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Argentina - 25 de agosto de 2021

Declaración de la LOI-CI / Democracia Obrera de Argentina

Las PASO del 12 de septiembre:

Una trampa para fortalecer al gobierno antiobrero del PJ y a los gorilas del PRO

¡Todos defienden las ganancias de los capitalistas
y el saqueo de FMI y Wall Street!

 

En la Argentina de los de abajo...


¡La carestía de la vida y la desocupación
no se aguantan más!

 

El combate contra el ataque de los capitalistas es aquí y ahora:
¡Fuera la burocracia sindical!

Comité Nacional de Coordinación
de los trabajadores autoconvocados y los piqueteros combativos

 

La trampa de las PASO y las legislativas de noviembre se desarrollarán cuando ya van casi dos años de gobierno peronista, apoyado y sostenido por la burocracia sindical que entregó una a una las paritarias, el salario y los puestos de trabajo de la clase obrera argentina. Junto a la gran patronal de la UIA y las transnacionales, los burócratas de los sindicatos son el verdadero gabinete y “ministros sin cartera” del gobierno antiobrero de Fernández y la Kirchner.
Estamos ante un gobierno asentando en este Pacto Social, sostenido por el FMI, al que la izquierda reformista denomina y trata como “progresista”, y critica por ser “inconsecuente en la lucha contra la derecha”. Esto es una falacia y un verdadero veneno arrojado a la conciencia de los trabajadores. El gobierno peronista es el representante y el garante de las ganancias de todas las pandillas burguesas de la nación. Actúa bajo las órdenes directas del FMI y coordina con él las mejores condiciones de superexplotación de la clase obrera. El PJ, el PRO y los gorilas de la Sociedad Rural están comprometidos a pagar con el hambre del pueblo hasta el último centavo de la fraudulenta deuda externa, como ya lo están haciendo y lo hicieron durante las últimas décadas.
Este es un gobierno de los capitalistas, las trasnacionales, los banqueros y el imperialismo que, hundiendo el salario obrero y con ya casi 20% de desocupación crónica y más de 5 millones de trabajadores precarizados, le ofrece a la economía capitalista mundial una “Argentina maquiladora” con obreros esclavos para iniciar lo que ellos llaman “un nuevo ciclo de producción industrial”. Esto lo hacen apoyados en la estatización y la cooptación extrema al estado de los sindicatos, con la burocracia de la CGT y la CTA sostenida en una montaña de dólares para traicionar a la clase obrera. ¡MISERABLES!

El gobierno del PJ no le tocó los negocios, los intereses, las superganancias ni un metro cuadrado de tierra a la oligarquía y a los banqueros, con los que tiene lazos estrechísimos en miles de negocios comunes. Desde hace décadas y décadas, la oligarquía se lleva junto a las transnacionales cerealeras una fabulosa renta agraria. Han dolarizado el precio de los alimentos y de todos los bienes de consumo de las masas. Ante esto, el gobierno solo ha devaluado el peso y liquidado las paritarias para garantizarles a los capitalistas que sigan acumulando enormes ganancias, abaratando el valor de la fuerza de trabajo y su costo de inversión.

Mientras tanto, les han arrojado a las masas todo el peso del crac económico y la pandemia. Estamos en medio de una de las crisis económicas y sociales más grandes de la Argentina de las últimas décadas, solo comparable a la catástrofe del 2001 y del ‘89.
Nada distinto a las condiciones de crisis social y de crac económico que empujaron a las masas de Colombia, de Chile, de Bolivia, de Ecuador e inclusive de Cuba días atrás -donde está avanzada la restauración capitalista-, a enormes sublevaciones y levantamientos revolucionarios contra el hambre y la miseria, contra los planes fondomonetaristas, el imperialismo y sus gobiernos cipayos.

 

El FIT-U y el NMAS: una campaña electoral que rompe con toda política de independencia de clase

 

