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Siria - 27 de septiembre de 2016

Luego de anunciar el fin del “alto al fuego” tramposo, Al Assad y Putin lanzan la operación exterminio y destrucción de Aleppo y todas las ciudades rebeldes, con el visto-bueno de Obama, Turquía y la ONU

¡Hay que parar la masacre y el genocidio
a los trabajadores y el pueblo sirio!

¡Ganemos las calles de todo el mundo!
¡Enviemos desde todas las organizaciones obreras y combativas del mundo alimentos, medicamentos, armas, voluntarios y fondos para la resistencia!

¡Hay que parar la invasión y derrotar al perro Bashar en Damasco!

¡Por un comité internacional de apoyo a las masas sirias!

El pasado 9 de septiembre desde los gobiernos norteamericano y ruso se anunció un nuevo “alto al fuego” en Siria. Pero los bombardeos de Al Assad y Putin sobre las masas sirias nunca se detuvieron. Unos días más tarde, cuando se hizo evidente que la masacre continuaba, comenzaron un cruce de palabras entre EEUU y Rusia echándose mutuamente la culpa de causar que se haya terminado ese supuesto “alto al fuego”. Un engaño y una cortina de humo, pues mientras tanto el Aleppo rebelde continuaba siendo cercado y bombardeado a mansalva con misiles, bombas de racimo, bombas de fósforo blanco, como hacía tiempo no sucedía. El “alto al fuego” dio así inicio a la operación exterminio y destrucción que lanzaron Putin y Al Assad, con el visto-bueno de Obama y Erdogan.
Lo mismo ya había sucedido antes, con el “alto al fuego” declarado al finalizar la última conferencia de Ginebra realizada en febrero de este año, que no fue más que una cobertura para profundizar la brutal masacre sobre todas las ciudades rebeldes sirias que venía habiendo. La misma fue tan brutal que a principios de mayo, Rusia llegó a bombardear un campo de refugiados en las fronteras sirias (Sarmada), donde dejaba claro que iba a por todo y que no se estaba a salvo en ninguna parte de Siria.
El Ejército Sirio Libre (ESL) había aceptado ese alto al fuego de la conferencia de Ginebra de febrero y le pedía a la comunidad internacional que le haga cumplir a Al Assad el acuerdo. Por su parte, Jabhat al Nusra y Ahrar al Sham decían que no tenían condiciones militares ni materiales para la victoria, y que cuando las fuerzas de Al Assad y Putin arrasaban pueblos y ciudades lo único que se podía hacer era rezar y resistir. Así estos dos últimos grupos también aceptaron ese “alto al fuego” tramposo, pues respetaron en los hechos, unilateralmente, no atacar ni derrotar a Bashar y su ejército de mercenarios, sostenido por las tropas iraníes y los aviones rusos.

Hirviendo de odio ante semejante masacre como la de Rusia al campo de refugiados de Sarmada, tomando la lucha en sus manos como en el 2011/2012, las masas de Idlib y las afueras de Aleppo en los primeros días de mayo de este año avanzaron y tomaron el pueblo de Khantoman, ubicado al sur de la ciudad de Aleppo. Este fue el inicio de una verdadera ofensiva insurreccional que llegó hasta tomarse el centro de Aleppo a mediados de julio y plantear tomarse toda esa ciudad y avanzar desde Daraya a tomar Damasco y que cayera Al Assad, ya entrados los primeros días de agosto.
Porque las masas, cercadas, hambreadas, con sus ciudades destruidas, con refugiados en carpas en las fronteras masacrados por Putin, supieron ver que o derrotaban a Al Assad o morían. Era una lucha por su supervivencia y por eso marcharon a tomar Khantoman, a romper el cerco a Aleppo y desde Daraya se unieron con Moadamiya.
La batalla de Khantoman demostró que el discurso de Jabhat al Nusra sobre la “falta de condiciones para la victoria” era un engaño, pues las masas lograron un triunfo aplastante contra las fuerzas assadistas, cuyas tropas huían como ratas. Es que son tropas mercenarias, mientras que las masas combatían desde las profundidades por sus casas, por sus vidas y por las de sus familias. Y ninguno de los habitantes defendió a Al Assad, ni en Khantoman, ni en Aleppo, ni en ningún otro lado. Por eso los explotados que estaban en zonas bajo control basharista se insurreccionaron cuando entraron los milicianos rebeldes, como lo vimos en la toma del centro de Aleppo el pasado 11 de julio.

