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Jordania - 11 de junio de 2018

Brutal ataque del FMI, la patronal y el régimen despótico de la monarquía a los trabajadores y el pueblo pobre

¡Basta de tarifazos, impuestazos, ataque al salario
y carestía de la vida!

¡Las masas jordanas ganan las calles!
¡Viva la lucha obrera! ¡Viva la huelga general!

Ya cayó el Primer Ministro,
Ahora que caiga quien organiza y comanda el ataque a las masas:
¡Abajo la monarquía!
¡Fuera el FMI!

¡El pueblo jordano no se arrodilla!
¡Que la crisis la paguen los que la provocaron: la patronal, la monarquía, los banqueros y el FMI!
¡Hay que expropiar a los expropiadores del pueblo!

Como ayer en Túnez, Libia, Siria, Yemen, Marruecos y hoy en Irán y Jordania
Los trabajadores del Magreb y Medio Oriente son la avanzada de la lucha de la clase obrera mundial contra el FMI y sus gobiernos lacayos

Las masas en Jordania se han puesto de pie enfrentando el enorme ataque antiobrero que acordó el FMI con el gobierno jordano, que incluye un aumento de los impuestos al salario y de las tarifas de electricidad y combustibles, lo que incrementaría aún más la carestía de la vida para el pueblo jordano.
Desde el miércoles 30 de mayo, cuando los sindicatos y asociaciones de profesionales llamaron a la huelga general, las masas han ganado las calles todos los días, chocando con la policía y protagonizando las movilizaciones más masivas que Jordania haya visto en años. Han impuesto la huelga general con combates en las calles de todos los sectores de los trabajadores de Jordania, aun los que no están sindicalizados, como los refugiados, sin papeles o los empleados estatales.

 

Las masas jordanas vuelven tras los pasos de sus enormes combates de 2011

Estas acciones son inclusive más numerosas y llegaron más lejos que las de 2011, cuando los trabajadores y explotados de Jordania ganaron las calles como parte de la cadena de revoluciones encabezadas por la clase obrera y las masas oprimidas, que estallaban en ese entonces en toda la región, de Túnez a Egipto, de Libia a Bahréin, de Yemen a Marruecos. Estas movilizaciones revolucionarias también habían acorralado al régimen de Al Assad en Siria. Justamente, los combates de Jordania, junto a la ofensiva revolucionaria de las masas sirias, amenazaban con golpear las puertas de Jerusalén ocupado por el sionismo.
En Jordania en 2011, el rey Abdallah II reprimió duramente las movilizaciones de las masas, pero se vio obligado a dar marcha atrás con el quite de subsidios de los alimentos para así impedir que se abriera la revolución. La burguesía se anticipaba porque no podía permitir que cayera el régimen monárquico de Jordania, un bastión clave de sostenimiento del estado sionista-fascista de Israel, cuestión que hubiese significado que se ponga a la orden del día el ingreso al torrente revolucionario de las masas palestinas no sólo de Jordania, sino principalmente de Gaza, Cisjordania y toda la diáspora.

 

Los combates de Jordania de 2011 y los de hoy: un eslabón de una cadena de revoluciones de todo el Magreb y Medio Oriente

La región estuvo cruzada por grandiosas revoluciones. Los partidos social-imperialistas y las corrientes de la izquierda reformista catalogaron estos procesos como “primaveras de los pueblos” y “revoluciones democráticas”. Ellos afirmaban que éstas tan solo buscaban liquidar a los viejos regímenes despóticos de la región. Negaban así que estos eran, ni más ni menos, verdaderos gendarmes, junto al sionismo, del saqueo imperialista del petróleo. Esta producción petrolera es realizada por una mano de obra esclava, la clase obrera de los pueblos árabes y las naciones musulmanas.
Otras corrientes en 2011-2012 apoyaban abiertamente, como el stalinismo mundial, a regímenes totalmente antiobreros y reaccionarios como es el de la teocracia chiita de Irán, que aplastó a las masas en el año 2009 antes de que éstas con sus luchas llegaran a cercar Teherán. Apoyaron al lacayo Khadafy, socio multimillonario de la ENI italiana y de la Fiat, y el más grande vendedor de esclavos de África a Europa. Esta política contrarrevolucionaria se concretó con todo cinismo en Siria, donde hasta hoy apoyan el genocidio de Al-Assad, sostenido por Putin, Erdogan y los yanquis.

Con la excusa de las “primaveras de los pueblos” se impusieron las trampas de elecciones fraudulentas y Asambleas Constituyentes ilegítimas, con las que el imperialismo y las burguesías nativas contuvieron y desviaron los procesos revolucionarios para que éstos no avancen a atacar directamente la propiedad de los capitalistas y el imperialismo que saquea toda la región.
En Jordania, como ya vimos, antes de perder la cabeza -como le sucedió a Ben Alí, Mubarak y Khadafy- y que la revolución derrumbe todas las instituciones del régimen, el rey Abdallah II cedió y frenó provisoriamente los ataques más brutales contra las masas.