LA IZQUIERDA REFORMISTA LLAMA Y TRATA COMO “PROGRESISTA” AL GOBIERNO DE FERNÁNDEZ
Ello no es tan solo una falacia. Decirles a los trabajadores que hay patrones y gobiernos burgueses “progresistas”, sostenidos por los traidores de la burocracia sindical y la gran burguesía, es la forma en la cual la izquierda parlamentaria busca integrarse al régimen burgués como “tercera fuerza” que supuestamente lucharía consecuentemente “contra la derecha” del PRO o Milei. Esto es lo que pregona el FIT-U. A esto mismo, Manuela Castañeira del NMAS lo llama “renovar a la izquierda”.
Estamos ante una izquierda socialdemócrata del régimen, que ha abandonado toda política de independencia de clase. De antemano, en plena campaña electoral y ante millones de explotados, anuncian que se han retirado del combate por derrotar al gobierno antiobrero de Fernández y la burocracia sindical.
A no dudarlo, que el PRO y los gorilas no solo sostienen, sino que sostendrán a este gobierno ante toda sublevación de masas. Mientras tanto, más allá de “grietas” y peleas de salón o por sus negocios, todos defienden las ganancias de los capitalistas y el saqueo del FMI y Wall Street.

LA IZQUIERDA DEL RÉGIMEN DENUNCIA QUE EL GOBIERNO PREPARA UN ATAQUE FONDOMONETARISTA DESPUÉS DE LAS ELECCIONES
¡Pero el ataque ya está aquí! Son 2 millones y medio de desocupados, 6 millones de obreros en negro, la pérdida de un 50% del valor adquisitivo del salario. Este es el ataque del FMI que ya aplica el gobierno de Fernández.

EL FIT-U, EL NMAS Y LA IZQUIERDA PARLAMENTARIA AFIRMAN QUE PRESIONANDO AL PARLAMENTO SE PUEDE ROMPER CON EL IMPERIALISMO Y CONQUISTAR SALARIO Y TRABAJO DIGNO
Le están diciendo a las masas explotadas que por vía parlamentaria se puede expropiar y recuperar para la nación la Pampa Húmeda y las tierras más ricas y productivas del país. Están afirmando que con una lucha de presión sobre el Congreso de los capitalistas se puede expropiar a las mineras y petroleras imperialistas, para romper con el imperialismo y el FMI. Esto es una mentira abierta y un engaño contra la clase obrera. Hace rato que el reformismo rompió toda amarra con el programa revolucionario. Esas son tareas que solo una revolución socialista podrá conquistar, mandando al basurero de la historia al podrido régimen de la Constitución de 1853-1994 y al estado burgués.
Cuando la clase obrera se puso ese objetivo en el Cordobazo y en los ’70, las elites dominantes no dudaron en disolver el Parlamento y traer los sables de los generales para hacer un genocidio en Argentina.

Según anuncian Castañeira, Bregman, Del Caño y Pitrola, el camino es luchar como la “marea verde”. Esto es mentira y una abierta política de colaboración de clases. ¿O nos dirán que conseguirán diputados y senadores “sororas” y “sororos” de los partidos patronales para expulsar al imperialismo, expropiar a las transnacionales y a la oligarquía? Dejen de mentir. Lo que se merece ese Parlamento es que las masas vuelvan a combatir como en diciembre de 2017, pero esta vez no con 3 toneladas, sino con 50 toneladas de piedras, para que no queden ni rastros de esta democracia para ricos y de todas sus instituciones archirreaccionarias.

La izquierda del régimen promete enfrentar a la derecha, a la oligarquía y la Sociedad Rural, sin llamar a expropiar sin pago toda la tierra, de donde se extrae la mayor riqueza de la nación. Acusan al gobierno de asustarse con Vicentín, pero ellos tienen terror a levantar la demanda de expropiación sin pago de todas las tierras que usurpó la oligarquía argentina, para iniciar un plan de recolonización agraria. Esto lo callan, porque para todo marxista esto significaría el inicio de la guerra civil, porque ello solo puede ser conquistado con una revolución, con un Argentinazo triunfante (ver recuadro).
¿“Enfrentar a la derecha” sin el método de la revolución proletaria? Otra mentira y otro engaño del reformismo.
Es más, desde el “Grupo de los 6” (la Bolsa, la UIA, la banca, la Sociedad Rural y las cámaras de comercio y de la construcción) que sostiene al gobierno peronista y a la oposición gorila con la que hizo fabulosos negocios, hoy lanzan a Milei para agrupar a las clases medias desesperadas y arruinadas por la crisis, que mañana serán volcadas con toda la fuerza contra la clase obrera. Milei y su banda hablan el lenguaje de la crisis. Son una sonda que ha largado la burguesía para explorar las condiciones para montar un movimiento protofascista. ¿La izquierda reformista quiere enfrentar a ese movimiento protofascista en gestación haciendo “presión” sobre el Parlamento burgués? Al fascismo hay que aplastarlo al primer respiro, antes que surja. El FIT-U y el NMAS no dicen ni palabra de cómo hacer esto.

