Argentina - 18 de febrero de 2025
La “madre de todas las estafas”: una deuda externa contraída por los capitalistas y estatizada por todos los partidos políticos patronales
La paga el pueblo con hambre y miseria desde hace décadas
En los ’80, la dictadura videlista estatizó la deuda externa de los llamados “capitanes de la industria”.
La gran mayoría de la deuda externa pasó a ser la deuda privada que habían contraído los Rocca de Techint, Madanes, Mastellone de La Serenísima, Macri de Sevel, Fortabat de Loma Negra y un puñado más de grandes capitalistas como Acindar, el Banco de Quilmes, etc.
La dictadura militar estatizó la deuda privada cuando los delincuentes y banda de estafadores de los grandes capitalistas entraron en cesación de pagos.
El estado se endeudó directamente para responder a las necesidades privadas y se hizo cargo de la deuda de las empresas, dándole a estas un seguro de cambio.
Eso significó que la deuda externa se multiplicara por 6 entre 1976 y 1983. Inclusive, hasta la misma justicia burguesa la declaró “ilegítima”, “ilegal” y “fraudulenta” en la causa judicial 14.467.
El partido radical, el peronismo, el PRO y ahora Milei, todos, pero todos, fueron y son garantes de que, con los fondos arrancados al pueblo argentino, al imperialismo se le cumplía por la “estafa” que hicieron un puñado de capitalistas con la pistola de la dictadura militar en la sien de los trabajadores.
Argentina salió de la dictadura militar con una deuda de 45 mil millones de dólares que al valor actual, equivalen a más de 170 mil millones de dólares. Así arranca el flagelo de la estafa de la fraudulenta deuda externa, que le ha arrancado a Argentina su educación, su salud, miles de puestos de trabajo y ha impuesto el hambreamiento de los trabajadores, que con su sangre y sudor son los que realmente la pagan.
Argentina pagó decenas de veces esos millones y los intereses, y aun así, esa deuda con el FMI y los acreedores privados asciende a dos veces ese valor millonario que estrangula la nación. Esto inclusive después de que Menem en los ‘90 entregara todas las empresas del estado a los acreedores que poseían papeles de la deuda que no tenían valor, pues Argentina estaba en cesación de pagos de hecho.
Sostenidos por los políticos patronales y su régimen infame, 25 parásitos capitalistas que hoy son los del grupo AEA, de donde salió la basura de Milei, se endeudaron en más de 170 mil millones de dólares y como chorros armados le pusieron una pistola en la cabeza a la nación y a los trabajadores para que le paguen su estafa.
Fue este régimen de la “democracia para ricos” el que los encubrió y salvó de ir a prisión, porque ellos son los jefes de los políticos patronales y son los que organizaron con Videla el genocidio contra la clase obrera durante la dictadura militar.
Esto que acaba de hacer Milei no es más que un pequeño negocio de estafa y latrocinio que le dejan como propina sus jefes desde Wall Street.
Esta vez fue evidente… muy evidente: en 24 horas se robaron 90 millones de dólares con la firma de Milei avalando la operación.
Se trata del capitalismo semicolonial maloliente de cuya cloaca salen todos los políticos patronales que le salvaron los negocios, deudas y encubrieron las estafas del imperialismo y los grandes capitalistas.
Llama la atención el sometimiento de la izquierda parlamentaria que cada vez más entrelaza su suerte a la del peronismo como “oposición a Milei”, cuando fue el peronismo no solo el que llamó al golpe videlista, sino el que junto con la UCR garantizó el más grande sometimiento de la nación al imperialismo. Milei continúa su obra, la de Menem y también la de los Kirchner, cuestión que hoy todo el mundo quiere ocultar…
Hablando de “estafas”… La burguesía imperialista quiere castigar a su gerenta que le administró sus negocios durante más de 10 años y los “sacó del infierno” de la revolución de 2001, como dijo el propio Néstor Kirchner.
Esta gente se siente “injustamente perseguida”… Es que se quiere detener a Al Capone por los impuestos que no pagó y no por lo que realmente hizo. Aquí estamos ante un caso parecido.
