volver al índice del TOI

CHILE:

La juventud combativa, nuevamente, irrumpe en las calles para luchar por la educación gratuita, enfrentando al gobierno antiobrero de Piñera y al régimen de la derecha pinochetista, la Concertación y el Partido Comunista.

¡La lucha por la educación gratuita es la lucha de toda la clase obrera y los explotados de Chile!
¡Basta de derrotas! ¡Nuestro combate necesita un camino a la victoria!

La poderosa marcha estudiantil del pasado miércoles 25 de abril, que congregó, solo en Santiago, a más de 60.000 estudiantes luchando por la educación gratuita para todos los explotados, demostró que las enormes energías de la juventud combativa chilena están intactas. La clase obrera y el conjunto de los explotados intentan denodadamente retomar el camino trazado por la lucha revolucionaria que libramos el pasado 2011 en nuestra lucha contra el gobierno de Piñera, contra el régimen cívico militar y contra el imperialismo que saquea la nación. Sin embargo, los aparatos reformistas que dirigen nuestras organizaciones de lucha intentan que comencemos nuevamente desde cero y dividen cada uno de nuestros combates.

Las lecciones que dejó la lucha revolucionaria del 2011

Esta gran demostración de disposición al combate se realizó a pesar del retroceso impuesto a nuestra lucha el 2011 por el accionar de las direcciones reformistas de la clase obrera y el movimiento estudiantil. Ellas, desde la dirección de la CUT, la CONFECH y todas nuestras organizaciones, fueron quienes el año pasado llevaron nuestra lucha revolucionaria al callejón sin salida de “presionar” al gobierno de Piñera y al parlamento pinochetista, mientras empujaron al desgaste al movimiento estudiantil, que paralizó y ocupó universidades y colegios en todo Chile durante más de siete meses, protagonizando multitudinarias jornadas de combate revolucionario en las calles. Al mismo tiempo, estos aparatos hicieron lo imposible por impedir que los batallones centrales de la clase obrera irrumpieran decisivamente en el combate y empalmaran con la lucha de la juventud explotada.  
Fueron ellos quienes impidieron, provisoriamente, que se llevara hasta el final la tendencia a la sincronización de los combates de la clase obrera (como la huelga de los mineros contratistas de El Teniente) con el del movimiento estudiantil. La Concertación y el Partido Comunista quisieron llevar todo al parlamento, puesto que son, hace rato, parte de este régimen infame. A su vera, la izquierda más “radical” sostuvo, por una u otra vía, su mismo programa. Las organizaciones anarquistas, como el FEL, legitimaron las mesas de diálogo; el populismo -tanto en su variante rodriguista como mirista-  obró para dividir al movimiento obrero del estudiantil diluyendo todo en la política impotente de la lucha “territorial y poblacional” diciendo que era una lucha “a largo plazo”; los renegados del trotskismo, como el PTR, proclamaron que la solución era una “Asamblea Constituyente libre y soberana” sin tocar al régimen y al gobierno; y así, todos los aparatos de la izquierda cumplieron un rol para impedir que la lucha diera un salto y se transformase en el inicio de la segunda revolución chilena.
Es que todos, pero absolutamente todos, le dijeron a las masas explotadas que llenaban las calles de Chile con su combate, que para conseguir la educación gratuita, el salario digno, la vivienda, la salud, etc., no hacía falta tocarle la propiedad a los monopolios imperialistas que se llevan más de 40.000 millones de dólares anuales del cobre mientras los explotados deben gastar más del 30% de sus miserables salarios en la salud y educación privadas; dijeron que no era necesario convocar a la huelga general revolucionaria, ni echar abajo al gobierno de Piñera, ni descalabrar al régimen pinochetista. Terminaron, de esta forma, diciendo que este, el de Piñera, era un gobierno “presionable”. Dijeron que con muchas marchas y con los estudiantes aislados, en tomas y paros indefinidos -sostenidos por heroicos estudiantes y sus familias proletarias- era suficiente para que el gobierno “cediera” y nos diera la educación gratuita. Así pintaron de “democrático” al régimen de la Constitución del 80 y al gobierno de Piñera, lacayo absoluto del imperialismo, y generaron falsas ilusiones democráticas en las filas de los combatientes.
Todas estas corrientes, que dirigen y/o influencian a sectores de la vanguardia de la clase obrera y la juventud, se llenaban la boca en actos y reuniones públicas hablando acerca de la necesidad de “unir a todos los sectores”. Sin embargo, en todo momento, se negaron a coordinar con acciones concretas las filas de la clase obrera con las de la juventud, negando que la demanda de la educación gratuita es, en realidad, la demanda de toda la clase obrera y los explotados. De hecho, lo que sostuvo las prolongadas tomas de colegios y universidades fue el sostén incondicional que las familias de la clase obrera y las clases medias arruinadas y endeudas propinaban a sus hijos. Es que las amplias masas trabajadoras del país comprendieron muy bien que la lucha por la educación gratuita es, también una lucha en defensa de su miserable salario. Pero ha sido el pérfido accionar de la burocracia sindical y estudiantil, sostenida por la izquierda reformista, el que ha impedido que demos nuevos saltos en nuestro combate y que, de una vez por todas, la clase obrera junto a todas las masas trabajadoras de Chile organice una gran acción independiente de masas para derrotar al gobierno y conquistar todas nuestras demandas.

