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Argentina - 19 de febrero de 2024

 

Polémica

En el Congreso de la oligarquía, la gran patronal y el imperialismo, fue retirada la Ley Ómnibus mientras se profundiza una brutal guerra económica contra las masas…

 

A propósito del PTS y su política de “frente democrático” en el Parlamento de los verdugos del pueblo

 

En el documento presentado por Lizarrague “La primera derrota de Milei y lo nuevo que viene desde abajo” y que fuera votado, enmendado y corregido por la dirección nacional del PTS el 8 de febrero de este año, se afirma que el gobierno de Milei es un “bonapartismo débil” por sufrir una derrota en el Congreso al ser retirada la Ley Ómnibus. Castillo, diputado del PTS, insiste también sobre esta afirmación.
Emocionados los parlamentarios del PTS festejaban la caída de la ley regalándose flores. ¿Qué festejan los diputados del PTS? En primer lugar, los marxistas identificamos al Parlamento burgués en una semicolonia en la época imperialista como uno más de los mecanismos de engaño del régimen de dominio. Esta institución es una escribanía de la embajada norteamericana donde se aprueba lo que el imperialismo decide. El Parlamento, como institución de la democracia para ricos, está para engañar a las masas y ha cumplido el rol que Wall Street esperaba. Mientras se discutía la Ley Ómnibus, el gobierno “débil y derrotado” llevaba adelante el plan que las compañías imperialistas, la banca y el gobierno de Biden dictaron.

 

Es necesario despejar la enorme nube de polvo que ha sido arrojada a los ojos de la clase obrera de Argentina y del mundo, impulsada de forma lamentable por la dirección del PTS y el FIT-U

Afirmamos que lo que hoy está viviendo la clase obrera y el conjunto de los explotados de Argentina no es la “derrota” de la Ley Ómnibus, sino que está soportando sobre sus hombros un brutal golpe económico llevado adelante por el gobierno en tan solo dos meses de mandato: tarifazos, una inflación galopante, salarios de indigencia, esclavitud laboral con el 70% de los trabajadores sin convenio, terciarizados, contratados o en negro y millones desocupados sumidos en la hambruna, alimentando a sus hijos en comedores barriales.
El gobierno, amparado en la archirreaccionaria Constitución de 1853-94, utiliza los poderes de monarca que se le otorgan al presidente para gobernar a decretazo limpio.
Ante esto, la burocracia sindical, que viene de ser empujada a un paro general de 12 horas el 24 de enero sigue a los pies de la burguesía peronista y la justicia patronal, disciplinándose abiertamente a las órdenes de Stanley, el embajador norteamericano en Argentina.
La dirección del PTS dice que nos encontramos ante “un intento de bonapartismo ‘débil’ (…) Un gobierno que a pesar del apoyo de la gran burguesía puede ir a una crisis de conjunto si se produce una caída drástica en la base social que aún conserva (…) Esta debilidad, quedó al desnudo con la derrota de la Ley Ómnibus” (Christian Castillo, “Lo que dejó la derrota de la Ley Ómnibus y lo que se viene”, LID, 13 de febrero).
Pero, cada uno de los golpes lanzados por este gobierno que el PTS ve “débil”, no ha pasado ni ha sido discutido en el Congreso. Si para la dirección del PTS y el FIT-U se derrotó la ley de este gobierno bonapartista, ¿por qué el Congreso no para el ataque económico contra la clase obrera y los explotados? Porque en este punto TODOS los políticos patronales tienen acuerdo, en que tienen que ser las masas las que paguen la crisis y bancarrota actual de la nación.
En el Parlamento la discusión versó alrededor de la delegación de poderes a Milei, las privatizaciones como la de YPF que dejan jugosas regalías a las provincias y sobre los impuestos que el gobierno quería imponer a distintas fracciones de la burguesía, como a la oligarquía agraria, que está en contra de pagar ningún tipo de retención a las exportaciones de granos.
Es que, para pagarle al FMI, el gobierno buscaba que también distintas pandillas burguesas pongan la plata, reduciendo la coparticipación federal, perjudicando a las burguesías regionales y a la alta burguesía agraria. Esto fue lo que no les cerró en las “discusiones” del Parlamento y dejaron abierta una negociación de cómo van a quedar las ganancias de cada uno de ellos en este plan ofensivo del imperialismo de colonización de la nación.
El PTS silencia la ofensiva imperialista para imponer una Argentina colonia y hace pasar como “débil” al gobierno bonapartista de Milei cuando lo que presenciamos durante días en el Parlamento no fueron más que disputas burguesas alrededor de a qué pandilla le toca poner la plata.
La ofensiva del gobierno de Milei, apoyado por la AEA (Asociación Empresaria Argentina) y la AmCham (Cámara de los monopolios estadounidenses en el país), la UIA, etc., está directamente comandada por el gran capital financiero de Wall Street, como el Citigroup, Goldman Sachs, BlackRock, etc., que son los jefes del gobierno y están viajando a Argentina para precisar el plan de saqueo, coloniaje y superexplotación de la clase obrera.

