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Vocero del Comité de Voluntarios Internacionalistas con las milicias revolucionarias de Libia y la Brigada León Sedov

“Siempre que hay una revolución el imperialismo empieza a actuar por medio de sus agentes y empiezan las calumnias a los revolucionarios que es lo primero que aparece por parte de las corrientes que dicen ser socialistas. Luego de las calumnias viene el cerco que prepara la masacre”

“Por eso para preparar las mejores condiciones de lucha de la clase obrera en este primero de mayo hay que recordar, porque recordando se rompe el olvido, aparece el grito que revienta el silencio, que rompe el cerco, que desmiente las calumnias y así se para la masacre, así se comienza a parar la masacre que se está sufriendo en todo el mundo, sobre todo en los lugares donde la clase obrera con su lucha de clases ha llegado más lejos.”

Buenas tardes compañeros. Como decía el compañero apenas empezó la reunión, particularmente nosotros los que estuvimos en el frente de batalla, queríamos darles un enorme agradecimiento a las bandas que han venido a tocar hoy. Jóvenes con los que estábamos en el campo de batalla,nos ayudaron a sostener el fusil y a luchar y a estar en las mejores condiciones para combatir. Los recitales que hicieron estos compañeros donde la plata que se juntó la mandaron hacia allá, nos ayudaba justamente a sostenernos. Así que yo creo que esas bandas se merecen un fuertísimo aplauso.
Como decían acá los compañeros, no estamos en Plaza de Mayo, ese acto, ese saludo a la bandera que se hace todos los años, dónde los mártires de Chicago son utilizados solamente para lavarse la cara. Estamos en esta reunión, donde estamos los internacionalistas y nos vemos las caras. A mí me toca hablar  de lo que vivimos nosotros. Es un primero de mayo al que llegamos lamentablemente no en las condiciones que nos merecíamos, no en las condiciones que se merece la clase obrera internacional.
Esta derrota viene de la mano del cerco. Siempre que hay una revolución el imperialismo empieza a actuar por medio de sus agentes y empiezan las calumnias a los revolucionarios que es lo primero que aparece por parte de las corrientes que dicen ser socialistas. Luego de las calumnias viene el cerco que prepara la masacre. Calumnias y cerco terminan siendo igual a muerte, masacre, destrucción, por parte del imperialismo. Después viene el silencio, cuando hay masacre y por último el olvido, que es lo que quieren estas organizaciones que hablan en nombre de la clase obrera y de la revolución: que se olviden. Por eso para preparar las mejores condiciones de lucha de la clase obrera en este primero de mayo hay que recordar, porque recordando se rompe el olvido, aparece el grito que revienta el silencio, que rompe el cerco, que desmiente las calumnias y así se para la masacre, así se comienza a parar la masacre que se está sufriendo en todo el mundo, sobre todo en los lugares donde la clase obrera con su lucha de clases ha llegado más lejos.
Particularmente a mí me toca hablar de lo que viví. Como decía el compañero, no soy argentino. “Somos ciudadanos del mundo” decían los compañeros de Libia. Somos del norte y del sur, árabes, turcos, kurdos, argentinos, somos todo eso porque somos una misma clase y eso lo vimos en la lucha. Y justamente recordando tenemos que hablar del 2011, enero, muchos acá estaban en Mar del Plata, y mientras en Túnez, un ingeniero al que no le dejaban vender verduras, tenía un puestito de verduras porque como ingeniero el estado no le daba trabajo, como vendía en la plaza, la policía lo agarró sin permiso municipal y lo empezaron a reprimir. Y en un momento este ingeniero no soportó esto de haberse matado estudiando y que un estado lo había dejado afuera de la línea de producción y ni siquiera le dejaba vender verduras y se prendió fuego. No es ni más ni menos que uno de los mártires al que también le tenemos que rendir homenaje hoy, llamado Mohamed Bouazizi. Y con ese fuego que empieza en su cuerpo que se extiende por todo el Magreb y Medio Oriente, empezando por Túnez como lo veíamos en el video, siguiendo por Egipto pasando por Yemen, Libia, Siria, Bahréin, etc. Veíamos en Egipto las manifestaciones masivas donde las masas copaban las calles y hacían retroceder al ejército en manada. Las masas, una clase obrera que supo dar una pelea extraordinaria, pero que no llegó hasta el final porque estaba el soldado posando de democrático.
