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02/12/2015

Voces de la resistencia:

A la Conferencia de Viena hay que contraponerle un Consejo de la revolución siria, de obreros, de soldados, de campesinos pobres, de hambrientos, de desocupados, de refugiados

Por Abu al Baraa, co-autor del libro "Siria Bajo Fuego"

A medida que se acrecientan los bombardeos de Rusia y la OTAN, la situación se vuelva cada vez más difícil en las zonas liberadas. Pero asimismo también las masas aumentan su desconfianza en todos los verdugos que las sacrifican. Donde nosotros luchamos vemos que la gente que está ahí no tiene confianza ni en el Ejército Libre, ni en las alas como pueden ser Aharar al-Sham ni en Jabhat al Nusra. Inclusive tienen menos confianza de lo que nosotros teníamos idea.
En el último mes, luego de los bombardeos de Putin y la huida a cada paso de los generales del ESL -que inclusive han entregado posiciones claves luego de vender sus armas y escapar-, se ha acelerado la experiencia de las masas con todos ellos.
Podríamos decir que se ha abierto una crisis entre los "partidos-ejércitos" y comandantes que controlan las zonas liberadas, con la base obrera y popular que es la que realmente combate en la resistencia.
Estoy desde hace 2 meses afuera de Siria y tenía una visión de que poco a poco se perdía esa confianza, que cada vez era un poco menos, pero ahora esto ya es muy generalizado después de la batalla del sur de Aleppo porque ahí se vio claramente cómo lo dejaron avanzar al ejercito de Bashar y cómo los pocos generales del ESL que estaban ahí vendieron las armas que tenían, huyeron de la batalla y lo dejaron avanzar a propósito.

Cuando se recrudecieron los ataques, también los refugiados recrudecieron la vuelta a sus casas y ciudades. Cuando se corre el rumor de que se entregan posiciones, la base de las masas vuelve al frente de batalla y se escucha decir como si fueran los primeros días de la revolución de 2011: “esto es la revolución, esta es nuestra revolución, no queremos más a estas direcciones de ningún ejército, de nadie que nos diga que son amigos de ejércitos de Turquía, de ejércitos de EE.UU., ni de ningún ejército europeo".
Las masas comienzan a no creer más en ellos. Todos saben y sabemos quién está en el frente de la lucha defendiendo a nuestras familias. Lo más perspicaz de la resistencia ve el grado de miseria en el que estamos, con pagas de 30 dólares mensuales o bien, en el medio de una hambruna generalizada.
Muchos compañeros empiezan a decir: "esta es una cuestión de nosotros, de los trabajadores que comenzamos esta revolución”. Son grupos de los barrios obreros, por ejemplo de Aleppo, que se juntan y dicen: “tenemos que cambiar a nuestros dirigentes, tenemos que buscar otros rumbos. No podemos seguir con esto. Nos autoorganizamos nosotros”. Algunos ya comienzan a organizarse. Y dicen “no confiamos más ni en el ESL, ni en Aharar al-Sham, ni en Jabhat al Nusra, ni en ningún grupo que venga y nos diga que con las leyes islámicas, con la religión y siguiendo las leyes de dios, nos va a venir todo bien. No queremos a ninguno de esos grupos. Ya los conocemos a todos. Ya sabemos cómo son”. Lo que buscan es un camino para derrotar a Bashar y para tirarlo.

Nuevamente, en su lucha, las masas tienden a reconstituir lo que pusieron en pie para comenzar su combate: los Comités de Coordinación de obreros y soldados. El término que se comienza a utilizar es el de los "Consejos de la revolución", que coordinan la lucha, el alimento y buscan independizarse de la tutela del ESL, de Jabhat al Nusra, etc.

 

Mientras se redobla el ataque y los bombardeos, las masas comienza a gritar:
"¡TENEMOS QUE HACER UN NUEVO LEVANTAMIENTO!"

"Tenemos que volver a hacer un nuevo levantamiento, una nueva acción nosotros”, ese es el grito que recorre a la resistencia para enfrentar a la coalición contrarrevolucionaria del imperialismo.

Durante esta guerra civil, la consciencia de los explotados avanza rápido. El imperialismo y sus sicarios vienen a por todo, pero la resistencia presenta batalla, las masas presentan batalla.

