volver al índice del Democracia Obrera Nº 45

Sobre la aprobación de la ley de “Matrimonio igualitario”

El día 15/7 se aprobó en el Senado la ley de “Matrimonio igualitario” entre personas del mismo sexo. Los trotskistas no somos neutrales en el combate por las demandas democráticas de los explotados. Defendemos la más mínima de las demandas pero con el método de la revolución proletaria, sin llamar a presionar a ninguna institución burguesa para que estas las realicen. Polemizamos aquí con el veneno de la política de colaboración de clases esparcido por el conjunto de las corrientes de la izquierda reformista.

 UNA VEZ MAS TROTSKISMO VERSUS STALINISMO

Los renegados del trotskismo con su “teoría” de la revolución por etapas a los pies de la burguesía

El PO en su artículo titulado “El significado de una victoria” plantea: “Estamos bajo una fuerte presión externa, dijo Rodríguez Saa (…) El Senado deliberó bajo esa presión” (…) “La aprobación del matrimonio igualitario es una incuestionable victoria de los derechos democráticos, contra el clero y contra la reacción política”. “La victoria del matrimonio homosexual es un acicate para la conquista de todos los reclamos democráticos y sociales pendientes, desde el derecho al aborto hasta la conquista del 82% móvil. (Prensa Obrera, N°1137 15/7/2010)

El PTS a través de su dirigente Andrea D’Atri dice: “Es el resultado de una larga lucha del movimiento gays, lesbianas, travestís y transexuales, como también de distintas organizaciones sociales y políticas que acompañamos permanentemente el reclamo de igualdad de derechos. Pero también significa un primer paso muy importante que nos puede permitir avanzar en otros derechos y libertades democráticas, como el derecho al aborto o la separación de la iglesia del Estado”. (La Verdad Obrera N°383 15/7/2010).

Tanto el MAS, como el MST, la CI y el conjunto de las corrientes de la izquierda reformista, se expresaron en el mismo sentido. Los renegados del trotskismo en el “frente democrático” todos juntos afirman: ¡Triunfo histórico! y ahora… ¡Vamos por mas!

Los renegados del trotskismo, la pata izquierda del régimen de la archirreaccionaria constitución de 1853/1994

Con esta pequeña concesión del “Matrimonio igualitario”, el parlamento burgués “otorga” una demanda democrática a un sector minoritario históricamente oprimido, que pone en “igualdad” de derecho a un obrero homosexual con uno heterosexual, en lo que respecta a cuestiones como derecho a obra social, pensión, adopción y herencia. Esta es una concesión ultra parcial que no afecta en nada los intereses de la burguesía. No toca su sacrosanta propiedad privada y no resuelve ningún problema estructural de todas las demandas democráticas de la clase obrera y el pueblo pobre. ¡La discriminación se acabará solo con el triunfo de la revolución socialista! Lo que no significa desaprovechar toda concesión por mínima que sea, arrancada a la burguesía, como cuando luchamos por un 50% de aumento salarial y solo nos dan el 5%. Lo tomamos en el camino de seguir luchando, pero diciendo la verdad de los trabajadores, ¡que es una miseria!

Esta ley no regirá para todos los homosexuales por igual, como nos quiere hacer creer la burguesía y la izquierda reformista. Porque hay homosexuales burgueses y proletarios, y esta ley no borra la barrera de clase como no borra ninguna ley surgida de esta cueva de bandidos. El parlamento burgués que es la envoltura más dulce de la más feroz dictadura del capital, se encubre con fraseología de igualdad y democracia para garantizar la súper explotación de la clase obrera y el saqueo a la nación por parte del imperialismo.

Ante esto, la izquierda reformista -lejos de luchar por separar a cada paso al proletariado de la influencia de la burguesía liberal como marcara Lenin- es quién se pone de pie y aplaude a su parlamento “democrático”, donde el  gobierno de los Kirchner, la “oposición” gorila, sostenidos por la burocracia pistolera de la CGT y la CTA, legitiman su brutal ataque contra la clase obrera y el pueblo pobre en general, y su política de exterminio contra la juventud obrera y la superexplotación de la mujer trabajadora. Mientras mantienen a miles de obreros y estudiantes procesados y a otros encarcelados por el “delito” de luchar por la más mínima de las demandas democráticas: el derecho a un trabajo y a un salario digno para llegar a fin de mes.

Lamentablemente los renegados del trotskismo terminan aplaudiendo rabiosamente junto a la burguesía imperialista y a Obama, quienes a través del diario Washington Post saludo y destaco la ley “impulsada por el gobierno de Cristina Kirchner”. Los renegados del trotskismo intentan ocultar su desbarranque afirmando que “la ley fue impulsada por la centro izquierda”, es decir por el ala que comanda Pino Solanas, un burgués tan reaccionario como los Kirchner y la oposición gorila.

