volver al índice del Democracia Obrera Nº 55

El encarcelamiento de Alfredo Astiz, Jorge “El Tigre” Acosta y Ricardo Cavallo a prisión perpetua en el marco del primer juicio por los crímenes cometidos en la ESMA…

La misma justicia patronal que cobijó a los milicos genocidas hoy encarcela a un puñado de gerontes para lavarse la cara

Mientras reeditan la “teoría de los dos demonios” para perseguir salvajemente a la vanguardia obrera y juvenil

Nuevamente la justicia patronal encarcela a varios milicos genocidas ya gerontes como lo son Alfredo Astiz, “El Tigre” Acosta y Ricardo Cavallo, conocidos todos por el rol de torturadores y asesinos durante la última dictadura militar. Astiz es conocido inclusive por infiltrarse dentro de la agrupación de las Madres de Plaza de Mayo.
Con estos enjuiciamientos, la casta de jueces videlista-peronista-radical se lava la cara para que el gobierno de la Kirchner, en nombre de la “justicia”, siga comandando el brutal ataque contra la clase obrera y los estudiantes.
Meten preso a Astiz por un lado y mientras, mantienen encarcelado al trabajador petrolero de Santa Cruz Víctor Oñate y al obrero de la construcción del SITRAIC Carlos Olivera. Los jueces -que quieren pasar como “democráticos”- meten en “prisiones” vip a algunos milicos gerontes para salvar a la casta de oficiales de las Fuerzas Armadas genocidas; y al mismo tiempo dan la orden de encarcelar y reprimir a los que se rebelan contra tantas injusticias para los explotados.
Este gobierno que se ha reclamado defensor de los “derechos humanos” es el que viene de masacrar a tres trabajadores inmigrantes en el Parque Indoamericano, a los campesinos Qom de Formosa, a los desocupados que en Ledesma (Jujuy) se tomaban las tierras reclamando su derecho a tener una vivienda digna; el que con sus patotas sindicales asesinó al compañero Mariano Ferreyra. Con esta misma justicia patronal mantiene procesados a más de 6.500 luchadores obreros y populares, utilizando los procesos como una espada de Damocles pendiendo sobre la cabeza de los trabajadores que salen a reclamar por sus derechos. También, el gobierno de la Kirchner envió a 6.000 gendarmes a militarizar todas las barriadas obreras del Gran Buenos Aires.
La política del gobierno de los Kirchner ha sido y es un verdadero “plan de reconciliación” para que las masas, a cambio de unos milicos gerontes en cana y de la aparición de algunos cuerpos de nuestros compañeros desaparecidos, acepten a la casta de oficiales del ejército genocida.
Así, el estado volvería a contar con un ejército legitimado ante las masas como “democrático”, para usarlo cuando le sea necesario contra los trabajadores y los explotados. Al servicio de este “plan de reconciliación” han estado y están las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo. Hebe de Bonafini, quien le dice a los trabajadores desde el 2003 que “ya no hay un enemigo en la Rosada”, estuvo con Cristina Kirchner entregándole los sables a los nuevos milicos a los que llamó “democráticos” y que son las tropas que hoy ocupan Haití a cuenta del imperialismo. Ahora Bonafini ha salido a decir que al ejército: “No lo podemos escupir todo el tiempo”  y que son “Patriotas que defienden la patria, ese es el nuevo Ejército”.

¡No olvidamos, no perdonamos y no nos reconciliamos!

Con estos juicios están reeditando la vieja política de los “dos demonios”  para salvar y proteger al estado asesino comandado por los monopolios. Por un lado encarcelan a un genocida y, con la misma justicia, por el otro mantienen de rehenes del estado y los monopolios a trabajadores como Oñate y Olivera.
Esta política de los juicios ha sido y es festejada por toda la izquierda reformista que la adornó denominando las resoluciones de la justicia patronal como “fallos históricos” y planteando que presionándola a esta se obtiene el castigo a los genocidas.
Pero lo que se esconde detrás de la demagogia democrática, apoyada en las Madres de Plaza de Mayo (verdaderas ministras sin cartera del gobierno) y sus “derechos humanos”, es en realidad la envoltura dulzona de la más feroz dictadura del capital, ya que en los 8 años de gobierno kirchnerista, a estos no les tembló el pulso de recurrir a los peores métodos videlistas y de la triple A para liquidar al ala izquierda combativa de la clase obrera, matando, encarcelando y hasta desapareciendo a los luchadores obreros y populares como Julio López y Luciano Arruga.
Este circo de la democracia no podría mantenerse ni por medio día, sino fuese por la política de colaboración de clases de la izquierda reformista, que acompañó cada una de las acciones del gobierno para relegitimar las instituciones burguesas con las que hoy está comandando el ataque hacia los trabajadores. Caro le ha costado a la clase obrera argentina y latinoamericana esta política y caro le costará si no logra deshacerse de las direcciones que día a día se la imponen.

¡Abajo la casta de jueces videlista-peronista- radical!
¡Tribunales obreros y populares para juzgar y castigar a todos los asesinos de los trabajadores y el pueblo de ayer y de hoy!
¡Libertad a Víctor Oñate, obrero petrolero de Santa Cruz y a Carlos Olivera, trabajador de la construcción del SITRAIC! ¡Libertad a Tapia y Claros de Jujuy y a todos los presos políticos!
¡Desprocesamiento inmediato de los trabajadores de Las Heras y de los más de 6.500 luchadores obreros y populares procesados!

PAULA MEDRANO
HIJA DE DESAPARECIDOS Y DIRIGENTE DE DEMOCRACIA OBRERA

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