Las masas se habían escapado al control del ESL y Jabhat al Nusra, planteando la caída de Al Assad

Assad no tiene base social. Es un régimen fascista de ocupación, sólo sostenido en las tropas extranjeras y en el imperialismo mundial. Por eso no puede tomar territorio en Siria. Tiene que devastar ciudades enteras, destruir todo edificio que haya en pie para poder entrar. Y aún cuando logra entrar, nuevamente las masas se vuelven a insurreccionar, como lo vimos en el barrio de Al Waer de Homs hace apenas dos meses.
Las masas sirias no aceptan un gobierno de Bashar. Hay mucha sangre de por medio… 600.000 muertos y 10 millones de refugiados. Semejante genocidio sólo se pudo imponer gracias al sostén del imperialismo, de sus aliados rusos, iraníes y sus tropas mercenarias… y de los que –como todas las corrientes stalinistas- hablaban en nombre de la revolución y la clase obrera, lo vistieron de antiimperialista y calumniaron a las masas de ser de la OTAN, terroristas, tribus bárbaras, etc. que querían desestabilizar a este gobierno que era supuestamente progresista y amigo del pueblo. Fue a nivel internacional que Al Assad consiguió su apoyo para llevar adelante semejante genocidio.
Pero en Siria, los explotados no aceptan ni que el perro Bashar se quede ni que nadie pacte con él en su nombre. No aceptaron jamás ningún acuerdo del ESL con Bashar en Ginebra, como también ya se encuentran rechazando el último alto al fuego anunciado por Kerry y Lavrov.
¡Los explotados sirios no se rinden! Aún después de 5 años y medio de genocidio, siguen peleando por llevar al triunfo la revolución. Ellos se levantaron en el 2011 por el pan y la libertad, y en sus acciones, con una cadena de insurrecciones por ciudad, derrotaron a las fuerzas de Al Assad, demolieron el control del estado burgués sobre ellas, llegando inclusive a quedar a las puertas de Damasco. El ESL –como más tarde Ahrar al Sham y Jabhat al Nusra- habían ido a esas zonas donde el estado burgués perdió el control (llamadas “zonas liberadas”) para impedir que se expropiara a la burguesía, a contener el armamento de masas, y a ahogar los organismos de doble poder que éstas ponían en pie que eran los comités de coordinación. Pero este control estaba basado en que aparecían como luchadores contra Assad y defensores de las masas y de la revolución ante sus ojos. Si aparecían públicamente acordando trabajar junto con Assad hacia un gobierno de unidad nacional y por reconstituir el ejército (es decir, el estado y las instituciones del régimen que buscaban reconstituir) caían. Así quedaron zonas rebeldes en donde el estado burgués perdió el control, es decir, un doble poder territorial, en donde el ESL no pudo nunca imponer un dominio burgués estable, y la revolución nunca terminó de ser derrotada.
Entonces, los generales del ESL nunca lograron pactar con Bashar no porque no lo hayan buscado, sino porque las masas derrotaron esos intentos de pactos. Estos generales siempre quisieron negociar su parte y nunca derrotar a Al Assad. Ellos sí querían reconstituir el estado que las masas demolieron con sus acciones revolucionarias. Porque, como burgueses, su enemigo irreconciliable es la clase obrera y los explotados, no Al Assad, con el cual tienen negocios comunes y un interés común de aplastar la revolución. Por eso, bajo la conducción de los generales burgueses del ESL de la guerra civil siria, lo que éstos hicieron fueron puestos de control, y asedio de lejos para luego negociar con Bashar, y nunca avanzaron para derrotarlo en ningún centro urbano clave.

