12-06-2014

Ante la “segunda vuelta” de la farsa de las elecciones presidenciales en Colombia

AYER Santos comandaba la masacre de las FARC y de la resistencia obrera y campesina
HOY la dirección de las FARC bajo las ordenes de los Castro y su pacto con Obama, llaman a votar por el asesino Santos, el agente de la CIA…

Un pacto que desarma a las masas mientras la Chiquita Brands y las transnacionales están armadas hasta los dientes
con las 7 bases militares yanquis, sus FF.AA. genocidas y los paramilitares 

¡Fuera Uribe-Santos y Zuluaga, jefes de las bandas fascistas paramilitares y testaferros de las bases yanquis, las transnacionales y los capitalistas colombianos!

¡La resistencia obrera y campesina no se entrega ni se desarma!
Se debe reorganizar desde las fábricas, el campesinado pobre y el movimiento estudiantil combativo

¡Comités de autodefensa obreros y campesinos para defendernos del estado asesino,
los generales bajo las órdenes de West Point y de las bandas fascistas de la oligarquía!
Que todo el armamento de las FARC sea puesto a disposición de las organizaciones obreras de lucha y los explotados. Los militantes de las FARC deben desacatar las órdenes de sus “comandantes” que hace rato se pasaron al bando de la burguesía e imponen sus pactos a espaldas de las masas, y someterse a las decisiones de las asambleas de base de los trabajadores y de los campesinos pobres

Para enfrentar el ataque de los capitalistas, conquistar el pan, salario y trabajo para todos, salud, educación y vivienda dignas para los trabajadores y la tierra para los campesinos pobres  

¡Congreso de delegados de base de todo el movimiento obrero, los campesinos pobres, los estudiantes combativos y los familiares de los presos políticos y masacrados por el estado para luchar por nuestras demandas!

¡Abajo el régimen de las bases yanquis, los oficiales y las bandas paramilitares fascistas!
¡Fuera las 7 bases militares imperialistas! ¡Fuera las transnacionales de Colombia! ¡Abajo el TLC!
¡Libertad a los presos políticos ya! ¡Tribunales obreros y populares para juzgar y castigar a los asesinos del pueblo!  
¡Desarme de la oficialidad asesina de las FF.AA!

¡Abajo el pacto de los hermanos Castro, Obama y los bolivarianos!
Éstos, entregando la resistencia colombiana, avanzan en imponer la restauración capitalista en Cuba
y garantizan un brutal ataque contra las masas del continente a cuenta de Wall Street, el FMI y las transnacionales

El 15 de junio se llevará adelante en Colombia la “segunda vuelta” en las elecciones presidenciales entre los candidatos Santos y Zuluaga, dos agentes directos de Obama y la CIA, en una Colombia que ha devenido en un verdadero enclave del imperialismo norteamericano con sus 7 bases militares. La burguesía y las direcciones reformistas de la clase obrera han hecho un verdadero montaje electoral donde Zuluaga –ex ministro de hacienda de Uribe, responsable de la reforma laboral y pensional que hundió las conquistas de la clase obrera entre otras reformas pro imperialistas- sería un “fascista” cuyo plan sería el aplastamiento militar de los desechos de la guerrilla colombiana. Mientras, con Santos, quien fuera Ministro de Defensa de Uribe y uno de los que mas estimuló los crímenes de lesa humanidad conocidos como “Falsos Positivos”, apoyó la instalación de las bases militares norteamericanas y le propinó los golpes mas contundentes a las FARC como la muerte de Reyes y la de Iván Ríos, votando por él estaría garantizada la “paz” y la continuidad de las negociaciones de desarme y pacto que se llevan adelante en La Habana. En primera vuelta de la farsa electoral organizada por la CIA, donde hubo un 59.93% de abstención, el Frente de la Unión Patriótica, Marcha Patriótica (FARC) y el Partido Verde que conforman una alianza llamada “Polo Democrático Alternativo” sacó 20 cargos en el parlamento con casi 2 millones de votos, el 15.2%.

