13 de noviembre de 2013

ELECCIONES LEGISLATIVAS 2013: la cortina de humo se disipa…

Con el apoyo de la oposición gorila, bajo el mando de la dictadura judicial, se sostiene el kirchnerato

REDOBLAN EL ATAQUE
A LA CLASE OBRERA

EL FRENTE DE IZQUIERDA SACÓ 1.200.000 VOTOS

Con la burocracia sindical en bancarrota, ya son muchos millones más los obreros que buscan salir a la lucha para pararle la mano al atropello de la patronal y el gobierno

El gobierno, los partidos de la patronal esclavista y los banqueros buscaron fortalecerse en las últimas elecciones para profundizar así el ataque a los trabajadores y al pueblo. Basta ver lo que sucedió cuando se terminaba de contar el último voto: tarifazos, aumento desvergonzado de la carestía de la vida, y amenaza de cárcel y pedido de cadena perpetua para los obreros de Las Heras, mientras se liberaba a la policía asesina de Walter Bulacio. El avance en los juicios a más de 6500 trabajadores por luchar, demuestran lo que aquí afirmamos.

La cortina de humo con la que se intentó cubrir la realidad, rápidamente se ha disipado. Ya ha quedado al desnudo el fraude y el robo descarado al salario que imponen (a espaldas de 13 millones de trabajadores argentinos) los traidores de la burocracia sindical en sus paritarias firmadas entre gallos y medianoche con la UIA y el Ministerio de Trabajo. Esa es la vida, la realidad que viven millones de explotados…

“Que el gobierno mantiene la mayoría en las cámaras” dicen algunos, y es primera minoría; “que ganó la oposición” dicen otros; “pero la oposición son muchas minorías fragmentadas”,  les responden…
¿Quién ganó y quién perdió en este sainete electoral? Hablemos claro: los patrones, el gobierno y sus partidos tomaron aire, se relegitimaron para intentar profundizar su ataque a las masas.
En el terreno del circo electoral, siempre ganan los de arriba, legitiman sus partidos, crean ilusiones en que las masas resolverán sus problemas votando y en que sus padecimientos se resolverán en el Parlamento de los poderosos. Es que ganaron los de arriba porque la mayoría de los explotados aún han votado a sus verdugos.
Ellos dieron un paso, pero ahora, deben demostrar que ese paso es firme. Deben asentarlo. Deben imponer a los trabajadores, en las calles, un nuevo golpe a sus condiciones de vida y aunque aún están muy lejos de lograrlo, lo necesitan imperiosamente.
El imperialismo, los piratas de Wall Street han logrado estabilizar provisoriamente la salida de su catástrofe y bancarrota económica, del 2008, tirándole toda su crisis a la clase obrera y a los pueblos oprimidos del mundo. Aún así, no han podido recuperar sus pérdidas.
Una contraofensiva imperialista sacude al planeta. Con la complicidad de sus agentes, las direcciones traidoras agrupadas en el Foro Social Mundial, el capitalismo ha logrado un respiro. Han sacado al proletariado griego de las calles y han golpeado duramente a la clase obrera europea. Los hermanos Castro han entregado Cuba al imperialismo y con el verso de las “revoluciones” bolivarianas hoy se entregan las riquezas de América Latina, de forma más descarada y abierta, que con los gobiernos del TLC.

Las pandillas imperialistas respiran aliviadas con las masacres de Siria y la expropiación y desvío de los procesos revolucionarios del Magreb y Medio Oriente.
Tres grandes cárteles controlan la economía mundial. 143 empresas ligadas a una súper oligarquía financiera definen la mayoría de las transacciones comerciales y financieras de la economía mundial. Sus  pérdidas y lo que ya se consumieron a cuenta de lo que el trabajo humano aún no ha producido, las empujan más y más al saqueo despiadado del planeta y a nuevos y redoblados ataques a la clase obrera.

De aquí que los socialistas revolucionarios afirmemos que el que intenta pintarle a los trabajadores una salida “democrática” del kirchnerato, de mayores libertades y derecho al debate en el parlamento, donde se resolvería su crisis, sólo está engañando a las masas. Para nada esto es así.
Las pandillas imperialistas, no se andan con chiquitas, y con las relaciones de fuerzas conquistadas en Grecia, en el Magreb y Medio Oriente, en Europa y con la entrega de las revoluciones latinoamericanas a Obama, ahora vendrá por todo.

Las elecciones legislativas fueron una cortina de humo para esconder y edulcorar esta ofensiva imperialista que se cierne sobre la nación. No es más “democracia” ni más “parlamentarismo” lo que viene; sino más y más un régimen y un gobierno blindado contra  los trabajadores y el pueblo.

Es que no sólo al otro día de las elecciones la inflación pegó un salto que llevó el kilo de yerba a 30 pesos sino que también las verdaderas instituciones de dominio de este régimen infame acomodaron los tantos, entre las fracciones burguesas, a propósito del resultado electoral. Este, había dejado debilitado más de la cuenta al gobierno de la Kirchner que no superó el 33% de los votos.
El gobierno tiene que administrar los negocios de la burguesía y el imperialismo y el ataque al pueblo durante los próximos 2 años… quedaba aún muy debilitado para seguir atacando a los trabajadores hasta el 2015, necesitaba más votos para salir más fortalecido aún y apareció el partido que no se presenta a las elecciones, el que hace de árbitro de todos los negocios de la burguesía, el que está por encima de todo y de todos. Es el partido de los que tienen el “voto de oro”, el de la Suprema Corte de justicia, el de la dictadura judicial, que le dio 4 votos de oro al gobierno y 3 en minoría y equilibró las fuerzas con su votación a favor del gobierno en la “ley de medios”. Y eso, al otro día de las elecciones.

