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Europa del Este - 13 de agosto de 2020

¡Abajo el gobierno de hambre, miseria, muerte
y represión de Lukashenko!

¡El pueblo quiere la caída del régimen!

El 9 de agosto se consumó una nueva farsa electoral en Bielorrusia,  que dio como ganador con más del 80% de los votos a Aleksander Lukashenko, que desde hace casi tres décadas (26 años) está en el poder. Lukashenko, que es un hombre que viene del riñón del viejo PC de la Unión Soviética, es el único presidente que tuvo Bielorrusia desde la restauración capitalista y por ello ha sido apodado "el último dictador de Europa". El PC de Bielorrusia, que tiene una decena de parlamentarios, apoyó la candidatura de Lukashenko.
Tras conocerse los resultados, las masas salieron por miles a las calles en más de 30 ciudades del país, ya por tercer noche consecutiva, y el gobierno respondió con una brutal represión que dejó al menos dos muertos, más de 250 de heridos y más de seis mil de detenidos. No se conocen las listas oficiales de detenidos, por lo cual decenas de familiares reportan jóvenes desaparecidos. Las condiciones de detención son brutales. En celdas para 5 detenidos, hay 50, 70 personas, que deben permanecer de pie, porque no tienen siquiera lugar para sentarse. No hay suficiente agua y son constantemente  golpeados.
Varias fábricas, principalmente del sector metalúrgico, se han declarado en huelga por la liberación de presos y elecciones presidenciales libres.

El fraude electoral fue el detonante, pero en esas manifestaciones se expresó el justo odio de las masas que padecen persecuciones, y una carestía de la vida que se agudiza con crack económico mundial acelerado por la pandemia, que en Bielorrusia azotó fuertemente a los explotados y la economía nacional, estimándose el descenso del PBI en un 6% para el 2020. Es una lucha política de las masas contra un régimen de hambre, miseria y represión.
La principal central sindical esta en manos de la podrida burocracia stalinista del PC aliado a Lukashenko. Y los sindicatos "independientes" que comenzaron a organizarse desde los 90 son muy minoritarios y han sufrido ilegalizaciones, allanamientos y persecución de sus líderes, como sucedió en los días previos a las elecciones.
Los periódicos críticos al gobierno son perseguidos, la mayoría de los canales de televisión están controlados por el Estado y los medios digitales necesitan licencia del Estado para funcionar. Incluso hasta el día de hoy, el gobierno cortó Internet para intentar así evitar la comunicación entre los manifestantes.
Las organizaciones de derechos humanos denuncian que solo durante julio más de 400 personas fueron detenidas por participar en manifestaciones pacíficas, porque al igual que en Rusia, las movilizaciones están prohibidas. 

Asimismo la burguesía “opositora” formó una coalición con la democracia crisitiana, el partido Cívico (de orientación conservadora) y la socialdemocracia. Tuvo candidatos proscriptos y presentó como figura principal a Svitlana Tijanovskaya (esposa del bloguero y productor de medios Siarhei Tsikhanouski que fuera candidato pero no pudo presentarse dado que fue detenido).  Otros candidatos, como Tsepkalo (ex embajador de Bielorrusia en EEUU, que huyó a Rusia ante la amenaza de ser detenido) a quien no le reconocieron los avales para ser candidato y  Babaryka (ex banquero de Gazprombank, detenido), brindaron su apoyo a Tijanovskaya. A esta colisión opositora, que semanas antes de las elecciones convocó a movilizaciones que fueron masivas, la  comisión electoral le reconoció apenas un 9,9% de votación. Svetlana Tijanóvskaya, que el 11/8 decidió exiliarse en Lituania, llamó a cesar las protestas. Pero por miles los explotados desoyeron ese llamado. Es que, insistimos que estas brechas abiertas en las alturas fueron aprovechadas por enormes sectores de masas que se colaron, utilizando las disputas entre las pandillas burguesas, para expresar todo su odio contra un gobierno y el régimen que las condena al hambre, a la miseria y a una brutal represión.