En estos días, este frente político encabezado por la dirección de las FARC, ha dado su apoyo “critico” en segunda vuelta a Santos, al que llama a votar como garantía de la continuidad en el “dialogo”, la “paz” y como forma de “impedir que la guerra vuelva a nuestro país nuevamente” ¡Esto es una verdadera estafa contra los explotados para legitimar el régimen colonial de las 7 bases militares yanquis y el genocidio de la resistencia colombiana!

Mientras, renegados del trotskismo como el PST-LIT, llaman a “votar en blanco” siendo la pata izquierda de una farsa electoral que encubre el más brutal ataque y masacre contra los explotados. Su llamado al “voto en blanco” implica validar el sistema capitalista y hacer creer que el problema son los candidatos y no su régimen y el estado capitalista en descomposición que aplasta a las masas trabajadoras a los tiros. Pretender hacer creer que el soberano o sea el pueblo con el voto en blanco impondrá su voluntad es tanto o peor que la invitación de la “izquierda stalinista” a votar por Santos. En última instancia la política electoralista y pacifista de los renegados del trotskismo es una cobertura más para maquillar semejante traición del stalinismo.

La burguesía ha montado una enorme trampa contra la clase obrera, los campesinos pobres y estudiantes con su farsa electoral, queriendo hacer “elegir el mal menor” para encubrir la profundización de los planes de explotación y entrega mediante el TLC. Por delante a la clase obrera y los campesinos pobres no les espera “más democracia” como nos quieren hacer creer, sino el mas salvaje bonapartismo y blindaje del régimen infame. La burguesía prepara un redoblado ataque contra los explotados que vienen sufriendo una brutal ofensiva sobre sus espaldas, que han regado de sangre esta nación con mas de 50 años de guerra civil en el campo y masacre en la ciudad, más de 180 mil muertos, 6 millones de desplazados, 4000 fosas comunes, 30.000 desaparecidos, más de 15.000 dirigentes asesinados y las cárceles superpobladas de presos políticos de la resistencia obrera y campesina sobre los cuales no hay cifras oficiales y rondan entre 3.500 y 21.000 según organismos de DD.HH. y ONGs. La dirección de las FARC en sus “mesas de dialogo y paz” de La Habana, en el marco del pacto Obama-Castro, está entregando la resistencia obrera y campesina, desmovilizando a sus hombres y desarmando a los campesinos arruinados.

Pero a los que hay que desarmar son a los asesinos de las bandas fascistas paramilitares, a los que hay que desarmar y destruir son a esas FF.AA y su oficialidad genocida que son un apéndice de las 7 bases militares imperialistas. Contra el desarme patrocinado por el stalinismo en un pacto con Uribe-Santos, debemos defender el legítimo derecho de los obreros y campesinos pobres a armarse y defenderse del régimen colonial genocida comandado por 7 bases militares imperialistas  ¡Por comités de autodefensa obreros y campesinos para defendernos del estado asesino!

Es que luego de cada uno de estos pactos de desarme y entrega de la dirección de las FARC, lo que vinieron fueron nuevas masacres contra los dirigentes obreros en las ciudades ¡Así paga la clase obrera los pactos y treguas de la dirección de las FARC! Por eso ¡La resistencia obrera y campesina ni se entrega ni se desarma! Los militantes de las FARC deben desacatar a sus “comandantes” que están deviniendo en socios de los terratenientes y las trasnacionales, y poner sus armas a disposición de las organizaciones obreras de lucha, bajo la disciplina de sus asambleas y piquetes ¡Basta de Partido-Ejército donde sus “comandantes” separados de los trabajadores terminan haciéndose burgueses! ¡Paso a la democracia obrera y a la autoorganización de masas! Estamos ante una política abiertamente de colaboración de clases dirigida desde La Habana por el castrismo que pactó con Obama para restaurar el capitalismo en Cuba y que, como prenda de ello, debe ser garantía del definitivo aplastamiento de la resistencia colombiana.