Pero luego de las trampas y fraudes electorales lo que vinieron fueron los sables de los generales. El imperialismo concentró sus fuerzas y la de todos sus agentes en Siria para cortar esa cadena de revoluciones e impedir la caída de Al Assad. Esto abrió una fase de contrarrevolución imperialista que culminó con duras derrotas de los explotados como en Egipto y con masacres como en Yemen y Siria.

El estado de Israel hoy levanta cabeza y vuelve a atacar abiertamente a las masas palestinas. Pero no sólo eso. El imperialismo yanqui necesita que su agente sionista vuelva a ser el dispositivo contrarrevolucionario central en la región.
Así, una vez utilizada la teocracia contrarrevolucionaria iraní para masacrar a las masas sirias, premiándola con el levantamiento del embargo a esa nación, ahora nuevamente, una vez que ha cumplido su “trabajo sucio”, debe regresar a casa… Así le paga el imperialismo a sus sirvientes y lacayos por los servicios prestados. Ahora es el sionismo el que se prepara para atacar abiertamente a la nación iraní, tal cual como lo hace hoy Arabia Saudita contra el Yemen martirizado.

Bajo estas condiciones, la burguesía jordana, se vio con las manos libres, esta vez sí, para imponer el plan del FMI atacando a las masas al punto de quitarles toda posibilidad de subsistencia. Con la revolución siria masacrada y resistiendo en sus últimas trincheras, con un Yemen devastado por la invasión saudí, con una dictadura contrarrevolucionaria asentada en Egipto y sosteniendo el pacto de Camp David, con un Túnez bajo el gobierno del partido de Ben Ali, con el sionismo masacrando a las masas palestinas de Gaza, ahora el imperialismo con el rey Abdallah II de Jordania han pasado al ataque, buscando imponer el plan que por los combates de los explotados no habían logrado pasar anteriormente.
Ya durante los últimos años, a medida que avanzó la contrarrevolución en toda la región, en Jordania habían comenzado a quitar los subsidios de los alimentos, la electricidad y los combustibles, causando un enorme amento en todos los precios.
Pero ahora el costo de vida se ha disparado brutalmente. Solamente en lo que va del 2018 los combustibles aumentaron 5 veces, la electricidad un 55% y el pan ya cuesta el doble de lo que costaba a principios de año.
Las masas jordanas no lo soportaron ni lo permitieron. Es que la situación ya es inaguantable para la clase obrera y los explotados. Según datos oficiales más del 20% de la población está por debajo de la línea de la pobreza y la desocupación oficial está por encima del 18%, aunque extraoficialmente es mucho más. Pero no solo es esto. Jordania es un país de poco menos de 10 millones de habitantes, de los cuales dos millones son refugiados palestinos, sin documentos ni derechos, que trabajan como mano de obra esclava. Hay cerca de 700.000 refugiados sirios en el desierto jordano, como en Zaatari, el segundo campo de refugiados más grande del mundo. Y hay más de un millón de trabajadores iraquíes y también obreros de Egipto, Yemen y otros países haciendo los peores trabajos, con salarios de miseria. En estas condiciones, el volcán jordano, entró en ebullición y estalló.

 

La clase obrera y las masas jordanas pelean en las calles con la Huelga General política

En este país donde prácticamente la mitad de la población vive sin derechos por ser refugiados e inmigrantes, donde la gran mayoría tiene un salario que no cubre la canasta básica, como ya dijimos, el FMI y su gobierno lacayo ha lanzado una nueva ronda del ataque que ya viene aplicando con tarifazos e impuestazos. A la clase obrera y las masas explotadas les es imposible ya comer y han salido a enfrentar este brutal ataque. Nuevamente, como en 2011, el motor es la lucha por el pan, contra el FMI y los gobiernos y regímenes contrarrevolucionarios, agentes del imperialismo que saquea brutalmente esas naciones.

