Sana Taleb llego a las costas de Grecia a principio de enero escapando de Marruecos, un pais cuya economia se encuenra en ruinas debido al saqueo imperialista, que deja a millones de marroquies sin el derecho y la posibilidad de trabajar para poder alimentarse y sobrevivir. fue asi que esta mujer trabajadora decidio emprender una travesia de la muerte cruzando incluso el mar Egeo desde Turquía hacia Grecia, en bote , gastandose lo ultimo que le quedaba para poder pagar a los traficantes que la transportaron junto con cientos de refugiados de otros paises oprimidos.
Luego de sobrevivir el peligroso viaje agravado por las bajisimas temperaturas de un crudo invierno, Sanaa al desembarcar en las costas del pais elenico fue detenida por la policía represora de Syriza, un gobierno que fue presentado como "de izquierda" en el mundo, que hoy es el encargado de pasar las peores medidas de los banqueros griegos, la Troika, la UE, incluyendo la expulsión de los refugiados del viejo continente. Las autoridades del estado griego usaron su "refugiómetro" (una normativa por la cual desconocen como refugiado a todo aquel que no sea sirio, afgano o iraquí) y dictaminaron la deportación inmediata, como ya ha sucedido con decenas y centenares de marroquíes, argelinos, paquistaníes, iraníes, etc.
Sanaa fue esposada y apresada en una patrulla para ser llevada al aeropuerto. Ella sintió que la llevaban al matadero. Veía los martillos caer sobre su cabeza cuando cerraba sus ojos y pensaba en el avión que la llevaría de vuelta a Marruecos. Y finalmente la pasión por vivir, la lucha de esta mujer trabajadora, las ansias de una vida digna fueron más fuertes que las esposas, que la patrulla y que la guardia de policías que la llevaba al aeropuerto. Se logró zafar y se dio al escape. En su camino, dejó los pedazos rotos del vidrio de la patrulla y del apoyabrazos de la puerta. La guardia policial se dio a la persecusión y finalmente entre varios logaron atraparla.
Esta vez, no la trasladaron al aeropuerto, sino a prisión, en "Elenico", el viejo aeropuerto donde funciona el centro de detención de mujeres. Le levantaron cargos de resistirse al arresto, desobedecer la autoridad y destrucción de propiedad pública. El estado griego amenaza con tenerla años en prisión antes de ser deportada nuevamente. Quisieron hacer un castigo ejemplar para quien "osara" enfrentar los planes de restricciones de refugiados de la UE.

Pero Sanaa Taleb, con su lucha contra su deportación, despertó una enorme solidaridad. Su caso se hizo inmediatamente conocido y su resistencia a la deportación fue vista como un ejemplo; y se despertó un movimiento contra la represión del estado griego. Por ello se convocó a 3 jornadas de acciones por la libertad de Sanaa.
Hubo una radio abierta el viernes 22-1, seguida por una marcha el sábado 23-1, que agrupó a mil personas. Las calles de Atenas retumbaron de gritos por la libertad de Sanaa Taleb, por la apertura de fronteras, por reconocer a los refugiados con los mismos derechos que los europeos, porque somos hermanos de clase. Las mismas consignas retumbaron en la sala del tribunal el martes 26-1 donde Sanaa fue llevada para ser juzgada.
Una huelga de abogados contra la ley de Syriza de ataque a las jubilaciones impidió la realización del juicio, y se postpuso para el 1-3, y las autoridades declararon que van a mantener a Sanaa en "Elenico" hasta entonces.

El intento de deportación, la detención y el arresto de Sanaa Taleb es una muestra del ataque del estado griego sobre los refugiados. Y su lucha, es la lucha de todos los refugiados, los movimientos de solidaridad internacionalista en Europa y los trabajadores y jovenes griegos y europeos.

¡Libertad a Sanaa Taleb! ¡Libertad a todos los refugiados en los campos de detención!
¡Papeles y plenos derechos de ciudadanía y laborales para todos! ¡Apertura de fronteras!