En cambio, las masas sí buscan ganar la guerra. Así lo demostraron en el 2011, y en la última ofensiva de masas de los meses de mayo a agosto de este año, donde volvieron a los mismos métodos insurreccionales, con los cuales habían asegurado cada avance que hubo en la revolución y la guerra civil, mientras que bajo el control de los generales burgueses del ESL nada se había conquistado.
Lo que sucedió entonces en esta última ofensiva de masas fue que éstas rompieron con el control del ESL, Jabhat al Nusra y Ahrar al Sham y volvieron a combatir con sus propios métodos y a avanzar contra Al Assad. Se demostraba que habían condiciones para que caiga Bashar en ese mismo momento.

La respuesta de la burguesía y el imperialismo a la ofensiva insurreccional de masas
Un plan para terminar de aplastar la revolución ya con la invasión directa de las grandes potencias de la conferencia de Ginebra

Rápidamente la burguesía y el imperialismo actuaron. Se unieron el ESL, Jabhat al Nusra y Ahrar al Sham en un frente común. En ese momento, Jabhat al Nusra anunció públicamente su ruptura con Al Qaeda y que se cambiaba su nombre a Jabhat al Fatah al Sham, gesto saludado por todos los otros grupos como un hecho que significaba su compromiso con este acuerdo.
Así, todos juntos, se pusieron a la cabeza del combate por la ruptura del cerco a Aleppo. Llevaron todo su armamento, gran cantidad de fuerzas, clérigos y todo su aparato para ganarse prestigio ante las masas nuevamente de que ellos sí estaban enfrentando a Al Assad. Lo hicieron para poder montarse nuevamente sobre la conducción de los combates, con Turquía en la trastienda presentada como “la gran amiga de la revolución siria”. Y una vez que se instalaron al frente, la ofensiva de masas se frenó. No sólo no se avanzó ni un milímetro más, sino que hasta se retrocedió, pues Daraya, el gran bastión de la revolución a tan sólo 3 km de Damasco, fue entregada; y los barrios rebeldes de Aleppo fueron nuevamente cercados.

Estaba claro que el imperialismo y la burguesía cerraba sus brechas por arriba para impedir el triunfo de la revolución. Por ello cerraron todos los pactos en las reuniones internacionales que se sucedieron en el último mes, como la visita de Erdogan a Rusia, de una delegación yanqui a Moscú y a Ankara, la última cumbre entre Kerry y Lavrov. Vienen a terminar de derrotar la revolución siria.
Es que están todos de acuerdo en mantener su propiedad y en aplastar a las masas. Por más intereses propios de negocios particulares que tenga cada uno, todos parten de un punto en común: terminar de derrotar la revolución siria. Para que esto suceda, tienen que aplastar a las masas en las zonas liberadas, volver a imponer el control del estado burgués en las ciudades rebeldes, es decir, terminar con el doble poder territorial. Necesitan imponerle a las masas rebeldes la rendición, que en 5 años y medio y a pesar de un enorme genocidio nunca le pudieron imponer.
Ya ha quedado claro que esto no lo puede garantizar Al Assad, pues su ejército son sólo tropas fascistas de ocupación sin base social. Está compuesta de mercenarios y refuerzos de Hezbollah, Irán y Rusia. Ni un solo batallón pudo reclutar entre los millones de refugiados. No pudo imponer leva masiva en los territorios que domina. Es un hecho que el pueblo sirio no está dispuesto a dar la vida por su gobierno, ni defenderlo. Quieren que caiga.
También ha quedado claro que ni el ESL ni Jabhat al Nusra ni ningún otro de estos verdaderos partidos-ejército burgueses han podido imponerle a las masas la rendición y un férreo control burgués, y por eso, bajo condiciones de hambre y miseria inauditas, éstas tienden constantemente a escapar a su control y a retomar el camino del 2011.