¡Con su huelga general con acciones en las calles y choques contra la represión, los trabajadores y el pueblo pobre de Jordania han obligado a dar marcha atrás con la última suba de las tarifas de los combustibles y la electricidad, han frenado la suba de los impuestos y han forzado la renuncia del Primer Ministro! Se abrió así una enorme crisis política en las alturas que nuevamente amenazó con hacer rodar la cabeza del rey.
Por eso la burguesía le tiró la cabeza del primer ministro a las masas. Pero el rey Abdallah II nombró un nuevo primer ministro. Así funciona el régimen jordano: el rey tiene facultades plenas de poner y sacar gobiernos e inclusive de decretar y vetar leyes, pero se esconde tras una fantochada de ministros y del parlamento para que sean ellos los que se expongan ante las masas. Por eso a la vez que el rey le pidió al nuevo primer ministro retirar la ley, le encomendó que con su nuevo gabinete estudie cómo implementar una nueva.
Es que el FMI, Trump y el imperialismo exigen que se pague una deuda externa fraudulenta y usurera. Por eso, con sus lacayos de la burguesía jordana, lanzaron un ataque a los trabajadores y el pueblo que permita pagarla con el hambre del pueblo y así reducir su endeudamiento del 94% del PBI al 77% en cinco años. Para el imperialismo y la burguesía jordana, es clave que no ruede la cabeza del rey y que no se desmantelen su estado ni régimen. El combate revolucionario de los trabajadores y las masas oprimidas les ha impuesto tener que dar marcha atrás con su ataque, pero en las trastiendas todos los explotadores continúan conspirando para ver cómo aplican el plan.

La clase obrera y las masas no se han desmovilizado. El miércoles 6/6 nuevamente se ha realizado una huelga general y movilizaciones. Es que aunque hayan frenado el último tarifazo y ataque al salario, la carestía de la vida y la situación insoportable para los explotados se mantiene.
Una enorme crisis política quedó abierta. Las masas no dejan las calles y no las deben dejar hasta derrotar el ataque del FMI de conjunto, terminando con la sangrienta monarquía jordana.

El grito en las calles es claro:
¡Basta de carestía de la vida! ¡Salarios dignos para todos!

La salida no es otra que atacar la propiedad y las superganancias de los capitalistas:
¡Reparto de las horas de trabajo y un turno más en cada fábrica y establecimiento para que los desocupados puedan entrar a trabajar!

En todo el Magreb y Medio Oriente, ¡una sola clase obrera!
¡Papeles, vivienda, trabajo digno y plenos derechos para todos los refugiados palestinos y sirios!

¡Que la crisis la paguen los que la provocaron: la patronal, el rey, los banqueros y el FMI! ¡Hay que expropiar a los expropiadores del pueblo!

Para ello, hay que llevar hasta el final las acciones revolucionarias que comenzaron. ¡Guillotina para el rey! ¡Que caiga todo su régimen sirviente del FMI que solo aplica ataques a los trabajadores con tarifazos, impuestazos, carestía de la vida! ¡No al pago de la deuda externa! ¡Fuera el FMI!

¡Hay que poner en pie el poder de los de abajo, de la clase obrera y los explotados! Ellos se conocen. Son los que en cada establecimiento han impuesto la huelga general. Son los que integran los 33 sindicatos que la convocaron. Son los que han venido ganando las calles para derrotar el ataque del FMI.
¡Por comités de fábrica, por establecimiento, de desocupados, de inmigrantes, de refugiados palestinos y sirios que, junto a los sindicatos y sobrepasando a la burocracia sindical que ya ha manifestado su voluntad de negociar el impuestazo, se coordinen por ciudad, localidad, región y a nivel nacional!

Las masas de Medio Oriente, luego de la heroica revolución iraní que derrocó al Sha Rezha Palevi, luego de los levantamientos de masas de Egipto, Túnez, Libia y Siria de 2011, saben muy bien que se trata de poner en pie sus propios organismos de lucha y de poder: los shora, los consejos de obreros y soldados que organicen a todas las masas en lucha. Ha llegado el momento de que la heroica revolución jordana no se frene, pues de ella, en gran medida, también depende el futuro de los procesos revolucionarios en toda la región.

¡Por un gobierno provisional revolucionario obrero y campesino, basado en los organismos de lucha de las masas autoorganizadas y armadas!

