiarse y robarse su notebook, apropiándose y robándose así la información de las fuentes de nuestro corresponsal y de todo un libro que él estaba escribiendo, al cual le estaba terminando sus últimos capítulos, titulado: “2013: Siria bajo fuego, una revolución ensangrentada”.
A David Leandro Hofstadter le han robado su trabajo. Desde ya hacemos responsable al gobierno tunecino de la devolución inmediata de estos bienes de nuestro corresponsal. Y solicitamos a la Embajada Argentina y a la Cancillería Argentina que siguieron este caso, a no permitir ni por un instante más que se siga cometiendo este atropello por parte del gobierno de Túnez para con nuestro corresponsal y escritor.
Exigimos inmediatamente la devolución de las pertenencias que significan meses de un duro y arriesgado trabajo de nuestro corresponsal en el Magreb y Medio Oriente.
Hemos localizado a nuestro corresponsal Leandro en Turquía. Pudimos contactarnos con él. Por todos los medios que están a nuestro alcance estamos tratando de hacerlo regresar al país, a partir de las duras condiciones en las cuales él llegó a Turquía.
Nuestro escritor que se encontraba en Túnez, José Manuel Yantorno, permanece allí con la solidaridad de la UGTT que con su abogado está haciendo el reclamo por la devolución de las pertenencias que les fueron sustraídas a Leandro, más allá del dinero que le fue robado cuando fue secuestrado en su llegada a Túnez.
Sin ninguna duda, Leandro pertenece a una pequeña Editorial Socialista a la que le es muy duro buscar la verdad de los explotados y su lucha en el mundo. Sabemos por qué los gobiernos represores y opresores se ensañan con nosotros. Los grandes medios de prensa de la burguesía y las transnacionales han guardado un silencio vergonzoso y cómplice sobre esta persecución a un corresponsal de guerra. Sus declamaciones sobre la “libertad de prensa y opinión” son palabras que se las lleva el viento. Ello es opuesto a la solidaridad recibida por parte de centenares de trabajadores de prensa y de organizaciones de trabajadores con nuestro corresponsal.
Nuestra Editorial va a reconstituir colectivamente todo este trabajo de prensa, de investigación y difusión que significó arriesgar la propia vida y compartir desde el terreno mismo todos los padecimientos inauditos que sufren las masas y los pueblos oprimidos del Magreb y Medio Oriente, cuyas luchas han conmovido al mundo en los últimos años.
No habrá gobierno ni tiranía del mundo que nos silencie. Y esto es así porque como queda demostrado con la libertad de nuestro corresponsal, arrancada al régimen tunecino, realmente existe la solidaridad internacional de los trabajadores y de sus organizaciones. Basado en esta solidaridad, centenares de corresponsales y periodistas de distintas organizaciones socialistas pueden buscar y llevar su verdad a los trabajadores de todos los países.
Nuestro corresponsal estuvo secuestrado en una prisión donde se encontraba bajo terribles condiciones infrahumanas, y donde se pudren centenares y miles de luchadores antiimperialistas tunecinos, argelinos, marroquíes. Allí también yacen con falsas acusaciones cientos de obreros de Túnez que luego de ser explotados como esclavos por las petroleras en Libia, se les roba su salario y sus ahorros cuando cruzan la frontera tunecina.
Nuestros corresponsales Leandro y José -quien aún permanece en Túnez-, venían de cubrir la masacre y los padecimientos inauditos de más de 10 millones de explotados sirios que mueren de hambre, pestes y por el duro invierno en campos de refugiados en el desierto en las fronteras de Siria con Turquía, El Líbano e Irak. Ellos cubrieron recientemente asimismo la lucha de los obreros petroleros de Libia. A todos lados llevaron el reclamo por la solidaridad y la coordinación de todos los que luchan y son perseguidos por los regímenes y gobiernos tutelados por las transnacionales y las potencias imperiales.