¿Para el PTS los K y el peronismo “están en silencio” y no hacen “nada”? Ellos son los garantes, junto a todos los dirigentes del peronismo de los sindicatos y la burocracia piquetera de darle tiempo al gobierno de que pueda avanzar en este ataque. Es decir, el PTS opina que el peronismo no está haciendo nada y está haciendo todo.

Le recordamos a la dirección del PTS que “los países coloniales y semicoloniales no están bajo el dominio de un capitalismo nativo sino del imperialismo extranjero. Pero este hecho fortalece, en vez de debilitarla, la necesidad de lazos directos, diarios, prácticos entre los magnates del capitalismo y los gobiernos que, en esencia, dominan los gobiernos de los países coloniales y semicoloniales. Como el capitalismo imperialista crea en las colonias y semicolonias un estrato de aristócratas, burócratas obreros, estos necesitan el apoyo de gobiernos coloniales y semicoloniales que jueguen el rol de protectores, de patrocinantes y a veces de árbitros. Esta es la base social más importante del carácter bonapartista y semibonapartista de los gobiernos de las colonias y los países atrasados en general. Esta es también la base de la dependencia de los sindicatos reformistas respecto al estado” (León Trotsky, “Los sindicatos en la época del imperialismo”).

 

El gobierno de Milei: ¿Un “bonapartismo débil”?

Aunque el PTS quiera hacerle creer a la clase obrera que en Argentina hay un régimen parlamentario democrático-burgués, las medidas de Caputo no se votaron en el Congreso porque es justamente la Constitución del ’53 la que le da poderes bonapartistas al gobierno. Todo lo que hace Milei, imponiendo devaluaciones recurrentes, liquidación del salario, quita de subsidios, tarifazos, etc., tiene el abierto amparo constitucional para hacerlo como presidente.
¿Nos puede decir la dirección del PTS qué golpe económico contra la clase obrera se paró y se derrotó en el Congreso? Ninguno, ni se podrá parar en esa cueva de bandidos.
Justamente el circo en el Parlamento y su funcionamiento no frenó el ataque y la guerra contra las masas, sino que durante esos días y después no hizo más que profundizarse.

Definir al gobierno de Milei como un “bonapartismo débil” es inventar una realidad que solo sale de la galera de los prestidigitadores de la dirección del PTS, que hacen su análisis desde los cómodos sillones de la Cámara de Diputados, aludiendo que Milei es “débil” porque no tiene mayoría parlamentaria, o porque no tiene ninguna gobernación provincial… una visión copiada de los periodistas kirchneristas y absolutamente alejada del marxismo.
¿Un bonapartismo “débil” que impuso un protocolo antipiquetes y un régimen policial? Milei y Bullrich, bajo el comando yanqui, han sacado a la Policía, la Prefectura y Gendarmería que tendrán vía libre para reprimir a quien quiera pisar el asfalto. Una muestra de esto se dio cuando estaban realizándose las sesiones del Congreso, donde la policía reprimió ferozmente con decenas de presos no solo en Buenos Aires, sino también en Rosario, Mendoza, Jujuy, etc. Incluso el movimiento piquetero no ha vuelto a ganar las calles luchando por trabajo genuino.

El PTS oculta que la fortaleza de Milei para descargar semejante ataque bonapartista al conjunto de los explotados deviene del desvío y el estrangulamiento de la revolución latinoamericana por parte de las burocracias sindicales en su mayoría stalinistas, de la entrega de Cuba a la restauración capitalista de la mano de la nueva burguesía del PC, y es por ello que profundizan la ofensiva contrarrevolucionaria del imperialismo a nivel mundial.
Esto explica que Milei esté hoy al frente del Poder Ejecutivo. Y por esto, asentados en estas condiciones y en el brutal desgarramiento de las filas obreras, los yanquis vienen por todo… y no hay ningún Parlamento que los pare.
El gobierno bonapartista de Milei aún no ha terminado de asentarse, pero busca hacerlo derrotando y sacando de escena a la clase obrera. Aún no está dicha la última palabra. En definitiva, la fortaleza de este gobierno es directamente proporcional a la traición de la burocracia sindical y piquetera, a su sometimiento a la burguesía peronista y a la justicia patronal y a la profunda división que se impuso en las filas obreras. ¡Son ellos los que sostienen a este gobierno!