La cuestión es cómo organizar ese segundo levantamiento, y de eso se trata el aporte de los socialistas revolucionarios conscientes a esta grandiosa revolución que hoy se encuentra en una fase de resistencia.
Todos los días la vida les da una lección a los obreros. El látigo de los padecimientos de las guerras contrarrevolucionarias, sacude nuestras consciencias.

Yo estoy seguro que la mayoría de los explotados sirios no cree que la OTAN sea un aliado. Veamos un ejemplo: durante años nos masacró Al-Assad. Ahora desde hace dos meses, ya Rusia sostiene abiertamente su ataque y nos empieza a bombardear a nosotros, a tirar con los aviones, etc. ¿Y recién Erdogan bajó un avión ruso en Turquía? Estuvieron casi 5 años bombardeándonos desde el aire, y ¿ahora recién derriban un avión de ellos en la frontera? No es creíble. La "solidaridad" del gobierno turco, de EE.UU. y de Francia -ante los que se arrodillan los generales burgueses del ESL-, no es para nada creíble ante las masas.
Los revolucionarios internacionalistas combatieron en todo el mundo contra el cerco a la revolución siria. Bashar tuvo las manos libres para masacrar. Eso es cierto. Esa es la tragedia de nuestra revolución. Pero eso hoy también se expresa en una enorme consciencia que empuja a las masas hacia adelante: "Nos dejaron solos. Todos los gobiernos son nuestros enemigos. Todos los poderosos del planeta permitieron la masacre de Bashar contra el pueblo sirio."

Desde el primer día de la revolución se levantó una consigna de las canciones que se cantaban, con ritmo típico de Siria, que es el dakne, que decía: “No queremos a la OTAN. Nosotros los vamos a agarrar a Bashar desde el medio de su casa. Lo vamos a sacar y le vamos a hacer saber lo qué significa la palabra revolucionario”. Esa era la consigna que tuvimos desde del primer día y la mantuvimos todos los años... el segundo, tercer, cuarto año, mientras nos bombardeaba desde los aires Bashar y después Rusia.
Los sirios que pelearon y pelean, que tienen cientos de miles de mártires y millones de refugiados en campamentos y otros en el exterior, saben por qué fue, todos tienen presente por qué es y qué es lo que quieren. Y por ello dicen: “¿Le vamos a dejar a la OTAN después de todo esto, de todo lo que pasamos, que ellos vengan y se queden con todo?”
Así que esa mentira de que ahora Erdogan de repente es amigo nuestro, que lo queremos mucho, que apoya al pueblo sirio y entonces “bienvenido”, le abrimos la frontera, “bienvenido el ejército turco"... Eso no tiene lugar.

Las potencias imperialistas son cuidadosas aún en desembarcar por tierra en Siria. Mandan a sus mercenarios y tropas asesinas como Hezbollah e Irán. En que los imperialistas saben que si sus tropas desembarcan masivamente en Damasco, se transformarán ellos en la cabeza de la serpiente que deberemos cortar. Por eso continúan con tanto bombardeo a mansalva, destrucción de nuestras ciudades y con una política militar de hacer "tierra arrasada", de devastación y de cerco a la resistencia... Pero el pueblo sirio comienza a tener mucha claridad sobre sus enemigos. Sabe desconfiar de los "cantos de sirena". Los jóvenes y trabajadores del mundo deben conocer este proceso profundo de las masas sirias.

 

Los que fueron a Viena que hablan en nombre del pueblo sirio, no son sirios y no nos representan

Ha llegado la hora de poner en pie un Consejo Nacional de la revolución siria, de los que realmente peleamos contra el hambre, la miseria y el imperialismo, por el pan y la libertad

Los que se juntaron en Viena están cómodos afuera de Siria. No pisan para nada acá. Y no representan para nada lo que somos en Siria. Y nadie de Siria los votó ni los mandató para que digan nada. No queremos ni esas conferencias, ni esos acuerdos. Queremos nosotros derrotar a Bashar, sacarlo por nuestras propias fuerzas, poner en pie un Consejo de la revolución, que se pongan en pie asambleas en cada ciudad de la revolución o se elijan a representantes que tengan sus bancadas en un gran Congreso de la revolución.
Los que sabemos cómo hacer un gobierno de la revolución somos los que estuvimos en Siria, los que estuvimos en la trinchera, en las marchas; no los que están reunidos en los congresos y conferencias en el exterior ni en los hoteles 5 estrellas en París, en Turquía o en otros lugares de Europa. Y nosotros queremos un Consejo de la revolución, de los Comités de Coordinación de trabajadores, soldados rasos y de los sectores populares arruinados.