Masacres en Uraba por parte los paramilitares finaciados por la multinacional Chiquita brands

La dirección de las FARC, con su política de “reformismo armado” se negó durante 50 años a expropiar a los terratenientes en los territorios que controlaba, a armar a las masas y a unir la lucha de la clase obrera en las ciudades con la guerra civil en el campo. Su política jamás fue la de hacer en Colombia una nueva Cuba o “por 1, 2, 3 Vietnam contra el imperialismo” como dijo el Che –más allá de las enormes diferencias estratégicas que nos separan de él-, sino mas bien devenir en nuevos burgueses como lo hace hoy el castrismo restaurador en Cuba. Por ello los “comandantes” de las FARC han devenido en millonarios de fajina, avanzan en un proceso de fusión con las FF.AA colombianas, como ayer lo hicieran los guerrilleros del EPL, M19 Qintin Lame, que con la Constituyente del 91 legitimaron toda esta política de rendición y abrieron la puerta para un mayor saqueo del imperialismo, donde fue participe la izquierda stalinista que juró defender la constitución burguesa. Por ello los dos últimos paros campesinos de septiembre de 2013 y del 28 de abril de 2014 quedaron reducidos a unas mesas de concertación, dejando en el olvido más de 24 muertos, 1200 heridos y 1600 detenidos sin que se lograra una sola de las reivindicaciones.

En Colombia se está aplicando un plan similar al de los 80 con el Frente Farabundo Martí en El Salvador que devinieron en yuppies de Wall Street, hoy los dirigentes de las FARC se están asociando a la Chiquita Brands International para repartirse las tierras de los campesinos pobres. Las FARC pactan el desarme y la entrega de la resistencia y al que se opone a esto el estado con sus bandas paramilitares lo masacra para garantizar la propiedad terrateniente y transnacional de la tierra y la esclavitud asalariada en la ciudad. ¡En esto consisten sus “reuniones de paz” de La Habana! Han entregado a la masacre y genocidio a los campesinos pobres colombianos que luchan por su tierra, y a los obreros en las ciudades que son encarcelados y fusilados por luchar por sus derechos.

Estamos ante los resultados del abrazo Obama-Castro, que hoy se refleja en Colombia con el llamado a votar por el carnicero Santos, o en Chile con el PC en el gobierno de Bachelet a la cabeza del régimen cívico militar pinochetista junto a los golpistas de la Democracia Cristiana. Esta es la política del CELAC y la Unasur que ayer fueron garantía de los pactos contrarrevolucionarios de Evo Morales y la Media Luna fascista en Bolivia que masacró a obreros y campesinos, y el de Chávez y Uribe sobre la sangre de la resistencia colombiana y hoy con Maduro y Cristina redoblan un brutal ataque contra las masas a cuenta del FMI.

Los obreros colombianos no podremos conquistar el pan, el trabajo, salario digno y los campesinos pobres no tendremos nuestra tierra si no derrotamos al régimen infame colonial de las 7 bases militares que es el que garantiza –con Santos o Zuluaga en la presidencia- el completo sometimiento de la nación al imperialismo y una nueva masacre contra los explotados en el campo y la ciudad, para garantizar los planes del TLC. La clase obrera debe erigirse como el caudillo de los campesinos pobres y arruinados, luchando como las masas de Brasil y su grito contra la burocracia sindical y la izquierda reformista: “¡No nos representan!”. En Colombia hay que levantar el grito de la juventud chilena contra el PC: “¡Los pacos de rojos son los peligrosos!”

Así el proletariado podrá ponerse de pie y levantar audazmente sus demandas ¡Escala móvil de salario y horas de trabajo! ¡Trabajo para todos con salarios dignos! ¡Educación gratuita! ¡Plan de obras publicas bajo control obrero para conquistar vivienda digna! ¡Expropiación sin pago y bajo control obrero de toda fábrica o mina que cierre, suspenda o despida!

La cuestión colombiana demuestra una vez mas la premisa del trotskismo de que solo la clase obrera, acaudillando a los campesinos pobres, atacando a la propiedad de la burguesía en la ciudad y el campo, autoorganizada, armada y dirigida por una autentica dirección revolucionaria, y con los métodos de lucha de la clase obrera, que son las huelgas y los piquetes, los comités de fábrica, las huelgas políticas y las insurrecciones de masas, puede llevar hasta el final la lucha nacional, derrocando a la burguesía, haciéndose del poder, rompiendo con el imperialismo, terminando con el latifundio y dándole la tierra a los campesinos y expropiando a los expropiadores.