Ya antes había dado fallos contra el gobierno en decenas de oportunidades y éste los acusaba de “jueces coimeros”… Ahora equilibró la balanza la Justicia: fortaleció al gobierno para que pueda profundizar su ataque contra los trabajadores hasta el 2015 y la oposición gorila es la que ahora habla de los “negociados de la corte” con el poder.
¡Es que todos tienen razón! Son jueces pagados por los banqueros, las compañías aseguradoras, por los negocios sucios de la SIDE …

Ese partido está compuesto por esa infame casta de jueces. Según la archireaccionaria Constitución de 1853-1994, está por encima de parlamentos y presidentes. No lo vota nadie. Sus jueces son de carrera; se transmiten el mandato de padres a hijos y por supuesto, la mayoría de ellos viene de trabajar en todos los juzgados de la dictadura de Videla.
Esta verdadera dictadura judicial tiene el poder absoluto para velar por los intereses y la propiedad privada de todos los capitalistas y las pandillas imperialistas que saquean la nación.
Este es el “partido judicial” que en los ’90 -con fallos que “tardaron” 24 horas en entrar a un juzgado civil y comercial y salir por la Corte (per saltum)- garantizó legitimar la entrega de las empresas nacionales como Aerolíneas Argentinas e YPF al capital financiero internacional por bonos de la deuda sin valor.
Este poder es el garante de la transición del kirchnerato hasta el 2015 para imponer orden y castigo a los explotados que intentan sublevarse, y para actuar como garantía de reparto “equitativo” de los negocios de todas las pandillas capitalistas.
Las elecciones entonces fueron, ni más ni menos que, el maquillaje, la mejor envoltura edulcorada para esconder a las formas más bonapartistas y totalitarias con las que domina el gran capital y el imperialismo a las clases explotadas. Y en última instancia, serán estas formas las que garantizarán la transición hacia el 2015.

¿Más “parlamentarismo caliente”
o kirchnerato blindado?

Altamira anuncia un “parlamentarismo caliente” y la importancia del parlamento en el próximo período. Ha olvidado el carácter bonapartista del régimen semicolonial argentino de la Constitución de 1853-1994 que impone el capital financiero internacional de Wall Street, basado en la figura presidencial que tiene plenos poderes, en el rol de la Corte Suprema de Justicia que hoy dirime las disputas entre las pandillas capitalistas y es la encargada de perseguir a los luchadores, y en la estatización extrema de los sindicatos, todas instituciones con las que controlan férreamente al movimiento obrero. Un régimen proimperialista donde el parlamento sólo le da una forma seudodemocrática para engañar a las masas. Para Trotsky, en las semicolonias “…la debilidad de la burguesía nacional (…), la presión del capitalismo extranjero y el crecimiento relativamente rápido del proletariado corta de raíz toda posibilidad de un régimen democrático estable. El gobierno de los países atrasados, o sea coloniales o semicoloniales, asume en general un carácter bonapartista o semibonapartista. Difieren entre sí en que algunos intentan orientarse hacia la democracia, buscando el apoyo de obreros y campesinos, mientras que otros implantan una cerrada dictadura policíaco-militar. Esto determina también la suerte de los sindicatos: o están bajo el patrocinio especial del Estado o sujetos bajo una cruel persecución.” (“Los sindicatos en la época imperialista”, agosto de 1940).
Las formas seudodemocráticas del régimen semicolonial argentino, con elecciones y un parlamento, cumple la función de engañar a las masas y desviarlas de su lucha para que depositen su confianza en el voto. Pero tras la cortina de humo de estas trampas electorales, lo que prima son los jueces y fiscales, y el milico Berni comandando a las fuerzas represivas para reprimir y perseguir a los trabajadores, la imposición de los peores planes hambreadores contra los explotados,  y la cruel dictadura del capital en las fábricas y establecimientos de trabajo.

El régimen de dominio en la Argentina está sostenido por todos los mecanismos de dominio que establece la archirreaccionaria y gorila Constitución del ‘53. El Congreso vota las leyes. El senado aristocrático con los “padres de la patria” (3 por provincia, tengan estas los habitantes que tengan, con un mandato de 6 años) tienen la última palabra.
Si en esta maraña de obstáculos llegara a salir alguna ley que beneficie a los trabajadores y al pueblo pobre, el presidente tiene poder de veto. Y si este, está con un “hematoma cerebral”, la Suprema Corte de Justicia decide qué ley es constitucional y cuál no. Y, si los trabajadores no acatan y salen a la lucha, ellos con sus fiscales dirigen los servicios de inteligencia, la policía y la gendarmería para encarcelar y reprimir en las calles a los explotados. Por eso hemos visto correr tanta sangre obrera en estos 30 años de “democracia”.

Hacerle creer entonces a los trabajadores que votando y con leyes se resuelven las condiciones de penurias de su existencia es un engaño. Es llamarlo a depositar confianza e ilusiones en las instituciones de dominio de sus verdugos.

Es más, si a cualquier gobierno del país se le ocurre deberle un peso a algún banquero de Wall Street, de la City de Londres o del Club de París, en esta Argentina del coloniato que tan bien viene administrando el kirchnerato, el que manda por encima de todos ellos, inclusive de la Corte Suprema de la Nación, es un simple juzgado de New York, que decide, junto a Obama, en qué momento y cuánto se le va a pagar a los acreedores que no entraron en el plan de canje de la deuda. Ese es el verdadero poder que la cortina de humo de las elecciones intenta ocultar.