LA IZQUIERDA PARLAMENTARIA LLAMA A ROMPER CON EL FMI Y EL IMPERIALISMO SIN UN COMBATE COMÚN CON LA CLASE OBRERA Y LOS CAMPESINOS POBRES DE AMÉRICA LATINA Y SIN LA ALIANZA CON LOS TRABAJADORES DE EEUU
Se proclaman “anticapitalistas” pero sostienen y apoyan al gobierno burgués de Castillo en Perú, al que llamaron a votar. Lo mismo hicieron con el MAS de Morales en Bolivia y con Haddad-Lula en Brasil.
Se proclaman “anticapitalistas” pero apoyan y se agrupan junto a fracciones del Partido Comunista castrista que está entregando la Cuba obrera y campesina al sistema capitalista mundial.
Se proclaman “anticapitalistas” para disputarse las bancas en Argentina, pero en el NPA francés y en el PSOL de Brasil, que sostienen abiertamente a los regímenes burgueses, están todos juntos, como es el caso del PTS, el NMAS y el MST. Mientras tanto, en EEUU todos se encuentran sosteniendo a Sanders y a Ocasio Cortez que apoyaron a Biden. “Una izquierda amplia”. proclama Bodart y el MST en la interna del FIT-U, como lo hace el PSOL desde Brasil. A ellos se refieren: al ala social-imperialista del Partido Demócrata de los piratas yanquis.
El combate contra el FMI y contra el imperialismo es una lucha revolucionaria de todas las masas de América Latina, que no podrán soñar con liberarse si no es en una alianza indestructible con los obreros de EEUU. Ellos tienen la llave para derrotar al 1% de parásitos de Wall Street que hunden en la miseria al mundo entero. Por supuesto que esta izquierda reformista del régimen burgués argentino, para nada combate desde la tribuna electoral por la unidad internacionalista y antiimperialista de la clase obrera de nuestro continente.

¿“Anticapitalistas”? ¡Mentira! No se combate al capitalismo sin organizar ni preparar a la clase obrera para la revolución socialista. El “anticapitalismo” de la “Nueva Izquierda” no es más que una cobertura de nuevas corrientes socialdemócratas. A esto se reduce su campaña por ser “tercera fuerza electoral” o “renovar a la izquierda”.

El FIT-U y el NMAS hace rato se niegan a utilizar la tribuna electoral y parlamentaria para organizar un reagrupamiento de las filas obreras bajo un programa revolucionario que prepare una nueva contraofensiva de masas que no deje ni piedra de este gobierno, este régimen y este estado asesino.
Han dejado aislados a los sectores en lucha de la clase obrera y a millones de desocupados, que son tratados como mendigos por el estado burgués y una recalcitrante burocracia piquetera. Dejan divididos sector por sector a los trabajadores autoconvocados que hoy enfrentan a los traidores de la burocracia sindical, mientras ellos se coordinan para “repartirse” las bancas. De eso se trata su “unidad” de la izquierda.

 

PASO 2021
La posición de Democracia Obrera:

En Santa Fe y Chubut, llamamos a votar por Romero y Ruiz en las listas del FIT-U

Los trotskistas llamamos a votar por Sebastián Romero (ex-delegado de General Motors, hoy preso político) y Daniel Ruiz (ex-delegado petrolero procesado por luchar) en las listas del FIT-U de Santa Fe y Chubut. Es un voto de principios por la libertad de los presos políticos contra el Estado burgués.

El Estado de los explotadores ha cometido genocidios y las más feroces de las represiones sangrientas contra los trabajadores y el pueblo pobre. Jueces corruptos, agentes directos de los capitalistas, a cada paso utilizan a las fuerzas represivas para atacar las luchas obreras, sus movilizaciones. Con el fantoche de Berni, socio de la Patricia Bullrich, entraron a los palazos en Guernica. Con pistoleros profesionales, contratados por la patronal, molieron a palos a los trabajadores en lucha del frigorífico Penta, entre otros. Hoy reprimen a las y los docentes de Salta. El régimen infame y sus partidos patronales han encubierto a las fuerzas represivas asesinas de Santiago Maldonado, Rafael Nahuel y Facundo Castro.

