Al atardecer del sábado 8, dos hombres encapuchados ametrallaron el campamento del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) de la ciudad de Alhandra (Paraíba) que se encuentra a unos 45km de la capital, João Pessoa. Los compañeros José Bernardo da Silva y Rodrigo Celestino murieron en el lugar sufriendo varios disparos. Los pistoleros actuaron con total impunidad, encapuchados, entraron al campamento, dispararon a sangre fría y salieron impunemente del lugar. Los cuerpos de los compañeros permanecieron en el lugar hasta el día siguiente.
Fue un ataque certero a los dos principales referentes de este campamento en el que viven 450 familias. Y como denuncia el MST “es un claro crimen para intimidar la lucha por la tierra”. El MST denuncia que el asesinato de José Bernardo Silva no es casualidad, José era hermano de Odilon da Silva, miembro del Movimento de Atingidos por Barragens (un movimiento de lucha contra los desalojos y víctimas de las construcciones de infraestructura para el agro-negocio como usinas hidroeléctricas), quien fuera asesinado hace 9 años también en Paraíba.
Mientras eran velados los compañeros del MST en el estado de Paraíba, en Brasilia Bolsonaro, Maurão, Moro y todos los milicos y jueces que ocuparán los ministerios del próximo gobierno se preparaban para ser “Diplomados” por el Superior Tribunal Electoral, que realizó en un acto la legalización del triunfo electoral del próximo gobierno.
A menos de un mes de la asunción de Bolsonaro, la guerra civil en el campo, no da sosiego. Brasil es el país que más asesina a dirigentes campesinos y obreros agrícolas. El año pasado fueron 70 asesinatos, siendo uno de los saldos más altos después del 2003 en el que fueron asesinados 73, es decir durante el primer año del gobierno de Lula-Alencar.
Durante los últimos 15 años en Brasil fueron asesinados más de 350 mil obreros y campesinos en manos de la policía, las tropas de ocupación de las FFAA, de los escuadrones de la muerte, etc. Ahora Bolsonaro ya le ha declarado la guerra abierta a los obreros y a los campesinos pobres, declarando que considera al MST como un grupo terrorista, preparando así el terreno para legitimar los ataques como los que mataron a José y Rodrigo, al igual que ayer hicieron con Marielle y Anderson.
Así, con asesinatos, represión y cárcel, pretenden aterrorizar a la clase obrera y a los explotados para imponer todos los planes del FMI y de las transnacionales que vienen a redoblar el saqueo de Brasil, esta vez con Bolsonaro-Moro a la cabeza, con los milicos y los jueces comandando el ataque bajo la tutela de Trump.
Las organizaciones obreras deben ponerse de pie contra semejante ataque y de inmediato deben tomar en sus manos la lucha por justicia y por castigo a los culpables del asesinato de los compañeros del MST, como también de los asesinos de Marielle y Anderson, y de todos los mártires de la clase obrera y los explotados. Sus asesinos gozan de total impunidad y actúan bajo resguardo de los jueces y la policía asesina, que con sus escuadrones de la muerte, se dedican a masacrar a los explotados y asesinar dirigentes obreros y de los campesinos pobres.
Hay que pararle la mano al estado asesino, que prepara superiores ataques contra la clase obrera y los explotados del campo y la ciudad, que bajo la tutela directa del imperialismo y de Wall Street, le han declarado la guerra a los trabajadores.
¡La lucha por la tierra, por el trabajo, la vivienda y la vida digna es una lucha legítima! ¡Los únicos terroristas son el estado y sus bandas armadas, son el imperialismo que nos saquea y nos hambrea! ¡Basta de masacre obrera y campesina! ¡Basta de impunidad!
Por Marielle, Ánderson, Amarildo, José y Rodrigo y todos nuestros mártires… ¡Luchemos por poner de pie Tribunales obreros y populares para juzgar y castigar a todos los asesinos de nuestros compañeros!
¡Abajo la intervención militar en Río de Janeiro! ¡Fuera las tropas de ocupación de todas las favelas y del campo! ¡Hay que organizar ya la autodefensa obrera y campesina, para defenderse de los ataques del estado y de sus pistoleros!
¡Libertad inmediata de Rafael Braga y de todos los presos políticos de Brasil! ¡Basta de perseguir a los luchadores obreros y populares!
¡LAS VIDAS NEGRAS Y DE TODOS LOS EXPLOTADOS IMPORTAN! ¡PAREN DE MATARNOS!
¡La sublevación de los esclavos no es delito, es justicia! |