 

Falsificando las lecciones de la revolución argentina del 2001, el PTS en el Congreso y en las calles organiza un “frente democrático” con el kirchnerismo…

Para el PTS el peronismo “seguirá mientras pueda en su doble juego, de oposición parlamentaria y desmovilización callejera, con sus principales referentes como Cristina Fernández de Kirchner o Sergio Massa sin pronunciar palabra pero dando a entender que no hay que ganar las calles” (“Lo que dejó la derrota de la Ley Ómnibus y lo que se viene”, 13 de febrero de 2024).
La dirección del PTS y el conjunto del FIT-U le pide a la burguesía peronista que cambie su naturaleza de clase y que ponga sus fuerzas en movilizarse contra el gobierno de Milei… ¿A quién quieren engañar? Ya vimos hace unos días atrás a Cristina Kirchner pronunciarse por escrito desde su chalet de lujo a escasos metros del Congreso de la Nación. Desde ya, hizo un pronunciamiento de clase, defendiendo los intereses de la fracción burguesa que ella representa, una burguesía cobarde y tan sirviente del imperialismo como Milei.
El kirchnerismo viene de gobernar los cuatro años anteriores, viene de pulverizar el salario, de imponer una brutal esclavitud obrera y le entregó a Milei un movimiento obrero descuartizado, dividido y hundido en penurias inauditas. ¿Y ahora el PTS despotrica contra la burguesía peronista por “desmovilizar”?
¿Esperan que esta división por arriba de los políticos patronales y su frente con los kichneristas que vimos en el Congreso se exprese en movilizaciones en las calles para derrotar a Milei? Una estafa.
Quieren hacer pasar como “democráticos” a los políticos peronistas a los que les exigen que se movilicen contra “la derecha” de Milei y Macri… pero unos y otros salen de la misma cloaca de este podrido sistema capitalista.
Aún no se ha derrotado a nadie. Insistimos, esto es así, porque se ha impuesto una brutal traición de la burocracia sindical peronista dirigida por el PJ y monitoreada por Stanley, el jefe de TODOS LOS POLÍTICOS PATRONALES EN ARGENTINA.

El PTS y el FIT-U quieren hacernos ver la película al revés. Las gestas revolucionarias del 2001 reconocieron a su enemigo, la consigna de “que se vayan todos, que no quede ni uno solo” enfrentaba al conjunto de los políticos patronales y también a la burocracia sindical a la que le impusieron tener que llamar a 8 paros generales contra De la Rúa.
Hay que decir la verdad. Las Asambleas Populares del 2001-2002 organizaban a las clases medias arruinadas por los banqueros imperialistas. El movimiento piquetero revolucionario, vanguardia del conjunto de la clase obrera, unía las filas de los explotados al grito de “piquetes y cacerolas, la lucha es una sola”.
Mientras el movimiento piquetero cortaba la circulación de mercancías en la ruta, los obreros ocupados imponían paros políticos que enfrentaban directamente al gobierno gorila de la Alianza, mientras las clases medias arruinadas atacaban a los bancos que les habían expropiado sus ahorros.

¿Qué tienen que ver estas enormes gestas con las “asambleas barriales” que el PTS impulsa en CABA y el Gran Buenos Aires donde van los militantes FIT-U y el kirchnerismo realizando actos culturales? Absolutamente nada. Justamente, el FIT-U espera ansioso que se una el kirchnerismo “rompiendo con su política de desmovilización” y que, como dice Castillo, los “militantes de la CGT” rompan la “inercia” y llamen a asambleas en las fábricas… Falsifican y sacan de contexto la táctica de Comité de Acción de León Trotsky en Francia en los ‘30, para encubrir su frente democrático en las asambleas barriales del FIT-U con los K, un verdadero frente de colaboración de clase.
Christian Castillo nos dice “Nuestra militancia apoya e impulsa las Asambleas barriales que se han empezado a constituir en CABA, el gran Buenos Aires y otros sectores del país, una instancia de auto organización que llamamos a fortalecer, especialmente a quienes nos vienen votando. Y a confluir con la clase trabajadora, sus luchas y sus organizaciones…”
¿A quién quieren engañar? La clase obrera se pondrá de pie con la autoorganización, rompiendo con la burguesía, superando la losa de la burocracia sindical peronista pro yanqui, uniendo a ocupados y desocupados y poniendo en pie sus propios organismos de lucha política, con democracia directa…