El único “crimen” que cometió Sebastián Romero, al igual que Daniel Ruiz, fue luchar en defensa los derechos de los trabajadores, los jubilados y todos sus reclamos. Hoy son rehenes de este régimen infame para que la clase obrera no vuelva a pelear como en 2017. Ese es el camino que habrá que seguir para frenar el ataque de hambre y miseria que hoy impone el gobierno peronista, apoyado en los matones y rompehuelgas de la burocracia sindical.

Los mismos estados mayores de las transnacionales, la oligarquía y los banqueros que sostienen al PJ y al PRO, destinan algunas monedas de sus suculentos negocios para poner en pie un movimiento protofascista que amenaza con “quemar el Banco Central” y atacar a las capas más hambreadas de las masas. Los revolucionarios, a no dudarlo, llamamos a la clase obrera a poner en pie comités de huelga y de autodefensa, a desarrollar y extender el movimiento de autoconvocados y volver a conquistar los piquetes de desocupados del 2001, para escarmentar en las calles todo intento del gorilaje de atacar a las masas en lucha, para defendernos de las fuerzas represivas y para preparar un nuevo diciembre de 2017, para derrotar al gobierno y los políticos patronales, a los que ya una vez echamos a patadas en 2001.

Es una vergüenza que el PTS y el PO hayan escondido a Romero y Ruiz al final de sus listas, como candidatos suplentes a senador, desde donde no pueden encabezar la lucha por la libertad de los presos políticos, ni por el desprocesamiento de miles de luchadores perseguidos, ni por la absolución de los petroleros de Las Heras condenados a cárcel y perpetua, a quienes el FIT-U no les dio ningún lugar.

 

Llamamos a un voto por la independencia de clase a Política Obrera, la Tendencia del PO, en todo el país

Altamira y Política Obrera denuncian correctamente que tanto el gobierno de los Fernández como el PRO se preparan para aplicar los peores planes del FMI y a pactar con él contra los trabajadores. Ello es correcto y plantea una línea de independencia de clase contra el gobierno y los partidos patronales. Por ello llamaremos a votar a Política Obrera.
Pero aclaramos que el pacto del FMI y los políticos patronales ya está aquí hace rato: desde el Congreso, el PJ apoyó al gobierno de Macri en sus peores ataques contra los trabajadores, y hoy todos juntos sostienen a Guzmán y al gobierno peronista en su acuerdo de hambre con el FMI.

El gobierno de los Fernández está asentado sobre la base de un régimen cada vez más bonapartista que, al decir de Trotsky, ha estatizado hasta el final a la CGT, la CTA y todos los sindicatos y los hace funcionar de hecho como verdaderos ministros sin cartera ante todo intento de la clase obrera de frenar el brutal ataque que sufre hoy.
La entrega de las paritarias y el salario y de millones de puestos de trabajo, han puesto a la burocracia como agentes directos y han sido integrados por la elite dominante como una verdadera policía interna que ejecuta los planes de los capitalistas, como gerentes de recursos humanos al interior del movimiento obrero. Y tal como en los ’90, han devenido en una verdadera burocracia empresaria. De esto se trata el régimen del Pacto Social y es lo que habla de la “fortaleza” del gobierno peronista.
Fernández y el PRO hace rato que sostienen juntos a la burocracia sindical, que aplican los planes del FMI y utilizan el Ministerio de Desarrollo Social para contener los levantamientos de los hambrientos. No se puede esperar a que terminen las PASO y las elecciones de noviembre para reagrupar las filas obreras contra el plan fondomonetarista. Se vuelve imprescindible para toda política revolucionaria que se precie de tal, poner hoy la tribuna electoral al servicio de organizar ya y sin demora la respuesta al brutal ataque de los de arriba.

Es hora de pasar de las palabras a los hechos. En este punto sobre la utilización de la tribuna electoral, Política Obrera tiene una enorme responsabilidad.
Durísimas luchas como la de los trabajadores de salud, portuarios, de astilleros, docentes de Salta, mineros de Río turbio, como ayer de Arre Beef, Penta o por la vivienda en Guernica, están siendo llevadas adelante, a pesar y en contra de la burocracia sindical y en lucha abierta contra el gobierno peronista e inclusive por fuera de los sindicatos o seccionales dirigidos por sectores de la izquierda.
Un nuevo movimiento obrero entra al combate enfrentando al gobierno del PJ, al que inclusive votó en las pasadas elecciones. Es en las calles y en estos combates, que franjas de la clase obrera, por ahora de vanguardia y de avanzada, comienzan a romper con el peronismo. Esto lo pudimos ver en el 2001, cuando la consigna de “Que se vayan todos y no quede ni uno solo” expresaba abiertamente la ruptura con todos los políticos patronales. Abrir ese proceso -que el FIT-U cerró durante todos estos años con una política abiertamente parlamentarista-, es el único camino firme y serio hacia la independencia de clase.

