volver al índice de Democracia Obrera Nº57

 

La campaña del gobierno “contra Repsol”

La Kirchner, siempre al servicio de Obama,
es la garante del saqueo de los recursos de la nación

La “manta” de los negocios se ha achicado, y se ha desatado una gran disputa entre las pandillas capitalistas por la renta petrolera. Vemos en estos días una gran presión por parte del gobierno contra Repsol. Pero lo que pareciera una política a favor de la “estatización”, en realidad, encubre a las multinacionales ligadas a Obama, como Exxon, y a los piratas ingleses de la British Petroleoum (BP), que se enfrentan a la Repsol que defiende los intereses de la Corona española.
Desde la privatización de YPF en 1991, la renta petrolera argentina (petróleo y gas) tuvo un valor promedio anual hasta el 2000, de U$S 5500 millones. Este promedio fue subiendo por trienio: 2002-2004 fue de u$s 6.178 millones; subió a u$s 12.798 millones; en 2005-2007; y en 2008-2010 a… ¡u$s 18.678 millones! La renta promedio anual creció al compás de la suba de los precios internacionales del petróleo, y su incidencia en los precios del gas natural.
Desde principios de siglo la distribución de la renta petrolera en el país ha venido cambiando. Hasta el 2004, un 30% de la renta fue a las empresas operadoras de extracción, un 35% a los gobiernos nacional y provinciales (regalías, retenciones e impuestos), y un 34% a las refinerías (Exxon y Shell en Campana, Oil en Bahía Blanca, y Repsol, que tiene sus destilerías en La Plata, Mendoza y Neuquén). Desde el 2007; las refinerías recibieron el 50%, el Gobierno el 31% y las empresas operadoras el 19%. A partir del 2008, hasta el 2010, un 71% fue a grandes refinerías, un 25% al Gobierno, y sólo un 4% a las operadoras. Quiere decir que la mayor parte de la renta ha quedado en manos de las multinacionales que tienen refinerías, y por supuesto la Repsol fue la que mayor tajada se apropió.
Pero el estado, al fijar en Argentina el precio del WTI (precio internacional del barril de petróleo crudo) en u$s 42 desde 1999 (cuando estaba a u$s 12) para favorecer a las operadoras, a partir del 2005 con la suba de los precios del barril de petróleo, el estado se ha venido apropiando de esa diferencia. Es decir, se ha apropiado de un buen porcentaje de esa renta porque el WTI está alrededor de u$s 100, y ha reducido al mínimo la renta de las operadoras. Aún así las petroleras que siguen operando en la Argentina siguen obteniendo grandes utilidades. Mientras, Repsol, que tiene peso como para marcar los precios internos de los combustibles ya destilados, junto a las demás refinerías también ganan con la exportación de estos productos.
Repsol, sólo en el primer semestre del 2011, obtuvo una renta neta de ¡¡u$s 3.093 millones!! Si bien dicen que fue un año mejor que el anterior; este número nos da la idea de que se ha llevado, en los últimos 12 años, cerca de u$s 35.000 millones. Es decir, que ha saqueado 6 veces el valor que “pagaron” por la compra de YPF.
Pero ¿Dónde van a parar los dólares que se queda el estado en el reparto de la renta? Evidentemente a subsidiar a los multinacionales industriales del MERCOSUR; estas reciben un trato especial en el costo de los hidrocarburos (gas o fuel oil) para que puedan producir. El gobierno de la Kirchner, también subsidia a las empresas que manejan el transporte como TBA, y sobre todo paga la deuda externa. Néstor y Cristina Kirchner son los que más han pagado al FMI, al Banco Mundial y al Club de París.
Con la excusa de que YPF “era deficitaria”, Menem, el Parlamento de los partidos patronales sirvientes del imperialismo, y los gobernadores –como Kirchner- privatizaron la empresa en 1991, dejando a decenas de miles de obreros en la calle sin trabajo y pueblos fantasmas como Vespucio-Mosconi en Salta. Repsol, aprovechando la baja de las acciones de YPF en la bolsa, producto de la crisis asiática del ´97 cuando el WTI estaba en u$s 12, compró esta a precio de regalo: u$s 15.000 millones. Para eso tomó un crédito por u$s 6.000 millones, y presentó bonos del estado argentino por un precio nominal de u$s 9.000 millones. O sea, que sin poner un solo dólar, Repsol se quedó