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Siria – 9 de junio de 2019

 “¡Que la sangre de los mártires no sea en vano!”
Abdul Basset Sarout
asesinado por las fuerzas fascistas de Al Assad y Putin

¡Los que mueren combatiendo por el pan y la libertad viven en las revoluciones de Siria, Sudán, Argelia, Teherán, Gaza!

¡Para que los trabajadores y el pueblo sublevado de Siria vivan,
el imperialismo, Al Assad y Putin deben morir!

Desde el periódico La Verdad de los Oprimidos hacemos llegar a Democracia Obrera, el periódico de los trotskistas de Argentina, las últimas noticias desde Siria, que dan cuenta de la muerte de Abdul Basset Sarout un joven revolucionario, nuevo mártir de la revolución siria que cayó en el norte de la provincia de Hama, asesinado por el régimen de Al Assad. Sabemos que vuestro periódico está por entrar a imprenta y queremos acercarle la declaración de nuestro comité redactor sobre la caída de este nuevo mártir, Abdul Basset Sarout, un joven muy querido por todo el pueblo, que se convirtió en un ícono de la revolución y la resistencia. Este compañero se suma a los cientos de miles que cayeron en esta masacre de Al Assad y Putin a cuenta del imperialismo. Estas fuerzas fascistas intentan hoy terminar de aplastar las últimas trincheras de la revolución y por eso han lanzado un brutal ataque sobre Idlib.
Decenas de miles de jóvenes, trabajadores y oprimidos de esa provincia fueron a recibir a su mártir, cuyo cuerpo fue traído desde Turquía. Y nuevamente las masas ganaron las calles. Despedían a un gran combatiente de la revolución siria. Un joven ex arquero de fútbol, con cuatro hermanos y su padre asesinados en Homs, que fue parte desde muy joven de los comités de coordinación de esa ciudad en 2011/2012 y organizador de la resistencia que le impidió, durante varios años, a Al Assad tomar Homs, la llamada capital de la revolución.
Se recuerda aún la desesperación de los generales fascistas de Al Assad, que hablaban de esa ciudad como “una hidra de 7 cabezas” que no podían terminar de tomar. Es que las masas y su vanguardia revolucionaria, mil veces derrotadas y desalojadas de esa ciudad, volvían a tomarla para reconquistar sus casas y barrios. La caída de Homs en 2014, entregada desde adentro –como luego sucediera en Aleppo- por los generales burgueses sin batalla del Ejército Sirio Libre, inició la etapa de contraofensiva assadista, con la cual hoy ha quedado cercada la revolución en Idlib.
Allí llegaron miles de refugiados, con una enorme experiencia de lucha y también con un gran aprendizaje. Muchos de ellos denuncian, como lo hacían desde Aleppo o desde Douma y Ghouta, la entrega de los generales del ESL de las ciudades rebeldes, para terminar asociados a Al Assad, su ejército y sus negocios.

Desde el periódico La Verdad de los Oprimidos, queremos entonces rendirle un homenaje a este gran luchador por el pan y la libertad de Siria y a toda la juventud que combate y que murió en el campo de batalla en la primera línea de fuego. En este momento no podemos menos que recordar a nuestros camaradas Abu Al Baraa y a su padre Mustafa Abu Jumaa, asesinados en la lucha por romper el cerco a Aleppo.
Recordamos a todos los obreros y campesinos que hoy se encuentran refugiados en el desierto y por millones en las fronteras de Siria. Y a los presos políticos torturados y martirizados por las fuerzas fascistas de Al Assad en sus cárceles, verdaderos mataderos humanos.

También debemos decir que, ante tanta masacre e ignominia provocada por la contrarrevolución, las masas resurgen en las calles después de 8 años al grito de “El pueblo quiere la caída del régimen” y “la sangre de los mártires no será en vano”, como decía el compañero Abdul Basset Sarout con su último aliento.
Él no era parte de los hombres de negocios de la burguesía infame y entregadora del ESL y de HTS (ex Al Nusra) ni un cobarde traidor, como lo son los “izquierdistas” colgados a los faldones de Al Assad o de los yanquis, que sostienen la ofensiva de la contrarrevolución en Siria, cómodamente sentados en sus bancas parlamentarias o en los sillones lujosos de las burocracias y aristocracias obreras, traicionando a la clase obrera de sus países y a todos los explotados del mundo.