Por supuesto que estos verdaderos dueños de la Argentina le están dando facilidades a este gobierno de las transnacionales, puesto que ha pagado puntualmente más deuda externa, ilegítima y fraudulenta, que todos los gobiernos juntos desde el ‘83, incluida la dictadura militar. El pago de los BONEX, de los BODEN, de los Bonos PBI, el vaciamiento de todas las “cajas de los trabajadores”, el saqueo al salario, el IVA, van a ese pozo sin fondo, que llega a Wall Street.

Para imponer tanto engaño están las PASO. El gobierno y la oposición burguesa acordaron elecciones primarias para legitimar a los partidos burgueses que venían desechos y en grave crisis con la revolución del 2001 que los disgregó y vieron amenazada su suerte -luego de saquear al pueblo durante un par de décadas- y que el “que se vayan todos y no quede ni uno solo” los dejara gravemente maltrechos.
Estas “elecciones primarias” intentan relegitimar y darle oxígeno a los partidos burgueses. Hacen de “filtro de minorías” y obliga a las “familias políticas” a agruparse para poner en pie “partidos fuertes”. Son un verdadero filtro, un “examen de ingreso” a la política argentina.

Por ejemplo, en la izquierda, el FIT no aceptó al MAS en su Frente. Este hizo una excelente elección en las primarias y no tuvo la oportunidad -por no cumplir el cupo electoral- de convencer de sus posiciones a amplios sectores de las masas en las elecciones legislativas. Sus votos fueron al FIT y el MAS quedó proscripto. Desafortunadamente el primero permitió esta proscripción sin darle la posibilidad al MAS de que con sus posiciones propias intervenga proporcionalmente a los votos obtenidos en las primarias en la propaganda electoral del FIT, en este caso, por ejemplo en un 10% de esos espacios. Eso hubiese sido un gran ejemplo de democracia obrera y de lucha contra la proscripción de este régimen burgués.

De eso se tratan las PASO: de proscripciones, de filtro, con el objetivo de legitimar a fuertes partidos políticos que estabilicen el régimen de dominio de las clases poseedoras encubriendo con una envoltura edulcorada sus peores formas de dominio totalitario que garantiza la archirreaccionaria Constitución de 1853-1994 y todos los tratados de sumisión de la nación al imperialismo, como lo son, tal cual lo veremos luego, el MERCOSUR, la supeditación a  los tribunales de Nueva York, y a las ocho manzanas de Wall Street.

La “democracia es un privilegio para países ricos” y una cortina de humo que esconde las peores instituciones bonapartistas en los países sojuzgados por el imperialismo. La estatización de los sindicatos controlados directamente por el Estado en los países semicoloniales es la máxima expresión de esto que decimos: una feroz dictadura de control totalitaria del movimiento obrero con los guardiacárceles pagos de la burocracia sindical, y formas democráticas" para edulcorarla. Los trabajadores no tienen derecho a hacer los sindicatos que quieran, organizarse como quieran, a que firmen sus acuerdos y definan los salarios los dirigentes que ellos quieran. Eso sí: cada 2 o 4 años, como individuos, "tienen derecho" a votar en un cuarto oscuro a sus verdugos. ¿Democracia? ¡Democracia las pelotas!

LAS HERAS – SANTA CRUZ

Como dicen los trabajadores procesados de Las Heras y sus familiares:
COMENZÓ A CAMBIAR LA HISTORIA
Junto a las comisiones internas que los acompañan en esta lucha, con el apoyo y la solidaridad de centenares de organizaciones obreras y estudiantiles de todo el país
ELLOS MARCAN EL CAMINO

Rompieron el cerco y el aislamiento, se pusieron de pie enfrentando al Tribunal de la Venganza de las petroleras y
 
GANARON LAS CALLES


12 de octubre, marcha en Las Heras

En el 2006, el grito de guerra de los obreros de Las Heras era: “abajo el impuesto al salario” y “todos somos petroleros”

Hoy su grito de guerra es: “A los compañeros los vamos a liberar con el Paro y luchando en las calles”

El 12 de diciembre, para liberar a los compañeros de Las Heras y a los presos de Corral de Bustos, por el deprocesamiento de los más de 6500 luchadores, derrotar al impuesto al salario, terminar con la carestía de la vida y por un trabajo digno para todos

¡PARO GENERAL!

El excelente resultado electoral del FIT es un indicio de que millones y millones de obreros buscan un camino para frenar el ataque del gobierno y los capitalistas
La bancarrota de la burocracia indica la predisposición de la mayoría de la clase obrera a entrar a la lucha

1.200.000 obreros han votado al FIT. Esto es un verdadero hecho político y un enorme triunfo, en la medida en que este resultado electoral indica que cada vez más enormes franjas de la clase obrera buscan un camino al combate y rompen políticamente con la burguesía. Pero si no se le muestra con claridad a los trabajadores el enemigo que enfrentan y se le plantea un camino para crear las condiciones para derrotarlo, este “enorme triunfo” táctico se podrá transformar en una verdadera derrota estratégica para los explotados.

El kirchnerato, con sus negocios, y la oposición gorila que se los disputa, con el imperialismo profundizando el saqueo de la nación, no depara más democracia para los trabajadores, si no el más cruel de los ataques. El voto al FIT indica el inicio de una tendencia que significa que los obreros ya no aguantan más la situación actual. Y, en el otro extremo, la brutal crisis de la burocracia sindical, reafirma esta tendencia a la combatividad obrera que odia y no soporta más a estos buchones y rompehuelgas que desde los sindicatos y en las fábricas entregan el salario y todas las conquistas obreras.