Yo personalmente tuve la oportunidad de estar ahí y veía a los soldados con una rosa en el fusil, y las masas creyendo que ese soldado le iba a regalar esa rosa cuando termine la revolución. Mientras todo esto pasaba y el furor en el Magreb y Medio Oriente se hacía cada vez más efervescente, las organizaciones que halan en nombre de la clase obrera y del socialismo salían a gritar a los cuatro vientos “qué bueno, democracia, libertad, revoluciones por la democracia!” y por otro lado decían “no, ojo que esas revoluciones las está manejando el imperialismo, hay que estar con Kadhafi, hay que estar con las burguesías nacionales, porque es el imperialismo que se los quiere sacar de encima” y entre una cosa y la otra esas organizaciones nos dejaban a merced de las distintas fracciones burguesas, ya sean las burguesías democráticas o los regímenes dictatoriales nacionales a los que el Foro Social Mundial pintaba como antiimperialistas. Y lo que pasaba en Egipto era que mientras las masas se engañaban con que el ejército y el pueblo eran “una sola mano” la burguesía preparaba las mejores condiciones para sacar esa rosa y cagar a tiros a la masa obrera.
En Libia no pasó eso. En Libia se llegó mucho más allá. Se quebró al ejército, se rompió al estado, se cayeron las puertas de los arsenales, y el obrero se armó al igual que en Siria. Fueron miles de manifestaciones masivas donde el salafismo, que es una corriente sunnita del islam, los desviaba y nos los dejaba salir de la plaza. Veíamos en el video una plaza donde estaban todos los sirios cantando, y lo bueno que vemos en ese video es la masividad pero lo malo es que no salían de esa plaza y lo único que hacían era cantar y tocar el tambor y no iban a donde tenían que ir. Porque mientras ellos bailaban y tocaban, el estado se armaba, Bashar reunificaba su ejército, lo armaba hasta los dientes con Putin e Irán y un día fueron a tocar el tambor a la plaza y se encontraron con la plaza militarizada y los empezaron a recagar a tiros. Esa fue una de las grandes traiciones que sufrió Siria.
Pero aún así, los soldaditos se pasaban porque veían que iban a cagar a tiros a sus primos, a sus novias, a su hermano, a su papá. En Libia fue muy similar, solamente que las masas lograron identificar rápidamente quien era el enemigo, se dieron cuenta que el enemigo iba en cualquier momento iba a dejar de usar balas de goma e iba a usar balas de plomo y se fueron a los arsenales, abrieron los arsenales y se armaron. Es ahí que cuando todos esos que decían “revolución democrática y libertad”, dijeron “ah no, para”, “el obrero cuando sale a la calle, canta y toca el tambor, está haciendo una revolución. Pero cuando el obrero se arma para defenderse de un estado que se arma hasta los dientes para matarlo, deja de ser una revolución”. Y ahí empiezan las calumnias, ahí empieza el cerco.
El obrero no va a asaltar un arsenal porque le gusta salir a matar. El obrero trabaja, va teniendo hijos, una pareja, y un día tiene que ir, reventar al ejército, hacer que los soldaditos se pasen y se encuentra armado. Hay tantos obreros que tuvieron que empuñar un fusil y no saben a cuantos habrán matado, porque quieren ser obreros. Estaban en la línea de producción y de un día para el otro se encuentran con un Kalashnikov. Le tiene miedo: pega un tiro y cierra los ojos. Al obrero no lo han instruido para usar un arma, tira y cierra los ojos porque no sabe usar el arma. El obrero le tiene tanto miedo a eso, pero a veces no le queda otra, lo tiene que hacer para defender a su familia, a su hijo, a su mujer.
Y fue así que los obreros empezaban a levantarse en armas, a combatir, cae Khadafy, aplaudimos. En Siria se empieza a partir el ejército en manada, huían. Bashar se empieza a quedar sin base en el ejército y empiezan a venir mercenarios. La situación se complica, el FSM se reúne en Medio Oriente, y cada vez que se reúne en Medio Oriente, la primera vez fue para apoyar a Khadafy y decir que era antiimperialista, ese mismo año hubo una masacre en Siria y empezó el genocidio. Después se reunieron en contra del terrorismo, diciendo que todos los obreros armados eran tribus bárbaras, que peleaban por la religión y que eran terroristas. Y cuando termino el FSM, otra masacre, y así hemos llegado a las 400 mil muertes en Siria. Medio millón de personas asesinadas compañeros, no estamos hablando de un numero compañeros, son medio millón de personas asesinadas. Y eso no hubiese sido posible si estas direcciones traidoras que hablan en nombre del socialismo y de la revolución, no le hubiesen dejado las manos libres a los perros del imperialismo como Bashar, como a los ayatollahs iraníes, como a Heftar que veíamos que estuvo 20 años en Estados Unidos, volvió como hombre de la CIA directo, esa es la traición, esa es la derrota compañeros. Esa es la derrota, y después viene el silencio. Estaban todos calladitos, parecían que las cosas avanzaban como el imperialismo quería, habían logrado estabilizar Libia, Siria con la libanización la habían partido y sectores burgueses se habían quedado con sectores de Siria.