Desgraciadamente todas las corrientes de los renegados del trotskismo acudieron con sus banderas y pancartas al congreso. Allí se pudo ver como el PTS exultante de alegría aplaudía al parlamento que voto la ley del “matrimonio igualitario”, demostrando ser una corriente pequeño burguesa de las capas patricias de la capital, que no hacen otra cosa que abrir “casas de la juventud” para “educar” a los jóvenes al mejor estilo del partido socialista de Juan B. Justo, cuestión que hasta avergonzaría al mismísimo Nahuel Moreno y su política de “corriente socialista”.

¡No hay nada que festejar! Esta ley del “matrimonio igualitario” es una pequeña concesión utilizada de forma reaccionaria por la burguesía que intenta adormecer a las masas, a las cuales la izquierda reformista con sus bombos y platillos le crean la conciencia de que con el parlamento burgués se resuelven todos sus problemas. Así, los renegados del trotskismo son la pata izquierda del régimen de la archirreaccionaria constitución de 1853/1994.

La izquierda reformista debe responder ¿desde cuando el parlamento burgués puede votar algo favorable a los trabajadores? Si este es el mismo parlamento reaccionario que sostuvo y aprobó toda la política antiobrera en los últimos cien años. El que avaló la masacre obrera en la Semana trágica y en la Patagonia Rebelde. El que avaló el exterminio de la vanguardia obrera en los ‘70, como propusiera el gorila radical Balbín, con el pretexto de liquidar a la “guerrilla fabril”. El que avaló bajo el gobierno “democrático” del Gral. Perón, Isabel y López Rega las masacres de la Triple A contra más de 1500 luchadores obreros y populares. El que avaló el decreto del “Operativo Independencia” en 1975, que preparó el camino para el golpe gorila de Videla y su genocidio. El que votó las leyes del “Punto Final” y la “Obediencia Debida” que dejó libres a todos los milicos genocidas. El que votó el pago de la “deuda externa“, el que garantizó el saqueo de la nación con las privatizaciones, y el que impuso la flexibilización laboral esclavista de la mano de la ley “Banelco”.

El “frente democrático”: la política de colaboración de clases para subordinar a los explotados a la burguesía

El conjunto de los renegados del trotskismo nos quieren convencer que en un frente “democrático” con la burguesía “progresista”, presionando a este parlamento reaccionario conseguiremos desde el derecho al aborto hasta el 82% móvil, la separación de la iglesia del estado y demás. ¡Sinvergüenzas! ¡Así lo único que consiguen los trabajadores es  renunciar a sus demandas y subordinarse a los intereses de la burguesía!

Esta es la política que impulsan las direcciones reformistas de todo pelaje, desde el CONCLAT, como continuidad del ELAC, la “Contra-cumbre de Los Pueblos” de Madrid, el “Encuentro Socialismo 2010” del FSM en EE.UU., y la V Internacional, para someter al proletariado a la  burguesía “democrática”. Así actuaron en Honduras ante el golpe contrarrevolucionario de Obama y su base militar, la United Fruit, la iglesia y Micheletti, subordinando a los explotados al bolivariano Zelaya (el presidente depuesto) y donde se negaron a enfrentar al golpe militar con los métodos de la revolución proletaria, permitiendo que masacraran a la vanguardia obrera y campesina hondureña y que se consolidara el golpe. Así actuaron en Bolivia, junto al burócrata Montes de la COB, negándose a denunciar a Evo Morales sometiendo al combativo proletariado boliviano al gobierno burgués del frente popular "democrático". Así permitieron que éstos pacten con la Media Luna fascista masacradora de obreros y campesinos y estabilicen el régimen expropiador de la revolución, con una constitución y un gobierno de frente popular que no les da ni el pan a los obreros, ni la tierra a los campesinos, ni el gas a los bolivianos, ni rompe con el imperialismo. Así impulsan fervientemente el frente “democrático” que en Palestina intenta imponer la rendición de las masas de Gaza para que acepten al “Estado de Israel” y la política de los “dos Estados”. Así actúan al interior del imperialismo yanqui, planteando que la llegada de Obama al gobierno es “uno de los golpes más grandes contra el racismo en su historia”, embelleciendo al mismísimo carnicero Obama que comanda la masacre yanqui en Palestina, Irak, Pakistán, Afganistán y a los pueblos de Medio Oriente.

Los renegados del trotskismo: generando ilusiones en el parlamento burgués sostienen la teoría del “socialismo por la vía pacifica”

Lamentablemente apoyando a la burguesía “democrática” es la prueba de que hace rato han renegado de la lucha por la toma del poder por la clase obrera. Así han demostrado ser enemigos del apotegma del Manifiesto Comunista que afirma que “La liberación de los trabajadores, será obra de los trabajadores mismos”.

