Columna de Opinión - 16 de abril de 2020

El Partido Obrero:

La Argentinidad a los palos
"Si esto no es una dictadura qué es, qué es?"

No se donde están cumpliendo la cuarentena los dirigentes del PO... ¿junto a Tinelli o con Alicia en el país de las Maravillas? Porque en la Argentina de la superexplotación, carestía, desocupación y represión no están. El diputado Pitrola dice: "El infantilismo izquierdista ha convertido al régimen actual en una dictadura que aplica un estado de sitio de hecho. El ultraizquierdismo describe siempre un cuadro político artificial, que tiene por objetivo justificar consignas preestablecidas. En el caso de Argentina, caracterizan al gobierno como representante de la reacción, para convalidar lo que vienen haciendo desde antes, que es caracterizarlo como su principal obstáculo electoral – lo que no obsta para que le den quórum parlamentario en legislaturas, como Chaco, o en el Congreso nacional, incluido el voto favorable a algunas leyes encubridoras. Presenta a la cuarentena como reaccionaria, incluso cuando la reacción política internacional se opone a las cuarentenas y busca imponer un funcionamiento ‘normal’ del proceso capitalista sin que importen el número de víctimas. Los socialistas debemos defender la necesidad de la cuarentena desde los intereses de la clase obrera, en oposición a los del capital y al gobierno que la implementa. Esta cuarentena oficial marcha hacia una crisis estrepitosa, como consecuencia de la presión capitalista y de la reacción política. Es precisamente lo que debemos advertir a los trabajadores. Este reclamo de una cuarentena, en defensa de los trabajadores, la hemos materializado desde el comienzo en un programa. Ese programa plantea el control total del sistema de salud por parte del estado y un plan de testeos masivos; la estatización del sistema financiero. Derecho a retiro de depósitos solo para pequeños ahorristas. Seis horas de trabajo, sin afectar el salario. El repudio de la deuda externa. El pago total de los salarios y la asistencia salarial por parte del Estado, a cargo de las patronales. El funcionamiento de la producción esencial de acuerdo a protocolos de las comisiones internas y delegados; la cuarentena barrial, bajo supervisión y control de comités electos por los barrios..." Contra la explotación normal del sistema capitalista proponen una explotación controlada por el sistema capitalista, por el régimen democrático... algo así como hambreame y apaleame pero democráticamente por favor. El gobierno de Fernández era reaccionario antes de que aparezca la epidemia y desde su discurso prepotente del día que declaró la cuarentena decidida por él a lo Videla, no dejó de dar cada día una vuelta de tuerca. Porque para el PO la epidemia interrumpe la lucha de clases, es momento de reconciliación entre todos los argentinos. Solo pide que la explotación del hombre continúe sin deteriorar tanto la salud de los esclavos. Si esto no es reaccionario, ¿qué es? ¿Pegame y decime que me querés? Este es un régimen bonapartista apoyado en el poder de coacción del estado y sus instituciones incluyendo los sindicatos estatizados y los partidos parlamentarios, incluido el PO y sus socios del FIT-U devenidos en consejeros de crisis. Todo planteo de producir los medios esenciales para la vida y la salud en el marco de la cuarentena tiene que partir de la expropiación bajo control y dirección obrera de esas ramas de la industria y el comercio, la expropiación del ganado, frigoríficos, cosechas, silos, supermercados y depósitos de alimentos, droguerías y laboratorios, clínicas privadas y los organismos de la salud en manos de esos profesionales y trabajadores; disolución del aparato represivo, la seguridad garantizada por brigadas obreras y barriales; viviendas dignas para los hacinados y los sin techo ocupando los cientos de miles de casas y departamentos ociosos; expropiación de los hoteles de lujo como el Sheraton y el Plaza para instalar hospitales de urgencia y todas las medidas transicionales del caso para la revolución socialista. El PO no cuestiona el poder de la burguesía para manejar el control social en favor de sus intereses en la epidemia. Su plan reformista burgués es respetuoso de la monarquía de Fernández, los gobernadores, los empresarios y los burócratas. Un gobierno reaccionario por derecho de sangre que hay que combatir en salud o enfermedad y sino "andate a tu casa pelotudo". Jorge Terracota