Todos cuando vimos los hechos de París, enseguida nos dimos cuenta de que no eran nada correctos. También nosotros supimos diferenciar después de ese hecho, quién era quién. Por ejemplo, a veces se escuchaba: “mira lo de París, qué mal, hay que estar con la gente de París. Pobre Francia. Mira cómo lo atacaron estos terroristas que nos matan a nosotros también... La verdad que Francia es un gran aliado para pelear contra estos terroristas”. Cuando alguien tenía un pensamiento o decía algo así, enseguida nosotros nos dábamos vuelta y decíamos “a este lo mandan afuera. Este es un espía extranjero. A este lo manda Francia, EE.UU. o es de algún servicio de inteligencia extranjero.”
¿Saben por qué aquí la mentira del ISIS se la lleva el viento? Porque el ISIS no ataca en Francia ni a las tropas de la OTAN. Mucho menos al perro Bashar. El ISIS nos ataca a nosotros por la espalda. Con sus tropas y las de Al-Assad intentan cercar nuestras ciudades.
Durante años nos masacraron a nosotros, a nuestras mujeres, a nuestros niños. ¿Y dónde estaba Francia? Como EE.UU., dejando que Al-Assad haga el "trabajo sucio".

Últimamente algunos quieren hacerles creer a las masas sirias que la solidaridad y la solución vienen de la mano de Turquía. Y centenares de explotados sirios están en las fronteras con Turquía. Allí viven en carpas, bajo condiciones de hambruna, de brutales enfermedades. Los trabajadores y el pueblo sirio saben quién es Turquía. Es el que nos tienen en campos de concentración en medio del desierto, en guettos, muriéndonos de frío.
El trabajador sirio sabe cómo los patrones tratan en ese país a los obreros, que por monedas los hacen trabajar de sol a sol. Los sirios saben qué pasa cuando llegan a Estambul, a Ankara o a las ciudades mismas de la frontera, huyendo de la guerra... Van presos. La misma policía turca les roba sus pertenencias. Son perseguidos y brutalmente reprimidos, como el mismo pueblo kurdo que en Turquía es tratado por Erdogan como Al-Assad trata al pueblo sirio. Parece mentira que en Siria, llevados por sus hombres ricos y de negocios, el pueblo kurdo termine atando su suerte al perro Bashar, tal como en Irak lo hace con el protectorado yanqui.

La experiencia de las masas también se acelera por los últimos acontecimientos. Porque lo hay que ver  es el cerco que hizo Turquía después de estos hechos de París. Su cerco se duplicó y Turquía cerró completamente las fronteras. Antes había un comercio entre las zonas también liberadas que tenían frontera con Turquía y se podían comprar cosas hechas en Turquía, se traían a Siria. Y desde Siria se podían vender hacia Turquía. Y hace un tiempo que eso ya se cortó, se cortó todo el comercio y la venta, porque Turquía está queriendo también cercar la resistencia de esas zonas. Las está queriendo desabastecer, cercar. Está quedando claro que Turquía no le permite a Putin tocar un milímetro del territorio sirio que la misma Turquía es la que está cercando y con el cual se pretende quedar.

Turquía, en última instancia, está bloqueando a la resistencia siria. La está cercando por hambre, tal como hace Bashar. Por ejemplo algo que costaba 100 liras sirias, después de la devaluación del dólar ese precio se fue a 700 liras. Entonces, ¿qué pasó cuando Turquía cerró la frontera? Ese precio se fue no a 700, sino a 1.400. Es decir, no se multiplicó por 7, sino por 14 el precio. Lo que intentan hacer con eso es que nosotros después no tengamos qué comer, qué comprar, nada y entones nos tengamos que dar por vencidos por desabastecimiento. Por eso sabemos que el gobierno turco no es amigo del pueblo sirio, que es más amigo de Bashar.