La desesperación empuja hoy a millones de hambrientos a tener que subsistir con el trabajo esclavo o ser llevados por los políticos patronales y los “punteros rojos” de la izquierda a mendigar por un tupper con comida y miserables planes sociales. Estos planes sociales los conquistó el movimiento obrero en el 2000, pero como consecuencia de una enorme lucha por trabajo digno y en unidad con los trabajadores ocupados. A estas conquistas tácticas de una ofensiva revolucionaria de masas de décadas atrás, el estado burgués las transformó en un golpe estratégico contra el movimiento obrero: dividió sus filas entre ocupados y desocupados. Controló a un indomable ejército industrial de reserva que durante los ’90 volvió loca a la burguesía argentina, realizando piquetes, cortes de ruta y combatiendo, como se hacía en Mosconi y Cutral Có, por trabajo digno. O tomando directamente fábricas que cerraban como en Zanon y Brukman, para ponerlas a producir bajo administración obrera directa. Los explotadores dieron algo para no perder todo, pero esas miserables limosnas no son ni podrán ser el futuro que se merece la clase obrera argentina.

 

¡Comité Nacional de Coordinación de los trabajadores autoconvocados que enfrentan a la burocracia sindical y el movimiento piquetero combativo!

La tarea del momento es coordinar los movimientos de trabajadores autoconvocados que ya existen y pelean en todo el país, en durísimas luchas aisladas, como lo vemos en los docentes de Salta, en el Río Turbio o en las terminales portuarias, por dar tan solo unos ejemplos.
Coordinar los movimientos de autoconvocados ya existentes y llamar desde los sectores combativos de la clase obrera a poner en pie un movimiento de autoorganización de las bases para romper el cerco que impuso la burocracia sindical a los trabajadores para pelear, no puede esperar, si de lo que se trata es de abrir un camino a una lucha decisiva contra el gobierno y el régimen.
Pelear por derrotar a la burocracia piquetera y su política de presión para repartir miserables monedas y bolsones de comida, que ya ni le permiten sobrevivir a las grandes masas hambrientas, se vuelve decisivo para unificar las filas obreras e impedir que la bancarrota capitalista caiga con toda fuerza sobre los hombros de los trabajadores.

Hay que pasar de las palabras a los hechos. Por ello desde Democracia Obrera llamamos a Política Obrera a poner todas sus fuerzas y su tribuna electoral para desarrollar la lucha por poner en pie un Comité de Coordinación de trabajadores autoconvocados y el movimiento piquetero combativo.
Llamamos a Política Obrera a poner sus fuerzas al servicio de este enorme desafío que tiene la vanguardia obrera. Esto es posible puesto que influencian o codirigen fábricas importantes como Acindar y son parte del sindicato del Neumático, de sectores docentes, del movimiento piquetero combativo, etc.

En esta lucha contarán no solamente con nuestro voto, sino también con todas nuestras fuerzas en unidad de acción para luchar en común por este nuevo reagrupamiento que necesita la clase obrera para resistir hoy y preparar una nueva contraofensiva de masas.
Este llamamiento, de hacerlo concreto por parte de Política Obrera, sería un enorme paso adelante y una utilización revolucionaria de la campaña electoral y significaría llevar hasta el final la lucha por la independencia de clase para abrir el camino a generalizar la autoorganización de la clase obrera para barrer de los sindicatos a los traidores de la burocracia sindical y para que el movimiento piquetero vuelva a pelear como lo hacía con Aníbal Verón, Teresa Rodríguez, Maxi y Darío, por trabajo digno y junto a los obreros ocupados.
La lucha por una Asamblea Nacional de trabajadores ocupados y desocupados que fuera conquistada en el 2001, es un objetivo a lograr. Las fuerzas para ello ya resisten y luchan. Hay que unirlas y coordinarlas.

 

Nuestro voto crítico a Política Obrera: la lucha por romper con el FMI y derrotar a los políticos patronales es parte de un combate común de la clase obrera y los campesinos pobres de toda América Latina y los trabajadores de EEUU

¡Por una campaña electoral antiimperialista e internacionalista!