Es decir, los agentes locales que se reunieron en Ginebra no son suficientes para terminar de derrotar la revolución. Por eso vino la invasión directa de las grandes potencias de Ginebra. Ellas vienen a hacer lo que ni Assad ni el ESL pudieron.
Turquía invadió el 24 de agosto, luego de la reunión entre Erdogan y Putin. Su ejército entró al norte de Siria, al pueblo de Jarabulus, avanzando contra el ISIS para asegurarse una franja fronteriza bajo control turco. Es que por allí pasan la ruta de sus negocios. Allí fue también el ESL, colocándose bajo el mando directo turco, y retiró las fuerzas de los frentes contra Bashar, sobre todo en Aleppo. Así el ESL, como gurkas de Turquía, acompañando a su ejército en la ruta de los negocios de Erdogan y debilitando los frentes de las masas contra el genocida Bashar (sobre todo en Aleppo, cuestión que ha llevado a la reimposición del cerco), demuestra su parte en este acuerdo por arriba contra las masas sirias. Y como si fuera poco, desde su denominado “frente sur”, es decir, las enormes fuerzas militares y armamento que tienen concentradas en el sur de Siria, en la provincia de Deraa, no han movilizado ni iniciado ni una sola ofensiva contra Al Assad cuando éste había cercado Daraya y la estaba bombardeando con armas químicas, napalm, etc. cuando estaba tan sólo a escasos 100 kilómetros.
También hay una invasión de EEUU, pues tropas y generales del Pentágono se encuentran en el norte de Siria, en la zona kurda conocida como “Rojava”, comandando directamente y desde el lugar a las llamadas “Fuerzas Democráticas de Siria” (las YPG y gurkas del ESL que EEUU ha logrado comprar).

El plan de imponer la rendición a las masas está en curso, con las ciudades rebeldes cercadas y devastadas, con Assad sostenido por Putin, Hezbollah y los ayatollahs iraníes continuando los bombardeos y devastando el Aleppo rebelde, con la invasión directa de Turquía y con tropas yanquis en territorio sirio.
El “alto al fuego” de Kerry y Lavrov no sólo fue una farsa. Fue una cortina de humo para que el imperialismo se lave las manos y pueda seguir encubriendo semejante masacre de Al Assad, como la vino sosteniendo estos cinco años y medio. Porque eso es justamente lo que necesitan todas las potencias imperialistas y las fracciones burguesas para terminar de derrotar la revolución. Tienen que imponer la rendición a las masas, y a ello vino este “alto al fuego” declarado. Fue un ultimátum para decirle a las masas sirias: “o se desarman y se rinden o les va a pasar como en Daraya: masacre y devastación total”. Por eso, la masacre nunca paró y se desató en los últimos días una verdadera operación exterminio sobre Aleppo y todas las ciudades rebeldes.
Ese “alto al fuego” excluía a Jabhat al Fatah al Sham (ex Jabhat al Nusra), que está en las zonas rebeldes, el lugar donde tienen que seguir bombardeando para aplastar a las masas que no se rinden. Porque así como el ESL ha ido a ponerse bajo el mando directo de Erdogan, Jabhat al Fatah al Sham, junto con Ahrar al Sham y algunas brigadas disidentes del ESL, han rechazado ir al frente del ejército turco. Ellas no entraron al acuerdo, y se han quedado en los frentes de las ofensivas de masas. Es que temen que si las dejan solas en su lucha contra Al Assad, éstas peleen con sus propios métodos insurreccionales, como ya sucedió en Khantoman, y eso quieren evitar a toda costa. Así Jabhat al Fatah al Sham y sus aliados siguen copando el frente contra Al Assad, y siguen sin poder avanzar. Se han convertido así en la contención de izquierda de las masas y desde allí intentarán negociar su parte.
Es decir, estamos ante un operativo de todas las fracciones burguesas, con las potencias directamente en el terreno para garantizar una definición rápida de la guerra civil y la derrota de la revolución siria. A no dudarlo, que una vez logrado esto, se repartirán los despojos del cementerio sirio, inclusive disputándose entre ellos parte de los negocios.