 

Como venimos diciendo desde que aparecieron en Siria hace ya dos años, la burguesía, el imperialismo mundial y Bashar siguen sosteniendo al ISIS que les administra sus negocios y es fundamental para desorganizar a la resistencia
 
El ISIS, como ya hemos dicho en la primera parte del libro que escribimos, se asienta en las zonas donde derrotamos al perro Bashar. Ellos llegaron con sus banderas de "haber combatido al imperialismo en Irak".
Pero si el ISIS puede ejerce un terror y un control férreo de las masas, es porque dan concesiones parciales y el imperialismo los ayuda para que esto sea así.

En las zonas donde nosotros estamos no hay electricidad. En las zonas donde está el ISIS, sí porque tomaron una de las centrales de electricidad y entonces con eso proveen a toda su zona e inclusive le pasan a la zona de Irak. Los aviones de Bashar sobrevuelan todo el tiempo las zonas de ellos, que están completamente iluminadas, con luces, y nunca les disparan. Nosotros ni bien tomamos una de esas centrales de electricidad como pasó en las afueras de Hama, vinieron los aviones de Bashar y la destruyeron toda.

Nosotros vivimos a oscuras. No hay electricidad. El suministro de agua se ha cortado bastante, hay muy poca. Hasta el gasoil no suele haber y si hay es muy caro porque lo controla todo el ISIS y después para venderlo lo hace caro.
Entonces el ISIS lo que hacen es, venden su petróleo a las zonas extranjeras pero dentro de sus zonas entregan gratis el gasoil. Dentro de las zonas que controla el ISIS, el gasoil es gratis. Por ejemplo, el barril que tiene 216 litros de gasoil de muy baja calidad que se hacen en refinerías obsoletas, cuesta 35.000 liras sirias. Ese gasoil no funciona para los autos. Es tan mala la calidad que si le pones eso al auto, es como si le pusieras agua al tanque. Ese lo puedes usar para las estufas o algo así. De ese tipo de gasoil, el ISIS en las zonas que controla, a cada casa le da por mes 2 barriles y se lo dan gratis. Está prohibido cobrar en un negocio que venda pan. En las zonas donde nosotros vivimos, se cobra el pan. La bolsa de 8 panes cuesta 150 liras. A veces 125, a veces 150 liras.

El ISIS asienta su dominio con un sistema totalitario y de control contrarrevolucionario de las masas, pero también en el medio de una brutal guerra y de calamidades inauditas, dando concesiones parciales. Así sostiene el imperialismo al ISIS para debilitar a la resistencia que enfrenta a Bashar.

El ESL les da una especie de sueldo a los que pelean con ellos. Les da 15.000 liras sirias, que hoy serían algo así como 40 dólares por mes. El ISIS a cada uno de los soldados de ellos les da 300 dólares a los hombres. Si están casados además le da 200 dólares a la mujer y si tiene hijos, además les da 150 dólares por cada hijo por mes.
Donde estamos nosotros, hay pobreza y escasez. Donde está el ISIS, ellos se mantienen dando las cosas. Fíjense que a las zonas del ISIS, los aviones de Bashar no las bombardean, excepto cuando ve a algún grupo de civiles. A esos sí los bombardea.

Según el ISIS, la cabeza de la serpiente seríamos nosotros y no el ejército de Bashar. Este es un plan contrarrevolucionario dirigido en el mismo lugar por fuerzas imperialistas. Esta gente dice: "el de Bashar es un gobierno infiel pero ya sabemos quién es. En cambio, las otras zonas liberadas que no se unen al ISIS y que no aceptan la ley de dios, se dicen musulmanes y todo, y son musulmanes, pero no aceptan la ley de dios y eso es todavía peor. Y gritan: "Hay que tirar contra ellos.”. Por eso el ISIS siempre nos ataca a nosotros y salvando a Al-Assad. Este es un plan perverso y contrarrevolucionario organizado por el imperialismo. Un quinta columna más para estrangular a la resistencia.
Pero, ¿saben qué? El ISIS no puede otorgarle gasoil ni pan a los 23 millones de sirios hambrientos, ni entregarle 150 dólares por hijo a los 10 millones que se mueren de hambre y de pestes en los campos de refugiados en las fronteras de Siria.