La heroica lucha de la juventud necesita un camino seguro para triunfar. Este sólo vendrá de la mano de la clase obrera, siguiendo el ejemplo de nuestros hermanos del Norte de África y Medio Oriente, es decir, luchando por derrocar a los gobiernos antiobreros y represores.

Mientras los partidos y organizaciones reformistas culpan de sus propias traiciones al supuesto “atraso” en la conciencia de las masas, lo cierto es que la enorme energía revolucionaria de la juventud, el heroico levantamiento de Aysén, los magníficos combates del pueblo de Pelequén, la lucha de Calama, las huelgas obreras como las de Jumbo, los persistentes combates de barricadas de los pescadores artesanales, la lucha de miles de familias proletarias sin vivienda, y un largo etcétera, demuestran todo lo contrario. Las condiciones para centralizar las filas de los explotados en un solo combate contra el gobierno, con un pliego único nacional de demandas, que parta por afirmar que la lucha por la educación gratuita es la demanda de todas las masas trabajadoras de Chile, están más que maduras.

La burguesía imperialista, ante la crisis económica mundial que se sigue profundizando, y mediante sus lacayos de la burguesía nacional, ha emprendido un brutal ataque contra nuestras condiciones de vida. La asfixiante carestía de la vida con las incesantes alzas en los precios de los alimentos y los combustibles, el precio inalcanzable del transporte, la salud, la vivienda y la educación, el aumento monstruoso de la represión policial, las decenas de presos políticos y los miles de procesados y perseguidos por luchar, a instalación de una base militar yanqui en Concón, etc., son muestra fehaciente de esto. Mientras tanto, sostenido por toda la izquierda reformista, el odiado gobierno de Piñera tiene tiempo para intentar poner un velo a su carácter reaccionario, y posar de “democrático”, realizando reformas ultra cosméticas que en nada cambian la miseria que los explotados soportamos día a día.

¡Ya mismo hay que centralizar y coordinar todas las fuerzas de los explotados!
¡La demanda de la educación gratuita es la demanda de la clase obrera y todos los explotados!

¡CONGRESO NACIONAL DE DELEGADOS DEL MOVIMIENTO OBRERO, ESTUDIANTIL Y DEL CAMPESINADO POBRE PARA ENFRENTAR EL ATAQUE DEL RÉGIMEN E IMPONER UN PLIEGO ÚNICO NACIONAL DE RECLAMOS!

¡HUELGA GENERAL!  ¡ABAJO PIÑERA Y EL RÉGIMEN PINOCHETISTA DE LA DERECHA, LA CONCERTACIÓN Y EL PARTIDO COMUNISTA!

En lo inmediato: ¡Pongamos en pie en todo el país un Comité Nacional de Lucha para unir las filas de todos los que luchan! ¡En los explotados de Aysén, de Pelequén, en los pescadores artesanales, en los proletarios sin vivienda, en los trabajadores mineros, portuarios, en los estudiantes combativos y en el campesinado pobre que lucha contra los latifundistas por su tierra, están las fuerzas para enfrentar y derrotar al gobierno de Piñera, al régimen pinochetista, y conseguir todas nuestras demandas!