Es que la pandilla burguesa de los Kirchner fue la que, como premio por controlar a las masas, se quedó con la “patria contratista” y los negocios del estado. Acaudilló a las empresas petroleras del sur y subsidiaron con inflación a una pseudo-burguesía nacional rastrera que volvió a enriquecerse ligada a la producción en gran escala del MERCOSUR y las transnacionales imperialistas.
A cada rato, Cristina Kirchner repite que el capitalismo es el mejor sistema de producción y distribución de bienes. Hay que tener la cara muy dura. Pero de verdad, muy dura. Con el país llevado a la ruina por los capitalistas, con millones de desocupados, con niveles de pobreza altísimos, con las jubilaciones robadas, con el saqueo más grande que sufriera la nación en su historia, lo que es mucho decir.
Los pactos con el banco Baring Brothers de Londres del siglo XIX son apenas un juego de chicos, comparado con los que hicieron las elites dominantes en los últimos años.
La banda de los Kirchner cumplió. El ascenso de 2001 le había atado las manos a la burguesía argentina con el riesgo de la revolución en la nuca. La nación entró en default. “Los Kirchner lo hicieron”. Luego de poner a producir como esclavos a la clase obrera, esta pandilla capitalista le pagó 10 mil millones de dólares en efectivo al FMI. Dicen que así “se lo sacaron de encima”, cuando fueron sus grandes sirvientes durante el último gobierno de los Fernández, tal como antes lo había sido Macri.
La banda de los Kirchner renegoció el default de 130 mil millones de dólares impagos con acreedores privados en el año 2005 a un valor de 253 mil millones de dólares con interés incluidos, pagaderos hasta 2039 con el bono PBI. Es decir, todos los años se les da de premio a los tenedores de títulos argentinos el porcentaje que crece el PBI...
Milei empalidece con semejante entrega.
Recientemente, Stanley, el embajador saliente de EEUU, afirmó que la señora Kirchner, era una de las personalidades políticas más destacadas de América Latina… Un verdadero agradecimiento al PJ por su rol de los últimos años.
La izquierda parlamentaria ya no tiene siquiera pudor. Su gran aliado en el Congreso “para enfrentar a Milei” son parte de los más grandes cipayos del imperialismo y el FMI.
Solo la clase obrera, que es la única clase nacional que no tienen ningún negocio con el imperialismo, será la encargada de liberar a la nación oprimida con el único método posible: la revolución proletaria para terminar con la Argentina capitalista, devenida en una colonia a la que las elites dominantes hoy quieren transformar en un protectorado yanqui. A eso vienen Milei y sus jefes, a convertir a Argentina en un “estado asociado con la Unión”.
El camino es retomar el del 2001, el de la ofensiva revolucionaria de masas, y volver al grito de guerra de “que se vayan todos y que no quede ni uno solo”, que todos los políticos patronales y la izquierda parlamentaria se encargaron de que no truene nunca más.
Hay que terminar con todos los estafadores y entregadores de la nación, comenzando por romper por el FMI y expropiar sin pago y bajo control de los trabajadores, como reparación de su robo y estafa, a todas las transnacionales y bancos imperialistas.
Para ello hay que llevar adelante una lucha anticapitalista de la clase obrera y sus aliados, las clases medias empobrecidas, y derrotar a la burocracia sindical que está sometida a los políticos patronales y a la embajada yanqui.
Hay que coordinar a los que luchan y unir los reclamos. Hay que abrir el camino a la Huelga General.
Ni en el Parlamento escribanía de Wall Street, ni en la justicia videlista…
¡A Milei se lo derrota combatiendo en las calles con la Huelga General!
La tarea es luchar por poner en pie un partido revolucionario que combata contra el sistema capitalista y todas sus instituciones, contra su justicia videlista, el Parlamento escribanía de Wall Street, etc.
Para conquistar la independencia nacional, romper con el imperialismo y recuperar la tierra y los alimentos, la única salida es la revolución.
La alternativa es Argentina socialista y revolucionaria, o colonia de Wall Street mil veces estafada, mil veces saqueada.
CM por el Comité Redactor de “El Organizador Obrero Internacional”
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