 

A nuestro entender, el FIT ya ha dejado pasar una enorme oportunidad. Hizo un gran acuerdo electoral de la izquierda y, cuanto más y más fuerzas fue adquiriendo, más y más se negó a organizar y coordinar a las filas de lo más aguerrido de la clase obrera Argentina. Le sobraron y le sobran condiciones para hacerlo.
Los actos de cierres de campaña por localidad con militantes de izquierda sin influencia obrera, son un indicio de que los dirigentes del FIT no tienen en sus tareas y agenda inmediatas la lucha por un nuevo reagrupamiento de las filas obreras, en momentos, como veremos luego, de brutal bancarrota de la burocracia sindical.

El resultado electoral del FIT es un hecho importantísimo en la vida política de la clase obrera. Pero es necesario que ésta sea consciente de lo que ha conseguido y para ello es clave la comprensión de que nada por lo que luchamos y lo que aspiramos los trabajadores vendrá de arriba, ni con leyes ni con grandes debates parlamentarios. Todo, absolutamente todo, lo conseguiremos confiando en nuestras propias fuerzas.

La alegría y el festejo de muchos trabajadores, inclusive de los que no votaron al FIT es porque en nuestras fábricas y sindicatos la burocracia ha quedado debilitada en las elecciones y son sus buchones que han quedado sometidos a los políticos patronales quienes ahora deben agachar la cabeza en las fábricas. Esto trasciende el voto al FIT. Es un estado de ánimo de las grandes masas que NO AGUANTAN MÁS y que ven, cada vez más que los entregadores de sus salarios y sus trabajos, la burocracia sindical: YA NO LOS REPRESENTA.

La amplísima mayoría de la clase obrera NO LOS SOPORTA MÁS ni a la burocracia sindical, ni el impuesto al salario ni la carestía de la vida… la alta votación al FIT y el enorme triunfo, a último momento en Salta, aún de forma distorsionada como se da en las elecciones, indica que hay un enorme estado de ánimo y predisposición a la lucha en amplios sectores de la clase obrera. 

De forma distorsionada, en el terreno del enemigo, como son las elecciones, donde el voto de un obrero vale lo mismo que el de una monja, el de la clase que produce toda la riqueza del país lo mismo que el de los parásitos que viven de rentas y del trabajo ajeno…Aún así, en el terreno del enemigo, bajo sus condiciones, como son las elecciones de las clases dominantes, de sus partidos, testaferros de las grandes transnacionales, se expresó lo que aquí afirmamos: el FIT sacó sus altos índices de votación en los barrios obreros.

El gobierno no ha dejado ya sector de la clase obrera sin atacar. Con el impuesto al salario saquea todos los meses, el sueldo de las capas altas de los trabajadores. Con la carestía de la vida le vuelve insoportable su existencia  a la absoluta mayoría de los obreros, que sobreviven con 4000 o 5000 pesos por mes. Y, ni hablar de la situación insoportable de los sectores más explotados de nuestra clase a los que ya se les ha licuado hace rato, el salario por hijo o los planes Argentina Trabaja

Que este es el estado de ánimo, lo demuestra todo lo que la súper-estructura -que habla en nombre de la clase obrera- calla e intenta ocultar:
Ya, el año pasado, a la burocracia moyanista y del CTA se le ocurrió, para quitar presión al odio de la clase obrera llamar a un paro contra el impuesto al salario y por un plus de fin de año. No solo el paro fue más amplio de lo previsto sino que en diciembre se mostró la verdadera Argentina de los de abajo que estalló en un nuevo levantamiento por el hambre, cuyos presos quedaron en silencio y como anónimos en las cárceles del régimen infame.
Estas son las condiciones objetivas que se expresaron en el enorme voto al FIT en los barrios y concentraciones obreras. Sobran condiciones para organizar una gran lucha y derrotar en las calles a la burocracia sindical que está dividida en 4 o 5 centrales sindicales y no representa a nadie. Cada una, atornillada a los fondos y a la coima de las distintas fracciones de la burguesía Argentina.

Llega fin de año. La inflación ha superado ya, más de un 30 o 40% lo conseguido con las paritarias en cuotas. “No hagan olas”, dicen los políticos burgueses a las fracciones de la burocracia que controlan. Algunos piden un doble aguinaldo, un plus por fin de año. Dudan. La burguesía se ha percatado de que la lava del volcán subterráneo de las masas ha comenzado a ascender. Los jueces aceleran los expedientes de las causas contra los trabajadores. En el gobierno esperan ansiosos la llegada de la Cristina, pero para los trabajadores esto YA NO SE AGUANTA MÁS.

La vida de la clase obrera no pasa por el parlamento burgués. Su calidad de vida la define el valor de su salario y sus condiciones de trabajo.

Esto se define en las calles y en los enormes combates de clase que se avecinan

Hay que aclarar y decir la verdad, verdad que, por otra parte, todo trabajador sabrá reconocer perfectamente: es  EL VALOR DE SU SALARIO lo que le permite definir la calidad de vida de su familia. Un discurso parlamentario o un voto no resuelven esto.
En las fábricas la amplia mayoría de los trabajadores, que están en negro, ni votan ni deciden nada sobre su vida, su salario ni su trabajo. Millones de trabajadores no deciden ni tienen derecho a voz y voto cuando un puñado de transnacionales y parásitos imperialistas expropian y confiscan su salario -que es la única “propiedad privada” de los trabajadores- con un impuesto infame que sólo sirve para cubrir los dólares que necesitan las empresas imperialistas para llevarse, como utilidades, en su saqueo de la nación.