Esta es una pérfida política para intentar disgregar a las milicias revolucionarias de las masas explotadas de Siria. Ellos dicen: "vengan con nosotros y les pagamos 300 dólares a ti y 200 a tu mujer. Tendrás electricidad. En las zonas que tú defiendes hay miseria y pobreza. Vete de allí"... Esto es una mentira, un engaño... Porque nosotros sabemos y nosotros decimos: "Vamos a Damasco. Allí están los grandes bancos que saquean Siria. Allí están los jefes de las petroleras imperialistas y los grandes patrones que desmantelaron las fábricas de las zonas rebeldes y las reubicaron en Damasco o en el Líbano. No nos hacen perder el rumbo: queremos la cabeza de la serpiente para conquistar un salario digno, gasoil, pan, tierra y dignidad para todos los explotados de Siria que hoy están siendo masacrados por el imperialismo y sus lacayos".

En estos años he comprendido, viendo a esta heroica resistencia, cómo en épocas de guerra civil las masas aprenden en días o en horas lo que no aprenden en años en épocas de paz.

En estas condiciones, hay que preparar un segundo levantamiento y una contraofensiva de la resistencia con la meta puesta en Damasco y en expropiara a los capitalistas que se están enriqueciendo con esta guerra. Para ellos, no hay fronteras ni partición de Siria, puesto que ellos, los generales del ISIS, del ESL, de Jabhat al Nusra y del propio Bashar, son los que hacen los negocios, los que cobran por el tránsito de mercancías en los puestos de control, los que provocan una brutal carestía de la vida en nuestro pueblo.
El combate por Damasco es por terminar con todos estos parásitos capitalistas y hombres de negocios, que bajo el mando imperialista, buscan aplastar nuestra revolución y hacer negocios con la guerra y con nuestra miseria.

Los grupos de la resistencia nos conocemos. Los que luchamos nos acercamos y juntamos. Y separamos a los que nos entregan. Porque nosotros defendemos a nuestras familias. ¿Qué nos falta? Un estado mayor, pero de los que realmente queremos que esta revolución que empezamos triunfe en Damasco y sea un punto de apoyo para que vuelva el 2011, se subleve la intifada palestina y para que nos unamos los trabajadores de todos los continentes.
Nos falta un estado mayor y lo construiremos luchando y organizando desde abajo los Consejos de la revolución, por barrio y ciudad de toda Siria. Allí tendrán lugar los obreros, los campesinos pobres, los profesionales y estudiantes que ya no pueden ser tales, los desocupados, los millones de refugiados que están en nuestras fronteras y también en Europa. Un gran Consejo de la revolución que lo puedan apoyar y sostenerlo todos los trabajadores y pueblos oprimidos del mundo que quieran terminar con esta atrocidad a las masas de Siria, de Palestina y de todo el Magreb y Medio Oriente.

La hora del segundo levantamiento ha llegado. Vive en la resistencia palestina. Son nuestros voceros: los refugiados en Europa que cuentan esta misma verdad que yo cuento... Y por decirla, hoy soy un escritor sin visado, sin poder ingresar a ningún país fuera de Siria. Por supuesto: corro la misma suerte que los millones de explotados sirios. No soy distinto a ellos. En mi barrio caen las bombas. Mi familia, mi padre, mis hermanos, mis hijos pueden ser martirizados por el asesino Putin, por Al-Assad, por el ISIS... Pero sé que estas palabras y lo que cuento, hace tanto o quizás más daño que el misil más poderoso de la resistencia, porque despierta consciencia y colabora con abrir el camino a la victoria. Lo mío es tan solo un aporte a la enorme lucha del pueblo sirio.

Nosotros nos conocemos y nos reconocemos. Cada vez sabemos más quiénes son nuestros aliados y quiénes son nuestros enemigos. Esto es muy importante porque el peor enemigo es el que está adentro.

Un estado mayor de la revolución debe ser puesto de pie para la revolución siria, para todo el Magreb y Medio Oriente y para toda la clase obrera mundial.  

Abu al Baraa, co-autor del libro "Siria Bajo Fuego

 

 

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