Argentina - 16 de noviembre de 2016
A los trabajadores de Siderar:
Hola compañeros me llamo Fernando Legarreta, y con esta carta quisiera contarles lo que me pasó en estos últimos días, y meses. Trabajo en Coquería, en Mantenimiento, soy mecánico. Algunos compañeros ya se habrán enterado que el día martes me echaron de la fábrica. Esa misma mañana, en laborales se me informaba que la empresa no me quería más adentro y me dieron el telegrama, donde se me despidió sin causa.
Algunos compañeros saben, que antes de echarme ya había sido suspendido 17 días. Más allá de todos los comentarios, los rumores de pasillo, las exageraciones y las mentiras que se dijeron sobre mi lo único cierto es lo que dice el papel de las suspensiones: 17 días por entrar, en 6 meses, cuatro veces antes de mi horario de trabajo, por cruzar el molinete una hora, una hora y media antes del horario de mi turno.
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FERNANDO LEGARRETA,
OBRERO METALURGICO DESPEDIDO DE SIDERAR
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No se dan una idea, compañeros por lo que tuve que pasar cada vez que iba a laborales. Me trataron de “narcotraficante, de chorro y delincuente”, a los gritos. No saben la impotencia que sentía en ese momento y la rabia por semejante acusación.
Me decían a los gritos, que yo había entrado temprano y había ido a otro turno a “juntar a la gente” para “hablar con ellos”, que “culpa mía” los demás habían hecho “abandono de trabajo” ¡No podía creer las acusaciones que me estaban haciendo! Me acusaban de “hablar con mis compañeros”, no lo podía creer. Nada de esto es cierto. Todos los compañeros de mi sector saben que nada de esto es cierto. Fueron 17 díasdurisimos para mí. Pero por otro lado me sentía con muchas fuerzas, porque siempre conté con el apoyo de todos mis compañeros. ¡Gracias a ellos y la enorme pelea que dieron no me pudieron despedir antes!
Después de las suspensiones me mandaron a otro lugar de trabajo, argumentando que había “roto normas de conducta dentro de planta“ Así me sacaron de mi puesto de trabajo y me separaron de mis compañeros. Unas semanas después me echaron.
Los compañeros saben quién soy: un trabajador como cualquiera. Hace 13 años que trabajo en la empresa, en Mantenimiento. Anduve por distintos sectores (taller central, Altos Hornos, Coqueria) y nunca tuve un problema laboral. Pasé por todas las compañías hasta que me efectivizaron, como a la mayoría. Y hoy me encuentro despedido y en la calle.
Por eso les quiero contar mi verdad, porque no me echaron por todo eso. A mí me persiguieron durante meses hasta que me echaron… ¿por qué? ¿Qué “delitos” cometí? Me echaron por que hace más de un año que venimos reclamando con todos los compañeros de la guardia de mantenimiento las categorías. Hace más de un año que venimos de reunión en reunión pidiendo las categorías que nos corresponden por convenio y por descripción de funciones. ¿Cuál fue mi “delito”? ¿Plantear esto junto a mis compañeros?
Mi “delito” fue decirle al CI que teníamos que defender a los más de 1000 compañeros de compañía echados a la calle por la patronal a principio de año. Que teníamos que salir a luchar por su reincorporación y por su efectivización ¡Me echan por defender a los compañeros contratados de Maresa, cuando la empresa los quería echar! Me echaron por tener la “osadía” de decir, en el medio del reclamo por paritarias, en una reunión donde estaban todos los compañeros de mantenimiento y operaciones con los delegados y el CI, que estábamos en contra del 35% (después 29%) que pedía la UOM a nivel nacional, que eso era una miseria. Tuve la “osadía” de preg al CI dónde se había votado esa “cifra”. “...en un congreso en Mar del Plata...” me dijo, “... y esos delegados ¿fueron con mandato de sus bases?” pregunte, “… porque me parece que acá muchos no están de acuerdo con ese porcentaje...” no me contesto, “… por que no pedimos como mínimo 47% como piden los compañeros metalúrgicos de Córdoba...”
Con los demás compañeros le preguntamos donde se había votado el plan de lucha que se estaba haciendo, porque con algunas medidas teníamos acuerdo, pero que otras nos parecían insuficientes. Le volvimos a preguntar si los delegados tenían mandato de sus bases. Le propusimos entre todos los compañeros que estábamos ahí hacer un playón de efectivos y contratados para decidir entre todos y fortalecer la lucha por nuestro salario.
Me echan por el delito de ser propuesto por todos mis compañeros como delegado. Todos los compañeros de la guardia resolvimos pedirle la renuncia a nuestro delegado, porque este no llevo adelante nuestro mandato en las paritarias, que era votar en contra del 29% en el congreso de delegados. El compañero renuncio y todos, me propusieron como delegado. Es más, el delegado le presento la renuncia por escrito al CI. ¡Durante más de tres meses el CI la tuvo guardada en su bolsillo! Durante más de tres meses le pedimos la planilla para poder formalizar la votación ¡solamente le pedíamos la planilla para poder firmarla! ¿Cuál fue mi delito? ¿Ser votado por mis compañeros como delegado?
Esta es la verdad. ¿Quién me está echando entonces? ¡A mí me está echando Brunelli, esa es la verdad!
Estoy despedido y en la calle. Yo soy un laburante como ustedes y me dejaron en la calle, sin trabajo y sin poder darle el sustento a mi familia por todo esto ¡Por decir estas cosas!¡Por pensar diferente me persiguen gremialmente!
SeñorBrunelli ¡ustedes me dejan en la calle porque no pienso como ustedes! ¡Por eso ustedes me condenan a que mi familia pase hambre? Soy un obrero de la UOM, soy afiliado y sostengo nuestro sindicato todos los meses. ¡¿Por qué me persiguen?! ¡Porque fui votado por mis compañeros como su delegado? Porque esa es la verdad: yo soy el delegado de la guardia de mantenimiento, y si no hay una planilla “formal“ es porque durante meses se la pedimos y miraron para otro lado ¡me proscribieron! ¡Por eso me hacen todo esto! ¿Quémás me van a hacer? Señor Brunelli le pregunto a usted: ¿quémás me va a hacer?
Yo vivo de mi trabajo y hoy no lo puedo hacer por todo esto. Por eso no voy a bajar los brazos hasta que me reincorporen a mi puesto de trabajo. ¡Por qué esto es una injusticia!
Para terminar, les quiero dar las gracias a todos los que se solidarizaron conmigo y me apoyaron. No tengo palabras para expresar mi agradecimiento por la colecta que hicieron más de cien compañeros cuando me encontraba suspendido. Muchas gracias otra vez y muchas gracias por escucharme.
Bueno compañeros, quiero que sepan que la voy a pelear, esto recién empieza, y que no es solo por mí, sino por los cientos de compañeros apretados, perseguidos, suspendidos y despedidos. ¡Por eso esta pelea la tenemos que dar entre todos! ¡Si nos tocan a uno nos tocan a todos!
Saludos a todos, ojala pronto pueda estar trabajando junto a uds.
Fernando Legarreta