Una revolución de la que se habló poco fue la yemení. Los yemeníes en la época de la revolución salían con un pedazo de pan duro a la calle, porque era lo único que tenían para comer. Los obreros golondrina yemeníes que se la pasan laburando en Arabia Saudita por dos mangos, porque en Yemen no hay nada más que campo y ovejas y no alcanza para todos, esos obreros calladitos, cuando les quisieron aumentar el precio del petróleo, los campesinos del norte que son la mayoría chiita… explico para el que no sabe: el Islam está dividido en dos prácticamente, como decir protestantes y católicos, en este caso están los sunnitas que son una burguesía de Arabia Saudita y están los chiitas que son la burguesía iraní, y son grandes mecanismos de control y de opresión en Medio Oriente incluso para dividir a la clase obrera: dos obreros laburando en la misma línea de producción con un mismo patrón  y bajo las mismas malas condiciones se enfrentan entre sí diciendo “vos son chiita y rezas tres veces y yo soy sunnita y rezo cinco”. ¿Y en Yemen qué pasó?Bajaron los chiitas del norte, campesinos con el cuchillo en la cintura, y se unieron a los obreros de la ciudad. El problema es que los obreros eran sunnitas y el campesino era chiita, pero tenían un mismo enemigo, un mismo opresor. Y surge esa unión obrero-campesina, revienta al ejército yemení y de un día para el otro, muchísimo más avanzado que en Libia, revientan al ejército y se arma todo el mundo. Y lo nuevo que aparece es que comienzan a formar comités, los shuras, donde cada uno tenía voz y voto, donde controlaban edificios del gobierno, calles, rutas, y empiezan a ser gobierno. No se quedaron con el arma nomás que levantaban, fueron por más. Siendo sunnitas y chiitas. Y ahí aparece el silencio, ¿habían escuchado esto alguna vez? ¿Alguna corriente de izquierda ha dicho esto? El FSM dice que son tribus bárbaras peleándose entre sí. Que hay que apoyar a Irán que es antiimperialista. Se reúnen en Cuba cuando la entregan. Y el obrero chiita y el sunnita se juntan en Yemen para reventar a ese gobierno impuesto por el imperialismo. ¿Y qué pasa? Después del silencio y el cerco viene la masacre. Una alianza contrarrevolucionaria terrible encabezada por Arabia Saudita que son expertos porque ya habían reventado una revolución en Bahréin, esos camiones que veíamos por Bahréin eran de Arabia Saudita, armamento yanqui. Y lideran una coalición donde están Emiratos Árabes, Qatar, y otros. El imperialismo los aplaude y la prensa burguesa empieza a decir “estos son todos chiitas”. Y había una unión obrera-campesina enorme donde estaban los chiitas y los sunnitas juntos y nadie lo decía. Porque si lo decían se despedazaba esa división entre los obreros entre chiitas y sunnitas y se demostraba que el obrero se puede unir porque el enemigo es uno solo, la clase es una sola.
Pero dentro de esta derrota lo que vemos es resistencia. Ahí vemos a las masas de Aleppo, donde tenemos compañeros, y constantemente nos estamos comunicando con ellos, donde está la Brigada León Sedov, defendiéndose de los ataques -de los mercenarios, porque a Bashar no le queda ni un soldado sirio, son todos mercenarios rusos, iraníes, georgianos, libaneses del ejército de Hezbollah.  Vemos la resistencia del pueblo yemení, pese a toda esa alianza contrarrevolucionaria sigue resistiendo y no afloja, y obligó a Ban Ki Moon a salir a decir que necesitaban paz y negociación, cuando ellos fueron los primeros en aplaudir la masacre al pueblo yemení.
Y todo esto compañeros, es porque lamentablemente la clase obrera no tiene la dirección que se merece para vencer. Entre tanta derrota, tanta calumnia, tanta traición, han logrado dividirnos y desorganizarnos, no hemos podido coordinar la lucha internacional y la clase obrera ha sufrido los peores padecimientos como el medio millón de personas asesinadas en siria. Por eso yo creo que este primero de mayo, además de recordar, porque recordar solamente no nos sirve de nada, tenemos que jurar y prometer que no vamos a parar hasta poner en pie un organismo, un partido revolucionario que esté a la cabeza de todas las revoluciones y pueda llevarlas al triunfo. Para que nunca más muera un obrero, para que nunca más un obrero sea encerrado, para que nunca más un obrero trabaje en condiciones ilegales, como los 7000 procesados que hay en Argentina, como los obreros bolivianos que son el sostén de este país, como los obreros negros e inmigrantes de Europa y de EEUU.
Nada más compañeros.

 

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