¿Dónde se decide sobre el salario de los trabajadores? ¿En el Parlamento? Supongamos que el Parlamento vota que todos los obreros ganan como un parlamentario o como un juez. Si la presidenta no tiene un "hematoma cerebral" y si los “padres de la patria” del Senado no han llegado a Buenos Aires, rápidamente, esa ley será “inconstitucional”. Ni hablar si hay que confiscar y expropiar sin pago o desconocer las deudas ilegítimas con las trasnacionales y los banqueros imperialistas que saquean la nación… ¿puede haber algún izquierdista, que se autoproclame socialista, que le pueda decir a los trabajadores y al pueblo que con este gobierno, este régimen y sus instituciones de dominio podrá liberarse a sí mismo, sin demolerlas, sin destruirlas y poniendo en pie las suyas, las de la clase obrera?

El salario se resuelve en paritarias totalmente antidemocráticas, bajo el control del estado y la patronal, también muy lejos de los obreros y muy lejos de los parlamentos y sus debates.
Para ser más precisos se define en el Ministerio de Trabajo. Allí concurre la UIA, la Sociedad Rural, los representantes de las grandes transnacionales y sus empleados a sueldo, la burocracia sindical, que es la única que puede firmar los acuerdos salariales en paritarias. Estos burócratas son verdaderos ministros sin cartera a los que las transnacionales les dan toda la legitimidad, con la ley de Asociaciones Profesionales, para que opriman, persigan y aplasten toda lucha obrera, toda expresión de democracia obrera… para acordar el salario obrero, a espaldas de los trabajadores, en reuniones secretas con patrones y ministros.

De esto surge que la lucha por la democracia obrera en los sindicatos es inseparable de la lucha por la independencia total de estos y de todas las organizaciones obreras y de las masas del estado burgués.
Es inseparable del combate contra la ley de asociaciones profesionales, contra las cuotas compulsivas y el desconocimiento de los estatutos de los sindicatos que garantiza la existencia de una “gerentocracia”, que se eleva como príncipes y reyes en los sindicatos de la Argentina.
Por eso, someterse año a año a sus estatutos y en el momento decisivo no llamar a derrotarlo es criminal, puesto que  ya ha quedado claro, y nadie lo puede negar, que la burocracia sindical YA NO REPRESENTA A LA MAYORÍA DE LA CLASE OBRERA.

¡PASO A LOS QUE LUCHAN! ¡PASO A LAS ASAMBLEAS DE BASE!

¡NO RECONOCEMOS MÁS NI A SUS BUCHONES EN LAS FÁBRICAS, NI A SUS PARITARIAS DE HAMBRE Y ENTREGA DEL SALARIO!

Afirmamos que sobran condiciones para organizar una gran lucha, y que si la vanguardia obrera tarda en reagrupar sus fuerzas estas condiciones se pueden descomponer. La profundización del ataque que prepara el gobierno y el régimen para sobrevivirse si encuentra desorganizadas y divididas las filas obreras (que es lo que busca) será brutal y descarnado contra los explotados. No lo podemos permitir. Están maduras las condiciones para reagrupar las filas obreras bajo una nueva dirección de lo más combativo de los explotados.

 

Se han abierto condiciones para conquistar un nuevo reagrupamiento de las filas obreras

Los trabajadores para luchar por su salario no van a las Unidades Básicas, ni a los locales de la Cámpora, la UCR o la Carrió. Van a sus sindicatos, a las comisiones internas y a las asambleas de fábrica. Esta es una realidad que no se puede ocultar más. El guardiacárcel, policía interno de la clase obrera que es la burocracia sindical, está en absoluta crisis.
Este es un hecho incontrastable.
Las conclusiones que han sacado, lamentablemente, los partidos del FIT, de las tareas inmediatas que tienen planteadas, luego de este resultado electoral, es que ahora van por “más diputados”, para intervenir en el debate en el Parlamento, en la crisis del kirchnerato.
El PTS llama a seguir acumulando comisiones internas como en la Zona Norte del conurbano bonaerense. El PO, a construir una oposición en la CTA liliputiense de Micheli. Lamentable.
La bancarrota de la burocracia está acompañando como el alma al cuerpo el crecimiento del FIT. Lo vimos en Salta, a semanas de las elecciones legislativas. La tragedia puede ser que los obreros vayan a los locales del FIT y que en estos vean que sus partidos hicieron enormes acuerdos, inclusive para repartirse las bancas y alternarse en ellas pero no vean una salida para sus necesidades concretas, puesto que aún el FIT no ha volcado todas sus fuerza para hacer un llamado enérgico a la clase obrera a reagrupar sus filas y a desconocer a todas las mini centrales liliputienses, de las pandillas de la burocracia atadas todas a las distintas bandas de los capitalistas.

Se perdió en 4 meses de campaña electoral, una enorme oportunidad de poner en pie un Frente de los Trabajadores para unir a los que luchan. ¡Ni siquiera un acto centralizado para reagrupar a miles de obreros y organizaciones de lucha hizo el FIT!

