"En Argentina hay partidos y militantes peleandose por las internas de las elecciones, mientras en otros lugares del mundo a los obreros y campesinos les llueven balas y las bombas de barril"
Lo que vengo a plantear es una jornada internacional que se tiene que hacer para parar el genocidio en Siria. Yo sé que acá en Argentina hay partidos y militantes peleándose por las internas para las elecciones, mientras en otros lugares del mundo a los obreros y a los campesinos les llueven las balas y las bombas de barril.
Se quiere hacer pasar a Al Assad por antiimperialista. Al Assad es el que le cuida la frontera al sioinismo, que le hace sufrir a las masas de Gaza, lo mismo que le hacen sufrir al pueblo de Idlib.
Esa es la prueba de quiénes son estos genocidas, estos verdaderos terroristas. Son los que cuidan las rutas del petróleo de las transnacionales. Por eso bombardean al pueblo, que se levantó como en Siria. Su revolución se levantó por el pan, contra los tarifazos que había hecho Al Assad, que había subido el 400% los alimentos hace siete años. Esto es lo mismo que pasa acá. Y a los que luchan en Siria, ni una cañita voladora le mandan.
Entonces, si no nos levantamos por nuestros compañeros, lo que pasa en Siria, mañana va a golpear la puerta de la casa de cada uno de nosotros, porque este es el ejemplo y el escarmiento que le quieren dar a los pueblos que se levantan en el mundo.
Ahí está el ejemplo de Rafael Nahuel, de Santiago Maldonado, están los miles de perseguidos que salieron a luchar.
En Siria están todos al servicio de las transnacionales, Al Assad, Putin, Erdogán. Todos le cuidan las fronteras al sionismo. Esto se demuestra porque no le tiraron ni una cañita voladora al sionismo que masacra en Gaza.
Hay que levantarse del lado del pueblo que lucha por sus derechos, por el pan, la libertad y la dignidad.
Por eso hacemos el llamado a los sindicatos, a las comisiones internas, a que hagamos lo mismo que se hizo en la Guerra Civil Española, donde había un genocidio y los sindicatos enviaban su solidaridad, mandaban alimentos, medicinas, pertrechos y también combatientes como lo hizo el Sindicato de Panaderos. Pero acá se está haciendo al revés.
Tenemos que parar de una vez este genocidio. Para el genocidio sirio no habrá olvido, ni perdón.
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