Para el PTS y el FIT-U la lucha no es clase contra clase, sino llamar a la burguesía “democrática y progresista” a movilizarse para enfrentar a la “derecha”… esta es la clásica política del stalinismo de colaboración de clases, que le ata las manos a la clase obrera. Llegan incluso al ridículo de llamar a sus votantes a sumarse a esta lucha por fortalecer sus “asambleas barriales” ¿Cómo se organizan los votos al FIT-U? La clase obrera se organiza en sindicatos, en comités de fábrica, los revolucionarios se organizan en células… un invento que no es nuevo. Para el PTS, como lo fue en el MAS de los ’90, las “asambleas barriales” y los “comités de acción” están compuestos por sus militantes y sus votantes. ¿Nos quieren decir entonces que los soviets se darán dentro del FIT-U? Del ridículo no se vuelve.
Esta izquierda parlamentaria es enemiga de llamar a la huelga general para enfrentar decididamente el plan de colonización de los yanquis, de organizar un Congreso de Ocupados y Desocupados para unir las filas obreras... nada de eso.

Insistimos, el FIT-U y el PTS, hablando desde las capas altas de la aristocracia obrera, “olvidan” que el 70% de la clase obrera está por fuera de los sindicatos y ya son mano de obra esclava. El obrero flexibilizado no gana más de 190 mil pesos… ¿cómo puede enfrentar al gobierno y la guerra que nos han declarado? La gran tragedia que vive hoy la clase obrera es que la burocracia, mientras negocia no perder los miles de millones de dólares de las obras sociales, está escondida debajo de la cama. Un llamado al paro general, donde se pare el transporte y se corten las rutas, uniría en una sola lucha a toda la clase obrera ocupada, contratada y desocupada.
Pero esto no está sucediendo. La burocracia peronista le da tiempo al gobierno y lo sostiene, impidiendo unir las filas de la clase obrera para pelear por un salario de $1.300.000 mínimo vital y móvil para todo el movimiento obrero y la reducción de la jornada laboral para que todas las manos disponibles entren a trabajar bajo convenio. Esto le pondría de inmediato un freno a la guerra que nos han declarado los de arriba. Esta es la verdadera traición que nos han impuesto y el FIT-U guarda un estruendoso silencio.
La clase obrera, llevada a un frente de colaboración de clases, sólo rebajará sus demandas, incluso la pelea por un salario al nivel de la canasta familiar, porque tanto Milei, los K y todos los políticos patronales que posan de “opositores” e incluso los gobernadores provinciales le dicen a la clase obrera que “no hay plata”. ¡Mentira! Sobra plata, pero se la llevan el FMI, las transnacionales y Wall Street.

Pero el PTS insiste: primero hay que hacer un frente parlamentario y “asambleas barriales” unitarias con la burguesía kirchnerista, a la que llaman pomposamente “comités de acción”, para derrotar al ya “debilitado” gobierno bonapartista de Milei.
¡Aquí manda Stanley, la embajada yanqui y el capital financiero de Wall Street! Esa es la verdad. Ya es insoportable la situación para las masas. Todas las mercancías tienen precios de Nueva York y el salario obrero es como el de Haití. Eso Milei no lo hizo a través del Parlamento, sino que lo impuso por decreto.

La que realmente está débil es la clase obrera porque no puede conquistar los organismos de lucha política de masas para retomar el camino revolucionario del 2001.
Alguien le tiene que refrescar la cabeza a la dirección del PTS y del FIT-U. En el 2021, en el Chubutazo, se derrotó la ley de Megaminería cercando y dejando hechas cenizas a todas las instituciones del poder de los explotadores. En el Jujeñazo del 2023, los cortes de ruta y las asambleas generales de los trabajadores y campesinos pobres hacían temblar a todos los partidos patronales. La burocracia sindical peronista dijo “nunca más” y aisló a estos heroicos combates.
¿Retomar el camino del Chubutazo y del Jujeñazo, el de los autoconvocados que se comenzaban a organizar por fuera de la burocracia en distintos lugares del país? ¿Profundizar el paro del 24 de enero para abrir el camino a la huelga general? No. La burocracia sindical dejó regalada a la clase obrera ante la guerra de los capitalistas. Para el PTS y el FIT-U, la salida para enfrentar al gobierno está en la unidad con la burguesía peronista que va desde Pichetto hasta Bregman en el Congreso y desde la Cámpora al FIT-U en las calles.