Sobraban condiciones, a los hechos nos remitimos. Una vez terminada la campaña electoral por fin el FIT puso parte de su peso -y esperemos que lo profundicen y que este se exprese en las calles- para luchar por la libertad de los compañeros de Las Heras. Ya está circulando un petitorio firmado por centenares de organizaciones obreras y de centros de estudiantes, hasta sectores del mismo CTA han tenido que tomar esta campaña… si la mayoría de los procesados son del FIT y del ala izquierda del CTA…

¿Cómo no poner ese enorme peso para llamar a un Congreso obrero para derrotar y desconocer a los traidores de la burocracia uniendo a los que luchan? Los pequeños partidos del FIT, aunque importantes pero aún pequeños, no pueden contener en su seno a las enormes fuerzas de la clase obrera que se están sublevando. Es la hora de poner en pie organismos de autoorganización de las masas y, como dice el Programa de Transición de los trotskistas, ha llegado el momento de no tolerar por un momento más, pasivamente, la subordinación del movimiento revolucionario de las masas al control de las camarillas burocráticas abiertamente reaccionarias o disimuladamente conservadoras.
Es la burocracia sindical la que impuso la más brutal y desgarradora división del movimiento obrero, dejando por fuera de los sindicato al 80% de los trabajadores (mayoría de contratados, tercerizados, en negro y desocupados) que vive con un salario inferior a los $3.600 por mes.
El FIT es un frente de pequeños partidos de acción, con peso en sectores de vanguardia, pero el enorme electorado que ha canalizado es una franja de la clase obrera QUE NECESITA DE LA MAYORÍA DE SUS COMPAÑEROS PARA PELEAR.
La vanguardia que llamó a votar al FIT ha ganado una enorme autoridad y respeto. Insistimos. Un llamamiento, poniendo todo el peso de las fuerzas del FIT, a un Congreso Nacional de los que luchan, está ya al alcance de la mano  y haría pesar decisivamente a la clase obrera en las calles y en la vida política del país.

Pretender ubicarse como oposición de las pequeñas “capillas” que componen la dispersión actual de la burocracia, es llevar a la dispersión a las enormes fuerzas de la clase obrera. ¿Pero qué piensa la dirección del FIT? ¿Qué ante semejante catástrofe que se prepara contra los explotados, estos tienen que esperar la sanción de leyes en el parlamento? ¿Qué para derrotar a la burocracia hay que esperar a intervenir durante décadas en las elecciones sindicales, donde ha quedado claro que es más fácil ser presidente que sacar por vía electoral a las bandas de la burocracia de los sindicatos?

 

AHORA… 13 millones de trabajadores tenemos que votar por nosotros
Hay que desconocer a todas las pandillas de la burocracia sindical y a sus buchones en las fábricas… ELLOS NO NOS REPRESENTAN

Creer que los procesos de autodeterminación del movimiento obrero, la coordinación de los que luchan, el combate de millones contra los flagelos del hambre y la inflación, se van a dar dentro de los aún pequeños partidos del FIT, es una utopía.
El MAS en los 80 afirmaba que los sindicatos de izquierda, las nuevas direcciones, inclusive los soviets se iban a dar dentro del MAS y, a decir verdad, este partido, como muchos periodistas perspicaces hoy afirman, organizaba a más de 3000 comisiones internas y, pese a “tener muy pocos votos”, ponía a decenas de miles en las calles.
Si oponerse a todo proceso de autodeterminación y autoorganización de las masas y querer colocarlo al interior de pequeños aparatos, equivale a querer cazar un león con un dedal, intentar hacer una corriente socialista sin mínimamente organizar y centralizar a los que luchan y seguir insistiendo que las condiciones no están maduras para ello, equivale a querer tapar el sol con una mano. Ya no se puede ocultar más.

La clase obrera argentina, solo pesará en la vida política nacional si logra sacarse de encima a esa podrida burocracia sindical como pasó en “El Cordobazo”, en “El Rodrigazo” de 1975 o en la Revolución de 2001.
Hoy, en el resultado electoral, lo que se expresa, es que nos estamos aproximando a un momento histórico de deslegitimación de la burocracia sindical y sus buchones en las fábricas.  El resultado electoral solo expresa esa crisis, la refracta.
Ese es el camino que buscan y añoran, no solamente los obreros que votaron al FIT sino millones que no lo hicieron. Es que, el 20 o 25% de obreros que votaron al FIT tienen todos los meses el mismo descuento al salario, el mismo sueldo de miseria, la misma carestía de la vida que el otro 70% de trabajadores que tiene ilusiones aún quizás en los partidos burgueses, pero que, como los obreros que votamos al FIT, también odian y no soportan más a los carneros de la burocracia sindical. Y ese es el repudio electoral que recibieron los guardiacárceles del movimiento obrero.

Es el momento de preparar las condiciones para pegarle una derrota estratégica a la burocracia sindical: ¡ELLOS, YA NO NOS REPRESENTAN!

 

¡HAY QUE PONER EN PIE UN GRAN CONGRESO DE LAS ORGANIZACIONES OBREROS EN LUCHA Y HACER UN LLAMADO ENÉRGICO A DESACATAR A LA BUROCRACIA SINDICAL EN TODAS LAS FÁBRICAS Y ESTABLECIMIENTOS DEL PAÍS!

En Argentina no viene ni más democracia, ni “paz social”, ni grandes sesiones de debates parlamentarios. Se avecina un salto en la lucha de clases. La burocracia en ruinas es la expresión de que el gran capital la utilizó como un limón exprimido para sostener a esta “Argentina maquila”. Peligrosamente el FIT está preparando a la clase obrera para una época de “paz social” y debate parlamentario; y no para el infierno que significará el recambio del kirchnerato por un nuevo gobierno burgués en el 2015.
El kirchnerato no se irá por vía pacífica, sino que defenderá sus negocios contra el resto de las pandillas burguesas que se los disputan. Y todas juntas buscarán reprimir violentamente a las filas obreras. Es que las une el espanto de que pueda volver a surgir un nuevo “2001”. Como también las une, la necesidad que tienen de honrar sus compromisos concertados con los banqueros y las transnacionales que saquean la nación. El FIT está ante dos alternativas: o al servicio de legitimar por izquierda al régimen que se blinda; o al servicio de ser un punto de apoyo para reagrupar las filas obreras, organizar una gran lucha y derrotar en las calles al gobierno de la Kirchner.