Bielorrusia es una ex república soviética, que al día de hoy continúa imbricada con la economía de Rusia. A través de Bielorrusia, al igual que a través de Ucrania, el gas y petróleo rusos llegan a Europa. A Rusia va el 35% de sus exportaciones de máquinas y equipos principalmente para el campo, minerales, productos químicos, metales, textiles y productos alimenticios. A cambio, recibe electricidad y petróleo barato de Rusia. Esta relación política y comercial, se tensa y se mejora en función de los negocios. Desde los 90 hay vigente un acuerdo de Estado de Unión que establece el libre tránsito entre ambos países y acuerdos comerciales. Y pese a las frecuentes crisis en la relación entre ambos países, Putin fue el primero en reconocer y felicitar a Lukashenko.
El rol del estalinismo es una pata central del gobierno de Lukashenko, y no sólo el PC de Bielorrusia. Como muestra de su servilismo, el Partido Comunista de la Federación Rusa (oficial) le dio una gran felicitación a Lukashenko por su “victoria”. A cuenta del Comité Central, Zyuganov, se dirigió con una carta afirmando: “¡Estimado Alexander Grigorievich! ¡Acepte mis más sinceras y sentidas felicitaciones por su victoria en las elecciones presidenciales!”. (De la Página oficial del PCFR. G. Zyuganov felicitó a A.G. Lukashenko sobre la elección para el cargo de presidente de Bielorrusia. 08/08/20)

En Minsk se firmaron los pactos contrarrevolucionarios para desviar y aplastar el heroico levantamiento de masas ucranianas de 2014. Este levantamiento de las masas de Bielorrusia, pugna por volver a poner de pie las fuerzas revolucionarias del este de Europa, como los hacen los mineros del este de Ucrania se levantan contra el hambre y los despidos. Su combate es también hermano de la lucha de los explotados rusos que buscan ponerse de pie contra el odiado régimen de Putin, ese asesino de las masas sirias a cuenta del imperialismo.

En Bielorrusia las masas enfrentan a un régimen de terror. Por eso para derrotar a la dictadura de Lukashenko y conquistar libertades democráticas, para tener trabajo, vivienda, salud, salario y jubilaciones dignas, para conquistar el derecho de formar sindicatos independientes, de hacer huelga, el derecho a manifestarse y movilizarse, para conquistar la libertad inmediata e incondicional a todos los presos políticos, para acabar con las persecuciones y las falsas causas criminales contra los manifestantes, la primera tarea es: ¡Abajo la autocracia! ¡Fuera Lukashenko! ¡Fuera la oligarquía, heredera de los traidores del PC que entregaron la URSS al imperialismo!
¡Disolución de la policía y  los servicios de inteligencia, y de todo el aparato represivo del estado! ¡Libertad inmediata e incondicional de todos los más de 6 mil detenidos en las movilizaciones!
Hay que expropiar sin pago y bajo control obrero las empresas, la industria y los recursos naturales que se robaron los antiguos burócratas devenidos en nueva clase poseedora y que entregaron la ex URSS al imperialismo. Hay que expropiar sin pago y bajo control obrero todas las empresas y bancos imperialistas. Hay que expropiar sin pago las tierras de manos de la oligarquía y el imperialismo.
Para lograrlo los trabajadores y explotados de Bielorrusia deben retomar el camino de la heroica revolución de Octubre: ¡Paso a los consejos de obreros y de soldados!  ¡Por una Bielorrusia soviética de obreros y soldados rojos, sin dictadores ni burócratas stalinistas traidores!
De Portugal a las estepas rusas, una sola clase obrera y una misma lucha contra un mismo enemigo: el imperialismo, los banqueros y los oligarcas.
¡Por los Estados Unidos Socialistas de Europa desde Portugal hasta las estepas rusas!

 

 

13 de agosto de 2020
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