volver al índice del Democracia Obrera Nº 45

27/06/2010

Al calor de la crisis económica mundial imperialista

El castrismo, en un pacto con el imperialismo y las burguesías latinoamericanas, preparan un nuevo ´89 para terminar de clavarle una puñalada por la espalda a la clase obrera cubana, americana y mundial

Así como los capitalistas, las transnacionales y sus gobiernos atacaron a la clase obrera para que pague los costos de la crisis, siguiendo los pasos de Obama, de Papandreu en Grecia, de Sarkozy en Francia: la burocracia castrista quiere hacer que las masas cubanas paguen la crisis con el despido de más de un millón de obreros.
Luego de someter a la clase obrera norteamericana a Obama, luego de someter a los combates revolucionarios del proletariado a la estafa de la revolución bolivariana, luego de entregar la comuna obrera y campesina de Oaxaca y luego de entregar la resistencia de las masas hondureñas, la burocracia castrista da un nuevo paso hacia la restauración capitalista en la isla.
Ya comenzó la privatización de las tierras y el comercio en la ciudad, que preparan la base social mercantilista para que los gerentes de los joint ventures y la burocracia castrista que controla el comercio exterior con la aduana paralela, empujen cada ves mas a la consumación final de la restauración capitalista.
Los gusanos están en Miami y… en La Habana, son los que con la aduana paralela transformaron en un colador al monopolio del comercio exterior al servicio de sus propios negocios. Pero la burocracia castrista quiere más, necesita obtener ganancias y debe lanzar un ataque furibundo contra la clase obrera cubana.
Desde el CONCLAT en Brasil, desde la “Contracumbre de los Pueblos” en Madrid y junto a los sirvientes de la ISO (Organización Socialista Internacional), se ha puesto en pie un verdadero rejunte de la V Internacional de Hu Jintao, los Castro y los burgueses charlatanes que hablan de “antiimperialismo” y solo hacen jugosos negocios con él, se sostiene esta verdadera puñalada por la espalda que prepara la burocracia castrista contra el proletariado cubano.
A los trotskistas no nos van a callar: esas corrientes que como el PTS, estuvieron en La Habana en las ferias del libro y que le reconocen a la burocracia el derecho a juzgar a los presos políticos, son todos responsables del ataque que preparan los Castro contra la clase obrera cubana.

¡Basta! ¡No lo podemos permitir!

Hay que poner en pie el partido de la revolución socialista mundial. Hay que refundar la IV Internacional, el único partido del proletariado que predijo que la burocracia estalinista o era derrocada por una revolución política o esta iba a devenir en nueva clase burguesa restaurando el capitalismo al interior del estado obrero.

¡La revolución cubana vive y vivirá en los combates del proletariado americano y mundial!
¡Que vuelva a levantarse la marcha del millón de obreros de Estados Unidos!
¡Que vuelva la comuna obrera de Oaxaca en México!
¡Que las revueltas del Perú profundo contra el régimen del TLC lleguen a Lima!
¡Que vuelva a ponerse de pie la revolución Boliviana!
¡Que vuelva el “que se vayan todos, que no quede ni uno solo” en Argentina!
¡Que vuelva la revolución socialista internacional!

Los trotskistas vamos a gritar lo que todos callan: ¡Abajo la burocracia castrista restauracionista, su plan de despidos y todas las medidas pro capitalistas que liquidan las bases del estado obrero! ¡Ni un solo despido! ¡Abajo la burocracia y sus privilegios, rangos y condecoraciones! ¡Abajo los pactos de sometimiento de la clase obrera a la burguesía! ¡Hay que derrocar al régimen de los Castro con la revolución política!
La revolución cubana vive hoy en la rebeldía de la clase obrera griega, en la sublevación de la juventud explotada de las cites francesas, en los combates de la clase obrera china en Tonghua y Lingzou…
La clase obrera mundial no ha dicho la última palabra, la IV Internacional tampoco…
Las conquistas de la revolución cubana se van a mantener con una insurrección triunfante que tome el poder en el corazón de la bestia imperialista yanqui y con las banderas de la IV Internacional flameando en La Habana.