La justicia patronal golpea en Las Heras para que no vuelva la autoorganización y la democracia obrera

¡HAY QUE VOLVER A LUCHAR COMO EN EL NORTE DE SANTA CRUZ EN EL 2006!
Con asambleas, paros y piquetes

L

as Heras perdió el miedo y volvió a ganar las calles. Pero para ganar este durísimo combate, hay que volver a luchar como en el 2006: con piquetes, paro petrolero, unidad entre efectivos, contratados, desocupados y fuera de convenio, con la asamblea de base de los 4.000 petroleros decidiendo qué se hace y qué dicen los delegados.
 
La lucha de Las Heras siguió las tradiciones del SITRAC-SITRAM, de “El Cordobazo”, de la lucha revolucionaria del movimiento piquetero de Mosconi y Cutral-Co a fines de los ´90 y comienzos del siglo XX.
Las Heras ha sido un ejemplo de la democracia obrera y de cómo conquistar la unidad de los trabajadores, por eso recayó todo el peso del estado burgués para intentar derrotarla. La lucha contra el impuesto al salario estaba acompañada por que los compañeros bajo convenio de la UOCRA pasen al de petroleros. ¡A igual trabajo, igual salario! ¡Basta de obreros de primera y de segunda! ¡Somos todos petroleros!

En Las Heras, cuando la policía metía presos a los dirigentes obreros, se marchaba a liberarlos; así se rompió con toda sumisión a los jueces y tribunales bajo el mando de las petroleras. No por casualidad los delegados de Paty están luchando junto a los petroleros en Las Heras hoy. Los obreros de Paty, actuaron de la misma forma: parando y ocupando la fábrica y marchando hasta donde declaraban o estaban encerrados los compañeros. Así quedaron libres los compañeros y desprocesado el delegado Costilla. En Paty los obreros ejercen la democracia directa decidiendo todo en asambleas y desconociendo los cuerpos orgánicos y podridos estatutos de los sindicatos estatizados.

Y pensar que hay corrientes de izquierda que no aceptan que en las elecciones sindicales voten los contratados, argumentando que “algunos fueron metidos por la burocracia”. Esta gente no entiende que al esclavo no se lo reconoce por qué amo le da de comer, sino por los latigazos que tiene en su espalda. No es casualidad que estas corrientes de izquierda durante siete años hayan silenciado a Las Heras.

Negarse a pelear por la unidad de las filas obreras, es no querer derrotar a la burocracia sindical que divide las filas obreras negándole todo derecho a los trabajadores contratados, en negro y desocupados.
La burocracia hoy está en crisis, luego de haber jugado durante la última década el rol de carneros y pistoleros rompehuelgas, salvando a la burguesía de la revolución del 2001. Esto le valió ganarse el odio de todo el movimiento obrero. Por eso a la burocracia no la votó nadie en las PASO de agosto.
Ante este desprestigio, incrementado por el asesinato de Mariano Ferreyra, hoy la burguesía escarmienta a la clase obrera con la Corte Suprema y la casta de jueces anti-obrera.
¿“Democracia”? ¡Las pelotas! Mayor bonapartismo, con la justicia dando las órdenes a la Gendarmería y la Policía de repartir palos y represión contra los piquetes y cortes de rutas. Queriendo condenar a perpetua a los compañeros de Las Heras; manteniendo en prisión a los luchadores de Corral de Bustos y Bariloche; y conservando como verdaderos rehenes a 6.500 trabajadores procesados por luchar.

El millón de votos al FIT demuestra que franjas de la vanguardia buscan un camino para unir sus luchas. Pero las fuerzas integrantes del FIT ni siquiera realizaron actos de cierre de campaña en común (con actos de 600 militantes), perdiendo una valiosa oportunidad para unir a los trabajadores que queremos pelear.
Por lo menos, el MAS en los ´80, sacando el 20% de los votos de los que obtuvo el FIT en el 2013, organizaba actos con 50.000 obreros que llenaban estadios. Hoy sobran condiciones para poner en pie un gran movimiento de nuestra clase y conquistar un Congreso Obrero Nacional que deberá votar, para iniciar cualquier lucha seria, derrotar a la burocracia sindical en las calles.

No puede ser que el FIT, y corrientes que lo apoyan como el PRS (Causa Obrera), hagan “comités” por cada uno de los trabajadores procesados, esperando que por separado y presionando a los jueces y sus “fallos favorables” se pueda conseguir el desprocesamiento de los luchadores perseguidos. Esto es una falacia, pues 6.500 procesados es una política de clase, un verdadero ataque de la burguesía contra los trabajadores, cuya punta lanza es el intento de condenar a perpetua a los 13 petroleros de Las Heras. La lucha por el desprocesamiento de cada uno de los compañeros debe ser una lucha única de toda la vanguardia combativa. Por eso ya mismo hay que votar en todas las fábricas, establecimientos, colegios y universidades: ¡TODOS A LAS HERAS a organizar la lucha por la libertad, el desprocesamiento y la absolución de todos los trabajadores atacados y perseguidos por el gobierno de la Kirchner, la oposición gorila, las transnacionales imperialistas, los patrones esclavistas y sus jueces!

¡El movimiento obrero necesita que vuelvan las asambleas, los piquetes, los cuerpos de delegados rotativos y revocables por la base, las coordinadoras inter-fabriles, los comités de autodefensa! ¡Hay que refundar el movimiento obrero de abajo hacia arriba y poner a su frente una dirección revolucionaria!

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