Un llamamiento audaz a un frente único para conquistar un reagrupamiento de las filas obreras, con un programa de ruptura con la burguesía y para derrocar a la burocracia, es la obligación de toda corriente que habla en nombre de la independencia política de la clase obrera y de enfrentar a los traidores de la burocracia sindical.
Si no queremos defraudar a los trabajadores, desde la izquierda… hay que impedir que la burocracia sindical siga resolviendo en las paritarias truchas el salario y la vida de los trabajadores. No se puede permitir ni un día más la flexibilización laboral y el trabajo en negro.

El FIT tiene todas las posibilidades de llamar ya mismo a este Congreso. Y la llave en la mano para comenzar a transitar, con una enorme franja del movimiento obrero, el camino al entierro de esa lacra y excresencia que es la burocracia. ¡Abajo la burocracia sindical! ¡Hay que echarlos de la CGT, la CTA y de todas nuestras organizaciones! ¡Abajo las paritarias truchas y todos los acuerdos esclavistas! ¡Hay que luchar como en el “SITRAC-SITRAM”, “El Villazo” y las “Coordinadoras” de los ´70! ¡Hay que conquistar la democracia obrera! ¡Fuera el estado y la patronal de las organizaciones obreras! ¡Abajo la “Ley de Asociaciones Profesionales”! ¡Abajo las conciliaciones obligatorias! ¡Los obreros nos organizamos como queremos!

 

¡PASO A LAS ASAMBLEAS DE BASE! ¡HAY QUE VOLVER A PONER EN PIE UN MOVIMIENTO PIQUETERO INDEPENDIENTE DE LOS MINISTERIOS DE LOS KIRCHNER! ¡HAY QUE COORDINAR A LOS QUE LUCHAN!

No se puede perder un día más. La batalla política contra el kirchnerato, la oposición gorila y el imperialismo se dará en las calles. La libertad y la vida de los trabajadores no se resolverá en los parlamentos. El salario… tampoco, porque a él nos lo roban con las paritarias truchas firmadas entre la UIA, la Sociedad Rural, las transnacionales, el gobierno y la burocracia en el Ministerio de Trabajo.
La independencia política ya conquistada por una enorme franja de trabajadores, debe estar al servicio de unir las filas obreras. ¡Ni impuesto al salario, ni más flexibilización laboral! ¡Basta de carestía de la vida! ¡Basta de trabajo en negro! son las demandas más sentidas por la amplia mayoría de los explotados.

La burguesía se jacta de haber tenido un ciclo de expansión de 10 años… No repartieron nada, se la llevaron ellos y lo poco que conseguimos nos lo sacaron con el impuesto al salario y la inflación. ESTO NO SE AGUANTA MÁS.

Por eso, la lucha por $10.000 de salario minino, vital y móvil para todos, y la lucha por desconocer las paritarias de hambre y miseria, es urgente. La lucha por igual salario e igual trabajo para las mujeres obreras y los trabajadores inmigrantes, no puede ser solo un programa electoral.
El combate por el trabajo digno y un turno más en todas las fábricas para terminar con el flagelo de los ritmos infernales de producción y la desocupación. Y la lucha por terminar con la “Argentina maquila”: ponen sobre la mesa un programa que unifica los deseos y anhelos de toda la clase obrera.

Las transnacionales y los banqueros se llevan las divisas y las riquezas del país. La oligarquía y las cerealeras se llevan los miles de millones de la renta agraria, y los alimentos básicos son cada vez más inalcanzables para las amplias masas. Las petroleras y las mineras saquean nuestros recursos. El gobierno paga puntillosamente los miles y miles de millones de dólares de una deuda externa -que se sigue multiplicando- contraída por los capitalistas y sus distintos gobiernos. Mientras que con el 21% del IVA sostenemos a este Estado de parásitos, y el gobierno subsidia a los capitalistas.

La clase obrera necesita de una dirección revolucionaria a su frente

¡Hay que volver a poner de pie en la Argentina el partido de los obreros trotskistas internacionalistas de Mateo Fossa!
¡Hay que refundar a la IV INTERNACIONAL!


Mateo Fossa

El nuevo movimiento obrero que está surgiendo en la Argentina debe aprender de las revoluciones que les fueron expropiadas a las masas en Argentina y América Latina. Necesita conocer las lecciones de cómo se combate, se avanza y se retrocede, en las luchas revolucionarias de las masas del Magreb, África y Europa.
No se acercan tiempos de paz ni de más democracia, sino que lo que está por delante son duros ataques de la clase enemiga. En las condiciones actuales está madurando una clase obrera bajo el influjo de grandes hechos internacionales, del crack imperialista, las guerras civiles, las revoluciones y el látigo del capital que le torna insostenible su existencia. Los trotskistas internacionalistas no cambiaremos el rumbo, nos mantendremos firmes en nuestro combate que ya nos encuentra en el centro de los acontecimientos en Siria, Libia, el Norte de África, Bolivia, Perú Brasil, y en los focos calientes de la lucha de clases; porque sabemos que en éstas y en las próximas oleadas de lucha del proletariado, los internacionalistas nos fusionaremos con los mejores elementos de la vanguardia de la clase obrera mundial. Argentina no será una excepción. Por eso llamamos a los obreros y jóvenes combativos a abrazar las banderas del trotskismo, a luchar por refundar la IV INTERNACIONAL; y a combatir juntos por conquistar la dirección revolucionaria que necesita nuestra clase para organizar la lucha por la toma del poder y el triunfo de la revolución obrera y socialista.


