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Columna de Opinión
- 16 de noviembre de 2021

 

Elecciones Legislativas 14N

Los capitalistas están de fiesta.
Sus partidos celebran su victoria en la trampa electoral…

La clase obrera no tiene nada que festejar

Aquí algo no funciona...
Estas elecciones dan para que todos festejen.
Hay que preguntarse: ¿los trabajadores qué tienen para festejar? ¿Quizás un aumento de salario de acuerdo a la inflación del 52%? ¿La caída de la burocracia sindical y el surgimiento de organismos representativos de centenares de miles de trabajadores en lucha autoorganizados? ¿Qué fue derrotada la flexibilización laboral en Toyota y no hay más trabajo negro en Argentina? ¿Qué hay trabajo digno para todos los desocupados? ¿Quizás que ha surgido algún mago que invente que todas estas demandas se van a conquistar en el Parlamento de la oligarquía, los grandes capitalistas, el imperialismo y sus partidos? Ah ¡ya sé! ¿Que aparecieron 5 millones de escrituras para los sin techo?

Hay que ser muy reformista y parte de este régimen para festejar que se impuso una trampa electoral infame para distraer a las masas, sacarlas de la lucha y profundizar un ataque de los más brutales que ha sufrido el movimiento obrero en la historia.

Que los capitalistas festejen sus engaños y fraudes a los trabajadores, es coherente. El gobierno de los Fernández que se veía muy debilitado, se ve fortalecido. Pero es porque ya se arrodilló ante el FMI que lo sostiene, mientras está dispuesto a profundizar el gran ataque contra la clase obrera.
Juntos por el Cambio salta de alegría: trae de la mano a los viejos gorilas de la UCR nuevamente fortalecidos, a la vez que fueron votados por millones de trabajadores para “castigar” al gobierno. Sino, no hubieran sacado el 40% de los votos.
Qué ellos festejen, pero está por verse aún si en la lucha de claseslogran terminar de imponer su ofensiva antiobrera, que es la de la Argentina maquila, mil veces sometida por el imperialismo.

El gobierno peronista tiene un aliado en el Congreso, un amigo-enemigo perfecto, que es el PRO. En última instancia, los que festejan son el “frente de todos” ellos que están contra la clase obrera y el pueblo explotado.

El FIT-U hizo una pequeña elección que le permite mantener su caudal histórico, aumentando unos centenares de miles de votos. Pero la clave es la votación que realizó en Jujuy. Indudablemente, allí tiene en sus manos la posibilidad de derrotar a la burocracia sindical y refundar al movimiento obrero jujeño sobre bases revolucionarias, para que este se transforme en un bastión de la lucha de clases y de reagrupamiento de la clase obrera argentina.
Nadie puede negar que si Vilca sacó el 25% de los votos, el FIT-U es la fuerza mayoritaria en el movimiento obrero jujeño. Ese es un hecho. Las elecciones son la expresión, en la forma de una pirámide invertida, de la realidad de las clases.
Ya en los ’90, Jujuy tuvo al movimiento obrero de esa provincia en la avanzada nacional del combate en las calles contra el régimen miserable y de entrega del Menemato. Fue el stalinismo y su dirigente, Santillán, el que en aquellos años le entregó esa fuerza al peronismo y salvó al gobernador de ser derrocado por una insurrección de masas. Santillán volvió a represtigiar a los traidores de la burocracia sindical, usurpando la enorme autoridad que tenían los obreros de Jujuy por los combates dados.

No hay nada que festejar… Hay que organizar esas fuerzas para que sean la avanzada de poner en pie un Frente de Lucha Nacional de los autoconvocados, el clasismo combativo y el movimiento piquetero que pelea por trabajo digno.Sindicatos como ATEN de Neuquén, el neumático, ferroviarios y el movimiento piquetero combativo tienen en sus manos, junto a las nuevas fuerzas clasistas de los autoconvocados, juntarse en Jujuy para que esta sea la capital de la refundación del movimiento obrero combativo del país… Para poner las enormes fuerzas electorales conquistadas en esa provincia a disposición de poner en pie una organización de poder de los obreros, para expropiar sin pago a los Blaquier y su imperio de socios de la dictadura genocida de Videla.
Esa es una alternativa. La otra, es festejar en la casa del enemigo, que es el Parlamento burgués, haber entrado a ella con muchos votos. Ese sería, ni más ni menos, que un nuevo paso a la constitución de un nuevo partido socialdemócrata en Argentina queen el futuro se prepare para capitalizar electoralmente la crisis de los partidos del régimen. Hemos visto a partidos socialdemócratas ganar elecciones y ser hasta la mayoría de los Parlamentos burgueses. Pero desde allí jamás se cambió la miserable existencia a la que somete el sistema capitalista a los obreros explotados. Es que la liberaciónde los trabajadores solo será obra de los trabajadoresmismos y su victoria solo será la de la revolución socialista, que volverá a ser festejada por todos los obreros del mundo.

La burguesía festeja pues ya tiene alistadas todas sus fuerzas. Sus partidos patronales, el PJ (que perdió por poco) y el PRO (que ganó por menos), canalizaron el voto de millones de trabajadores. Ha ajustado todas sus instituciones de dominio y fuerzas represivas, a las que ya viene probando en duros ataques a la vanguardia obrera. Días antes de las elecciones, los jueces de los ricos, bajo el mando de la Embajada yanqui, sentenciaban a prisión a Daniel Ruiz y César Arakaki. Esta condena es un escarmiento para todos los luchadores que ganen las calles para enfrentar el ataque de los capitalistas.
Por eso la pregunta es: la izquierda parlamentaria, ¿qué festeja?