con YPF y todas sus reservas obtenidas con la exploración hecha por el estado. Desde entonces, las reservas de hidrocarburos vienen decreciendo. Esto, el gobierno lo sabe, puesto que todos los años, las operadoras están “obligadas” a presentar, ante la Secretaría de Energía, los balances de reservas y producción de hidrocarburos de cada empresa. No es nada nuevo semejante desinversión. Las inversiones necesarias para mantener un porcentaje de reservas por encima de lo que se produce no se hicieron, y sólo se mantuvieron las que permitieran exprimir los yacimientos que ya estaban en producción, en franca declinación, sobreexplotándolos. ¡Esta es la voracidad de los parásitos imperialistas que se han llevado hasta la última gota de petróleo!
Parece llamar la atención que hoy, la Kirchner y los gobernadores provinciales, lleven adelante una pelea por la quita de concesiones con la excusa de que “YPF no invierte”. ¡Si durante 12 años permitieron el saqueo de la Repsol y demás petroleras de las que fueron cómplices y socios! Salta a la vista que estos sirvientes necesitan garantizar una importante inversión para mantener el sistema energético, y así seguir adelante con su plan, basado en la mejora de la productividad, para continuar con el ciclo económico. Pero como fieles súbditos de las transnacionales imperialistas, cualquier inversión que se haga, esta se hará desde el estado para beneficiar a las petroleras imperialistas, pero esta vez a las competidoras de Repsol.
El 9-4 y durante 4hs, se reunieron la Kirchner, Sapag (gobernador de Neuquén) y Tomás Heff, director de Asuntos Públicos de Exxon; y acordaron que esta se quedará con los yacimientos recientemente encontrados de Vaca Muerta (Neuquén) que iban a ser para la Repsol. La Kirchner ahora responde a su verdadero amo, y se comporta como una “puntera de Rockefeller-Obama”; y a Brufau, CEO de Repsol y sus ex socios de los Eskenazi, los manda a discutir in eternum con el ministro De Vido.
Hasta el momento, la ofensiva oficial contra Repsol-YPF incluyó: quita de beneficios fiscales, eliminación de subsidios y anulación de concesiones. Todo indica que habrá algún tipo de intervención estatal mediante un mecanismo todavía no definido. En este contexto, las apelaciones “nacionalistas”, como los afiches que equiparan el logo de YPF con la silueta de las Malvinas bajo el eslogan “son argentinas”, son parte del circo; pues Kirchner terminará resolviendo a favor de los mismos que dice enfrentar. Es más, pareciera que el propio Bulgheroni -principal socio de la BP Panamerican- sería uno de los líderes en el falso proceso de nacionalización que se vislumbra. El ataque “contra Repsol”, es para que bajen los precios de sus acciones en bolsa, y beneficie a una multinacional como Exxon que terminara comprándola barata, quedándose con esos negocios. ¿“Re-estatización” al servicio del pueblo? Nada de eso. ¡Son los sirvientes de Obama, garantizando el saqueo de la nación!
Los obreros petroleros siempre enfrentaron el saqueo las trasnacionales, a pesar de las traiciones y entregadas de la burocracia sindical que permitió la privatización de YPF en los ´90. Los obreros petroleros fueron el corazón del movimiento piquetero en el Norte de Salta en Mosconi en el 2000-01, conquistado el programa obrero de los “21 puntos” que la izquierda reformista entregó a cambio de repartir miserables Planes Trabajar. Hoy resisten heroicamente al régimen videlista de las petroleras imperialistas en Las Heras (norte de Santa Cruz) y tienen rehenes en las cárceles como Leyes y Arroyo. La clase obrera es la única que puede expulsar a las trasnacionales. Contra las “nacionalizaciones truchas” de Morales, y la cháchara “socialista” de Chávez que le entrega todo el petróleo a los yanquis, y para que se pongan de pie los obreros petroleros argentinos, llevemos a todas las organizaciones obreras del continente el grito de guerra de la revolución boliviana del 2003-2005 “¡Fuera gringos! ¡Fuera las trasnacionales!". ¡Por la expropiación sin pago y bajo control obrero de la Repsol, Exxon, Panamerican y toda la rama del petróleo!

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