Raros “socialistas” son el PTS y el FIT-U que viendo a Milei decir que “hay que acabar con los socialistas”, como lo hizo en la reunión con Trump en Estados Unidos, ellos han borrado de su programa la lucha por la revolución socialista incluso en su campaña electoral.

Necesitamos organizar ya mismo comités de fábrica, asambleas en todos los establecimientos, votando delegados para unir las filas y todas las demandas de toda la clase obrera para abrir el camino a la huelga general.

Solo la clase obrera, acaudillando al conjunto de los explotados, puede derrotar la ofensiva colonizadora del imperialismo atacando la propiedad de los capitalistas, expropiando a los expropiadores, y no dejar piedra sobre piedra del poder burgués, expulsando al imperialismo y poniendo en pie un gobierno revolucionario obrero y popular.
Hay que retomar el camino del 2001. ¡Paso al Argentinazo! ¡Paso a la revolución socialista!

 

Milenka López y Alejandro Villarruel
por el Comité Redactor del periódico “El Organizador Obrero Internacional”

 

A propósito de la revolución argentina de 2001, las asambleas populares y los organismos de lucha

Contra las falsificaciones que intencionalmente están haciendo las corrientes del FIT-U para justificar su política de “asambleas barriales” en las que buscan hacer acuerdos con los kirchneristas haciéndolos pasar por “democráticos”, reproducimos aquí un enorme ejemplo de lo que verdaderamente eran las asambleas populares que se autoorganizaban en la revolución del 2001 que hizo volar por los aires el régimen de dominio en Argentina.

Ante tanta traición, engaño y falsificación de la izquierda, las resoluciones que aquí presentamos chocan de frente con la política de colaboración de clases de la izquierda parlamentaria.

Buscamos que estas sean un aporte a las nuevas generaciones del movimiento obrero y los explotados para retomar el camino de la revolución, el del Argentinazo, el único camino que derrotará el plan colonizador de los yanquis, uniéndose con el conjunto de los explotados del continente, de Alaska a la Patagonia.

* * *

Interbarrial de las Asambleas Populares

(Extractos de las resoluciones desde la primera Interbarrial celebrada el 1 de marzo hasta la del 14 de abril del 2002)

- ¡Que se vayan todos, que no quede ni uno solo y que no venga ni uno más!

- Fuera el Senado, segundo bastión federal.

- Fuera la Corte Suprema. Que se vayan todos.

- Asegurar la democracia directa de las Asambleas.

- Gobierno de los trabajadores y las Asambleas Barriales.

- Echar a la burocracia sindical y recuperar los sindicatos para los trabajadores.

- No al pago de la deuda externa

- No al FMI

- Reestatización de las empresas privatizadas bajo control de los trabajadores

- Reestatización de las AFJP bajo control de los trabajadores.

- Nacionalización de la banca.

- Nacionalización del comercio exterior.

- Reducción de la jornada laboral sin recorte de sueldo y otorgar esas horas a los trabajadores desocupados

- Cárcel a De la Rúa-Cavallo por su responsabilidad en los asesinatos del 19 y 20 [de diciembre del 2001, NdeR]

- La Interbarrial de Lomas de Zamora impulsa un tribunal popular para juzgar a los culpables del genocidio de nuestro pueblo

 


Milei con Blinken en el balcón de Casa Rosada

 

Milei con Blinken en Casa Rosada

 


Represión de la policía federal en el Congreso

 


Dirigentes de la CGT junto al embajador yanqui Stanley

 


gendarmería se lleva compañeros detenidos el 03/02 frente al Congreso Nacional

 


diputados del FIT junto al kirchnerismo

 


Myriam Bregman

 


Asamblea del parque centenario el 28 de enero de 2002

 


Combates revolucionarios en las jornadas de diciembre de 2001

 


Asamblea interbarrial en el Parque Centenario del 13 de enero de 2002

 


Las consignas de poder de la revolución argentina en 2001

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