Por ello: ¡Congreso de delegados de base de todo el movimiento obrero, los campesinos pobres, estudiantes combativos y los familiares de los presos políticos y masacrados por el estado para luchar por nuestras demandas!

¡Fuera Uribe-Santos y Zuluaga, testaferros de las bases yanquis, la Chiquita Brands y de los capitalistas colombianos!

¡Abajo el régimen de las bases yanquis, los oficiales y los paramilitares fascistas! ¡Fuera las 7 bases militares imperialistas! ¡Fuera las trasnacionales de Colombia! ¡Abajo el TLC!
¡Libertad a los presos políticos ya! ¡Cárcel a todos los asesinos del pueblo!
¡Comités de autodefensa obreros y campesinos para defendernos del estado asesino, sus bandas parapoliciales y su ejército genocida! Que todo el armamento de las FARC sea puesto a disposición de la autodefensa de las organizaciones de lucha de la clase obrera y los explotados..

¡Expropiación sin pago y bajo control obrero de las transnacionales y la banca! ¡Expropiación de los terratenientes para darle la tierra a los campesinos pobres!

¡Por un gobierno revolucionario obrero y campesino, sin el cual no habrá ni tierra, ni salario, ni independencia nacional!

Los explotados de todo el continente debemos prestarle particular atención a la tragedia que se vive en Colombia un país geográficamente estratégico, con salida para las transnacionales tanto al Atlántico como al Pacifico, y donde el imperialismo yanqui tiene 7 bases militares desde donde puede intervenir en cualquier país del continente donde haya una sublevación revolucionaria de las masas. EE.UU. financia 550 mil soldados profesionales del ejército, 300 mil policías, 34.620 marinos e infantería y 13 mil hombres de la fuerza aérea. Recibiendo la tercer ayuda financiera de los yanquis a países extranjeros después de Israel y Egipto. ¡Expulsar las bases militares yanquis de Colombia es una tarea de todos los explotados del continente!  ¡Es parte de una misma y única lucha continental por derrotar los TLC, CAFTA, Mercosur y ALBA de las transnacionales que saquean nuestras naciones!

Los obreros y campesinos pobres de Colombia necesitamos de las fuerzas, la lucha y el apoyo de todos los explotados del continente para derrotar las bases militares en Colombia y a su régimen infame. ¡Hay que frenar la masacre contra los obreros y campesinos colombianos! ¡Necesitamos urgente una lucha unificada de los explotados a nivel continental, desde Alaska a Tierra del Fuego para derrotar a las 7 bases militares yanquis instaladas en Colombia! ¡Fuera yanquis y todos los parásitos imperialistas de América Latina! ¡Fuera los banqueros de Wall Street y sus transnacionales!

Para avanzar en este camino, para conquistar nuestras demandas, hay que imponer la ruptura de todas las organizaciones de lucha de los trabajadores con la burguesía y derrotar este verdadero pacto continental entre el castrismo y los bolivarianos con el carnicero imperialista Obama. Solo así impediremos que se asiente el capitalismo en Cuba, expulsaremos las bases militares de Colombia y todo el continente, liberaremos a los presos políticos, conquistaremos la tierra para el campesino y expulsaremos a las trasnacionales. Rompiendo con la burguesía y sus pactos contrarrevolucionarios volverá a ponerse de pie el movimiento obrero norteamericano que enfrentó la guerra de Irak y Afganistán y los indignados de Wall Street junto a la revolución obrera y campesina latinoamericana ¡Estos son los verdaderos aliados de los explotados colombianos y de todo el continente!

Los renegados del trotskismo sirvientes del castrismo y el stalinismo no podrán jamás dirigir este combate, la IV Internacional refundada como el partido de la revolución socialista mundial será la garantía de la victoria.

Grupo Socialista Revolucionario Trotskista Leninista de Colombia
Integrante de la FLTI - Colectivo por la Refundación de la IV Internacional