¿El ISIS? Ya está en retirada. Sus hombres de negocios han acordado su parte, y por eso no ofrece verdadera resistencia cuando avanzan tanto las tropas turcas por el norte de la provincia de Aleppo, como las Fuerzas Democráticas de Siria gurkas de los yanquis hacia Raqa y Deir ez Zor.
En la llamada “Rojava” no es donde vive la revolución siria, como afirma toda la izquierda sirviente del PKK (el stalinismo kurdo). Allí sí hay control del estado burgués. En las dos ciudades más importantes de esa zona (Qamishli y Hasaka) están las tropas de Al Assad, sus puestos de control, sus instituciones de gobierno como ministerios… Y como si esto fuera poco, allí hay un aeropuerto militar norteamericano que es la base de sus tropas y generales en territorio sirio. La burguesía kurda, que ya había pactado con Bashar desde el 2012 y con los yanquis desde antes, entra a la repartición de Siria, pero sólo bajo la égida yanqui.
De esta forma, el pueblo oprimido kurdo, bajo la conducción del YPG-PKK y su pacto con los yanquis, está siendo utilizado como fuerza de choque de Obama. A no dudarlo que, cuando los hombres de negocios que dirigen el ISIS se trasvistan y pasen a ser administradores de Raqa y Deir ez Zor, bajo la égida yanqui, el pueblo kurdo será confinado en “Rojava” bajo control de los tanques turcos.

Luego de anunciar el fin del “alto al fuego” tramposo, Al Assad y Putin lanzan la operación exterminio y destrucción de Aleppo, con el visto-bueno de Obama, Turquía y la ONU

Se están escribiendo los últimos capítulos de la revolución siria. Aleppo, la capital de la resistencia, está cercada y bombardeada a mansalva. Acá ha quedado claro qué significó el “alto al fuego” y todo el circo que hicieron entre EEUU y Rusia y toda la ONU después hablando sobre cómo volver al alto al fuego y quién tenía la culpa de romperlo. Fue todo una cortina de humo para aplastar Aleppo. Han comenzado una verdadera operación exterminio y destrucción, y por eso semejantes ataques aéreos con bombas de todo tipo: misiles, de racimo, de fósforo blanco, de barril… Destruyen indiscriminadamente edificios, casas, hospitales, la planta proveedora de agua, asesinando a centenares por día, y cada día el ataque avanza más y más.
Como ya dijimos, para terminar de imponer la contrarrevolución tienen que aplastar todas las ciudades rebeldes, terminar con el doble poder territorial y reconstituir allí el estado burgués. Esto no lo pueden hacer mientras el Aleppo rebelde siga en pie. Más aún, mientras las masas allí sigan combatiendo se encuentra abierta la perspectiva de avanzar por sobre toda la ciudad, derrotar al perro Bashar allí, cuestión que plantearía la inmediata recuperación de Hama, Homs y llegar a Damasco para terminar con Al Assad.
En Aleppo, el ESL ha quedado desprestigiado al ponerse bajo el comando turco y abandonar el frente contra Al Assad. A su vez, la coalición dirigida por Jabhat al Fatah al Sham (ex Al Nusra) controla todos los frentes, sin conseguir ningún triunfo, y frena a las masas que quieren ir a combatir por romper el cerco diciendo que ellos solos se harán cargo. Han comenzado así a organizarse independientemente de ellos. Están surgiendo comités de coordinación incipientemente, dentro de los barrios del Aleppo cercado como afuera de él, que comienzan a coordinarse entre sí. Ante cada asamblea, reunión o encuentro, siempre vienen como respuestas el bombardeo de la aviación… tanto rusa como de Bashar e inclusive yanqui. Todos intentan aplastar a las masas y su doble poder.
Las masas no se rinden, como nunca lo han hecho. Por eso hicieron fracasar el plan de “alto al fuego” y masacre anterior de febrero. Empujadas por el hambre y sus padecimientos inauditos, habían arremetido en nuevas ofensivas de masas. Hoy, ya comienzan a organizarse en comités de coordinación nuevamente. El imperialismo y la burguesía saben que tienen que definir rápidamente la situación. Por eso necesitan aplastar Aleppo y todas las ciudades rebeldes. Y en eso están todos de acuerdo: EEUU, Rusia, Al Assad, Turquía… todos. Con esto, quieren dar un escarmiento para que nunca más nadie “ose” levantarse por el pan y la libertad. La revolución siria se define allí. ¡Hay que parar esta contraofensiva del imperialismo y sus agentes antes de que sea demasiado tarde!