Por ello, para conquistar las demandas más inmediatas de la clase obrera, hay que enfrentar e imponer la ruptura con el imperialismo. ¡Hay que expropiar -sin pago y bajo control obrero- a los banqueros, a las transnacionales y a la oligarquía, para que la clase obrera pueda comer y vivir dignamente! ¡Nacionalización sin pago y bajo control obrero de toda fábrica que cierre, suspenda o despida! ¡Por la apertura de los libros de contabilidad de todas las empresas y bancos, para demostrar los millones de dólares que han ganado en todos estos años! ¡Hay que desconocer y no pagar un solo peso de la fraudulenta deuda externa!
HAY QUE UNIR A LA CLASE OBRERA CON UN NUEVO PROGRAMA Y UNA NUEVA DIRECCIÓN. EL VERDADERO TEMOR QUE TIENEN LAS CLASES POSEEDORAS ES QUE SE PONGA DE PIE UNA CLASE OBRERA DURA COMO LA DE “EL CORDOBAZO” Y LA REVOLUCIÓN DEL 2001.

No se puede perder más tiempo. El ataque de los de arriba no se detiene. De qué “paz social” hablan los políticos patronales, sus partidos, sus jueces y su gobierno. Si el 12 de diciembre quieren condenar a los trabajadores de Las Heras. Más de 6.000 obreros tienen la espada de Damocles sobre sus cabezas. Basta. No permitamos que se vuelva normal que miles de obreros estén procesados y puedan terminar en prisión en cualquier momento.
Centenares de organizaciones de lucha ya se han pronunciado a favor de la lucha por la libertad de los trabajadores de Las Heras. EL 12 de diciembre se define, junto a la lucha por la libertad de los compañeros de Corral de Bustos un hito histórico de la clase obrera argentina. ¡Nunca más un obrero preso por luchar! ¡Libertad a los trabajadores de Las Heras y los luchadores de Corral de Bustos! ¡Desprocesamiento de los trabajadores perseguidos!

La burocracia sindical, con su banda de matones también está para matar obreros y reprimir trabajadores. El comandante Berni, con su gendarmería y su policía asesina, se jacta de haber tomado el control de las rutas. El régimen burgués se blinda. La casta de jueces y el gobierno han lanzado una feroz represión con la Policía y la Gendarmería en las calles contra la clase obrera y los explotados. ¡Por un Comité de Autodefensa Único de todas las organizaciones obreras para defendernos de la represión estatal y para policial!

BASTA YA. PASO A LOS QUE LUCHAN. EL CAMINO PARA CONQUISTAR UN CONGRESO NACIONAL DE TRABAJADORES OCUPADOS Y DESOCUPADOS YA SE HA ABIERTO. ¿Por qué el FIT no lo convoca? Si así, inclusive, puede sacar más votos en las próximas elecciones. Y también profundizar la lucha por la independencia política de los trabajadores.
El FIT acaba de ganar las elecciones en Salta capital, demostrando que es mayoría en todo el movimiento obrero de la provincia. Tiene todas las fuerzas para poner en pie un CONGRESO DE TODOS LOS TRABAJADORES DE LA PROVINCIA, CON DELEGADOS DE TODAS LAS FÁBRICAS Y ESTABLECIMIENTOS PARA QUE VUELVAN A LUCHAR LOS PIQUETEROS DE MOSCONI POR TRABAJO DIGNO, SIN TENER QUE EMIGRAR COMO OBREROS GOLONDRINAS POR TODAS LAS COSECHAS DEL PAÍS.

No podemos permitir que en Jujuy, la Milagros Salas siga manipulando a los trabajadores, que por un pedazo de tierra han muerto como perros a manos de los Blaquier. Bastaría con que el Polo Obrero llamara al movimiento de desocupados a romper con Alicia Kirchner y el Ministerio del hambre de Acción Social, volviendo a poner en pie el Bloque Piquetero para luchar por trabajo digno y romper con toda la burocracia corrupta de los punteros.

Los trabajadores estatales y municipales han vuelto a la lucha en Córdoba capital. Ya nadie puede esconder que el FIT ha sacado 100.000 votos, muchos de ellos provenientes de los trabajadores de la industria automotriz. La situación está cambiando. Hace meses que obreros despedidos de la Volkswagen, andaban reclamando por su reincorporación en los tribunales. Hasta que hace unos días, dijeron basta y volvieron a la fábrica. La Volkswagen paró. Eran un puñado de obreros del FIT en la puerta uniéndose a la mayoría de los trabajadores y frenando el ingreso de la policía a al predio.

Millones de trabajadores están en maquilas y fabricas cárcel. Millones de obreros en negro están sin delegados y sin organización… Un llamamiento firme de centenares de organizaciones obreras, piqueteras e inclusive del movimiento estudiantil y sus centros -que también dirige la izquierda-, impulsaría a miles de obreros en negro de los talleres y empresas negreras, a enviar delegados a ese congreso.
Se trata de abrir el camino a la autoorganización de las masas. Esa es la verdadera lucha por la ruptura con la burguesía y por la independencia política de los explotados. Si no es por ese camino, vendrán duras y amargas derrotas. Y el tiempo de las bancas parlamentarias se acabará…

El programa, el camino y las condiciones para desacatar a la burocracia sindical y sus paritarias de hambre y entrega, para empezar a conquistar las asambleas y coordinar su lucha, ya lo abrió y lo conquistó lo más avanzado del movimiento obrero argentino. No podemos perder esta oportunidad.

Hay que retomar el camino del clasismo de los setenta y conquistar la Huelga General, para luchar contra el gobierno, las transnacionales y los piratas imperialistas.
La clase obrera debe ponerse de pie y abrir un camino revolucionario porque: ARGENTINA SERÁ SOCIALISTA O SERÁ COLONIA.•

 

 
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