Un nuevo eslabón de la cadena de dominio imperialista en Medio Oriente se ha roto. Las masas en Jordania ocupan el centro de la escena. Las masas iraníes comenzaron su levantamiento a principio de año con una demanda certera, contra el hambre y las miserias extremas. En las calles de Teherán y en todo Irán se gritaba: “los clérigos viven como reyes y el pueblo como mendigo”, con la exigencia de que se retiren ya las fuerzas mercenarias iraníes de Siria puesto que “en Irán hay hambre y aquí no se aguanta más”.
En estos combates de Teherán, de Jordania, del pueblo martirizado de Gaza chocando con las fuerzas sionistas, vive aún esa heroica cadena de revoluciones que se abrieran en el Magreb y Medio Oriente en 2011-2012. Es el mismo fuego de la misma leña seca que hizo arder a toda la región y conmovió al mundo entero.
En estos combates viven entonces la heroica revolución siria y yemení, que combaten ya en las últimas trincheras… Pero los últimos actos de la revolución y la contrarrevolución no han terminado de escribirse aún ni en el Magreb y Medio Oriente, ni a nivel internacional.
La ofensiva del imperialismo en crisis y bancarrota no da sosiego. El brutal ataque del FMI para imponer sus planes y saqueo de los pueblos oprimidos no ha hecho más que redoblarse en los últimos años. Con la flexibilización laboral las transnacionales buscan imponerles en el siglo XXI a los trabajadores del mundo las condiciones de esclavitud del siglo XIX.
La ofensiva imperialista no cesa pero las masas libran enormes combates y batallas de clase. Las luchas contra la flexibilización laboral en Brasil, India o Francia, el combate contra los tarifazos y la carestía de la vida como en Argentina, Bolivia o Sudáfrica, son una prueba fehaciente de que las masas están lejos de retirarse del campo de batalla.
Las potencias imperialistas anuncian que han declarado una guerra comercial por el control del comercio, las finanzas y los negocios de las transnacionales y los monopolios. Pero las de ellos, las de los de arriba, son disputas de parásitos y buitres por el botín, por un mercado mundial que no hace más que achicarse y dejar fuera de él a pandillas imperialistas enteras. Los buitres han comenzado a picotearse entre ellos, pero aquí la verdadera guerra de los de arriba es contra la clase obrera y los pueblos oprimidos del mundo. Es la guerra de clases y las masas jordanas han ingresado a ella de pie, con la huelga general revolucionaria que amenaza con conmover a los parias sirios y palestinos y con ensanchar las fronteras de los combates de Gaza y Cisjordania.

 

¡En todo Magreb y Medio Oriente, una misma intifada!
¡En todo el mundo, una sola clase obrera enfrentando un mismo enemigo, el imperialismo y sus gobiernos lacayos!

Se han puesto de pie hoy las masas jordanas. Entran al combate los aliados de las masas palestinas que están siendo masacradas por el sionismo en Gaza. Es que el Estado de Israel es sostenido por la monarquía jordana que mantiene el pacto de reconocimiento del mismo desde 1994. ¡Palestina y Jordania una misma lucha! ¡Por la destrucción del estado sionista-fascista de Israel!
Se han puesto de pie los aliados de las masas sirias que resisten en las últimas trincheras de la revolución. Son los aliados de las masas iraníes que se han sublevado contra los ayatollahs al grito de “¡Los clérigos viven como reyes mientras el pueblo vive como mendigo!”.
¡Fuera la teocracia iraní! ¡Fuera Al Assad y todas las tropas invasoras de Siria! ¡Por la derrota de las tropas saudíes invasoras de Yemen! ¡Fuera la dictadura contrarrevolucionaria de Al Sisi! En todo Magreb y Medio Oriente, ¡una misma intifada!

¡Las masas jordanas hoy muestran el camino sobre cómo enfrentar a los planes del FMI, con huelga general, lucha en las calles, levantamiento de masas enfrentando a los gobiernos y regímenes lacayos del imperialismo! Así salieron a hacerlo las masas de todo Magreb y Medio Oriente en 2011, o en los últimos años en Marruecos y ahora en Jordania.
La izquierda reformista oculta esta enorme lucha. Ha denostado a las masas del Magreb y Medio Oriente llamándolas “terroristas”, “atrasadas”, “bárbaras”… cuando ellas han demostrado cómo enfrentar los ataques del FMI: con huelga general, con combate en las calles, insurrecciones, derrocando a gobiernos y regímenes… Esto no es casual: las corrientes social-imperialistas son voceras y les cuidan sus negocios a sus propias burguesías imperialistas que expolian el petróleo de las naciones del Magreb y Medio Oriente, porque estas direcciones viven de las migajas que se caen de las superganancias que obtienen sus imperialismos del saqueo y la súper-explotación de la clase obrera de las colonias y semicolonias que éstos oprimen. Por ello tanta saña, calumnia y traición por parte de estas corrientes contra la clase obrera y las masas árabes. Es que ellas son la vanguardia de la clase obrera mundial en su combate contra el imperialismo y sus regímenes lacayos en la región; uno de los batallones del proletariado que más luchó en este siglo XXI.
Los explotados del Magreb y Medio Oriente le marcan el camino a la clase obrera mundial de cómo pelear, contra todas las afirmaciones de la izquierda reformista, siempre queriendo llevar a los trabajadores a los pies de los parlamentos, leyes, jueces, ministerios de trabajo, es decir, a los pies de los regímenes capitalistas.

¡Viva la lucha de las masas jordanas y de todo el Magreb y Medio Oriente!

 

Carlos Munzer
para el periódico La Verdad de los Oprimidos,
vocero de los socialistas sirios y de Medio Oriente

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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