Columna de Opinión 28 de noviembre de 2018 Como ayer en Túnez o en Damasco, en Trípoli o en el Cairo… La primavera llega a Francia Para triunfar debe expropiar a los explotadores con el método que ya ha adoptado la clase obrera francesa y sus aliados, los agricultores arruinados: la insurrección callejera y el combate de barricadas. Con las superganancias de la petrolera Total y el banco Paribas de París, sobra dinero para tener gasoil gratuito y un plan de obras públicas para dar trabajo digno a todos los obreros de Francia. Macron y los piratas imperialistas de Francia, que saquean a los pueblos oprimidos y súper-explotan a los obreros franceses, ¡merecen la suerte de María Antonieta! Y los trabajadores y el pueblo que combaten a Macron, hace rato que necesitan para vivir… ¡a la Comuna de París! El trato que le dan las transnacionales imperialistas y sus tropas contrarrevolucionarias a los pueblos que oprimen es el mismo que les dan a sus trabajadores en su país. La burocracia sindical y sus partidos socialimperialistas han sido tomados por sorpresa. Los llamados “anticapitalistas”, que jamás quieren derrocar al capitalismo, son enemigos de los combates de barricadas que comienzan a dispersar a las fuerzas represivas. Esta vez, la lacra reformista no puede escudarse para traicionar diciendo que los que combaten son “pueblos bárbaros”, el ISIS o “yihadistas”... Son los de abajo que, como ayer en Medio Oriente, van por los de arriba... Los explotados han entrado en una fase de lucha política. Es que todos comprenden que para conseguir las más mínimas demandas ha que derrocar a Macron. Los de arriba no pueden, los de abajo no los dejan... Ellos ganaron las calles. Los choques con la soldadesca han comenzado y la revuelta sube un escalón todos los días... Ya amenaza con convertirse en insurrección... Que la primavera traiga revolución... Iván León