Sobre la base de aplastar la revolución, EEUU viene a quedarse con todo. Ya se ha adjudicado “Rojava”. Desde allí, avanza a asegurarse las zonas petroleras, pesqueras y energéticas de Raqa y Deir ez Zor. Usa a Bashar y Putin para que masacren, pero sin que ganen la guerra, pues busca que el único vencedor sea él, y que del acuerdo de Ginebra, de la derrota de la revolución, salga un gobierno y ejército único tutelado por EEUU. Los yanquis quieren ser los dueños y los que reparten, y se lo hacen saber a sus agentes a los bombazos, como los que cayeron sobre las tropas assadistas que se metieron en territorio que estaba marcado para EEUU. La única salida que hay en Siria es o el triunfo de la revolución socialista, o el imperialismo yanqui la someterá como colonia y la dejará sumida en un cementerio y la barbarie.

¡Las masas sirias no se rinden! ¡La última palabra no está dicha!

Nada está definido aún. ¡Hay que romper el cerco a Aleppo y parar la operación extermino de Al Assad y Putin! ¡Abajo todos los planes para imponer la rendición a las masas sirias!
¡La resistencia no se rinde, ni entrega las armas!

¡Hay que derrotar a Al Assad, sostenido por los carniceros Putin y los ayatollahs iraníes!
La cabeza de la serpiente está en Damasco y es Bashar. Turquía no viene a enfrentarlo. Viene a garantizar que éstos avancen y culminen su genocidio, puesto que tienen un gran interés común que es terminar de derrotar la revolución siria.

¡No a la partición que quieren imponer las potencias imperialistas para repartirse los despojos de la Siria ensangrentada, sobre la base de terminar de aplastar la revolución! ¡Fuera todas las tropas invasoras!

El ESL ha replegado sus fuerzas de los frentes contra Bashar y se ha colocado junto con Erdogan… ¡No hay que ir allí ni hacer ningún frente militar con ellos! Turquía es una potencia imperialista, que si se impone lo que vendrá será un régimen tan opresor como el de Assad o peor. Ir a un frente junto con Turquía “contra el ISIS” es defender sus negocios y ser gurka de su invasión.

Ya ha quedado claro que con una dirección burguesa de la guerra no se puede triunfar… ni avanzar. Es que ésta ya ha entrado en el pacto de entrega de la misma. Porque su política nunca fue ganar la guerra sino negociar y pactar, y la guerra que llevan adelante es la continuidad de su política por otros medios.
¡Basta ya! ¡Ni el ESL, ni Jabhat al Fatah al Sham, ni Ahrar al Sham ni ninguno de los generales burgueses que dicen hablar en nombre de la revolución siria la representan! ¡Hay que volver a poner en pie los comités de coordinación como ya se está haciendo en Aleppo! ¡No entregamos las armas! ¡Cada hombre tiene que tener un fusil! ¡Hay que recuperar el armamento para la resistencia que combate contra Bashar! ¡Que las milicias elijan directamente a sus jefes!