Los renegados del trotskismo quieren hacernos creer a los trabajadores que: “movilizándonos por miles y presionando al parlamento podemos ir de a poco consiguiendo nuestras demandas”. “Ya conseguimos la ley del matrimonio igualitario”. “Después conseguiremos el 82% de jubilación móvil”. “Luego separaremos a la Iglesia del Estado”.  “Y así sucesivamente, de a poquito y despacito llegaremos al socialismo”. Es decir que nos están diciendo que se puede llegar al socialismo por la vía pacifica. Esto fue lo mismo que en el ´73 le dijo Fidel Castro a las masas armadas de los cordones industriales en Chile, llamnado a que se desarmen, dejándolas inermes e impotentes ante el inminente golpe sangriento del chacal Pinochet y la ITT.

Ahora bien, la desfachatez de los renegados del trotskismo no tiene limites, gritan a viento y marea que se debe separar a la iglesia del estado, eliminar los subsidios, expropiar sus bienes para ponerlos al servicio de la educación pública para mejorar los edificios y pagarle mejores salarios a los docentes y que los curas vayan a laburar, sin decir que hay que expropiar a la Olivetti, a la Fiat, a Techint, a Pérez Companc, a Siderar, etc. ¿Quieren hacernos creer que pacíficamente la iglesia nos va a entregar sus riquezas sin oponer ninguna resistencia? ¿Los mismos burgueses genocidas que llevaron a Mussolini al poder en Italia? Si por disputas menores como la enseñanza de religión en las escuelas, la iglesia católica y la burguesía ligada a ella, junto a la embajada yanqui en junio del ‘55 llamaron al almirante Rojas, para que con sus aviones bombardeara la Plaza de Mayo y masacrara a más de mil trabajadores que salieron en defensa del gobierno de Perón, quién luego como buen “demócrata” huyó al Paraguay ante la consumación del golpe gorila el 16 de septiembre de 1955.

Los reformistas nos plantean que por vía parlamentaria vamos a poder resolver las demandas democráticas pacíficamente y después, ¡vaya uno a saber cuando!, vamos a luchar por la revolución socialista. Pero esto no es nada nuevo, es la vieja pseudo teoría de la “revolución por etapas” de la burocracia estalinista.

Los renegados del trotskismo, liquidadores de la teoría programa de la Revolución Permanente.
¡Continuadores de la vieja pseudo teoría de la revolución por etapas del estalinismo!

Es por eso que nada tienen de trotskistas estos usurpadores y destructores de la IV Internacional, enterradores de su teoría programa de la Revolución Permanente que con toda claridad León Trotsky planteara en sus tesis: “2. Con respecto a los países de desarrollo burgués retrasado, y en particular de los coloniales y semicoloniales, la teoría de la revolución permanente significa que la resolución íntegra y efectiva de sus fines democráticos y de su emancipación nacional tan sólo puede concebirse por medio de la dictadura del proletariado, empuñando éste el poder como caudillo de la nación oprimida y, ante todo, de sus masas campesinas. 3. El problema agrario, y con él el problema nacional, asignan a los campesinos, que constituyen la mayoría aplastante de la población de los países atrasados, un puesto excepcional en la revolución democrática. Sin la alianza del proletariado con los campesinos, los fines de la revolución democrática no sólo no pueden realizarse, sino que ni siquiera cabe plantearlos seriamente. Sin embargo, la alianza de estas dos clases no es factible más que luchando irreconciliablemente contra la influencia de la burguesía liberal-nacional”. (Negritas nuestras)

Las corrientes como el PTS, el PO, el MAS, el MST, etc., han renegado del combate contra todos los grupos políticos ligados a la burguesía, del combate por impulsar la mas amplia autodeterminación y autoorganización de las masas explotadas para, poniendo en pié los soviets y la milicia obrera, luchar por la toma del poder por la clase obrera. Son fieles continuadores y herederos de la revolución por etapas, según la cual el proletariado debe subordinarse políticamente a las fracciones o variantes supuestamente democráticas” de la burguesía para enfrentar a las fracciones “de derecha”, “fascistas”, etc., y únicamente después, una vez vencida, “la derecha”, podría la clase obrera luchar por sus propias reivindicaciones. Hoy con el verso de derrotar al cura Bergoglio y la fracción burguesa de “derecha” subordinan a los explotados a la no menos gorila y reaccionaria burguesía “progresista” que anida en esa cueva de delincuentes del parlamento argentino.

Con esta “teoría” de la revolución por etapas, el estalinismo estranguló y llevó a la derrota a decenas y cientos de revoluciones y también guerras de liberación nacional de las naciones coloniales y semicoloniales. Lamentablemente los renegados del trotskismo siguen al pie de la letra el nefasto legado que les dejó la ex burocracia estalinista hoy devenida en burguesía después de entregar los antiguos estados obreros a la restauración capitalista.

Walter Montoya

 

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