Las elecciones son una oportunidad para hacer un recuento globular de fuerzas, como decía Engels.
Los resultados de este domingo indican que los de arriba salen fortalecidos para atacar a las masas, a las que sacaron de las calles con la trampa electoral, las traiciones de la burocracia y una dura represión...
En los bordes, la gran patronal impuso un movimiento protofascista en las calles. Este incluso realizó una demostración armada de patovicas uniformados que hicieron ostentación de su armamento a plena luz del día en el Luna Park.

Paren los festejos. No hay tiempo que perder. La tarea del momento es la puesta en pie de comités de autodefensa contra las bandas fascistas para preparar su escarmiento. Hay que liberar a Sebastián Romero, quien está detenido por ejercer su derecho a la autodefensa contra la policía represora, mientras son tratadas como artistas de Hollywood las milicias fascistas, creadas ya en las trastiendas por las grandes transnacionales y el imperialismo.
Si los fascistas desenfundan ante todo el país sus 9 milímetros impunemente y para ser filmados conscientemente,¿cómo va a estar detenido Romero por portar unmaterial de artificio para defenderse?

Entre los matones de la burocracia sindical, la policía y nuevas fuerzas protofascistas, las transnacionales, la gran patronal y la oligarquía se blindan porque saben que la flexibilizaciónlaboral, el saqueo al salario y de la nación, solo se impondrán en la guerra de clases. De eso se trata esto señores, de la guerra de clases y no de fiestas de la burguesía, donde solo se fortalece esta democracia para ricos que no es más que una feroz dictadura del capital.

La burguesía prepara sus fuerzas para imponer sus planes hasta el final. Ello significa, como hemos visto ya en América Latina, acciones contrarrevolucionarias, muertes, represión salvaje, que continúan a cada engaño y “canto de sirena” pacífico impuesto por las trampas electorales.
El imperialismo en bancarrota prepara los peores ataques contra los pueblos oprimidos que saquea. El que crea que solo habrá putch en Bolivia, que solo las cárceles de Chile, Honduras y Colombia tendrán miles de presos políticos, que los cadáveres de los luchadores solo flotarán en los ríos de Cali, vive en un mundo de fantasía.

De verdad, los obreros no festejamos nada pues solo lo haremos en las calles, en las luchas, en las huelgas, derrotando a la burocracia, atacando la propiedad de los capitalistas y armándonos con las armas que les sacaremos a los fascistas, a los que hay que aplastar antes de que sea demasiado tarde.
Los trabajadores festejaremos la expropiación de los expropiadores del pueblo. No tenemos nada que ver con todas sus instituciones de dominio. Solo nos organizamos para derrocarlas.
Sabemos que la ruptura con el peronismo en Argentina ha sido y será bajo las condiciones de enormes combates ofensivos y revolucionarios de la clase obrera. Así fue en el Cordobazo, en el Rosariazo, en las luchas contra el gobierno peronista, su Triple A y el Rodrigazo en 1975. Fue en el 2001 cuando la clase obrera conquistó por un período su independencia de clase, dejando más de 40 muertos en las calles, al grito de “Que se vayan todos, que no quede ni uno solo”. Será con un nuevo Argentinazo, esta vez triunfante, que dejarán de festejar los de arriba y festejaremos los de abajo. Por ello la izquierda parlamentaria no debe tener miedo de utilizar la palabra “revolución”, porque sin ella no habrá ninguna solución para los explotados.

Antes que me olvide. Hasta Frank García Hernández y su grupo apéndice del Partido Comunista cubano, entregador de la revolución, saluda calurosamente y festeja la victoria del FIT-U. Él habla de una “marea roja” que recorre América Latina, cuando él y su pandilla burguesa castrista le han entregado toda Cuba al sistema capitalista imperialista mundial. Mientras tanto, los yanquis los utilizan como “limones exprimidos” para terminar de derrotar y aplastar a la clase obrera dela isla, que vive con 30 dólares miserables al mes.
Tanto aplauso y tanta cartita desde lejos, eran para cubrirle la espalda a la brutal represión que preparaba el régimen castrista para el 15N contra las masas hambrientas de Cuba, por si estas decidían volver a las calles, chocando con el gobierno y lejos de la manipulación de los gusanos de Miami.
Hasta en los actos del FIT-U se aplaudía y se ovacionaba a ese grupo de impostores, apéndices de la nueva burguesía cubana.

En estas elecciones el FIT-U mantuvo su caudal de votos, al nivel de los más altos de estos años. Pero estos son solo una ínfima minoría para todo marxista serio que se quiera medir con la tragedia que significa que la clase obrera en un 90% ha votado a sus verdugos. Esto hay que decirlo con claridad.
Pero un sector de obreros que votaron al FIT-U, buscan sin ninguna duda un camino a la lucha, bajo padecimientos inauditos.
El cretinismo parlamentario de los partidos reformistas les hace perder de vista la grave situación de nuestra clase y sus obligaciones.
En serio, ¿qué festejan?

Iván León

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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