La lucha es por el pan, por el techo y para que los refugiados vuelvan a tener sus casas, por la independencia nacional contra las potencias imperialistas, por la libertad por la caída del genocida Al Assad. Por eso dieron y dan su vida las masas. ¡La dirección de la guerra civil debe estar en manos de los explotados, no de los patrones!

¡Hay que expropiar a la burguesía y poner todo lo disponible al servicio de ganar la guerra! ¡Todas las empresas y bancos que han quedado en manos de los hombres de negocios que se enriquecieron con el hambre del pueblo durante la guerra, deben pasar a manos del pueblo para que éste coma y reconstruya Siria! ¡El petróleo, el gas y las riquezas deben pasar a manos de los comités de coordinación!

Llamamos al pueblo oprimido kurdo a imponer la ruptura del pacto del PKK con EEUU y con el genocida Al Assad, a dar vuelta su fusil contra los marines yanquis, y reconstituir el frente militar contra Bashar, como en el 2011, para conquistar su justo derecho a la autodeterminación.

Hay que poner en pie un Consejo Nacional Sirio, con delegados electos directamente uno cada 10.000 de cada campo de refugiados, ciudades rebeldes y milicianos, que represente verdaderamente al pueblo sirio.
¡Por un Consejo Nacional de la Revolución Siria! ¡Por una Siria de Obreros y Campesinos!

¡Siria y Palestina es una misma lucha!
En el Magreb y Medio Oriente, una sola revolución contra el imperialismo y sus lacayos

Bashar ha contado con el apoyo de Rusia, Irán, Hezbollah… pero también se sostuvo gracias al siniestro rol de la OLP. Ésta le ha planteado al pueblo palestino que no debía unirse con las masas sirias, bajo el pretexto de no ahuyentar el apoyo de aquellos que defendían a Al Assad, mientras celebraba con el perro sirio el aniversario de la OLP en Damasco.
Bashar al Assad masacró a 6000 refugiados palestinos en el campo de Yarmouk que está en Damasco en 2013. Se fortaleció su régimen y esto dio posibilidad al sionismo a atacar Gaza con su operación “margen protector” masacrando a 2200 hombres mujeres y niños. En cambio, cuando las masas sirias estaban a las puertas de Damasco, el sionismo no pudo tirar ni un tiro. Más y más masacra Al Assad, más y más el sionismo avanza sobre la nación palestina. La lucha de las masas sirias y palestinas es una sola. Separándolas, la OLP está entregando al pueblo palestino al sionismo, como lo hiciera ayer firmando los acuerdos de Oslo y el plan de los dos estados, y hoy el sionismo vuelve a levantar cabeza, mete a 7000 luchadores palestinos presos, avanza en mayor ocupación y robo de tierra con sus colonos fascistas y la OLP llena sus cárceles de los palestinos que buscan hacerle frente a esta ofensiva.
¡Si cae Aleppo, cae Gaza! ¡Las masas palestinas deben tomar en sus manos la lucha por la caída de Al Assad, que no ha hecho otra cosa que cuidarle las fronteras al sionismo! ¡Derrotando al perro Bashar en Damasco es el camino a triunfar en Jerusalén! ¡Por la derrota del estado sionista-fascista de Israel! ¡Por una Palestina libre, laica, democrática y no racista, que sólo puede ser garantizada por un gobierno obrero y campesino!

¡De Aleppo a Jerusalén, una misma intifada! ¡Una misma revolución en todo Medio Oriente!
¡Que viva la lucha de los explotados iraquíes contra el gobierno del protectorado yanqui de Irak, las petroleras imperialistas y sus fuerzas gurkas!
¡Que se pongan de pie nuevamente los obreros de Egipto contra la dictadura de Al Sisi y en Túnez contra la vuelta del régimen de Ben Alí!
¡Por la derrota militar de la invasión saudí y su coalición de gurkas de los yanquis a Yemen! ¡Abajo el acuerdo de todas las fracciones burguesas para imponer un gobierno de unidad nacional! El único gobierno que representa a las masas es el de un consejo nacional de shoras de obreros y campesinos pobres de la revolución yemení
¡Fuera el gobierno tutelado por la ONU de Libia y el general de la CIA Heftar! ¡Que vuelvan las milicias rebeldes obreras y campesinas y a expropiarse todos los pozos de petróleo y refinerías, sin pago y bajo control obrero!