Mientras miles de jóvenes siguen en pie de guerra, mientras no cesan los combates de los explotados en todo Chile, los partidos y dirigentes que encabezan nuestras organizaciones de lucha nos mantienen divididos y llevan cada uno de nuestros combates a los pies del gobierno de Piñera y las instituciones del régimen pinochetista. ¡Basta! ¡Hay que echar abajo a la burocracia de la CUT y la CONFECH que fueron quienes impusieron la división del movimiento obrero con el movimiento estudiantil evitando la centralización de las luchas! ¡Recuperemos nuestros organismos de lucha bajo los principios de la democracia directa y la revocabilidad inmediata de todos sus delegados! ¡Fuera la Concertación y los pacos rojos del PC de nuestras organizaciones de lucha! ¡Revolución se escribe sin Jota!
La ACES, que organiza a los sectores más combativos de los hijos de la clase obrera, tiene toda la autoridad para encabezar esta pelea y debe retomar su grito de guerra del 2011, cuando salió a pelear junto a los mineros de El Teniente: “¡Renacionalización del cobre bajo control obrero para la educación gratuita y el salario digno!”
Es que la principal lección que nos dejó la lucha del 2011 fue que para conquistar hasta la más mínima de las demandas, hay que pelear por todo. Este gobierno no nos dará nada más que balas como a Manuel Gutiérrez, cárcel y persecución como a muchos luchadores, hambre, miseria y entrega de nuestras riquezas a sus amos imperialistas. ¡Basta! ¡Hay que seguir el camino de la Bolivia revolucionaria del 2003-05, que se sublevó al grito de: “¡Fuera gringos!”

¡Hay que convocar a un Congreso Nacional de delegados del movimiento obrero, estudiantil y del campesinado pobre, refundando la CUT, para organizar un plan de lucha contra el gobierno de Piñera, levantar un pliego único nacional de demandas de todos los explotados y organizar la tarea que nos quedó pendiente el 2011: la huelga general revolucionaria que eche abajo al gobierno de Piñera, demuela el régimen cívico militar y expropie a los monopolios imperialistas que saquean nuestra nación!

Solo así podremos conquistar la educación gratuita, el trabajo para todos, un salario mínimo y vital de 700 mil pesos mensuales reajustable según la inflación y la carestía de la vida que crece día a día, la salud y la vivienda gratuita para todos. Para eso la plata está y se la llevan las transnacionales: ¡Renacionalización del cobre y todos los recursos naturales bajo control de los trabajadores!
Contra la escalada represiva del gobierno y del imperialismo yanqui: ¡Basta! ¡La ACES, La CUT y La CONFECH deben encabezar la lucha por la libertad inmediata e incondicional a todos los presos y perseguidos políticos por luchar, porque los expulsados de los liceos y universidades se reintegren de forma inmediata y sin persecuciones a sus establecimientos y que terminen los sumarios contra los estudiantes en la Universidad! ¡Abajo la Ley Hinzpeter y la Ley Antiterrorista! ¡Comités de autodefensa para enfrentar a la represión pinochetista!

¡Fuera las bases militares del imperialismo en Chile, Colombia, Guantánamo y toda América Latina! ¡Libertad inmediata e incondicional a todos los presos políticos de Chile, a los seis mil procesados por el gobierno “bolivariano” de Kirchner en Argentina, a los combatientes antiimperialistas torturados en Guantánamo y a todos los luchadores obreros y populares perseguidos por los gobiernos burgueses!

¡La clase obrera mundial debe parar la masacre contra sus hermanos de clase en Siria! ¡Basta de silencio de la izquierda mundial ante  la masacre del chacal Al -Assad y la complicidad de toda la burguesía bolivariana de Chávez, Morales y los hermanos Castro, que restauran el capitalismo en Cuba de la mano del carnicero Obama y del Papa reaccionario!

¡Una sola clase, una sola lucha en todo el mundo contra los parásitos capitalistas que nos han declarado la guerra para salir de su crisis!

¡QUE EMPIECE LA SEGUNDA REVOLUCIÓN CHILENA, PONIENDO EN PIE NUEVAMENTE
LOS GLORIOSOS CORDONES INDUSTRIALES!

 

Partido Obrero Internacionalista -Cuarta Internacional,
 integrante de la Fracción Leninista Trotskista Internacional

30 de abril de 2012

 

 

| contactenos