Llamamos a los trabajadores a votar a Política Obrera, desde nuestro programa de lucha antiimperialista y por la revolución socialista.
La dirección de Política Obrera llamó a defender y a apoyar abiertamente a Pedro Castillo contra Keiko Fujimori en Perú, al igual que el FIT-U. Todas estas corrientes llamaron a apoyar a Castillo (o a votarlo, como hicieron la UIT-CI y la LIT-CI), supuestamente “contra la derecha” que quería impedir su asunción como presidente. Plantearon esto en momentos en que las transnacionales, junto a la embajada norteamericana, le preparaban el libreto y le armaban el gabinete a Castillo. Lo aleccionaron sobre cómo contener al ascenso obrero y campesino que llevó a una brutal crisis revolucionaria y al estallido del régimen fujimorista durante el año pasado en Perú.
A cada paso la izquierda reformista latinoamericana recurre a la pérfida política de colaboración de clases de apoyo a los “campos burgueses progresivos” que heredara del stalinismo.
En el día de hoy, mientras escribimos este manifiesto electoral, este gobierno antiobrero de Castillo ha largado un ataque salvaje y una represión feroz contra miles de mineros, que fueron despedidos por la empresa Cerro Sac. La policía nacional arremetió violentamente contra los mineros y sus familias. Nada distinto a lo que han hecho durante décadas a los sucesivos gobiernos del régimen fujimorista.
El apoyo dado a gobierno burgueses, como ayer el de Morales o el voto a Haddad “como mal menor” contra la derecha, rompe y limita toda política de independencia de clase en estas elecciones legislativas en Argentina. De allí que nuestro voto a Política Obrera sea crítico.
Afirmamos que jamás una corriente obrera puede votar ni apoyar mínimamente a ningún partido burgués, puesto que, al decir de Trotsky, esto significa entregarle el alma al diablo. Es que la lucha y el combate para derrotar al FMI en Argentina, solo se logrará con los explotados de nuestro país combatiendo junto a las masas sublevadas de nuestro continente y de pie junto a la clase obrera norteamericana. Ni con Castillo, ni con Lula, ni con las Constituyentes amañadas y tramposas como la chilena que solo vino a salvar al régimen pinochetista.
Llamamos a Política Obrera a cambiar ese curso político y a tomar un camino que luche por la alianza obrera y campesina en todo el continente contra todas las burguesías nativas latinoamericanas, contra la farsa y la estafa de la “Revolución Bolivariana” y por la unidad con la clase obrera de EEUU.

Nuestro voto a Política Obrera entonces es un voto por la independencia de clase y en relación a esto, estamos dispuestos a desarrollar y les proponemos la más amplia unidad de acción tanto en la campaña electoral, como en las durísimas luchas, que hoy están aisladas y cercadas por los traidores de la burocracia sindical y la represión del estado burgués. Ninguna política mezquina y sectaria puede impedir poner en pie este polo de acción combativo y de lucha por la independencia de clase en el movimiento obrero.
Sabemos de las enormes diferencias que nos separan y nos separaron en la lucha por refundar la IV Internacional, como así también las que nos separan en las respuestas a los test ácidos de la lucha de clases, como es el caso de Medio Oriente, y el combate contra el stalinismo, sostenido hoy por los renegados del trotskismo para contener al proletariado internacional.
Pero todo esto no impide, insistimos, una lucha seria y común por la independencia de clase, por reagrupar las filas obreras y por desenmascarar el abierto camino al reformismo y de sometimiento al régimen burgués que intenta imponer el FIT-U y el NMAS.

Asimismo, las PASO, que imponen un piso del 1,5% de los votos para poder pasar a las elecciones generales, es claramente una legislación proscriptiva, sobre todo para nuevas corrientes que se reivindican socialistas que buscan ganar un peso decisivo en las masas y llegar con sus posiciones. Es por este motivo que también llamamos a votar a Política Obrera y nos ponemos a disposición de la lucha contra la proscripción de las PASO que los limita.

 

En estas PASO llamamos a votar a Romero y Ruiz y a profundizar la lucha por la libertad de los presos políticos, por el desprocesamiento de todos los luchadores obreros y populares, por la absolución de los petroleros de Las Heras y por el juicio y castigo a los asesinos de Maldonado, Nahuel y Castro.

Para luchar por la independencia de clase, por una tribuna electoral al servicio de coordinar a los autoconvocados y al movimiento piquetero combativo, para enfrentar a los políticos patronales y la trampa electoral, votamos a Política Obrera, Tendencia del PO.