En Túnez se sobrevive el régimen de Ben Alí, como lo hacen todos los regímenes tutelados de la región por las grandes petroleras que saquean el Magreb y Medio Oriente. Todo esto explica la saña del gobierno represor tunecino, que detiene a luchadores por la libertad que denuncian lo que la prensa burguesa e imperialista calla y silencia: las peores masacres y tormentos que padecen las masas, en este caso, del Magreb y Medio Oriente. Y que no son distintos a la condena de miles de palestinos en las prisiones del Estado de ocupación de Israel, a la cadena perpetua que sufre el luchador por la causa palestina, Georges Abdallah, en Francia, y al duro golpe propinado a la clase obrera argentina con la condena a cadena perpetua a los trabajadores de Las Heras por pelear por sus derechos y su libertad. Y éstos entre miles de ejemplos que sobran en el mundo.
Ambos corresponsales de la Editorial Socialista Rudolph Klement, así como centenares de organizaciones obreras de Argentina y el mundo, son parte activa de la campaña por la libertad de los trabajadores de Las Heras que fueron condenados a cadena perpetua y buscaban la solidaridad con esta lucha de todas las organizaciones obreras y populares de la región.
Nuestros corresponsales han constatado que los levantamientos de las masas tunecinas aún claman justicia. La detención de miles de luchadores en Túnez y la puesta en pie de un régimen blindado y represor, es para que no se vuelva a encender la chispa que en el 2011 incendió a toda la región en durísimos levantamientos contra el hambre y por el pan.
Desde ya quedamos a disposición de todas las organizaciones obreras y de las que defienden las libertades democráticas para que se expresen las ideas socialistas. De nuestra parte sabemos que nuestro trabajo recién comienza y que la clase obrera necesita muchos corresponsales como Leandro en los frentes más avanzados y duros de sus luchas en el mundo. Todos ellos cuentan con nuestro apoyo y solidaridad.
El movimiento obrero mundial ha podido conocer, y vivir desde adentro mismo, los acontecimientos revolucionarios que fueron hito en la historia, contados desde adentro mismo de las revoluciones y las guerras civiles, por periodistas de la talla de Félix Morrow y John Reed. Con sus trabajos alrededor de la guerra civil española o “México Insurgente” y “Los diez días que conmovieron al mundo” sobre la Revolución Rusa, ellos han dejado un enorme legado a las nuevas generaciones de corresponsales socialistas de las luchas de la clase obrera mundial, que arriesgan su vida con pasión y entusiasmo cubriendo los grandes y convulsivos acontecimientos de la lucha de clases que conmueven al mundo.
El trabajo que hacen nuestros corresponsales es un aporte y una contribución para que ese camino abierto no se extinga. Y que los trabajadores y jóvenes antiimperialistas puedan conocer una visión socialista de los acontecimientos, contada desde el fragor de las luchas más duras de la clase obrera internacional.
Saludamos y agradecemos que corrientes no afines con nuestro pensamiento se hayan solidarizado por la libertad de nuestro corresponsal. Es que todos defendemos la libertad de las organizaciones obreras a luchar por sus ideas, su programa y sus convicciones. Todos defendemos las libertades democráticas que en última instancia son una conquista de las grandes masas.
Nuestro corresponsal José Manuel Yantorno cubrirá hasta el final su trabajo en Túnez. Hacemos responsable al gobierno tunecino de su seguridad y exigimos la inmediata devolución de los bienes que le fueran arrebatados ilegalmente a nuestro corresponsal David Leandro Hofstadter.
Mientras permanecemos en Túnez y estamos recuperando a nuestro corresponsal en libertad, no podemos menos que recordar que allí se inmoló Mohammed Bouazizi. Las masas tunecinas han sido las que prendieron la chispa de los reclamos de millones de hambrientos en toda la región.
Cubrir los acontecimientos de Túnez hoy es descubrir que esa chispa aún no se apagó ni con la represión ni con los engaños a los explotados. Allí estamos y allí seguiremos.
Quedamos a disposición de todas las organizaciones de DD.HH., de periodistas y de trabajadores que hicieron posible que podamos liberar a Leandro y que asimismo podamos continuar con nuestro trabajo en Túnez.
Walter Nicolás Montoya
Director de la Editorial Socialista Rudolph Klement
Valeria Giselle Sago
Editora General y Captura de Datos e Información
Lic. en Ciencias Sociales (Queensland University Tecnology)
Domicilio: Remedios de Escalada 6505 - Martín Coronado, Pcia. de Buenos Aires (CP 1682)
Teléfono: 4305-2558
Celular Particular: 15-6198-1240
E-mail: rudolphklement@yahoo.com.ar |