Irán - 2 de enero de 2025

Una oleada de luchas obreras choca de frente contra la teocracia contrarrevolucionaria

Desde hace unos días, distintos sectores, como los trabajadores petroleros, de la zafra, de la salud, de comercio, jubilados, han salido a la lucha empujados por los despidos, cierres de plantas, la escasez de alimentos (que ya de por sí son de mala calidad y muy caros), los atrasos en pagos de los sueldos y la caída de su salario real ante la devaluación de la moneda iraní (rial) contra el dólar. Los precios de la canasta familiar se fueron a las nubes, y se vuelve todo un desafío conseguir alimentos y garantizar abrigo y calefacción en medio de un invierno duro. Cada día que pasa, la supervivencia para la clase obrera se hace cada vez más difícil, porque no solo los trabajadores son atacados por esta maldita teocracia. Los pequeños comercios están arruinados. Los campesinos vienen padeciendo los efectos de la sequía, la falta de gas, el alto costo del diésel e interrupción de suministros de fertilizantes. Los precios de los alquileres de viviendas no dejan de subir. La crisis económica golpea duramente a las masas, no a los clérigos que siguen haciendo jugosos negocios con China, Rusia, y por debajo de la mesa con potencias imperialistas.
Además de estas penurias inauditas que tienen que sufrir los trabajadores, hay que agregarle la escasez de electricidad y gas… ¡En el país con la segunda reserva de gas y de petróleo del mundo! Es que toda la infraestructura iraní no da abasto y el cerco de los yanquis hace el resto. Durante años, los ayatollahs amasaron fortunas de la exportación de hidrocarburos y no invirtieron ni un solo rial. Hoy, ellos viven como reyes mientras el pueblo anda como mendigo.

El principal sector obrero, los petroleros, son la vanguardia de la lucha contra estas condiciones de hambre y miseria. Los trabajadores de las principales refinerías se encuentran en plan de lucha. En Fajr Jam Gas Refining Company ya van por la quinta semana de protesta cada martes. A ellos se les han unido los trabajadores de Gachsaran Oil and Gas Company. Por otra parte, los trabajadores de Abadan Petrochemical vienen protestando contra el cierre de esta planta. También entraron a la lucha los obreros de las refinerías más grandes de Irán, como lo son las plantas de Isfahán, la refinería de Abadán y la planta de Bandar Abbas.
Las demandas comunes de todos los obreros petroleros son la eliminación total de las empresas contratistas, el derecho a organizarse, reunirse y protestar, poner fin al ambiente de intimidación y represión y volver a trabajar lo antes posible, solicitar la correcta implementación del plan de clasificación de puestos y del sistema de adecuación salarial, organización del estatus de los conductores. Los gritos de guerra de esta enorme lucha son "La promesa no es suficiente, las mesas están vacías" “¡Basta de promesas, ya no se puede tolerar más la discriminación y la precariedad laboral!”.
Ha entrado en escena entonces uno de los batallones clave del proletariado iraní y de la región ya, que este país es una potencia petrolera, que se encuentra entre los diez mayores productores del mundo y además cuenta con reservas probadas de 208.600 millones de barriles. Este oro negro totaliza el 41 % de los ingresos por exportaciones de Irán. Por ello, los trabajadores petroleros junto a los azucareros en lucha tienen una enorme fuerza para propinarle un golpe mortal al corazón del régimen hambreador de los ayatollas multimillonarios, que no deja de descargar penurias inauditas contra los explotados iraníes y de las nacionalidades oprimidas.
Para pasar semejante ataque, el régimen se blinda. Miles de miles de presos políticos, condenas a muerte y ejecuciones públicas, violenta represión en las calles, sobre todo a las nacionalidades oprimidas árabes, baluchis, kurdas, azaris, etc.

El régimen teocrático asesino, hambreador de su propio pueblo, ha sido presentado como “antiimperialista” por la izquierda reformista mundial, mientras silencian los asesinatos, ahorcamientos y cárcel a los luchadores obreros y populares. Esta misma izquierda silencia todas las aventuras internacionales contrarrevolucionarias de los clérigos durante años en Siria, en Irak.
Ante el genocidio que está llevando adelante el sionismo en Palestina, estas corrientes insisten en presentar a semejantes agentes contrarrevolucionarios como anti-sionistas, cuando ya se rindieron ante los yanquis dejando aislada a Gaza, luego de prometer la madre de todas las batallas y solo tirar un par de baterías de fuegos artificiales. Los ayatollahs vienen de aplastar a las masas sirias e iraquíes y de entregar Gaza para que sea masacrada, a cambio de entrar en los negocios con los yanquis. ¡Ellos merecen caer como Al Assad en Siria a manos de las masas sublevadas!

La clase obrera iraní es y será la única clase antimperialista consecuente y ya ha irrumpido en distintas ocasiones, y ahora nuevamente, enfrentando a la teocracia contrarrevolucionaria ladera de los yanquis. El triunfo solo vendrá de la clase obrera iraní, con sus organismos, los shora (consejos de obreros y campesinos pobres) armados, con sus milicias, en un mismo combate con la clase obrera de todo Medio Oriente.