7 de noviembre de 2019

Los jóvenes de Nueva York se sublevan contra la maldita policía de Trump y realizan evasiones masivas en el metro siguiendo el ejemplo de la juventud en Chile

El pasado viernes 1/11 cientos de jóvenes evadieron el metro de Brooklyn, Nueva York, protestando contra el costo del pasaje pero sobre todo con la policía asesina de Trump que ataca y amedrenta constantemente a la juventud obrera. Uno de los últimos casos fue la brutal detención de Adrian Napier, un joven afroamericano de 19 años, dentro de un vagón del tren subterráneo. Varios policías se abalanzaron sobre él dentro de un vagón del tren subterráneo, golpeándolo brutalmente y luego llevándoselo preso, utilizando como excusa que supuestamente no había pagado el pasaje y que portaba un arma de fuego, la cual obviamente nunca encontraron porque era un hecho falso.

Luego de esto fue que cientos de jóvenes se concentraron y evadieron el metro, tomando como ejemplo a la juventud de Chile, que se rebeló en Santiago ante la subida del transporte público, siendo la chispa que encendió la pradera del fuego revolucionario en todo el país. Por ello en esta protesta no faltaban alusiones a la lucha revolucionaria en Chile, como rayados en el tren de Nueva York que decían “evade” en castellano o imágenes del perro que había sido bautizado como “mata pacos” por ser un fiel acompañante en las movilizaciones de los estudiantes por la Alameda.

Siguiendo el ejemplo de la juventud de Nueva York, distintas organizaciones están convocando a realizar evasiones masivas en el metro de Seattle, en el estado de Washington.

El combate de la juventud de Brooklyn, junto a los trabajadores en huelga de General Motors, los mineros y docentes en lucha en distintos puntos de EEUU, los obreros que pelean por un salario digno de 15 dólares la hora, los jóvenes y explotados que se sublevaron porque “las vidas negras importan”, son un enorme viento de aire fresco para las masas de América Latina. La clase obrera y la juventud norteamericana con sus luchas enfrentan al gobierno de Trump que es el que comanda el brutal ataque que aplican los gobiernos y regímenes latinoamericanos.
Por ello los obreros y jóvenes de EEUU son los mejores aliados de los explotados del continente, a diferencia de lo que pregona toda la izquierda reformista que reivindican como “progresivo” a Sanders, ese multimillonario que habla de “socialismo” para poner a la clase obrera norteamericana a los pies de los carniceros imperialistas del Partido Demócrata yanqui.

¡Una misma lucha de Santiago a Nueva York, de Alaska a Tierra del Fuego, contra el mismo enemigo: el 1% de parásitos de Wall Street que acaparan el 50% de las riquezas del planeta!