 

Comité Nacional de la LOI-CI / Democracia Obrera

 

Luego de desorganizar y dividir al ala izquierda de la clase obrera en las luchas, el FIT-U da un paso decisivo en su integración al régimen

Digamos la verdad: el FIT-U se ha ubicado como el ala izquierda del kirchnerismo y eso lo único que hace es alejarlos de la durísima resistencia contra el gobierno y el régimen del Pacto Social, y acercarlos a confraternizar con el peronismo.
Si durante años el FIT-U fue la expresión en el terreno electoral (aunque reformista) del ala izquierda de la clase obrera que dio mil y un combates, esto ya no es así. Atado a un cretinismo parlamentario incurable, fue absorbido por el régimen. Su negativa a coordinar las luchas de la clase obrera en los últimos años, llevó a decenas y centenares de crueles derrotas parciales a la clase obrera. El FIT-U hoy, más allá de los votos que saque, será la expresión de votos sueltos de izquierda o desencantados con el kirchnerismo. Pero ya ha dejado de ser la expresión política de lo más aguerrido y combativo de la clase obrera, a la que llevó a un callejón sin salida a los pies del régimen infame de esta democracia para ricos, es decir, de la más feroz dictadura del capital.
Sus partidos, unidos solo por conveniencias electorales y para cargos en el Parlamento, en las luchas obreras solo han logrado dividirse y dividirlas, como sucede con el “Plenario del Sindicalismo Combativo” del PO e Izquierda Socialista, en contra de las agrupaciones colaterales del PTS. O como sucedió en las distintas luchas que dirigieron las distintas fuerzas que componen el FIT-U.

 

El FIT-U y el NMAS utilizan retazos del Programa de Transición para justificar su política reformista

El FIT-U anuncia en sus spots que lucha por un aumento de salario de acuerdo a la canasta familiar y la reducción de la jornada laboral. Esto llama a conquistarlo con una ley que sería otorgada por el Parlamento burgués y con una lucha de las masas presionando sobre el mismo.
Esto es una falacia. Poner a producir todas las manos disponibles, distribuyendo las horas de trabajo entre todos los desocupados, reduciendo todo lo necesario la jornada laboral, con un salario digno que cubra la canasta familiar, es una tarea que solo se conseguirá como parte de una lucha ofensiva del proletariado y como resultado de una revolución victoriosa que conquiste un gobierno obrero y popular. Estamos hablando de un ataque directo a la propiedad de los capitalistas y el imperialismo, que solo se puede conquistar, insistimos, con una victoria revolucionaria.
El reformismo ha transformado en programa mínimo las demandas que empujan a la clase obrera a la toma del poder, dándole al Parlamento burgués el carácter de una institución neutra, y no como lo que es: representativa de la más feroz dictadura del capital.
La izquierda reformista afirma que presionando al Parlamento burgués, este puede dejar de defender los intereses de los capitalistas y por momentos puede defender medidas “socialistas”, de ataque a la propiedad de los explotadores. Esa es la pseudo-teoría de viejos reformistas de siglos atrás, entre ellos Kautsky y Bebel de la socialdemocracia alemana, y luego del stalinismo. Este programa reformista también es sostenido por Castañeira del NMAS, pese a que amague con “renovar a la izquierda”. Viejas pócimas oportunistas mostradas como “nuevas” y “salvadoras” a los ojos de los trabajadores. De ello se trata la miseria y el engaño del reformismo.
Esta gente quiere hacernos creer que concesiones democráticas mínimas y parciales arrancadas al Parlamento burgués, como el derecho al aborto y el matrimonio igualitario, o demandas mínimas conseguidas por tal o cual lucha por las masas, donde la burguesía se ve obligada a dar algo para no perder todo, equivalen a poder arrancar también medidas que atacan abiertamente la propiedad de los capitalistas. Esta es la vieja política del stalinismo, que ya se probó. Hoy podríamos llamar “lucha anticapitalista por la vía pacífica”, a la política que ayer aplicó el castrismo como la “vía pacífica al socialismo”, que en Chile terminó con un baño de sangre de los generales pinochetistas.
La “tercera fuerza” que busca conquistar el FIT-U es una fuerza más dentro del régimen burgués. El NMAS para nada “renueva a la izquierda”. Ambos solo utilizan despojos del Programa de Transición para encubrir al reformismo y su adaptación al régimen.