La revolución siria dio una generación de jóvenes rebeldes, que buscó durante estos años un camino al triunfo de su revolución, pero que chocó con la más grande de las murallas para vencer y para encontrar ellos mismos el programa para la victoria. Todos los que hablaban y hablan en nombre del socialismo, de la “democracia real” –como les gusta decir a stalinistas y demás renegados del marxismo- han sostenido a Al Assad, en su mayoría. Otros, como el PO y el PTS de Argentina y sus respectivas corrientes internacionales, se declaran “neutrales”. Sostuvieron a las YPG y los yanquis en el Kurdistán. Acusan de “terroristas” y “jihadistas” a la resistencia.
Hoy decenas de miles de desposeídos acompañaron los restos de los héroes de la revolución hasta su entierro, jurándose resistir en las últimas trincheras contra el perro Bashar. Las masas saben muy bien lo que significa la victoria del perro Al Assad. Si éste entra a sus ciudades, lo hace a sangre y fuego, asesinando a todo mayor de 10 años, violando a sus mujeres, masacrando a sus hijos, expulsando a millones a las fronteras para robarles sus propiedades.
En esta guerra del fascismo y el imperialismo contra los oprimidos, ser neutral es pilotear los aviones de Al Assad y Putin, llevarles municiones y permitir que se abastezcan sus tropas fascistas. Es apoyar a Erdogan, que se mantiene “neutral”, pero cierra las fronteras para cercar a Idlib. Es ser el sionismo, que se declara “neutral”, pero mientras más y más caen las ciudades sirias rebeldes, más y más aplasta Gaza y Cisjordania. Ser “neutral” es estar sentado en la ONU con Trump, que despeja los cielos para que Al Assad y Putin ataquen con sus aviones bombardeando a mansalva los pueblos de Siria. Ser “neutral” es engañar a las masas diciendo que allí hay un “enfrentamiento entre EEUU y Rusia”, cuando los que mueren no son ni la oligarquía de Moscú ni los yanquis de Wall Street. Mueren y caen las masas.
A su vez, otros, así llamados “anti-capitalistas”, sostienen a los generales sin batallas de la burguesía sunnita, que desde hace 7 años se reúnen en “negociaciones de paz”, en hoteles 5 estrellas, a entregar la sangre de los mártires de la revolución siria. Más de 35 altos al fuego firmaron estos entregadores en Bruselas, Astana, Sochi y Ginebra. Ahí están los 600 mil mártires de la revolución siria para denunciarlos como lo que son: entregadores de la revolución siria.
Estos “anticapitalistas” claman de rodillas y suplican desde hace 8 años que EEUU y las “democracias” imperialistas intervengan dándole armas a la resistencia. Y EEUU intervino en Siria. Mandó a Al Assad a bombardear y al ISIS a masacrar y luego entregar las ciudades a los yanquis, haciéndoles el trabajo sucio de liquidar la revolución a sangre y fuego. Obama ayer y Trump hoy mandaron a Putin y sus aviones, que no dejan ni casa ni escuela ni hospital en pie en las ciudades rebeldes de Siria.

Nuestro homenaje a Abdul Basset Sarout es un homenaje de los socialistas revolucionarios a un combatiente por el pan y la libertad. Es un homenaje a los que repudiaron y repudian los pactos infames de Astana y la ONU.
Rendimos honor a las brigadas de los hambrientos, de los pies descalzos, de los que están en la primera línea de fuego. A los que buscan un camino a la victoria. A los que lucharon por unir a las brigadas y abrir los frentes, como lo estaba haciendo el Ejército de la Gloria ingresando a Hama.
Nuestro homenaje es a la revolución siria, cuyas masas hoy en Idlib volvieron a ganar las calles.
Nuestro homenaje es a los nuevos frentes que se han abierto contra el imperialismo y sus feroces dictaduras en el Magreb y Medio Oriente, como en Khartoum y Argel, y que resisten en Gaza y Teherán.
Nuestro homenaje es a los combatientes que durante años defendieron Douma, Ghouta, Homs, Aleppo, Daraya y a nuestros heroicos combatientes de la Brigada León Sedov.