Un llamamiento a la clase obrera mundial

Estamos viendo bombardeos indiscriminados y a mansalva sobre los barrios del Aleppo rebelde que resisten a Al Assad. Vienen a masacrar toda ciudad rebelde que siga de pie. Quieren terminar de derrotar la revolución y hacer un escarmiento para que nadie más “ose” levantarse por el pan y la libertad. ¡No lo podemos permitir!
Llamamos a realizar acciones de apoyo efectivo y solidaridad concreta ya con las masas sirias. ¡Hay que parar la operación exterminio y destrucción de las ciudades rebeldes de Al Assad y Putin!
¡Llamamos a poner en pie un comité internacional de acción en apoyo a las masas sirias, antes de que sea demasiado tarde!

¡Rompamos el cerco a las masas sirias!
¡Ganemos las calles de todo el mundo en apoyo a la heroica resistencia! ¡Marchemos a las embajadas rusas, sirias, iraníes y de todos los genocidas que hoy bombardean Aleppo! ¡Marchemos a la embajada yanqui, los jefes de los que hoy masacran Aleppo!
Enviemos desde todas las organizaciones obreras y combativas del mundo alimentos, medicamentos, armas, voluntarios y fondos para la resistencia.

Llamamos a la clase obrera europea de Rusia y de Irán a sublevarse para frenar la maquinaria asesina de guerra de sus gobiernos sicarios del imperialismo. Es que por cada bomba que tira la aviación de Putin en Siria, por cada avance que hace la guardia iraní por sobre las zonas rebeldes, un superior ataque largarán dentro de sus países.

Llamamos a la clase obrera europea y norteamericana, a los movimientos antiguerra, a la marcha del millón en EEUU, a los portuarios de Oakland que pararon los puertos contra la agresión genocida sionista a Gaza de 2008 y 2014, a ganar las calles para paralizar la maquinaria de guerra.
Llamamos a todos los explotados en Turquía, al movimiento obrero, a los oprimidos kurdos y a los refugiados sirios que por millones se encuentran allí a ganar las calles contra Erdogan, el asesino de las masas oprimidas kurdas. Una Turquía revolucionaria es la mejor ayuda a la revolución siria, pues abriría la frontera incondicionalmente para la resistencia y ayudaría con todo el poderío militar y económico a la revolución, y no que entre el ejército bajo el mando de la burguesía imperialista turca, que viene a quedarse con un pedazo del botín sobre la base del cementerio sirio.
En las metrópolis imperialistas están los jefes de todos los verdugos de las masas. Estos gobiernos están pasando enormes ataques contra su clase obrera, y están respondiendo, como en Grecia y Francia. ¡Todos enfrentamos un mismo enemigo!
¡Hay que parar la invasión a Siria y expulsar a todas las tropas invasoras, como las yanquis, turcas, rusas e iraníes! ¡Hay que parar ya la masacre de Al Assad, Putin y Obama a las masas sirias rebeldes!

En Siria se define hoy gran parte del futuro de la clase obrera mundial. Su triunfo o derrota lo será para toda la clase obrera. Así lo sabe el imperialismo y por eso ha concentrado allí tantas fuerzas contrarrevolucionarias. ¡Hay que concentrar las fuerzas de la clase obrera para pararle la mano al imperialismo y sus lacayos!

COMITÉ POR LA REFUNDACIÓN DE LA IV INTERNACIONAL -FLTI

 

 

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