Pero las “bravuconadas” del NMAS, el FIT-U y toda la izquierda argentina se acaban a la hora de plantear la expropiación sin pago de todas las tierras de la Sociedad Rural y de los grandes estancieros y parásitos de la oligarquía que junto a las cerealeras imperialistas saquean la renta agraria, con la cual se podría alimentar hasta el último niño de la Argentina y lograr una acumulación tal de fondos como para resolver el problema de la vivienda y la vida del pueblo pobre.
La cuestión de la tierra no resuelta, junto a la independencia nacional son las cuestiones centrales que debe resolver todo país semicolonial o colonial oprimido por el imperialismo para salir de su postración y atraso. En esta cuestión clave de la lucha revolucionaria en Argentina, el FIT-U juega a las escondidas o se hace el distraído.
Grabois, un hombre de la Iglesia, se ha “atrevido” a plantear que hay que tomar pequeñas parcelas improductivas de la oligarquía, de algunos pares de hectáreas, para producir alimentos. Así anduvo buscando a alguna oligarca devenida a menos para hacer su experiencia de “economía popular agraria” y salió huyendo como una rata al primer piquete contrarrevolucionario de los oligarcas y sus matones.
Una hipocresía y falsedad absoluta. Argentina produce alimentos para 400 millones de personas mientras los explotados de la nación se mueren de hambre.

La izquierda reformista plantea la utopía reaccionaria de que se puede romper con el FMI y expropiar al imperialismo sin una gran lucha continental de la clase obrera argentina con los trabajadores y campesinos de América Latina, y nuestra gran aliada, la clase obrera norteamericana. Es que ello también significaría enfrentar abiertamente a las “boliburguesías” y a su estafa de “Revolución Bolivariana” que llevaron a las peores derrotas, hambre y miseria a los trabajadores y campesinos pobres sublevados a principios del siglo XXI en todo nuestro continente.
A esto se suma su silencio cobarde ante la oligarquía y el combate por la expropiación y nacionalización sin pago de toda extensión de tierra de más de 200 hectáreas, puestas a funcionar bajo un plan obrero y popular de recolonización agraria, de expropiación sin pago e incautación de todas las cerealeras imperialistas y de nacionalización del comercio exterior. Lo máximo a lo que llegan estos “valientes anticapitalistas” es a plantear aumentar algunos puntos las retenciones a las exportaciones agrícolas… Una especie de kirchnerismo con algunos grados de fiebre.

Los estados mayores del reformismo son “anticapitalistas” pero no son sonsos, aunque sí cobardes políticamente. Saben que Videla y Martínez de Hoz salieron del corazón de esa oligarquía asesina. Miran para otro lado, porque solamente desarmando a la burguesía, destruyendo a su estado y su régimen de dominio con la revolución proletaria, las grandes masas explotadas podrán comer dignamente en Argentina y ser dueñas y poseedoras de sus riquezas naturales como la Pampa Húmeda, como así también de los minerales, el petróleo, el gas e inclusive el agua, que están en manos del imperialismo.

La izquierda reformista, colgada a los faldones del régimen pseudo-parlamentario burgués, no lucha por las verdaderas tareas democráticas revolucionarias que debe resolver Argentina como nación oprimida y expoliada por el imperialismo. Es que solamente con la victoria de la revolución socialista y la imposición de un gobierno obrero y popular, basado en los organismos de autodeterminación de las masas, se podrán garantizar estas tareas inconclusas para liberar a la nación y para que el pueblo coma y viva dignamente.

Hace rato que el FIT-U y el NMAS han renunciado a la lucha para preparar y organizar, tras las huellas del Cordobazo, las Coordinadoras de los ’70 y del 2001, el combate por un Argentinazo triunfante.

La lucha por poner en pie una nueva dirección revolucionaria e internacionalista de la clase obrera argentina es inseparable del combate por refundar al trotskismo argentino y la IV Internacional.

 


Reunión del gobierno, la burocracia de la CGT y el “Grupo de los 6”

 


El Ministro de Economía Guzmán con Georgieva, directora del FMI

 


Argentina 18 de diciembre de 2017

 


Sebastian Romero

 


Daniel Ruiz

 


Afiche electoral de Política Obrera (PO Tendencia)

 


Docentes autoconvocados de Salta en lucha

 


Movilización de trabajadores desocupados en el puente Pueyrredon

 


20 de Diciembre de 2001

 


Fernandez con la burocracia de la CGT

 


Berni desalojando en Guernica

 


Colombia, lucha en las calles contra el gobierno

 

 

 

 

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