Las revoluciones de Magreb y Medio Oriente, llenas de mártires, aún están vivas y en ellas viven sus héroes.
Los socialistas revolucionarios hemos sido y somos parte de esa heroica revolución de ayer y resistencia de hoy. Seguimos y seguiremos luchando para que las masas tengan en sus manos el programa que se merecen para conquistar la victoria. Programa que no es otro que expropiar a los expropiadores del pueblo, para volver a sublevar a todo el pueblo sirio, desde los campos de refugiados a Damasco, de Homs a Aleppo…
Para que el pueblo coma, recupere su vivienda y tenga municiones para sus fusiles, hay que recuperar los dineros y riquezas que le robaron los señores de la guerra, la burguesía usurera y los banqueros que hicieron enormes fortunas con la sangre de los explotados.
Un programa que llame a los trabajadores y el pueblo sirio a tomar lo que les pertenece, los pozos de petróleo de Raqa y Deir Ez Zor que se apropió el imperialismo yanqui y hoy están en manos de Shell, Total y Exxon, custodiados por las tropas terrestres de la OTAN de las YPG y los traidores stalinistas del PKK.
Un programa para la victoria, que luche por que todos los obreros y oprimidos ganen lo que necesitan para vivir, que las grandes extensiones de tierra de la gran burguesía alawita se reparta entre los campesinos pobres. Un programa así sería el misil más fuerte para dispararle a los fascistas Putin y Al Assad, que despertaría la solidaridad y la unidad de todos los pueblos árabes, para enterrar al imperialismo en las arenas del desierto.

El gran obstáculo para seguir este camino es la izquierda reformista, que le rinde honores a Al Assad, que ha dicho que el “socialismo no va más ni siquiera en Cuba”, como lo hicieron los Hermanos Castro. El obstáculo son los Maduro, que con su estafa de “revolución bolivariana” sostienen a las fuerzas contrarrevolucionarias de los Ayatollahs de Teherán y ni hablar del fascista Al Assad.
El gran obstáculo son Syriza, los sinvergüenzas del Podemos de España y los burócratas traidores de las centrales sindicales europeas. Ellos son los que han garantizado los peores ataques contra la clase obrera y los inmigrantes en Europa y han apoyado el pérfido accionar de la máquina de guerra imperialista y de la ONU para aplastar y saquear a los pueblos oprimidos, mientras sostienen a los regímenes opresores lacayos del imperialismo en el Magreb y Medio Oriente.
Está claro que si se hubieran puesto en las calles del mundo tan solo el 10% de las fuerzas que lucharon para parar la maquinaria de guerra imperialista en Irak ayer y antes en Vietnam, la suerte del perro Bashar ya estaría echada y la resistencia habría triunfado en Damasco.
Ese es nuestro compromiso: combatir a nivel internacional contra todos los que han cercado y traicionado la revolución siria e impedido que los explotados del mundo vean que los que mueren allí son sus hermanos de clase oprimidos, y que se subleven para ir en su ayuda.

¡Honor a todos los revolucionarios caídos en el combate! ¡Honor a las masas masacradas por las bombas asesinas de Al Assad y Putin! ¡Paso a la revolución por el pan y la libertad!
¡Una sola intifada de Gaza a Idlib, de Khartoum a Argel! ¡Que muera Al Assad y el sionismo! ¡Fuera el imperialismo! ¡Por los estados unidos socialistas de Magreb y Medio Oriente!

¡Hasta la victoria siempre, compañero Abdul Basset Sarout!

Comité Redactor del periódico La Verdad de los Oprimidos

 

 

 

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