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JORNADA DE SOLIDARIDAD INTERNACIONAL CON LA SUBLEVACIÓN DE LOS TRABAJADORES Y EL PUEBLO DE COLOMBIA

 

Desde Pereira, Colombia…

Carlos García, miembro de la Coordinadora Nacional Sindical, Social y Popular

Los trabajadores, a pesar de los llamados de los traidores de levantar el paro, han salido a las calles y han perseverado en seguir movilizados

 

Buenas tardes compañeros. Les envío un saludo a todos los compañeros de las diferentes organizaciones a nivel internacional que están participando en este importante evento.

En Colombia es el momento en que la juventud trabajadora y la juventud estudiantil han roto el dominio de las instituciones burguesas. Han roto su dominio ideológico y político y se toman las calles en todo el país. También han roto el dominio de los aparatos burocráticos de las centrales que han querido contener la lucha, cuando esta se desató el 21N [el 21 de noviembre de 2019, NdeR].
El paro nacional del 21N fue heroico. Pero esta vez, los trabajadores que están totalmente precarizados y esclavizados, han decidido tomarse las calles y comenzar procesos de autoorganización que permitan avanzar en esta lucha.
En este proceso es muy importante la intención de construir una alternativa revolucionaria para enfrentar al gobierno de Duque y los planes del Fondo Monetario Internacional y también para enfrentar a esas burocracias del Comité del Paro que solo están para contener la lucha y traicionar.

En el mes de julio del año pasado se construye la Coordinadora Nacional Sindical, Social y Popular, integrada por organizaciones sindicales y populares, con presencia de diferentes sectores, con la intención de aparecer como una alternativa, de nuclear y organizar a todos los que luchan.
Pero la realidad es que esta explosión de la juventud en este momento no tiene una dirección. Hay que tratar de construir esa dirección en el mismo camino. En ese proceso andamos.

Es importante reconocer que es la participación de esa juventud, de trabajadores y de estudiantes, la que ha logrado mantener bloqueos y también los paros de fábrica, ya que, al no poder ir a sus trabajos, los trabajadores se suman a las manifestaciones, a los bloqueos y a las barricadas que se mantienen incluso en las noches en los barrios populares.
Esta chispa que incendió hace 10 días este gran proceso revolucionario fue la respuesta ante el intento del régimen de imponer una “reforma tributaria” de hambre en contra de todos los trabajadores y el pueblo, y a favor del gran capital y de los bandidos y ladrones que nos gobiernan.

Tiene una importancia grandísima también reconocer el hecho de que esta movilización y este gran paro ha superado la jornada del 21N, en el sentido no solo de que las movilizaciones son más numerosas, sino también de que la participación se extiende en el tiempo. No han sido solamente por un día o dos.
Lo otro definitivo es que los trabajadores y el pueblo no se han dejado engañar por los traidores que han querido venir a levantar las jornadas. Los trabajadores, a pesar de los llamados de los traidores, han salido a las calles y han perseverado en seguirse movilizando.
Acá en Pereira vivimos movilizaciones con alrededor de 17 mil personas que no alcanzaban a estar en la plaza y tenían que permanecer en las calles aledañas. Las movilizaciones seguían saliendo de cada barrio y de cada zona de la ciudad.
Ese proceso se repitió en todas las ciudades del país, pero con una particularidad muy sensible: los compañeros de Cali se colocaron a la cabeza de la resistencia, a pesar de la violenta represión del régimen que dispara sobre manifestantes y sobre los activistas que permanezcan en la calle. Esa política asesina se parece mucho a la que emplea el régimen asesino de Bashar Al Assad en Siria y a la que ha emplean en Myanmar para disolver las marchas. Es una política criminal del conjunto de la burguesía a nivel mundial y aquí la vemos repetirse. Por eso hay que entender que este proceso revolucionario no tiene fronteras. Es una revolución de la clase obrera a nivel internacional porque hay que derrotar las políticas del imperialismo y el colonialismo.

Aquí y en otras ciudades se observó la intención de los manifestantes de ganar a la base del ejército. Eso es muy importante: que logremos ganar a los soldados que son hijos del pueblo para este proceso revolucionario. Eso sería definitivo para poder echar abajo esta dictadura de Duque y Uribe. Aquí hemos ido a los cuarteles a llamar a los soldados para que se vinculen a la lucha y que las familias que tienen parientes prestando servicio público, llamen a los soldados a deponer las armas contra el pueblo y abrazar la lucha de los trabajadores en las calles.
Este proceso depende de la presión de la lucha. Ahora se trata de reorganizarla. Para eso desde la Coordinadora se ha planteado la propuesta de realizar un Congreso Nacional de todos los que están peleando para que tomemos las decisiones en cuanto al plan de lucha, a las reivindicaciones y a cómo vamos a seguir enfrentando la situación actual. Esto incluye que tenemos que enfrentar la política que tienen sectores de la burguesía y las burocracias que están intentando una maniobra para levantar el paro y contener. Están tratando de llegar a sectores importantes que son parte de toda esta movilización y que son vitales, para intentar negociar con ellos por separado, como es el estilo de estos bandidos, muy probablemente tratando de comprar a sus dirigentes. Esto se evita con las asambleas populares que se han empezado a realizar en todas las ciudades, donde se discuten y se balancean las tareas y se organizan todas las actividades para enfrentar día a día a este régimen en las calles. Eso es lo que también han venido haciendo los compañeros en Cali y otras ciudades.

Muchas gracias compañeros.

 

 

 

 

 

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